Isaías 60: 1
60:1
Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha
nacido sobre ti.
Esto hoy para
los hombres, pues Dios los necesita en su palabra. Es una exhortación para todo
el pueblo, pero en especial para los hombres. Dios necesita estos varones
levantados
Esa luz es
Jesucristo.
Dios nos
necesita preparados.
El Señor
necesita esas cabezas de los hogares. Es necesaria que esas cabezas estén levantadas
en el nombre de Jesucristo.
Recordad a David
y Goliat.
El Señor nos ha
llamado a ser unos guerreros, con sencillez y humildad y dependiendo de él.
No podemos dejar
toda la carga sobre las esposas.
Dios nos ha dado
mujeres sabias, esforzadas y valientes.
Dios nos
necesita en nuestros hogares y en el pueblo de Dios. Dios nos necesita
predicando, Dios nos necesita rescatando almas.
El primer
ministerio que tiene un hombre es pastorear el hogar, ser pastores en el hogar.
¿Dónde está el altar familiar?
Es una
responsabilidad muy grande, tiene unas ovejas que pastorear.
David con un
corazón sencillo y dispuesto fue un guerrero. La fe es la que ha vencido al
mundo, nuestra fe, porque llamamos las cosas que no son como si fuesen.
José confiaba en
el todo poderoso.
El ministerio
necesita esos varones que lo apoyen en oración, en predicar palabra.
Mateo 8: 5 – 13
8:5 Entrando
Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole,
8:6 y diciendo: Señor, mi criado está postrado
en casa, paralítico, gravemente atormentado.
8:7 Y Jesús
le dijo: Yo iré y le sanaré.
8:8 Respondió
el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente
dí la palabra, y mi criado sanará.
Estaba
convencido del Cristo que conocía.
8:9 Porque
también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo
a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.
8:10 Al oírlo
Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun
en Israel he hallado tanta fe.
8:11 Y os
digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham
e Isaac y Jacob en el reino de los cielos;
8:12 mas los
hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y
el crujir de dientes.
8:13 Entonces
Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue
sanado en aquella misma hora.
Es lo que
declaró, es lo que tengamos en nuestro corazón.
Si crees que
Jesucristo es el que pelea por ti, que Jesucristo es el proveedor de tu hogar, que
Jesucristo es el que sana, que Jesucristo es el que gurda el futuro de tus
hijos. Todo está guardado en él. El cumplirás las peticiones de tu corazón. Pero
tenemos que tener esa fe como la del centurión.
Todo está
guardado en sus manos.
Jesucristo hace
maravillas entre los hombres. El da el dominio propio, el fruto del Espíritu
Santo en cada uno de ustedes.
En las rodillas
es donde se conquista esas victorias.
Jesucristo ya
cumplió con su trabajo, él ya conquistó tu sanidad, él ya conquistó el futuro
de tus hijos. Si él va delante de ti como dice la palabra, es porque el ya
conquistó todo, porque él ya lo hizo.
Contad vuestra
fe, contad las maravillas que ha hecho en cada uno.
Jueces 6: 1
6:1 Los hijos
de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en
mano de Madián por siete años.
6:2 Y la mano
de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los
madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares
fortificados.
6:3 Pues
sucedía que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y
los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban.
6:4 Y
acampando contra ellos destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza;
y no dejaban qué comer en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos.
Así estábamos
nosotros en ruinas, en pobrezas en cárceles, con deudas.
6:5 Porque
subían ellos y sus ganados, y venían con sus tiendas en grande multitud como
langostas; ellos y sus camellos eran innumerables; así venían a la tierra para
devastarla.
6:6 De este
modo empobrecía Israel en gran manera por causa de Madián; y los hijos de
Israel clamaron a Jehová.
Se acordaron.
6:7 Y cuando
los hijos de Israel clamaron a Jehová, a causa de los madianitas,
En las rodillas.
¿Cuánto tiempo le dedicas al Señor’
6:8 Jehová
envió a los hijos de Israel un varón profeta, el cual les dijo: Así ha dicho
Jehová Dios de Israel: Yo os hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de
servidumbre.
6:9 Os libré
de mano de los egipcios, y de mano de todos los que os afligieron, a los cuales
eché de delante de vosotros, y os di su tierra;
6:10 y os
dije: Yo soy Jehová vuestro Dios; no temáis a los dioses de los amorreos, en
cuya tierra habitáis; pero no habéis obedecido a mi voz.
Cuántas veces el
Señor ha hablado y ha dicho: ve y conquista, ve y arrebata.
Es hora de
marchar, es hora de estar en el fuego.
6:11 Y vino
el ángel de Jehová, y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual
era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el
lagar, para esconderlo de los madianitas.
6:12 Y el
ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado
y valiente.
Estaba
trabajando, no estaba de perezoso.
6:13 Y Gedeón
le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha
sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres
nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha
desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas.
6:14 Y
mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la
mano de los madianitas. ¿No te envío yo?
Dios los envió.
Nos está enviando el Señor, dueño del oro y de la plata.
