domingo, 10 de agosto de 2014

Da el paso



Jesús nos impulsa con su Espíritu Santo para que nos movamos hacia él.

Jeremías 6: 8 

“Corrígete, Jerusalén, para que no se aparte mi alma de ti, para que no te convierta en desierto, en tierra inhabitada”.

Lo que tenemos que hacer es corregirnos, a veces en lugar de ir hacia adelante vamos hacia atrás.

Para que no  nos convirtamos en el desierto de la ruina, de la enfermedad, de la desesperanza. Que no seamos como la higuera estéril que no da su fruto.

Todos somos necesitados de Cristo.

Génesis 13: 12-18 

“Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma.  Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera.  Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente.  Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada.  Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré.  Abram, pues, removiendo su tienda, vino y moró en el encinar de Mamre, que está en Hebrón, y edificó allí altar a Jehová”.

Habla de donde Lot se separa de Abraham.

Tenían muchas posesione y los criados del uno peleaban con los del otro. Lot le dijo a Abraham que se quería separar, Abraham le dijo a Lot que escogiera, éste se dejó llevar por lo que vieron sus ojos y escogió terrenos hacia Sodoma que eran muy planos. Nosotros somos así que no dejamos que el Espíritu Santo escoja por nosotros. Decimos que Dios es nuestro Señor y no dejamos que él escoja.

Cuantas veces nos metemos en la boca del lobo por no esperar el consejo de Dios. 

A Lot no le dijo Dios lo que le dijo a Abraham. Dios le dio la orden a Abraham:  levántate, o sea da el paso. La bendición es para usted recíbala.

Dé el paso de fe delo hoy y diga en Nombre de Jesucristo yo arrebato esa bendición.

Dice “Abraham removiendo su tienda…” ¿qué tiene usted para remover?

¿Qué obstáculo tiene? Dios quiere que removamos ese obstáculo.

Dios le dio la palabra a Abraham y él se movió. ¿Qué palabra le ha dado Dios a usted? ¿Cuántas palabra nos ha dado Dios? Y nos hemos querido mover por esas palabras. ¿Qué estamos esperando? Dé el paso.
Esta palabra es para ver el poder de Dios, no es solo para leer es para que se haga realidad en nuestras vidas y se vea el poder de Dios en acción. Si la palabra no fuera Poderosa Jesucristo no la hubiera predicado y los discípulos no la hubieran replicado.

Declare: “yo soy sano en Jesucristo, mi familia es de Jesucristo, este empleo es mío en  el nombre de Jesús”.

Génesis 14: 11 – 16

“Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra, y todas sus provisiones, y se fueron.  Tomaron también a Lot, hijo del hermano de Abram, que moraba en Sodoma, y sus bienes, y se fueron.  Y vino uno de los que escaparon, y lo anunció a Abram el hebreo, que habitaba en el encinar de Mamre el amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, los cuales eran aliados de Abram.  Oyó Abram que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan.  Y cayó sobre ellos de noche, él y sus siervos, y les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba al norte de Damasco.  Y recobró todos los bienes, y también a Lot su pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás gente”.

Como Lot se metió en Sodoma se lo llevaron unos reyes enemigos.

Abraham dio el paso para rescatar a su familia. Dice que armó a sus criados. 

Dios nos está mandando que no nos quedemos quietos, guerreemos por nuestra familia. Abraham no le cedió nada al enemigo.

Siga orando que la respuesta viene en camino. Tenemos que estar convencidos de que Dios nos va a respaldar.

Dé el paso a creerle, demos el paso, no nos conformemos con poco. Dios quiere un pueblo esforzado y valiente.

Las grandes bendiciones se conquistan con guerra espiritual. Dios permite que peleemos por la bendición para que la valoremos. Tenemos que esforzarnos. Dios ya nos armó. Tenemos la palabra, la oración, la alabanza, la sangre de Cristo como armas.

II Reyes 13: 14-19

“Estaba Eliseo enfermo de la enfermedad de que murió. Y descendió a él Joás rey de Israel, y llorando delante de él, dijo: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y le dijo Eliseo: Toma un arco y unas saetas. Tomó él entonces un arco y unas saetas.  Luego dijo Eliseo al rey de Israel: Pon tu mano sobre el arco. Y puso él su mano sobre el arco. Entonces puso Eliseo sus manos sobre las manos del rey,  y dijo: Abre la ventana que da al oriente. Y cuando él la abrió, dijo Eliseo: Tira. Y tirando él, dijo Eliseo: Saeta de salvación de Jehová, y saeta de salvación contra Siria; porque herirás a los sirios en Afec hasta consumirlos.  Y le volvió a decir: Toma las saetas. Y luego que el rey de Israel las hubo tomado, le dijo: Golpea la tierra. Y él la golpeó tres veces, y se detuvo.  Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces derrotarás a Siria”.

Ese es el tipo de la iglesia del Señor, el conformismo, nos conformamos con tan poco. Dios quiere darle todo y usted se contenta con lo primerito que le llega.

Dios era el único que le podía salvar. Dios pelea por nosotros.

Acudamos a Cristo el Señor, ¿en qué áreas estamos patinando?

La palabra tiene tanto poder que  el enemigo tiene que retroceder cuando un hijo de Dios la pronuncia con seguridad.

Dios nos dice abre tu corazón, con el endurecimiento no entra la palabra. Abra su corazón y lance la palabra.

Se nos habla acá de la insistencia, hasta que el enemigo tiene que soltar, por la insistencia en la oración.

Proverbios 30: 29-31

“Tres cosas hay de hermoso andar, Y la cuarta pasea muy bien: El león, fuerte entre todos los animales, que no vuelve atrás por nada;  el ceñido de lomos; asimismo el macho cabrío; y el rey, a quien nadie resiste”.

Estamos con el fuerte que nos da las fuerzas del búfalo. Hay que seguir y arrebatar lo que Dios le da. Dios dice que nos ceñimos con su palabra, sabiendo que Cristo está con nosotros. Dios quiere que no nos devolvamos.

Nosotros somos sesos reyes y Dios nos ha puesto por muro fortificado. El rey posee y da órdenes. Demos la orden al enemigo que retroceda.

Lucas 17: 6

“Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería”.

Dios nos pide una fe pequeña y si la ejercemos haremos cosas grandes. A la palabra del Señor que expresemos inmediatamente eso se tiene que mover, esas dificultades tienen que sacudirse.

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