Apocalipsis 12: 12
“Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los
moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con
gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo”.
Por eso pone pereza para venir a
orar, por eso se ha desatado la maldad.
El diablo sabe que le queda poco
tiempo
Juan 4: 23
“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales
adoradores busca que le adoren”.
El señor busca en estas reuniones
la alabanza, porque es un arma principal contra el diablo, porque en medio de
la alabanza el diablo tiene que salir.
Esta es la hora de encontrar esos
adoradores.
¿Somos adoradores verdaderos o
falsos? No todo el que canta una alabanza está adorando a Dios.
Si no estamos en espíritu
entonces no estamos adorando al Padre.
El diablo sabe que Dios busca
esos adoradores, el diablo sabe que si dejamos de adorar a Dios estamos
perdidos, porque en la alabanza conquistamos cantidad de cosas y cosas
extraordinarias suceden.
1.
El
diablo sabe que Dios multiplica y que da gracias
Éxodo 1: 5-22
“Todas las personas que le nacieron a Jacob fueron setenta. Y José
estaba en Egipto. Y murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella
generación. Y los hijos de Israel
fructificaron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en
extremo, y se llenó de ellos la tierra. Entretanto, se levantó sobre Egipto un
nuevo rey que no conocía a José; y dijo a su pueblo: He aquí, el pueblo de los
hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. Ahora, pues, seamos sabios
para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él
también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la
tierra. Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos que los molestasen
con sus cargas; y edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y
Ramesés. Pero cuanto más los oprimían,
tanto más se multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían a los
hijos de Israel. Y los egipcios hicieron servir a los hijos de Israel con
dureza, y amargaron su vida con dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y
en toda labor del campo y en todo su servicio, al cual los obligaban con rigor.
Y habló el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se
llamaba Sifra, y otra Fúa, y les dijo: Cuando asistáis a las hebreas en sus
partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo; y si es hija, entonces viva. Pero
las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto,
sino que preservaron la vida a los niños. Y el rey de Egipto hizo llamar a las
parteras y les dijo: ¿Por qué habéis hecho esto, que habéis preservado la vida
a los niños? Y las parteras respondieron a Faraón: Porque las mujeres hebreas
no son como las egipcias; pues son robustas, y dan a luz antes que la partera
venga a ellas. Y Dios hizo bien a las parteras; y el pueblo se multiplicó y se
fortaleció en gran manera. Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó
sus familias. Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad al río a
todo hijo que nazca, y a toda hija preservad la vida”.
El pueblo empezó con 70 personas,
y se multiplicó, cuando venimos a Jesucristo él nos dio una gran cantidad de
bendiciones, por eso el enemigo hace el trabajo para que no lleguemos o no
sigamos a Jesucristo.
El diablo sabe que nosotros
metidos con Dios somos fuertes, por eso nos da tan duro, porque él sabe que nosotros
en oración somos fuertes y vencemos lo que sea, por eso trata de debilitarnos.
Dios dice que el pueblo de Dios
está dotado por el Espíritu Santo para ser sabio. El diablo sabe que un hijo de
Dios con la mente de Jesucristo ya es muy difícil que cambie su pensamiento.
El diablo interfiere con nosotros
porque sabe que el pueblo de Dios somos soldados del ejército de Dios viviente.
El diablo nos mete mentiras para
que creamos que desde que estamos en oración y en oración de guerra nos está
yendo mal y no es así. Porque si seguimos en esa oración tan fuerte él sale
derrotado.
El pueblo tenía que rendir
tributo a los egipcios, estos le quitaban al pueblo de Dios, eso nos pasa a
nosotros el enemigo nos quita.
El diablo sabe el potencial que
hay, entre más lo golpeaban más se multiplicaban.
Cuando usted ora, el enemigo hace
que todo en el mundo se le voltee, que las personas le dejen hasta de hablarnos,
pero si usted persiste en oración todo eso tiene que caer.
Lo que quiere el diablo es que
trabaje, pero para él. Cuando nosotros estamos en libertad conquistamos muchas
almas para el reino de los cielos. ¿qué
te está poniendo el diablo a que hagas que no es la voluntad de Dios?
Las parteras temieron a Dios y no
evitaron que el pueblo se multiplicara, y eso que las parteras eran impías,
pertenecían al pueblo egipcio. Eso fue por la gracia que Dios da a su pueblo. Nosotros
tenemos esa gracia.
Dios les dio beneficio a estas
mujeres egipcias y si se lo dio a ellas, cómo no nos va a dar beneficio a
nosotros que somos sus hijos.
Ellas por temerá a Dios fueron
multiplicadas, el diablo sabe que Dios multiplica.
2. El diablo sabe que Dios nos dio autoridad
Éxodo 4: 1 – 4
“Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni
oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová. Y Jehová dijo: ¿Qué es
eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara. Él le dijo: Échala en
tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella. Entonces dijo Jehová a Moisés: Extiende tu
mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se volvió vara
en su mano”.
Con algo inanimado Dios hizo
cosas extraordinarias.
El enemigo sabe que, si le
declaramos la palabra, será derrotado, pues Dios nos dio autoridad. No hay que
temerle al futuro pues está asegurado en Jesucristo.
