sábado, 30 de diciembre de 2017

El que enmudece peca, pero el que declara sin creer peca dos veces

Recuerde lo que más aborrece Dios es la maldita religiosidad. Unos andan con faldas hasta los tobillos, unos dicen que hay que guardar los sábados, otros que hay que guardar el domingo, otros no guardan nada, se mantienen guardando un montón de cosas, pero no guardan la palabra, no obedecen la palabra, se llenaron de religiosidad, se llenaron de mentira.

Si yo no creo lo que estoy orando estoy en pecado, pero sí creo lo que estoy orando Dios va a honrar mi fe. El motor para que Dios actúe es la bendita fe.

El mundo está esperando el impacto de los hijos de Dios y esto está en Romanos 8: 19

Números 20: 26

y desnuda a Aarón de sus vestiduras, y viste con ellas a Eleazar su hijo; porque Aarón será reunido a su pueblo, y allí morirá”.

Aarón era un sacerdote y nosotros somos reyes y sacerdotes de un nuevo pacto en la sangre de nuestro Señor Jesucristo.

Hay un cambio de sacerdote. Lo que quiere significar con esto es que sus sacerdotes son santos y sin santidad nadie va a ver a nuestro Señor Jesucristo. No podemos ser de doble faz, tenemos que ser originales, si hay pecado oculto, confiéselas delante de Dios.

Él nos dijo el primero de enero: “El fuego arderá continuamente en el altar y no se apagará”, ¿cuál fuego?, el fuego del Espíritu Santo, el fuego de la unción, hay que mantener ese fuego avivado en oración, en suplica.

Aarón se despojó para dar las vestiduras a Eleazar. Dios se despojó de lo mejor de su hijo unigénito.

Números 20: 1-6

Llegaron los hijos de Israel, toda la congregación, al desierto de Zin, en el mes primero, y acampó el pueblo en Cades; y allí murió María, y allí fue sepultada. Y porque no había agua para la congregación, se juntaron contra Moisés y Aarón. Y habló el pueblo contra Moisés, diciendo: ¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová! ¿Por qué hiciste venir la congregación de Jehová a este desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras bestias? ¿Y por qué nos has hecho subir de Egipto, para traernos a este mal lugar? No es lugar de sementera, de higueras, de viñas ni de granadas; ni aun de agua para beber.  Y se fueron Moisés y Aarón de delante de la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión, y se postraron sobre sus rostros; y la gloria de Jehová apareció sobre ellos”.

Muchas veces al liderazgo se le echa toda la culpa.

Ellos se fueron de la congregación a postrarse delante de Dios que podía suplir la necesidad. Estaban dando ejemplo, el pueblo estaba murmurando en lugar de ir a Dios como les habían enseñado.

Nosotros hemos visto, sanidades, restauraciones, milagros y sin embargo: mire el título: enmudecemos ante la situación.

Cuando David iba a pelear contra el gigante, lo vistieron con la armadura de Saúl  y le dieron su espada y David se despojó de la armadura y entregó la espada y cogió una cauchera, una mochila pequeña y unas piedras dentro de ella; luego le declaró a Saúl: ese filisteo, ese gigante, que nos está asustando, Dios lo va a entregar, porque no es a nosotros a quienes está increpando sino al Dios de Israel, al Dios Todopoderoso es al que está insultando.

David no enmudeció delante de la situación, los otros enmudecieron y se fueron contra el liderazgo.

Cuando David estaba contra el gigante le dijo: Dios te entregará en mis manos, porque tú estás en maldición, yo estoy en bendición.

Nosotros no podemos enmudecer ante las dificultades. No podemos terminar el año sin disfrutar la megavictoria. Usted que arranca y esto es infinito, esto no vuelve a parar. Tenemos la victoria, pero si usted está enmudeciendo no la verá.

Aarón y Moisés se fueron a la presencia y vieron la gloria de Dios.

Hay que declarar la bendición, usted se tiene que sentir bendito, bendita y tiene que declarar lo que es.

Oseas 12: 13

Y por un profeta Jehová hizo subir a Israel de Egipto, y por un profeta fue guardado”.

Nosotros por el Señor de Señores, salimos del egipto del pecado y por el Señor de señores nosotros somos guardados, cómo va a venir el enemigo y se va a plantar y se va a enterrar esa situación, no, no eso no es posible. Yo le creo a Dios y no voy a enmudecer y no me voy a quedar aquí mirando la situación, me voy a levantar y voy a ir al tabernáculo, a la comunicación con Dios a orar y orar y la situación tiene que cambiar.

