Una persona con convicción es la que tiene la certeza y la
seguridad en lo que está creyendo.
Visión es el modo de entender las
cosas, no se puede tener convicción si no se tiene clara la visión.
Cuando una persona tiene convicción y la visión clara la
bendición se deja caer.
Algunos de nosotros no estamos
totalmente convencidos, no hay convicción total porque la visión se ha opacado
se ha dañado., y así la bendición no se derrama sobre nuestras vidas.
Un pueblo con convicción y visión
es un pueblo bendecido eternamente y para siempre, en el día a día anda de
victoria en victoria y de triunfo en triunfo.
Eso es lo que somos en Cristo Jesús, unos bendecidos.
Si uno es un profesional y no siente lo que es, no lo hace
bien.
La luz se acerca a la oscuridad y ésta desaparece.
No nos podemos contaminar con lo que no es de Cristo.
Oímos y oímos palabra y viene la
situación y nos desanimamos, así no puede ser.
La verdad de ayer y de siempre la
vamos a hacer una realidad ahora, si tengo convicción, tengo visión y entonces
soy un bendecido. Tengo que moverme como lo que soy.
Daniel 4: 17
“La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los
santos la resolución, para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna
el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él
al más bajo de los hombres”.
El contexto es que Daniel acaba
de recibir el sueño de Nabucodonosor y viene la interpretación.
Hay una sentencia también para
nosotros, Dios ha sentenciado sobre nuestras vidas la bendición eterna.
No importa lo que usted esté
viviendo, no importa por lo que haya pasado, hay una sentencia, hay una palabra
de Dios sobre nuestras vidas que somos sus bendecidos eternamente y para
siempre, esto es sentencia de Dios y el diablo no la puede revocar, nosotros la
podemos retardar con nuestro comportamiento, pero la sentencia está dada y es
de bendición.
Yo tengo que estar convencido de
lo que la verdad de Dios dice para que la realidad que esté viviendo no desdiga
de la verdad de Dios.
La realidad, lo que usted está
viviendo es una cosa, pero la verdad de Dios dice otra.
Todo don perfecto, toda dadiva
proviene de lo alto, tanto para el impío como para el creyente.
Nosotros tenemos talentos y dones.
Los impíos no pueden tener mas que talentos, no pueden recibir dones
espirituales ya que estos provienen del Espíritu Santo que había en los que han
recibido a Cristo en el corazón.
Los dones espirituales son para
demostrar que la gloria de Dios está en su pueblo y dios los da a aquellos que
han creído en él, que tienen la visión perfecta.
Como pueblo tenemos una visión
distorsionada. Con una doctrina de estas tan sana y a veces torcemos a los
lados y eso no debe ser.
Al final del año vino una palabra
a nosotros: Al despojarse, ¿Usted se despojo totalmente? ¿O después de
convencerse acá llega a la casa a lo mismo? Si es así ahí no pasa nada.
Si Dios nos está trayendo este
mensaje es porque hemos perdido convicción, la visión está opacada y por eso
las bendiciones las vemos a cuentagotas.
La bendición de Dios es integral
y lo primero a lo que le tenemos que apuntar porque es un decreto de Dios, a la
bendición integral. Si Dios dice que somos su pueblo y que somos bendecidos por
qué nos vamos a sentir menos.
Esta palabra usted la tiene que
digerir, introyectar.
Son las últimas oportunidades que
Dios está dando a su pueblo, en otras partes no se habla de este tipo de cosa.
Si yo tengo la mirada puesta en
Jesucristo, autor y consumador de la fe yo por fe puedo ver claramente todo lo
que se me ha sido dado, regalado, usted no tiene que pagar ningún precio usted
lo único que tiene que hacer es quedarse quieto y dejarse bendecir. Renunciar a
lo que está estorbando para recibir la bendición.
Tenemos que buscar la llenura del
Espíritu Santo de Dios lo demás se viene pegado. Si tengo al Espíritu Santo lo
único que tengo que hacer es avivar ese fuego.
