lunes, 13 de noviembre de 2017

La llave maestra de la oración

I Juan 3:22

y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él”.

Si estamos desagriándole no podemos esperar que el haga lo que pedimos.

La palabra de Dios es para obedecerla en su totalidad.

Jesús estuvo sujeto a la voluntad del Padre desde que nació hasta que fue a la cruz del Calvario.

Dios nos quiere sujetos totalmente a la palabra de Dios.

¿Cómo obramos cuando estamos solos? Dios siempre está viendo lo que hacemos y conoce nuestros pensamientos.

A veces actuamos bien solo porque alguien nos está viendo.

3.9 Dando gracias y Expresarlo

Filipenses 4:6

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”.

Tenemos que estar agradecidos con Dios por tanta bondad y misericordia.

4. Respuestas prometidas

Jeremías 33: 3

Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”.

Si el no fuera a responder nuestras oraciones ¿nos diría esto?

Isaías 65: 24

Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído”.

Cómo será la misericordia de Dios que no necesita que se le exprese lo que se necesita.
La llave maestra abre todas las cerraduras.

Tenemos que abrir esas puertas que con la llave maestra que está aquí, en la palabra de Dios. Porque el poder de la oración es muy grande. Hay unas demandas que Dios nos hace a nosotros para poder ver los resultados de esa oración.

Muchas veces Él nos enseña que no sabemos pedir. A veces hacemos largas repeticiones o lo hacemos sin fe.

Él nos va a enseñar esta mañana cual es esa llave maestra.

Juan 15: 7

“Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”.

Dios nos da una promesa pero nos demanda permanecer en él y que su palabra permanezca en nosotros y esto implica obedecerla.

Tenemos que pedirle a Dios que nos ayude a estar en él donde estemos, en nuestro trabajo, en nuestro hogar. Tenemos que estar con esa actitud de reverencia de adoración a Dios y de obediencia a su palabra.

I Juan 2: 6

El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo”.

Todos sabemos como anduvo Jesús, lo más importante para él era glorificar el Padre, todo lo que hacía era para darle la gloria al padre.

I Juan 3: 6

Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido”.

Hemos nacido de nuevo y tenemos la cimiente de Dios dentro de nosotros y no podemos pecar.

El Espíritu Sentido nos da la salida cuando llega la tentación.

Si caemos de inmediato nos tenemos que levantar con el poder del Espíritu Santo, pedir perdón y arrepentirnos.

Juan 15: 10

“Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor”.

2. ¿Qué es orar?

Es un acercamiento a Dios.

Hebreos 10: 22

acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura”.

Orar es acercarnos a Dios.

3. Ingredientes de la oración

3.1 Humillación

II Crónicas 7: 14

Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”.

La palabra de Dios es para el pueblo de Dios. Sanidad en todo, física y espiritual

II de corintios 7: 10

Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte”.

3.2 Confesión de nuestros pecados

I Juan 1: 9

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.

Él nos exige confesar delante de él nuestros pecados, arrepentidos, no con remordimientos sino arrepentidos totalmente.

Hebreos 12: 15

Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;”

Tenemos que ponernos delante de Dios y pedirle que saque toda raíz de amargura porque estorba a nuestras oraciones.

Nuestro pasado ha dejado raíces de amargura dejadas por el odio, el resentimiento, la ira…

3.3. Orar al Padre en el nombre de Jesús

Juan 14: 13 – 14

Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”.

Cuando Jesús estuvo en la Tierra todo lo que hizo fue para glorificar al Padre, ahora el Padre es glorificado en el hijo.

Si el Padre nos dio a su Hijo para nuestra salvación, el Padre no niega nada que se pida en el nombre de su Hijo amado.

Esta oración la tenemos que hacer creyendo porque “sin fe es imposible agradar a Dios”.

Dice que si algo pidiereis en mi nombre yo lo haré, no dice lo haré si el Padre me lo ordena, o si el Padre me da permiso, esto demuestra la unidad del Padre y del Hijo.

3.4. Alabanza y adoración

Por lo que él es omnipotente, poderoso, creador; y por lo que él hace.

Salmo 92: 1 – 5

Bueno es alabarte, oh Jehová, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo;aAnunciar por la mañana tu misericordia, y tu fidelidad cada noche, en el decacordio y en el salterio, en tono suave con el arpa. Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras; en las obras de tus manos me gozo. ¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová! Muy profundos son tus pensamientos”.

3.5. Con sinceridad

Es muy importante la sinceridad de nuestro corazón es muy importante.

Jeremías 29: 11 – 13

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón”.

3.6. Con fe

Santiago 5: 13

“¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados”.

3.7. Conforme a la voluntad de Dios

Pedimos frente a la voluntad de Dios. Recordemos que Pablo oró tres veces para que se le quitara una dolencia y el Padre le respondió: bástate mi gracia. Esto para demostrar que Dios se glorifica en la debilidad.

Si no es conforme a la voluntad de Dios no se va a dar. Dios es soberano y el hace como quiera.

I Juan 5: 14 – 15

“Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho”.

Si es conforme a voluntad tenemos las peticiones que hayamos hecho, responde a nuestras peticiones.


3.8.  Obedeciendo a su palabra

domingo, 5 de noviembre de 2017

Dad gracias en todo

Cada vez que Dios envía su palabra debemos dar gracias en todo. Él dice en su palabra dad gracias en todo, glorifícame en todo momento.

Que siempre nuestras peticiones sean presentadas a Dios con acción de gracias. Incluso en las dificultades porque a los que amamos a Dios todas las cosas nos ayudan a bien conforme a su propósito.

Cuando Job tuvo todas esas dificultades dice la palabra que Job glorificó a Dios.

Es medio de la prueba donde nosotros conocemos más el carácter de Dios. Todos tenemos problemas, pero no todo lo que le pasó a Job.

Dad gracias en todo en la abundancia, en la escasez, en las dolencias en la salud. Cuando estoy en escases estoy siendo probado, pero cuando estoy en abundancia también estoy siendo probado.

A veces nos entregamos a las cosas del mundo cuando la palabra dice: “en nada estéis afanosos”.

Si sientes que tu fe es pequeña dile a Dios que te la aumente.

Hemos pedido a Dios hace mucho tiempo un avivamiento, y ¿cuántos están caminando sobre ese avivamiento?

Juan 6: 1 – 15

Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos. Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos. Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer.  Felipe le respondió: Doscientos denarios  de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido. Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo. Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo”.

Habían visto el milagro cuando Cristo convirtió el agua en vino y había visto los milagros que Cristo hacía y sin embargo dijeron qué es esto para tantos. Eso es imposible, ¿cómo vamos a alimentar con estos pocos panes y pocos peces a esa gran multitud?

Esa provisión en las manos de Dios es multiplicad, bendecida y prosperada porque todo en las manos de Dios es bendecido.

Dio gracias. La provisión llegó a los que estaban recostados. Dios dice que descansemos en su presencia. No nos preocupemos por lo material.

Ellos no estaban preocupados de lo material porque estaban escuchando a Jesús.

Dice la palabra que sobraron pedazos. Ese muchacho que entregó esos panes y esos peces se fue con grandes bendiciones.

Seguramente se fue, no solo con lo espiritual, sino también con lo material para su casa.

Filipenses 4: 4-7

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.

Muchos no tienen paz porque están afanosos.


Démosle gracias a Dios por las bendiciones y por las promesas que nos ha dado.