Tenemos poder, pero no lo estamos
creyendo.
Cuántas veces huimos del poder y
de la autoridad que Dios nos ha dado.
Dios quiere que extendamos la
mano y nos levantemos en poder.
El diablo sabe que somos duros
para comprometernos.
Esa orden: “ahora pues ve”, es
para nosotros.
El diablo sabe que cuando
declaramos la palabra las artimañas de él queda anuladas.
Un hijo de Dios tiene el respaldo
de Dios en todo.
Moisés le dijo a Dios que se
había equivocado enviándolo a él. Dios no se equivoca. Dios nos eligió y nos da
poder, él quiere hacer cosas grandes en nosotros.
3.
El
diablo sabe que te tiene que entretener
Éxodo 5: 7 - 9
“De aquí en adelante no daréis paja al pueblo para hacer ladrillo, como
hasta ahora; vayan ellos y recojan por sí mismos la paja. Y les impondréis la
misma tarea de ladrillo que hacían antes, y no les disminuiréis nada; porque
están ociosos, por eso levantan la voz diciendo: Vamos y ofrezcamos sacrificios
a nuestro Dios. Agrávese la servidumbre sobre ellos, para que se ocupen en
ella, y no atiendan a palabras mentirosas”.
El diablo nos entretiene, si
dejaba al pueblo de Dios suelto, ellos se iban.
Nos enreda con la familia, con el
trabajo, con el estudio.
Satanás sabe que somos sacerdotes
y ministros de Dios para ministrar alabanza y adoración delante de su
presencia, por eso estorba, no quiere que alabemos a Dios. Él sabe que tenemos
un título muy grande de real sacerdocio.
De nación Santa, pueblo elegido por Dios.
El diablo sabe que la Biblia hay
poder, palabra de poder y por eso llama a la palabra de Dios, palabras
mentirosas, para que usted no crea.
4. El diablo sabe que él no puede resistir la
santidad de Dios
Éxodo 9: 11
“Y los hechiceros no podían estar delante de Moisés a causa del
sarpullido, porque hubo sarpullido en los hechiceros y en todos los egipcios”.
El diablo con todo ese poder y no pudo evitar que a los
brujos les diera sarpullido. Porque cuando Dios está actuando no hay demonio
que se pueda levantar.
Éxodo 9: 16
“Y a la verdad yo te he puesto para mostrar en ti mi poder, y para que
mi nombre sea anunciado en toda la tierra”.
Dios nos ha puesto para deshacer las obras del diablo
Abandonémonos en las manos de
dios para él pueda actuar. Satanás sabe que cuando estamos en oración,
comprometidos con Dios, en santidad, el enemigo no puede hacer nada.
Era tanto la gloria de Dios en Moisés que a los hechiceros
les daba pena estar en su presencia.
Así es el diablo cuando estamos llenos de la Gloria de Dios,
al diablo le da miedo presentarse delante de los benditos de Dios.
5. El diablo sabe que Dios convierte la
maldición en bendición
Nehemías 13: 1 – 3
“Aquel día se leyó en el libro de Moisés, oyéndolo el pueblo, y fue
hallado escrito en él que los amonitas y moabitas no debían entrar jamás en la
congregación de Dios, por cuanto no salieron a recibir a los hijos de Israel
con pan y agua, sino que dieron dinero a Balaam para que los maldijera; mas
nuestro Dios volvió la maldición en bendición. Cuando oyeron, pues, la ley,
separaron de Israel a todos los mezclados con extranjeros”.
Estamos puestos para bendecir y ser bendecidos.
Cuántos han sido atacados con
brujería y Dios en su infinita misericordia convierte esa maldición en
bendición. El diablo sabe que cuando Dios decretó una bendición, no hay nadie
que pueda estorbar esa bendición. Cuando los cielos se abren para un hijo de
Dios, muchas veces nos sorprendemos por esa bendición y por la abundancia.
El diablo que sabe que Dios
siente celo por nosotros. Por eso trata de cerrarnos lo ojos espirituales para
que no vemos que Dios está obrando en nuestro favor.
El diablo sabe que el pueblo de
Dios está protegido las 24 horas por Dios.
Cierre todas las puertas al
enemigo para que Dios nos pueda dar todas las bendiciones.
El pueblo de Dios tiene que
separase de las cosas que el mundo le ofrece. El pueblo de Dios es distinto,
nosotros no podemos ser iguales.
Estamos llamados a santidad, a
vivir para Cristo cada día, tenemos que vivir para Dios.
Dios no está diciendo que no
puede andar con su familia o compañeros que no son cristianos, sino que no debe
hacer lo que ellos hacen.
6. El diablo sabe que Dios convierte la debilidad
en fortaleza
II corintios 12: 9 – 10
“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la
debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades,
para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades,
en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy
débil, entonces soy fuerte”.
Disfrutemos lo que nos ha
regalado papito Dios. Tenemos necesidades y debilidades y ahí es donde a Dios
le gusta glorificarse.
Cuando usted dice Señor no soy
capaz, dependo totalmente de ti, tiene la divina respuesta. El poder y la valentía
vienen de Dios.
Por la situación que estemos
pasando, saquemos fuerzas de donde no las hay y veremos que la gloria de Dios
se muestra.