domingo, 5 de noviembre de 2017

Dad gracias en todo

Cada vez que Dios envía su palabra debemos dar gracias en todo. Él dice en su palabra dad gracias en todo, glorifícame en todo momento.

Que siempre nuestras peticiones sean presentadas a Dios con acción de gracias. Incluso en las dificultades porque a los que amamos a Dios todas las cosas nos ayudan a bien conforme a su propósito.

Cuando Job tuvo todas esas dificultades dice la palabra que Job glorificó a Dios.

Es medio de la prueba donde nosotros conocemos más el carácter de Dios. Todos tenemos problemas, pero no todo lo que le pasó a Job.

Dad gracias en todo en la abundancia, en la escasez, en las dolencias en la salud. Cuando estoy en escases estoy siendo probado, pero cuando estoy en abundancia también estoy siendo probado.

A veces nos entregamos a las cosas del mundo cuando la palabra dice: “en nada estéis afanosos”.

Si sientes que tu fe es pequeña dile a Dios que te la aumente.

Hemos pedido a Dios hace mucho tiempo un avivamiento, y ¿cuántos están caminando sobre ese avivamiento?

Juan 6: 1 – 15

Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos. Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos. Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer.  Felipe le respondió: Doscientos denarios  de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido. Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo. Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo”.

Habían visto el milagro cuando Cristo convirtió el agua en vino y había visto los milagros que Cristo hacía y sin embargo dijeron qué es esto para tantos. Eso es imposible, ¿cómo vamos a alimentar con estos pocos panes y pocos peces a esa gran multitud?

Esa provisión en las manos de Dios es multiplicad, bendecida y prosperada porque todo en las manos de Dios es bendecido.

Dio gracias. La provisión llegó a los que estaban recostados. Dios dice que descansemos en su presencia. No nos preocupemos por lo material.

Ellos no estaban preocupados de lo material porque estaban escuchando a Jesús.

Dice la palabra que sobraron pedazos. Ese muchacho que entregó esos panes y esos peces se fue con grandes bendiciones.

Seguramente se fue, no solo con lo espiritual, sino también con lo material para su casa.

Filipenses 4: 4-7

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.

Muchos no tienen paz porque están afanosos.


Démosle gracias a Dios por las bendiciones y por las promesas que nos ha dado.

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