Por un profeta, por un hijo de Dios que se ponga en las rodillas, Dios hace maravillas.

A las rodillas, pero en santidad, porque hay gente que no anda en santidad y su oración es un metal que resuena.

Ninguno es perfecto, pero si debe tener una disposición perfecta, estar siempre dispuesto hacia él.

Dios mío yo creo que desvaneces esta situación, yo creo que tú la arreglas, así como David le declaró al rey Saúl  y al gigante así, yo te declaro a ti Rey de reyes, mi salvador y le declaro a la situación que tiene que desaparecer.

Dios dice en su palabra que nos ha dado un espíritu de poder, de amor y de domino propio.

Romanos 4: 17 – 18

“(como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia”.

Abraham casi de 100 años y creyó la promesa de Dios, no enmudeció esperanza contra esperanza cada vez más decrepito, pero creyó.

Así debemos hacer frente a la situación, no enmudecer: eso tiene que caer.

Las vestiduras de Aarón fueron pasadas a Eleazar el uno representaba lo viejo el otro lo nuevo. Nosotros en Cristo estamos nuevos, asegúrese que usted haya nacido de nuevo y mantener ese nuevo nacimiento.

Dios dice a sus hijos: sin creen lo que son entonces el diablo les va a quitar todo lo que yo les he dado. Nosotros somos  unos bendecidos en Cristo por toda la eternidad, somos unos benditos en las moradas celestiales por Cristo Jesús.

Hasta cuando, dice el Espíritu Santo, les voy a esperar. Son mis redimidos, son mi pueblo, que para otros no lo son, pero para mí lo son dice el Espíritu de Dios. Sientan los que son en mí, porque yo si siento lo que son, son mis hijos amados y ay del que los toque, ustedes ha visto mi poder cuando han venido situaciones y personas contra ustedes. A veces ni se ha dado cuenta cuando han venido acechándolos por aquí y por allá y yo he desvanecido ejércitos. Situaciones que han venido apabullando yo, dice el Señor, las he espantado y ni siquiera ustedes han sido consientes de eso. Cómo no van a sentir lo que yo estoy sintiendo por ustedes: puro amor, puro beneficio, los quiero honrar dice el Señor, ante todo lo que venga, yo los quiero honrar, pero ustedes tiene que permitir eso, que se les honre, ustedes tiene que sentir y están capacitados para sentirlo, que he puesto mi sello en ustedes, ese sello, mi Espíritu Santo les tiene que hacerlos sentir lo que son para mí. El diablo les teme por el conocimiento que tienen, por el poder mío expresado en ustedes. El diablo les teme, cómo van ir de huida, el que enmudece peca. El que se queda quieto ante la situación está pecando delante de mí. Mi pueblo es de acción, mi pueblo es de fe y mi Espíritu Santo siempre los llevará, siempre los honrará y los pondrá arriba y no abajo, por cabeza y no por cola. Tiene que sentir lo que son: mis hijos amados, mi precioso tesoro, tiene un gran precio, la sangre de mi hijo vertida en un madero, la sangre preciosa del Cordero de Dios, de mi Cordero dice el Señor, cómo va venir el enemigo a menos valorar, cómo va a venir el enemigo a hacerlos sentir poca cosa, cuando delante de mí son perfectos por la sangre de mi Hijo. Tienen el sello de la perfección. La situación no se puede seguir enseñoreando, si yo sé quién soy, entonces la situación tendrá que retroceder. Ustedes la pisotearán y se reirán al ver la bendición  de Dios en toda situación y recordarán esta palabra.

Pueblo mío no enmudezcan: Aten la situación, enfréntenla con mi palabra, declárenla, declaren mi palabra y verán mi gloria: benditos desde el amanecer hasta el anochecer, eternamente y para siempre, pero tienen que cogerla, tienen que sentir, porque nadie puede vivir si no sienten lo que son. Si no lo siente entonces no lo vive.

Se puede tener el gozo las 24 horas del día en todo lo que se haga , por todo y en todo se exaltado el nombre de Yahvé Dios.

Imagínense si nosotros hemos de juzgar los ángeles, si somos reyes y sacerdotes, si somos soldados del pueblo de Dios quién se nos va a enfrentar.

Hay que creerle, hay que sentir.

Antes de seguir vamos a

Levíticos 20: 26

Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos”.

