lunes, 7 de enero de 2019

Convicción, visión, bendición


Una persona con convicción es la que tiene la certeza y la seguridad en lo que está creyendo.

Visión es el modo de entender las cosas, no se puede tener convicción si no se tiene clara la visión.

Cuando una persona tiene convicción y la visión clara la bendición se deja caer.

Algunos de nosotros no estamos totalmente convencidos, no hay convicción total porque la visión se ha opacado se ha dañado., y así la bendición no se derrama sobre nuestras vidas.

Un pueblo con convicción y visión es un pueblo bendecido eternamente y para siempre, en el día a día anda de victoria en victoria y de triunfo en triunfo.

Eso es lo que somos en Cristo Jesús, unos bendecidos.

Si uno es un profesional y no siente lo que es, no lo hace bien.

La luz se acerca a la oscuridad y ésta desaparece.

No nos podemos contaminar con lo que no es de Cristo.

Oímos y oímos palabra y viene la situación y nos desanimamos, así no puede ser.

La verdad de ayer y de siempre la vamos a hacer una realidad ahora, si tengo convicción, tengo visión y entonces soy un bendecido. Tengo que moverme como lo que soy.

Daniel 4: 17

La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la resolución, para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres”.

El contexto es que Daniel acaba de recibir el sueño de Nabucodonosor y viene la interpretación.

Hay una sentencia también para nosotros, Dios ha sentenciado sobre nuestras vidas la bendición eterna.

No importa lo que usted esté viviendo, no importa por lo que haya pasado, hay una sentencia, hay una palabra de Dios sobre nuestras vidas que somos sus bendecidos eternamente y para siempre, esto es sentencia de Dios y el diablo no la puede revocar, nosotros la podemos retardar con nuestro comportamiento, pero la sentencia está dada y es de bendición.

Yo tengo que estar convencido de lo que la verdad de Dios dice para que la realidad que esté viviendo no desdiga de la verdad de Dios.

La realidad, lo que usted está viviendo es una cosa, pero la verdad de Dios dice otra.

Todo don perfecto, toda dadiva proviene de lo alto, tanto para el impío como para el creyente.

Nosotros tenemos talentos y dones. Los impíos no pueden tener mas que talentos, no pueden recibir dones espirituales ya que estos provienen del Espíritu Santo que había en los que han recibido a Cristo en el corazón.

Los dones espirituales son para demostrar que la gloria de Dios está en su pueblo y dios los da a aquellos que han creído en él, que tienen la visión perfecta.

Como pueblo tenemos una visión distorsionada. Con una doctrina de estas tan sana y a veces torcemos a los lados y eso no debe ser.

Al final del año vino una palabra a nosotros: Al despojarse, ¿Usted se despojo totalmente? ¿O después de convencerse acá llega a la casa a lo mismo? Si es así ahí no pasa nada.

Si Dios nos está trayendo este mensaje es porque hemos perdido convicción, la visión está opacada y por eso las bendiciones las vemos a cuentagotas.

La bendición de Dios es integral y lo primero a lo que le tenemos que apuntar porque es un decreto de Dios, a la bendición integral. Si Dios dice que somos su pueblo y que somos bendecidos por qué nos vamos a sentir menos.

Esta palabra usted la tiene que digerir, introyectar.

Son las últimas oportunidades que Dios está dando a su pueblo, en otras partes no se habla de este tipo de cosa.

Si yo tengo la mirada puesta en Jesucristo, autor y consumador de la fe yo por fe puedo ver claramente todo lo que se me ha sido dado, regalado, usted no tiene que pagar ningún precio usted lo único que tiene que hacer es quedarse quieto y dejarse bendecir. Renunciar a lo que está estorbando para recibir la bendición.

Tenemos que buscar la llenura del Espíritu Santo de Dios lo demás se viene pegado. Si tengo al Espíritu Santo lo único que tengo que hacer es avivar ese fuego.

