Jesús nos impulsa con su Espíritu
Santo para que nos movamos hacia él.
Jeremías 6: 8
“Corrígete, Jerusalén, para que no se aparte mi alma de ti, para que no
te convierta en desierto, en tierra inhabitada”.
Lo que tenemos que hacer es
corregirnos, a veces en lugar de ir hacia adelante vamos hacia atrás.
Para que no nos convirtamos en el desierto de la ruina, de
la enfermedad, de la desesperanza. Que no seamos como la higuera estéril que no
da su fruto.
Todos somos necesitados de Cristo.
Génesis 13: 12-18
“Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las
ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma. Mas los hombres de Sodoma eran malos y
pecadores contra Jehová en gran manera.
Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus
ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y
al occidente. Porque toda la tierra que
ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como
el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra,
también tu descendencia será contada.
Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti
la daré. Abram, pues, removiendo su
tienda, vino y moró en el encinar de Mamre, que está en Hebrón, y edificó allí
altar a Jehová”.
Habla de donde Lot se separa de
Abraham.
Tenían muchas posesione y los
criados del uno peleaban con los del otro. Lot le dijo a Abraham que se quería
separar, Abraham le dijo a Lot que escogiera, éste se dejó llevar por lo que
vieron sus ojos y escogió terrenos hacia Sodoma que eran muy planos. Nosotros
somos así que no dejamos que el Espíritu Santo escoja por nosotros. Decimos que
Dios es nuestro Señor y no dejamos que él escoja.
Cuantas veces nos metemos en la
boca del lobo por no esperar el consejo de Dios.
A Lot no le dijo Dios lo que le
dijo a Abraham. Dios le dio la orden a Abraham: levántate, o sea da el paso. La bendición es
para usted recíbala.
Dé el paso de fe delo hoy y diga
en Nombre de Jesucristo yo arrebato esa bendición.
Dice “Abraham removiendo su
tienda…” ¿qué tiene usted para remover?
¿Qué obstáculo tiene? Dios quiere
que removamos ese obstáculo.
Dios le dio la palabra a Abraham
y él se movió. ¿Qué palabra le ha dado Dios a usted? ¿Cuántas palabra nos ha
dado Dios? Y nos hemos querido mover por esas palabras. ¿Qué estamos esperando?
Dé el paso.
Esta palabra es para ver el poder
de Dios, no es solo para leer es para que se haga realidad en nuestras vidas y
se vea el poder de Dios en acción. Si la palabra no fuera Poderosa Jesucristo
no la hubiera predicado y los discípulos no la hubieran replicado.
Declare: “yo soy sano en Jesucristo,
mi familia es de Jesucristo, este empleo es mío en el nombre de Jesús”.
Génesis 14: 11 – 16
“Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra, y todas sus
provisiones, y se fueron. Tomaron
también a Lot, hijo del hermano de Abram, que moraba en Sodoma, y sus bienes, y
se fueron. Y vino uno de los que
escaparon, y lo anunció a Abram el hebreo, que habitaba en el encinar de Mamre
el amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, los cuales eran aliados de
Abram. Oyó Abram que su pariente estaba
prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho,
y los siguió hasta Dan. Y cayó sobre
ellos de noche, él y sus siervos, y les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba
al norte de Damasco. Y recobró todos los
bienes, y también a Lot su pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás gente”.
Como Lot se metió en Sodoma se lo
llevaron unos reyes enemigos.
Abraham dio el paso para rescatar
a su familia. Dice que armó a sus criados.
Dios nos está mandando que no nos
quedemos quietos, guerreemos por nuestra familia. Abraham no le cedió nada al
enemigo.
Siga orando que la respuesta
viene en camino. Tenemos que estar convencidos de que Dios nos va a respaldar.
Dé el paso a creerle, demos el
paso, no nos conformemos con poco. Dios quiere un pueblo esforzado y valiente.
Las grandes bendiciones se
conquistan con guerra espiritual. Dios permite que peleemos por la bendición
para que la valoremos. Tenemos que esforzarnos. Dios ya nos armó. Tenemos la
palabra, la oración, la alabanza, la sangre de Cristo como armas.
II Reyes 13: 14-19
“Estaba Eliseo enfermo de la enfermedad de que murió. Y descendió a él
Joás rey de Israel, y llorando delante de él, dijo: ¡Padre mío, padre mío,
carro de Israel y su gente de a caballo! Y le dijo Eliseo: Toma un arco y unas
saetas. Tomó él entonces un arco y unas saetas. Luego dijo Eliseo al rey de Israel: Pon tu
mano sobre el arco. Y puso él su mano sobre el arco. Entonces puso Eliseo sus manos
sobre las manos del rey, y dijo: Abre la
ventana que da al oriente. Y cuando él la abrió, dijo Eliseo: Tira. Y tirando
él, dijo Eliseo: Saeta de salvación de Jehová, y saeta de salvación contra
Siria; porque herirás a los sirios en Afec hasta consumirlos. Y le volvió a decir: Toma las saetas. Y luego
que el rey de Israel las hubo tomado, le dijo: Golpea la tierra. Y él la golpeó
tres veces, y se detuvo. Entonces el
varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al dar cinco o seis golpes, hubieras
derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces
derrotarás a Siria”.
Ese es el tipo de la iglesia del
Señor, el conformismo, nos conformamos con tan poco. Dios quiere darle todo y
usted se contenta con lo primerito que le llega.
Dios era el único que le podía
salvar. Dios pelea por nosotros.
Acudamos a Cristo el Señor, ¿en
qué áreas estamos patinando?
La palabra tiene tanto poder
que el enemigo tiene que retroceder
cuando un hijo de Dios la pronuncia con seguridad.
Dios nos dice abre tu corazón,
con el endurecimiento no entra la palabra. Abra su corazón y lance la palabra.
Se nos habla acá de la
insistencia, hasta que el enemigo tiene que soltar, por la insistencia en la
oración.
Proverbios 30: 29-31
“Tres cosas hay de hermoso andar, Y la cuarta pasea muy bien: El león,
fuerte entre todos los animales, que no vuelve atrás por nada; el ceñido de lomos; asimismo el macho cabrío;
y el rey, a quien nadie resiste”.
Estamos con el fuerte que nos da
las fuerzas del búfalo. Hay que seguir y arrebatar lo que Dios le da. Dios dice
que nos ceñimos con su palabra, sabiendo que Cristo está con nosotros. Dios
quiere que no nos devolvamos.
Nosotros somos sesos reyes y Dios
nos ha puesto por muro fortificado. El rey posee y da órdenes. Demos la orden
al enemigo que retroceda.
Lucas 17: 6
“Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza,
podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os
obedecería”.
Dios nos pide una fe pequeña y si
la ejercemos haremos cosas grandes. A la palabra del Señor que expresemos
inmediatamente eso se tiene que mover, esas dificultades tienen que sacudirse.
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