Pueblo exclusivo de Dios, fuimos apartados, él nos encontró y fuera de que nos encontró nos perdonó y ahora nos está glorificando porque el Espíritu Santo nos aparta en el día a día del pecado. Toda la honra y la gloria son para Jesucristo por su hermoso Espíritu Santo. ¿Qué más queremos?

No nos pongamos tristes por malas noticias que aparentemente hayan llegado. Si Dios no te quiso en ese lugar te querrá en otro.

Cuando Dios no te deja entrar aquí es porque tiene algo mejor.

Yo ya sé lo que soy porque la palabra de Dios me lo ha dicho, no necesito que me lo diga nadie, ya está profetizado lo que soy en Cristo Jesús: un bendecido. No puedo enmudecer esa es la clave. Mira lo que le dijo a Josué: Nunca se apartará de tu boca este libro, esta palabra, para que te vaya bien en todo lo que emprendas.

Cuando te pase algo que no parece bueno dile a Dios: Yo no entiendo, pero me vas a poner en algo mejor porque nosotros somos un pueblo de honra, empieza a profetizar eso.

Yo he sido apartado por tu Espíritu Santo para bendición.

Lo único por lo que nos tenemos que preocupar es por vivir en Santidad, es de lo único que nos tenemos que preocupar el resto déjeselo a Dios. No murmure, no calumnie, no adultere, ojo con lo que está mirando, con lo que está haciendo, no hurte, no sea mentiroso, no sea envidioso; preocúpese por andar en santidad que Dios ya se ocupó hace tiempo de los demás.

Estar apartados del pecado es el único requisito que Dios está pidiendo de nosotros.

Acompañados no nos dejamos arrastrar de nada, no enmudecemos, afrontamos las cosas por el Espíritu Santo sabiendo que estamos puestos para la gloria de nuestro Señor Jesucristo.

Dios no va dejar que su pueblo guiado por el Espíritu Santo le ofenda.  El Espíritu Santo nos va a dar la victoria, porque el Espíritu Santo es poder de Dios y nosotros somos templo del Espíritu de Dios.

Marcos 8: 22 -24

Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”.

No enmudezca, si enmudece peca porque usted tiene implantada la palabra de Dios en su corazón.

¿Voy a poner mis ojos en la situación?, no, la pongo en Dios que hace todo.

Dice la palabra que ni los cielos pueden contenerlo y nosotros somos templos de él, nosotros si lo tenemos, ¿entonces quiénes somos? Somos unos bendecidos de Dios, hay mucho poder, hay mucha unción para decirle a la situación se quita de ahí, pero cuando usted declare no vaya a dudar.
Y todo es todo.

Dios está trayendo esta palabra para que la oración que enseguida hagamos tenga total eficacia porque sin fe es imposible agradar a Dios.

Salmos 2: 5 – 12

Luego hablará a ellos en su furor, y los turbará con su ira. pero yo he puesto mi rey Sobre Sion, mi santo monte. Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra. Los quebrantarás con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuzarás. Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes; admitid amonestación, jueces de la tierra. Servid a Jehová con temor, y alegraos con temblor. Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados todos los que en él confían”.

Cuando usted declara la palabra de Dios y usted ve venir la adversidad, pero ve como se dispersa.

Yo he puesto mi Rey, no el nuestro si no el Rey de Dios que es Jesucristo, he puesto mi Rey en tu corazón, mi santo monte.

La santidad nos hace sobresalientes, Dios honra eso.

Yahvé me ha dicho: mi hijo eres tú, yo te engendré, Dios es hacedor de maravillas. No importa la lista de pedidos hágala, que eso no es más grande que Dios.

A todos los que le recibieron a los que creen en su nombre les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios. Nosotros somos hijos de Dios, somos los benditos, somos escuadrón de Dios.

Dios nos dice les voy a hacer una sugerencia. Pídanme, que misericordia tan grande.

“Mia es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en el habitan” y lo que es de papá es de los hijos, nosotros somos herederos. La mendicidad espiritual se tiene que acabar, el enmudecer se tiene que acabar. La gloria de Dios se tiene que ver en nuestras vidas.

La vara de hierro es la palabra.

Las fortalezas de enemigo se destruirán y caerán

Como hijos le vamos a pedir en el nombre de Jesús.

Apocalipsis capítulo dice que somos reyes y sacerdotes y acá nos acaba de decir que somos hijos.

