Juan 15: 3
15:3
Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
La palabra es el agua.
Somos limpios por la palabra
Mateo 3: 11
3:11
Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras
mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os
bautizará en Espíritu Santo y fuego.
El fuego es el Espíritu Santo
San juan 7: 37 – 45
7:37
En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz,
diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
Jesucristo es la palabra.
7:38
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua
viva.
Creer es obedecer su palabra, hay
que estar en obediencia siempre día y noche.
Ríos, son ríos cantidades muy
grandes.
7:39
Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún
no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
Cuando creo en el Señor
Jesucristo, necesariamente el fuego del Espíritu Santo se tiene que manifestar
en mí.
Dios quiere que esto suceda,
nosotros lo frenamos con nuestra negligencia.
7:40
Entonces algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente
éste es el profeta.
Más que profeta era Dios
manifestado en carne. Había mucha duda entre ellos.
Jesucristo era agua, pero también
era fuego por dentro y nosotros somos a su imagen.
7:41
Otros decían: Este es el Cristo. Pero algunos decían: ¿De Galilea ha de venir
el Cristo?
Estaban divididos. Cristo era esa
palabra que entraba y calaba.
7:42
¿No dice la Escritura que del linaje de David, y de la aldea de Belén, de donde
era David, ha de venir el Cristo?
Venía de allá, pero estaban
divididos ignoraban mucho de Jesucristo.
7:43
Hubo entonces disensión entre la gente a causa de él.
7:44 Y
algunos de ellos querían prenderle; pero ninguno le echó mano.
Era el fuego debajo del agua, por
los labios salía la palabra con fuego.
7:45
Los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y a los fariseos; y éstos
les dijeron: ¿Por qué no le habéis traído? 7:46 Los alguaciles respondieron:
¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!
Ante toda situación debemos
declarar con palabra con poder. Fuego bajo el agua.
Si esa combinación no se da, uste
conoce la palabra porque no la vive.
Donde está el fuego. El fuego debe
estar debajo del agua.
La palabra debe estar acuñada por
el fuego del Espíritu Santo
En un cristiano nacido de nuevo
tiene que manifestarse el poder
Hechos 2: 1 – 4
2:1
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.
Está hablando de mucha unidad
2:2 Y
de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el
cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 2:3 y se les aparecieron
lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
La promesa: el agua, luego el
fuego.
Si creyó, el fuego debe estar
ardiendo en esas promesas.
Lo prometido tiene que aparecer
porque el Dios de Israel no miente
2:4 Y
fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas,
según el Espíritu les daba que hablasen.
Fuego bajo el agua.
Debe estar en maravillas porque
no es usted, sino el fuego del Espíritu Santo que obra.
Tus proyectos no van a ser
realidades si no está el fuego del Espíritu Santo.
Dios te dio la promesa con el
fuego créelo y declárelo.
Un ejemplo el pueblo estaba en
desobediencia, por eso no recibía las promesas.
I Reyes 18: 34 – 40
18:34
Y dijo: Llenad cuatro cántaros de agua, y derramadla sobre el holocausto y
sobre la leña. Y dijo: Hacedlo otra vez; y otra vez lo hicieron. Dijo aún:
Hacedlo la tercera vez; y lo hicieron la tercera vez,
Mire agua, cada uno haría un
altar a su dios y Elías hizo un altar de Yavhé y el verdadero Dios respondería
con fuego.
18:35
de manera que el agua corría alrededor del altar, y también se había llenado de
agua la zanja. 18:36 Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó
el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy
manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por
mandato tuyo he hecho todas estas cosas.
Nosotros como sacerdotes debemos
presentar alabanza para Yahvé, al Dios que nos salvó.
Lo siervos de Dios no hacemos las
cosas por impresionar, sino por mandato de Dios, de su Espíritu Santo.
Tiene que haber fuego bajo el
agua. Llenos del fuego del Espíritu Santo
18:37
Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová,
eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos.
A través de esto, Dios, en su
misericordia, quería hacer que volvieran el corazón a él
18:38
Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y
el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja.
Primero el agua y luego el fuego.
Tenemos el privilegio de escuchar
al Espíritu Santo.
Jesucristo es el nombre que más
le duele a Satanás y sus demonios.
18:39
Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es
el Dios!
Al ver maravillas se postraron
18:40
Entonces Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, para que no escape
ninguno. Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí
los degolló.
Puede haber mucho conocimiento de
la palabra, pero si no hay fuego no hay nada.
Satanás conoce la palabra, pero
no puede obedecerla.
Espiritualmente estamos muy alto.
Ejemplo de Abimelec
Jueces 9:46- 49
9:46
Cuando oyeron esto todos los que estaban en la torre de Siquem, se metieron en
la fortaleza del templo del dios Berit. 9:47 Y fue dado aviso a Abimelec, de
que estaban reunidos todos los hombres de la torre de Siquem.
9:48
Entonces subió Abimelec al monte de Salmón, él y toda la gente que con él
estaba; y tomó Abimelec un hacha en su mano, y cortó una rama de los árboles, y
levantándola se la puso sobre sus hombros, diciendo al pueblo que estaba con
él: Lo que me habéis visto hacer, apresuraos a hacerlo como yo.
Jesucristo dice hagan todo como
yo.
El está diciendo que debe haber
fuego bajo el agua
9:49 Y
todo el pueblo cortó también cada uno su rama, y siguieron a Abimelec, y las
pusieron junto a la fortaleza, y prendieron fuego con ellas a la fortaleza, de
modo que todos los de la torre de Siquem murieron, como unos mil hombres y
mujeres.
Lucha de poder a poder, poder
satánico, contra el pueblo de Dios.
Somos más que vencedores esta es
la promesa, pero hay que creerlo con el fuego del Espíritu Santo.
El fuego se enciende en pura
oración, en pura santidad, en pura alabanza, congregándonos.
Conclusión final
Josué 21: 43
– 45
La orden de Dios es que hay que
estar en fuego bajo el agua.
21:43
De esta manera dio Jehová a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus
padres, y la poseyeron y habitaron en ella.
La manera es que tiene que haber
fuego bajo el agua.
No me puede seguir el derrotismo,
no estoy derrotado, el Señor me ha prometido que soy más que vencedor y yo lo
CREO.
Al Verdad de Dios hay que creerle
y la Verdad es Jesucristo
Muchas veces creemos en las promesas,
pero no entramos a poseer. Tenemos que poseer por fe.
21:44
Y Jehová les dio reposo alrededor, conforme a todo lo que había jurado a sus
padres; y ninguno de todos sus enemigos pudo hacerles frente, porque Jehová
entregó en sus manos a todos sus enemigos.
Le dio reposo porque siguieron la
estrategia de Dios.
Ninguno de los enemigos pudo
hacer frente. NINGUNO DE LOS ENEMIGOS PUDO HACER FRENTE.
El que esté de enemigo suyo se metió
en camisa de 11 varas porque se metió con el mismo Dios de Israel
21:45 No faltó palabra de
todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se
cumplió.
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