Ezequiel 3: 12

Y me levantó el Espíritu, y oí detrás de mí una voz de gran estruendo, que decía: Bendita sea la gloria de Jehová desde su lugar”.

El Espíritu es el que nos tiene que levantar hoy, si le abrimos las puertas de nuestro corazón.

En la versión aramea dice desde su templo y ¿quiénes somos su templo?

Bendita sea la gloria de Dios desde su templo, el Espíritu Santo hoy nos despierta y nos está levantando esta palabra porque nos quiere remontar. Grandes cosas tiene Dios para nosotros.

Si no aprovechamos esta palabra las bendiciones sobre su vida ya no estarán en cierne.

Esta palabra está tan definitiva que si dejamos pasa las bendiciones no las volveremos a ver.

Bendita la gloria de Dios y cuando yo estoy en bendición, las maldiciones que profieran contra mí se convertirán en bendiciones.

Josué 8: 18

Entonces Jehová dijo a Josué: Extiende la lanza que tienes en tu mano hacia Hai, porque yo la entregaré en tu mano. Y Josué extendió hacia la ciudad la lanza que en su mano tenía”.

Está, Dios, través de Josué conquistando una ciudad.

Usted y yo tenemos que conquistar ya.

Extiende tu lanza hacia los objetivos. Algo tiene que pasar acá. Extendió las promesas de Dios, la sentencia de Dios, la bendición de Dios.

Yo veo el hogar restablecido, yo veo las finanzas en alza, en bendición, yo me veo lleno del Espíritu Santo de Dios y siendo utilizado como nunca, ya me veo en lo sobrenatural de Dios.

Extiende esa promesa, promúlgala, declárala con convicción. Veo esos proyectos ahora.

Así como Josué extendió la lanza hacia el objetivo, así también yo, esos contratos revientan en el nombre de Jesús de Nazareth, en el nombre de Jesucristo la bendición de Dios cae ahora porque extendemos nuestra fe porque Dios dijo: mí es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan.

Extiende esa espada del Espíritu que corta a diestra y a siniestra, nada me puede estorbar, mira el camino, lo puedo ver. La espada del Espíritu muestra el camino: yo soy el camino, yo soy la solución, yo soy la restauración, yo soy Yahvé Giré, yo soy tu proveedor, yo soy Yahvé Rafá, yo soy tu sanador, yo soy todo para ti dice el Señor.

El Dios de Israel dice:

No importa la debilidad pueblo mío, nunca se te olvide que delante de ti estoy yo, arriba de ti, soy tu vanguardia, tu retaguardia, soy tu cobertura. Quítate caparazón de incredulidad de religiosidad porque lo mejor está vertido sobre mi pueblo, arrebata ahora. Mí Espíritu los levanta, mi Espíritu está desbordado sobre vosotros en bendición, sois unos bienaventurados en haber llegado a este lugar.

Bendito seas Dios de Israel que has abierto los cielos y tu pueblo su corazón y has implantado esta palabra y muchas más que has traído a través de tus vasos y las que traerás, en el nombre de Jesucristo bendecimos a Israel, bendecimos tu nombre, hermoso Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, Dios de Moisés, Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos y te decimos que eres todo para nosotros.

Hoy por tu palabra, yo tengo convicción, porque la visión se me ha aclarado por el colirio que hoy me has echado y por lo tanto las bendiciones del Dios de Israel caen sobre mí, caen sobre nuestras familias, no solamente en este lugar sino en tu pueblo en el mundo entero, aquellos de corazón puro que invocan tu nombre, oramos por ellos, te damos gracias por nuestros hermanos que no conocemos, en el nombre de Jesús de Nazareth, gracias papito Dios.

Josué 8: 26

Porque Josué no retiró su mano que había extendido con la lanza, hasta que hubo destruido por completo a todos los moradores de Hai”.

A partir de hoy vamos a clamar y revierte todo y reverdece la vida todo.