El rey es para reinar. Ahora hicimos sacrificio de oración y de alabanza, al final le vamos a pedir como hijos que somos porque para eso trajo esta palabra.

Dios se va a poner muy contento de lo que le vamos a pedir en la oración final y más contento se va a poner si usted lo cree porque usted que lo cree y usted que lo ve.

Él nos está amonestando con esta palabra porque somos jueces.

Temor es obediencia sirvámosle con obediencia y alegrémonos en esa obediencia.

En el sometimiento a Dios tenemos descanso. El pecado es esclavitud y maldición.


Honrad al Hijo para que se complazca el Padre. Se honra haciendo su palabra

domingo, 17 de diciembre de 2017

Bajo la cabeza y adoró

de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.  ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”.

El precio es la sangre de Jesucristo.

No solo en el espíritu glorificar a Dios sino en nuestro cuerpo y en nuestro ser.

Nosotros fuimos creados para glorificar a Dios. En la alabanza declarábamos: por toda la eternidad te adoraré.

Dad gracias en todo

I Tesalonicenses 5: 185

Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”.

Si estoy agradecido el Señor puede darme otra cosa si estoy agradecido por todo.

Es bajar la cabeza rápidamente y adorar al Rey de reyes y Señor de señores.
Éxodo 34: 8
Entonces Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró”.

Eso mismo tenemos que hacer nosotros: apresurarnos, bajar la cabeza y adorar al Rey de reyes.

Devolvámonos al versículo 6 para ver por qué Moisés bajó la cabeza y adoró.

Éxodo 34: 6-7

Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación”.

Moisés proclama eso porque el Espíritu Santo se lo revela, así como Pedro cuando, Cristo les pregunta a los apóstoles que quien es él según ellos y Pedro responde: tú eres el hijo del Dios vivo. Y como nos revela a nosotros cuando reconocemos que Cristo es nuestro Señor y Salvador.

Parece una contradicción pues primero dice que tendrá misericordia y perdonará y luego dice que no tendrá por inocente al culpable. La diferencia está en que el que se arrepiente Dios le perdona, pero el que no se arrepiente sigue siendo culpable y a este es al que Dios no tiene por inocente.

Éxodo 20: 5 – 6

No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos”.

A los que le aman y guardan sus mandamientos ya no los tiene por culpables y les perdono pues con ellos hace misericordia.

Números 14: 18

Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos”.

Las rebeliones de nosotros nos fueron perdonadas hoy.

¿Qué debemos hacer para ser perdonados?, vamos a

Salmos 51: 17

“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”.

Necesitamos un espíritu quebrantado y humillado para ser perdonados.

Miqueas 7: 18

“¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia”.

Dios perdona los pecados y los olvida. Nosotros en cambio nos seguimos acordando de nuestros pecados. El enemigo nos quiere molestar con los pecados que Dios ya nos perdonó, no le demos cabida al enemigo acordándonos  de los pecados pasados que Dios ya nos perdonó.

II Crónicas 7: 14

Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”.

Si se humillare, un corazón contrito y humillado Dios no lo desprecia, el nombre de Yahvé, el nombre de Jesús es invocado sobre nosotros que somos su pueblo.

Nos dará bendición sobre todo lo que hagamos, toquemos y pisemos. Hemos recibido. No tenemos preocupar de nada en esta tierra, debemos preocuparnos, como dice la escritura, de buscar el reino de Dios y su justicia, lo demás será añadido, él lo promete en su palabra.

En el mundo, para estar contentos, tiene que hacer ruido exterior, con música, con pólvora, nosotros tenemos el gozo por dentro por medio del Espíritu Santo que habita en nosotros, porque nosotros somos su templo.

I Pedro 3: 18

Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;”

De esta forma Dios nos perdonó, envió nuestros pecado, envió a Jesucristo a padecer por nosotros, por eso tenemos que andar en el camino de la perfección, cada día debemos permitir que el Espíritu Santo quite de nuestras vidas lo que a Dios no le agrada.

I Pedro 2: 24

“…quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”.

Está hablando de Jesucristo, que en su cuerpo llevó todos los pecados en su cuerpo, somos tan bendecidos que Jesucristo en la cruz del Calvario se acordó de usted, de mí y de cada uno de nosotros.

I Juna 3: 6 – 10

Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido.  Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios”.

Vemos claramente que es practicar el pecado y que es caer el pecado, practicar el pecado es con premeditación y caer en pecado es ceder a la tentación en el momento.

Si cae en tentación abogado tenemos para con el Padre, Jesucristo.

Nosotros podríamos caer en pecado, pero no podemos practicar el pecado, caemos en errores, pero no practicamos el pecado.

Una traducción dice: “no es capaz de estar en pecado”, por lo que si se cae en el error ahí mismo tiene que  arrepentirse porque no es capaz de estar en pecado. Tenemos que salir del error, del pecado inmediatamente y ponernos bajo la cobertura de Cristo el Señor.

I Juan 1: 9

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.

Es confesar los pecados por el nombre, no es decirle: “usted sabe en lo que lo ofendí”, es decirle caí en esto y en aquello.

I Juan 2: 1

Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”.

Cristo es un abogado que no ha perdido ningún caso. Él nos defiende y nos justifica por su sangre preciosa.

Romano 5: 8 – 10

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida”.

Nos perdonó siendo aún pecadores y ahora que ya fuimos justificados somos perdonados con mayor razón.

Dios me ve perfecto a través de la sangre de Jesucristo, porque el Padre: mi hijo pago por las culpas de eso.

Cuidemos nuestras vestiduras blancas porque Jesucristo viene muy pronto, la venida de Jesucristo está muy cerca.

Santiago 1: 12

Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman”.

Nos promete el galardón y para lograrlo tenemos toda la ayuda del Espíritu Santo. Él nos ayuda y nos da el galardón.

Y eso porque ya no nos pertenecemos.

I Corintios 6 18- 20


Huid 

domingo, 3 de diciembre de 2017

El temor a Dios

Deuteronomio 6: 1

Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla; para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados. Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres. Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas”.

1.       Amar a Dios sobre todas las cosas

Las repetirás a tus hijos y estando en tu casa.

Continuamente hay que temer a Dios.

Llego de trabajar y le dedico a Dios 5 minutos. Dios dice que en todas partes y todo tiempo glorificarle. Sacar un poco de tiempo en el trabajo para comunicarse con él, orar.

Es invertir el tiempo porque nos conviene mucho estar cerca de Dios.

2.       Obediencia

Génesis 22: 12

Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único”.

La obediencia se gana con el temor de Dios. Estamos en el mundo, pero no somos del mundo.

Nuestras amistades, nuestras amistades son pocas. Pero tenemos a Dios y en él lo tenemos todo.

Tenemos que tener ese temor de Dios en gratitud por todo lo que él nos da.

3.       Sabios

Proverbios 14: 16

“El sabio teme y se aparta del mal; mas el insensato se muestra insolente y confiado”.

Los que estamos confiados en Nuestro Señor Jesucristo, tenemos una vida de sabiduría.

Humíllate ante la presencia y verás la lluvia de bendiciones.

Cuando tenemos temor de Dios en nuestros corazones el pecado es echado a los abismos.

4.       El que tiene a Cristo deja la vanidad y se vuelve humilde

Eclesiastés 5: 7

“Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios”.

El enemigo es astuto que nos trabaja la mente en sueños.

Soñemos sí, pero conforme a la voluntad de Dios y con Temor de Dios.

Pedimos cosas a Dios para satisfacer nuestras vanidades y eso no le agrada a Dios.

No podemos avergonzarnos de nuestro Dios.

5.       Respaldo

Eclesiastés 7: 18

Bueno es que tomes esto, y también de aquello no apartes tu mano; porque aquel que a Dios teme, saldrá bien en todo”.

El que a Dios teme saldrá bien en todo.

Hay respaldo, lo dice su palabra.

6.       Si temieres a Jehová deja la rebeldía

I Samuel 12: 14

“Si temiereis a Jehová y le sirviereis, y oyereis su voz, y no fuereis rebeldes a la palabra de Jehová, y si tanto vosotros como el rey que reina sobre vosotros servís a Jehová vuestro Dios, haréis bien”.

Por la maldita rebeldía el enemigo se está enseñoreando  de nuestros hijos.

7.       No nos falta nada

Salmos 34: 4 – 9


Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores.  Los que miraron a él fueron alumbrados y sus rostros no fueron avergonzados. Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias. El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende. Gustad, y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confía en él. Temed a Jehová, vosotros sus santos, pues nada falta a los que le temen”.

8.       Hacer su voluntad

Juan 9: 31

“Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye”.

Sabemos que Dios nos oye porque tenemos a Cristo en nuestros corazones.

Eclesiastés 12: 13

El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre”.

Este es el sello que Dios le pone a esta palabra.