6:15 Entonces
le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi
familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre.
Se tuvo a menos.
6:16 Jehová
le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un
solo hombre.
Yo estaré
contigo, no necesitas nada más. Conmigo eres mayoría
6:17 Y él
respondió: Yo te ruego que si he hallado gracia delante de ti, me des señal de
que tú has hablado conmigo.
6:18 Te ruego
que no te vayas de aquí hasta que vuelva a ti, y saque mi ofrenda y la ponga
delante de ti. Y él respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas.
Quiso primero a
adorar a Dios.
6:19 Y
entrando Gedeón, preparó un cabrito, y panes sin levadura de un efa de harina;
y puso la carne en un canastillo, y el caldo en una olla, y sacándolo se lo
presentó debajo de aquella encina.
6:20 Entonces
el ángel de Dios le dijo: Toma la carne y los panes sin levadura, y ponlos
sobre esta peña, y vierte el caldo. Y él lo hizo así.
6:21 Y
extendiendo el ángel de Jehová el báculo que tenía en su mano, tocó con la
punta la carne y los panes sin levadura; y subió fuego de la peña, el cual
consumió la carne y los panes sin levadura. Y el ángel de Jehová desapareció de
su vista.
En la intimidad
con Dios el Señor los está llamando al pan al vino y al aceite, a mayor unción.
La gracia de Dios va con ustedes, dondequiera que vayan van a conquistar van a
poseer.
A eso los está
llamando hoy el Señor. La gracia de Dios está con ustedes y dondequiera que
vayan van a poseer porque Jehová va delante de ustedes.
6:22 Viendo
entonces Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he
visto al ángel de Jehová cara a cara.
6:23 Pero
Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás.
6:24 Y
edificó allí Gedeón altar a Jehová, y lo llamó Jehová-salom; el cual permanece
hasta hoy en Ofra de los abiezeritas.
Dios los quiere
en esa paz que sobrepasa todo entendimiento.
Así nos quiere
el Señor en esa paz que sobrepasa todo entendimiento.
6:25
Aconteció que la misma noche le dijo Jehová: Toma un toro del hato de tu padre,
el segundo toro de siete años, y derriba el altar de Baal que tu padre tiene, y
corta también la imagen de Asera que está junto a él;
6:26 y
edifica altar a Jehová tu Dios en la cumbre de este peñasco en lugar
conveniente; y tomando el segundo toro, sacrifícalo en holocausto con la madera
de la imagen de Asera que habrás cortado.
6:27 Entonces
Gedeón tomó diez hombres de sus siervos, e hizo como Jehová le dijo. Mas temiendo
hacerlo de día, por la familia de su padre y por los hombres de la ciudad, lo
hizo de noche.
6:28 Por la
mañana, cuando los de la ciudad se levantaron, he aquí que el altar de Baal
estaba derribado, y cortada la imagen de Asera que estaba junto a él, y el
segundo toro había sido ofrecido en holocausto sobre el altar edificado.
Yahvé llama a
Gedeón, Gedeón lo adora y el Señor lo manda a limpiar la tierra y luego se va a
poseer.
Dios quiere que
ustedes se levanten en adoración. Después
les dará la victoria.
6:29 Y se
dijeron unos a otros: ¿Quién ha hecho esto? Y buscando e inquiriendo, les
dijeron: Gedeón hijo de Joás lo ha hecho. Entonces los hombres de la ciudad
dijeron a Joás:
6:30 Saca a
tu hijo para que muera, porque ha derribado el altar de Baal y ha cortado la
imagen de Asera que estaba junto a él.
6:31 Y Joás
respondió a todos los que estaban junto a él: ¿Contenderéis vosotros por Baal?
¿Defenderéis su causa? Cualquiera que contienda por él, que muera esta mañana.
Si es un dios, contienda por sí mismo con el que derribó su altar.
6:32 Aquel
día Gedeón fue llamado Jerobaal, esto es: Contienda Baal contra él, por cuanto
derribó su altar.
El que tenía
poder
Saltemos al 34
6:34 Entonces
el Espíritu de Jehová vino sobre Gedeón, y cuando éste tocó el cuerno, los
abiezeritas se reunieron con él.
6:35 Y envió
mensajeros por todo Manasés, y ellos también se juntaron con él; asimismo envió
mensajeros a Aser, a Zabulón y a Neftalí, los cuales salieron a encontrarles.
Empezó llamar a
todos los hombres, a todos los varones para prepararlos para la guerra.
Jueces 7: 2
7:2 Y Jehová
dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los
madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano
me ha salvado.
Dios siempre
actúa así, Dios obra con los más pequeñitos, con los más poquitos. Para que la
gloria no se la dieran ellos mismos sino a Dios.
Para mostrar que
el poder no procede de nosotros sino de él.
Saltamos al
versículo 7
7:7 Entonces
Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os
salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos; y váyase toda la demás
gente cada uno a su lugar.
Solo con 300 van
enfrentar a sus enemigos.
Saltamos al 9
7:9 Aconteció
que aquella noche Jehová le dijo: Levántate, y desciende al campamento; porque
yo lo he entregado en tus manos.
Jehová les dio
armas de guerra la oración, la fe, la alabanza, la obediencia.
7:10 Y si
tienes temor de descender, baja tú con Fura tu criado al campamento,
7:11 y oirás
lo que hablan; y entonces tus manos se esforzarán, y descenderás al campamento.
Y él descendió con Fura su criado hasta los puestos avanzados de la gente
armada que estaba en el campamento.
7:12 Y los
madianitas, los amalecitas y los hijos del oriente estaban tendidos en el valle
como langostas en multitud, y sus camellos eran innumerables como la arena que
está a la ribera del mar en multitud.
Y los iban a
vencer con 300 hombres.
7:13 Cuando
llegó Gedeón, he aquí que un hombre estaba contando a su compañero un sueño,
diciendo: He aquí yo soñé un sueño: Veía un pan de cebada que rodaba hasta el
campamento de Madián, y llegó a la tienda, y la golpeó de tal manera que cayó,
y la trastornó de arriba abajo, y la tienda cayó.
7:14 Y su
compañero respondió y dijo: Esto no es otra cosa sino la espada de Gedeón hijo
de Joás, varón de Israel. Dios ha entregado en sus manos a los madianitas con
todo el campamento.
7:15 Cuando
Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación, adoró; y vuelto al
campamento de Israel, dijo: Levantaos, porque Jehová ha entregado el campamento
de Madián en vuestras manos.
7:18 Yo
tocaré la trompeta, y todos los que estarán conmigo; y vosotros tocaréis entonces
las trompetas alrededor de todo el campamento, y diréis: ¡Por Jehová y por
Gedeón!
7:19
Llegaron, pues, Gedeón y los cien hombres que llevaba consigo, al extremo del
campamento, al principio de la guardia de la medianoche, cuando acababan de
renovar los centinelas; y tocaron las trompetas, y quebraron los cántaros que
llevaban en sus manos.
7:20 Y los
tres escuadrones tocaron las trompetas, y quebrando los cántaros tomaron en la
mano izquierda las teas, y en la derecha las trompetas con que tocaban, y gritaron:
¡Por la espada de Jehová y de Gedeón!
7:21 Y se
estuvieron firmes cada uno en su puesto en derredor del campamento; entonces
todo el ejército echó a correr dando gritos y huyendo.
7:22 Y los
trescientos tocaban las trompetas; y Jehová puso la espada de cada uno contra
su compañero en todo el campamento. Y el ejército huyó hasta Bet-sita, en
dirección de Zerera, y hasta la frontera de Abel-mehola en Tabat.
7:23 Y
juntándose los de Israel, de Neftalí, de Aser y de todo Manasés, siguieron a
los madianitas.
7:24 Gedeón
también envió mensajeros por todo el monte de Efraín, diciendo: Descended al
encuentro de los madianitas, y tomad los vados de Bet-bara y del Jordán antes
que ellos lleguen. Y juntos todos los hombres de Efraín, tomaron los vados de Bet-bara
y del Jordán.
7:25 Y
tomaron a dos príncipes de los madianitas, Oreb y Zeeb; y mataron a Oreb en la
peña de Oreb, y a Zeeb lo mataron en el lagar de Zeeb; y después que siguieron
a los madianitas, trajeron las cabezas de Oreb y de Zeeb a Gedeón al otro lado
del Jordán.
Los está
llamando a ser esforzados y valientes. Unos guerreros, no unos mediocres, no
unos conformistas, sino unos valientes
Salmo 27
27:1 Jehová es
mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de
quién he de atemorizarme?
27:2 Cuando se
juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer
mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
27:3 Aunque un
ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante
guerra, yo estaré confiado.
27:4 Una cosa he
demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los
días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su
templo.
27:5 Porque él
me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado
de su morada; sobre una roca me pondrá en alto.
27:6 Luego
levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, y yo sacrificaré en su
tabernáculo sacrificios de júbilo; cantaré y entonaré alabanzas a Jehová.
27:7 Oye, oh
Jehová, mi voz con que a ti clamo; ten misericordia de mí, y respóndeme.
27:8 Mi corazón
ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová;
27:9 No escondas
tu rostro de mí. No apartes con ira a tu siervo; mi ayuda has sido. No me dejes
ni me desampares, Dios de mi salvación.
27:10 Aunque mi
padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá.
27:11 Enséñame,
oh Jehová, tu camino, y guíame por senda de rectitud a causa de mis enemigos.
27:12 No me
entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí
testigos falsos, y los que respiran crueldad.
27:13 Hubiera yo
desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los
vivientes.
27:14 Aguarda a
Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová.
Esta promesa tan
grande que Dios les da, el Señor es mi luz y mi salvación, varones de Dios.
Empiecen a hacer los altares en sus hogares, Dios les da el respaldo, está con
ustedes, con su ministerio, con su trabajo, con su familia, con sus finanzas.
Porque Dios los
necesita, necesita un pueblo dispuesto en fuego.