La Hidráulica de Dios

La hidráulica de Dios

Hidráulica significa que se mueve por medio del agua o de otro fluido. Con esfuerzos muy pequeños en un lado ejerce fuerzas muy grandes al otro, por ejemplo un gato hidráulico donde con una pequeña palanca se levanta un carro. Los sistemas hidráulicos sirven pues para levantar grandes pesos con pequeños esfuerzos. Veamos cuál es esa hidráulica de Dios, ese levantacargas

 

Juan 7: 38

El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.

Correrá la palabra en nuestro interior para bendición de nuestras situaciones. A veces hay situaciones muy difíciles y duras y ahí  es donde somos probados, se nos prueba si la palabra de Dios está fluyendo en nuestras vidas.

Por muy grande que sea el problema que tengamos, Dios quiere que, en nosotros, fluya su palabra constantemente.

La hidráulica de Dios es la fe, el levantacargas de Dios es la fe.

1.       Perseverar

La fe nos ayuda a perseverar 

II Timoteo 3: 12 v-14

Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido 

Cuando tenemos pruebas venceremos porque Cristo nos hizo más que vencedores.

El diablo siempre va a estar ahí haciendo lo posible para bajarnos la fe, el ánimo., pero nosotros debemos persistir y creerle a Dios y así saldremos siempre vencedores.

No nos debemos comparar con los impíos por lo bien que aparentemente les esté yendo, pues nosotros estamos en salvación y vida eterna, ellos no.

Nosotros hemos visto el poder de Dios entonces por qué desistir.

I Corintios 16: 9

Porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios.

Por la fe, por la hidráulica de Dios puerta grande se abre y como es eficaz trae buenos resultados. Cuando perseveramos en creerle a Dios tenemos esos tres elementos: una puerta grande, una puerta abierta, una puerta eficaz.

Cuando la puerta se abre el enemigo no puede cerrarla.

I Corintios 16: 13 

Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.

Decirle no al miedo, el enemigo quiere siempre ponernos miedo, Dios dice que nos esforcemos que no le creamos al miedo, sino que miremos más allá donde está la solución. Esto se logra estando vigilantes y firmes.

I Corintios 16: 14 

Todas vuestras cosas sean hechas con amor.

A veces tenemos poco y renegamos, eso no es lo que se debe hacer. Lo poco que tengamos agradezcámoslo con amor.

2.       Un ejemplo

Jueces 16: 23 -30

Entonces los principales de los filisteos se juntaron para ofrecer sacrificio a Dagón su dios y para alegrarse; y dijeron: Nuestro dios entregó en nuestras manos a Sansón nuestro enemigo. Y viéndolo el pueblo, alabaron a su dios, diciendo: Nuestro dios entregó en nuestras manos a nuestro enemigo, y al destruidor de nuestra tierra, el cual había dado muerte a muchos de nosotros. Y aconteció que cuando sintieron alegría en su corazón, dijeron: Llamad a Sansón, para que nos divierta. Y llamaron a Sansón de la cárcel, y sirvió de juguete delante de ellos; y lo pusieron entre las columnas.
Entonces Sansón dijo al joven que le guiaba de la mano: Acércame, y hazme palpar las columnas sobre las que descansa la casa, para que me apoye sobre ellas. Y la casa estaba llena de hombres y mujeres, y todos los principales de los filisteos estaban allí; y en el piso alto había como tres mil hombres y mujeres, que estaban mirando el escarnio de Sansón. Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos. Asió luego Sansón las dos columnas de en medio, sobre las que descansaba la casa, y echó todo su peso sobre ellas, su mano derecha sobre una y su mano izquierda sobre la otra. Y dijo Sansón: Muera yo con los filisteos. Entonces se inclinó con toda su fuerza, y cayó la casa sobre los principales, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado durante su vida. 

Un hombre que tenía la bendición de Dios y era muy fuerte, pero por salirse de la cobertura de Dios perdió la fuerza

Cuantas veces nosotros, que tenemos el poder y la autoridad que Dios nos ha dado para vencer al enemigo, pero al salirnos de la cobertura de Dios quedamos sin fuerzas, sin ese poder delegado. Quedamos sin la fe para perseverar.

Cuando caemos de la gracia de Dios el enemigo se ríe de nosotros. Se ríen de nosotros cuando estamos mal y en lugar de pedirle a Dios, vamos donde los impíos, así sean de nuestra familia,  a quejarnos.

En medio de la diversidad Dios nos perdona y nos acoge.  A veces con dudas y miedo y Dios dice: clama a mí.

Sansón pidió fuerzas porque estaba débil. Así nosotros clamemos por fortaleza que Dios nos la da.

Cuando nos bajamos a la carne nos sentimos débiles y no creemos a los milagros de Dios, cuando perdemos la cobertura, lo que debemos es buscar que Dios nos perdone para entrar de nuevo a esa cobertura. Dios quiere que clamemos a él por fortaleza.

Cuando morimos al pecado Dios nos da la victoria, nos levanta en mayor bendición.

3.       Dios nos honra, Dios nos levanta

Proverbios 15: 33

El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; Y a la honra precede la humildad.

La obediencia nos enseña y cuando somos humildes y Dios nos levanta, pero no nos dejemos sacar de la cobertura de Dios.

Dios dice que él nos levanta y además dice: “jamás mi pueblo será avergonzado”.

Proverbios 13: 18

Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo; Mas el que guarda la corrección recibirá honra. 

Si menospreciamos lo que Dios no dice vamos a vergüenza, si guardamos la palabra y el consejo de Dios recibiremos honra y bendición.

Lucas 5: 17 – 26

Aconteció un día, que él estaba enseñando, y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalén; y el poder del Señor estaba con él para sanar. Y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de él. Pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con el lecho, poniéndole en medio, delante de Jesús. Al ver él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados.
Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a cavilar, diciendo: ¿Quién es éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios? Jesús entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo: ¿Qué caviláis en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico):A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. Al instante, levantándose en presencia de ellos, y tomando el lecho en que estaba acostado, se fue a su casa, glorificando a Dios. Y todos, sobrecogidos de asombro, glorificaban a Dios; y llenos de temor, decían: Hoy hemos visto maravillas.

Dios quiere que veamos maravillas. Los hombres procuraban ir a Jesús y fueron recursivos ante los obstáculos.

II Reyes 13: 20 21

Y murió Eliseo, y lo sepultaron. Entrado el año, vinieron bandas armadas de moabitas a la tierra. Y aconteció que al sepultar unos a un hombre, súbitamente vieron una banda armada, y arrojaron el cadáver en el sepulcro de Eliseo; y cuando

Hacía un año que se había muerto Eliseo, había dificultades y al tocar el muerto, los huesos de Eliseo revivió, la unción de Eliseó era muy grande.

Cuando nosotros tocamos al ungido de Dios que está vivo, cuanto mejor nos pasará para nosotros.

En Jesucristo se cumplió la hidráulica de Dios porque Cristo tuvo dificultades y perseveró para cumplir los planes de Dios, murió, pero fue resucitado en victoria ahí se cumplió la hidráulica de Dios.

En nosotros también debe cumplirse si tenemos esa fe para perseverar.

Levantémonos pues del estado en que estemos que por la fe Cristo nos levanta aún más.