Deuteronomio 34: 9
Y Josué hijo de Nun fue lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés
había puesto sus manos sobre él; y los hijos de Israel le obedecieron, e
hicieron como Jehová mandó a Moisés.
Es tan importante el Espíritu
Santo que la Biblia nos habla de él desde Génesis hasta apocalipsis. Es tan
importante que Jesús antes de morir dijo que él se iba, pero que nos enviaría
al Espíritu Santo para siempre
El Espíritu Santo se contrista
cuando el templo de él que somos nosotros se contamina con pecado. El espíritu
Santo es el que glorifica el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
No nos podemos olvidar del
Espíritu Santo porque en este tiempo sí que lo necesitamos porque son tiempos
peligrosos. Lo necesitamos para aguantar la dificultad, para resistir la
tentación.
El pueblo de Israel necesitaba un
líder que lo llevara a la tierra prometida pues Moisés ya iba a morir.
Nosotros no podemos sentirnos
incapaces pues tenemos al Espíritu Santo que nos llena de sabiduría.
Dios nos capacita por el Espíritu
Santo para que podamos seguir adelante en el conocimiento de la palabra de
Dios. Por el Espíritu de Dios podemos entender su palabra, cuando recibimos a
Cristo en el corazón, el Espíritu Santo nos abre los ojos espirituales y nos da
sabiduría para comprender el propósito de Dios en nuestras vidas.
Josué fue lleno de sabiduría
porque Moisés puso sus manos sobre él. Jesucristo ya puso su mano sobre
nuestras vidas. No hay razón para tener desconfianza ni para miedos si el
Espíritu Santo está con nosotros.
Los hijos de Israel obedecieron
porque vieron autoridad en Josué, porque lo que hablaba y lo que hacía tenía
seguridad y convicción.
Cuando no andamos en santidad,
cuando no tenemos convicción los demonios nos ven y se burlan de nosotros.
Cuando hay sabiduría la palabra
está en nuestros labios y la declaramos con poder y con autoridad y si viene la
situación adversa y le declaramos la palabra con convicción esa adversidad
tiene que retroceder.
Dios nos llena de sabiduría y de
poder para que ejerzamos lo que Dios nos ha dado.
A partir de hoy vamos a pedirle
al Señor que ponga en nosotros un vivo celo por sus cosas y a partir de hoy
vamos a pedir también que Dios nos lleno con su Espíritu Santo. Si ya fuimos
bautizados con el Espíritu Santo pidamos que explote esa llenura.
Exodo 31: 1 – 4
Habló Jehová a Moisés, diciendo: Mira, yo he llamado por nombre a
Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; y lo he llenado del
Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte,
para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce,
Si estamos oyendo o leyendo esta
palabra es porque Dios nos ha elegido y para que el Espíritu de Dios aflore en
nosotros. El Espíritu de Dios cuando
llega, llega con dones. Dios nos da dones y también talentos para que nos
movamos en nuestro trabajo, estudio y hogar.
Que no nos dé miedo dar pasos de
fe donde él nos ha puesto. Porque nos da miedo hablar cuando Dios nos ha puesto
para hablar.
Somos creadores por el Espíritu
de Dios porque el trae ideas para los negocios, en lo que Dios nos ha puesto,
que no nos dé miedo, que hoy caiga todo temor, toda inseguridad, toda
incredulidad.
Por qué sentimos miedo al
enfrentarnos al mundo o al enemigo si tenemos el Espíritu Santo. Cuando
sentimos miedo es porque nosotros no le hemos creído a Dios, es porque su
palabra no está morando en nuestros corazones, porque si tenemos su palabra en
nuestro corazón y le creemos, declaramos su palabra con convicción y el temor
tiene que caer.
Jueces 13: 24-25
Y la mujer dio a luz un hijo, y le puso por nombre Sansón. Y el niño
creció, y Jehová lo bendijo. Y el Espíritu de Jehová comenzó a
manifestarse en él en los campamentos de Dan, entre Zora y Estaol.
El Espíritu Santo no hace
acepción de personas y bautiza al que sea, al que se disponga.
Cuando nos llenamos de la palabra
de Dios damos a luz y empezamos a obrar. Cuando crecemos en la palabra de Dios
el Espíritu de Dios nos va llevando en ascenso.
Tendremos la bendición de que somos ganadores de almas para el Reino de
los Cielos.
El Espíritu Santo no se manifiesta
cuando hay pecado, pero tampoco se manifiesta cuando nuestro conocimiento de la
palabra es muy pequeño.
Jueces 14: 5-6
Y Sansón descendió con su padre y con su madre a Timnat; y cuando
llegaron a las viñas de Timnat, he aquí un león joven que venía rugiendo hacia
él. Y el Espíritu de Jehová vino sobre Sansón, quien despedazó al león
como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano; y no declaró ni a
su padre ni a su madre lo que había hecho.
Muchos se frenan o se apartan de
los caminos de Dios porque dicen: “yo no tengo fuerzas no aguanto”, pero el
Espíritu de Dios nos da fuerza y valor para seguir.
¿Qué Le está estorbando esa
llenura?, pidámosle a Dios que lo que está estorbando caiga.
El Espíritu de Dios llegó donde
Sansón con poder, pues Sansón despedazó el león con facilidad.
Dios nos ha dado el poder que
donde lleguemos el enemigo salga. Hay que ejercer la autoridad.