Ezequiel 3: 12
“Y me levantó el Espíritu, y oí detrás de mí una voz de gran estruendo,
que decía: Bendita sea la gloria de Jehová desde su lugar”.
El Espíritu es el que nos tiene
que levantar hoy, si le abrimos las puertas de nuestro corazón.
En la versión aramea dice desde
su templo y ¿quiénes somos su templo?
Bendita sea la gloria de Dios
desde su templo, el Espíritu Santo hoy nos despierta y nos está levantando esta
palabra porque nos quiere remontar. Grandes cosas tiene Dios para nosotros.
Si no aprovechamos esta palabra
las bendiciones sobre su vida ya no estarán en cierne.
Esta palabra está tan definitiva
que si dejamos pasa las bendiciones no las volveremos a ver.
Bendita la gloria de Dios y
cuando yo estoy en bendición, las maldiciones que profieran contra mí se
convertirán en bendiciones.
Josué 8: 18
“Entonces Jehová dijo a Josué: Extiende la lanza que tienes en tu mano
hacia Hai, porque yo la entregaré en tu mano. Y Josué extendió hacia la ciudad
la lanza que en su mano tenía”.
Está, Dios, través de Josué
conquistando una ciudad.
Usted y yo tenemos que conquistar ya.
Extiende tu lanza hacia los
objetivos. Algo tiene que pasar acá. Extendió las promesas de Dios, la
sentencia de Dios, la bendición de Dios.
Yo veo el hogar restablecido, yo
veo las finanzas en alza, en bendición, yo me veo lleno del Espíritu Santo de
Dios y siendo utilizado como nunca, ya me veo en lo sobrenatural de Dios.
Extiende esa promesa, promúlgala, declárala con convicción.
Veo esos proyectos ahora.
Así como Josué extendió la lanza
hacia el objetivo, así también yo, esos contratos revientan en el nombre de
Jesús de Nazareth, en el nombre de Jesucristo la bendición de Dios cae ahora
porque extendemos nuestra fe porque Dios dijo: mí es la tierra y su plenitud,
el mundo y los que en él habitan.
Extiende esa espada del Espíritu
que corta a diestra y a siniestra, nada me puede estorbar, mira el camino, lo
puedo ver. La espada del Espíritu muestra el camino: yo soy el camino, yo soy
la solución, yo soy la restauración, yo soy Yahvé Giré, yo soy tu proveedor, yo
soy Yahvé Rafá, yo soy tu sanador, yo soy todo para ti dice el Señor.
El Dios de Israel dice:
No importa la debilidad pueblo
mío, nunca se te olvide que delante de ti estoy yo, arriba de ti, soy tu
vanguardia, tu retaguardia, soy tu cobertura. Quítate caparazón de incredulidad
de religiosidad porque lo mejor está vertido sobre mi pueblo, arrebata ahora.
Mí Espíritu los levanta, mi Espíritu está desbordado sobre vosotros en
bendición, sois unos bienaventurados en haber llegado a este lugar.
Bendito seas Dios de Israel que
has abierto los cielos y tu pueblo su corazón y has implantado esta palabra y
muchas más que has traído a través de tus vasos y las que traerás, en el nombre
de Jesucristo bendecimos a Israel, bendecimos tu nombre, hermoso Dios de
Abraham, de Isaac y de Jacob, Dios de Moisés, Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos y te decimos que eres
todo para nosotros.
Hoy por tu palabra, yo tengo
convicción, porque la visión se me ha aclarado por el colirio que hoy me has
echado y por lo tanto las bendiciones del Dios de Israel caen sobre mí, caen
sobre nuestras familias, no solamente en este lugar sino en tu pueblo en el
mundo entero, aquellos de corazón puro que invocan tu nombre, oramos por ellos,
te damos gracias por nuestros hermanos que no conocemos, en el nombre de Jesús
de Nazareth, gracias papito Dios.
Josué 8: 26
“Porque Josué no retiró su mano que había extendido con la lanza, hasta
que hubo destruido por completo a todos los moradores de Hai”.
A partir de hoy vamos a clamar y revierte
todo y reverdece la vida todo.