Dios quiere mostrar en nuestras
vidas lo sobrenatural.
I Samuel 9: 1-3
Había un varón de Benjamín, hombre valeroso, el cual se llamaba Cis,
hijo de Abiel, hijo de Zeror, hijo de Becorat, hijo de Afía, hijo de un
benjamita. Y tenía él un hijo que se llamaba Saúl, joven y hermoso. Entre
los hijos de Israel no había otro más hermoso que él; de hombros arriba
sobrepasaba a cualquiera del pueblo. Y se habían perdido las asnas de Cis,
padre de Saúl; por lo que dijo Cis a Saúl su hijo: Toma ahora contigo alguno de
los criados, y levántate, y ve a buscar las asnas.
Somos hermosos para Dios y nos regala
el Espíritu Santo para guiarnos.
A Saúl se le dio una orden y Saúl
obedeció. Pero como veremos Saúl salió con un propósito y Dios se lo cambió.
Saúl no pensaba en buscar a Dios y menos que iba a ser rey de Israel.
I Samuel 9: 15 – 21
Y un día antes que Saúl viniese, Jehová había revelado al oído de
Samuel, diciendo: Mañana a esta misma hora yo enviaré a ti un varón de la
tierra de Benjamín, al cual ungirás por príncipe sobre mi pueblo Israel, y
salvará a mi pueblo de mano de los filisteos; porque yo he mirado a mi pueblo,
por cuanto su clamor ha llegado hasta mí. Y luego que Samuel vio a Saúl,
Jehová le dijo: He aquí éste es el varón del cual te hablé; éste gobernará a mi
pueblo. Acercándose, pues, Saúl a Samuel en medio de la puerta, le dijo:
Te ruego que me enseñes dónde está la casa del vidente. Y Samuel respondió
a Saúl, diciendo: Yo soy el vidente; sube delante de mí al lugar alto, y come
hoy conmigo, y por la mañana te despacharé, y te descubriré todo lo que está en
tu corazón. Y de las asnas que se te perdieron hace ya tres días, pierde
cuidado de ellas, porque se han hallado. Mas ¿para quién es todo lo que hay de
codiciable en Israel, sino para ti y para toda la casa de tu padre? Saúl
respondió y dijo: ¿No soy yo hijo de Benjamín, de la más pequeña de las tribus
de Israel? Y mi familia ¿no es la más pequeña de todas las familias de la tribu
de Benjamín? ¿Por qué, pues, me has dicho cosa semejante?
Para oír la voz de Dios tenemos
que tener comunión con Dios
Nosotros llegamos a buscar a Dios
en este lugar o en este sitio y no pensamos que somos reyes y sacerdotes como
nos dice Apocalipsis.
Dios nos ha mirado como su
pueblo, y ve nuestro clamor. Pero ¿si hemos clamado por la llenura del Espíritu Santo.
En el Antiguo testamento a los
profetas se les decía vidente.
Cuando subimos a la presencia de
Dios y comemos de su palabra Dios nos descubre y nos enseña lo que él quiere.
Todas las bendiciones son para
nosotros no debemos preocuparnos por lo poco (las asnas) porque tenemos muchas
bendiciones de parte de Dios.
Entreguemos las preocupaciones en
las manos de Dios que él lo tiene todo para nosotros.
Saúl iba por unas cosas y salió
con otra mucho más grande.
Saúl se creía indigno de ser rey,
pero los planes de Dios eran diferentes. Nosotros también podemos creer que no
podemos, pero Dios tiene grandes cosas para nosotros. Arrebatemos esas
bendiciones en el reino de los cielos.
Lo que nuestro es nadie nos lo puede quitar.
I Samuel 10: 1
Tomando entonces Samuel una redoma de aceite, la derramó sobre su
cabeza, y lo besó, y le dijo: ¿No te ha ungido Jehová por príncipe sobre su
pueblo Israel?
Cuantas veces no buscamos la
llenura del Espíritu Santo porque nos urge lo económico, nos da miedo. Pero si
dejamos el miedo Dios nos respalda. Recordemos que si nos ocupamos de las cosas
de Dios en se encarga de las nuestras.
No hemos dimensionado lo que
viene así como Saúl no había
dimensionado lo que le venía.
¿Dios no nos ha ungido para ser
realeza de él, en Cristo Jesús
I Samuel 10: 6
Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás
con ellos, y serás mudado en otro hombre. Y cuando te hayan sucedido estas
señales, haz lo que te viniere a la mano, porque Dios está contigo. Luego
bajarás delante de mí a Gilgal; entonces descenderé yo a ti para ofrecer
holocaustos y sacrificar ofrendas de paz. Espera siete días, hasta que yo venga
a ti y te enseñe lo que has de hacer. Aconteció luego, que al volver él la
espalda para apartarse de Samuel, le mudó Dios su corazón; y todas estas señales
acontecieron en aquel día. Y cuando llegaron allá al collado, he aquí la
compañía de los profetas que venía a encontrarse con él; y el Espíritu de Dios
vino sobre él con poder, y profetizó entre ellos.
El versículo 6 dice que cuando el
Espíritu Santo llega a nosotros somos cambiados totalmente. Cuando el Espíritu
Santo llega a la vida del hombre es él el que dirige la vida de cada uno. Aprendemos
a esperar en él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario