Cuando empezamos a conocer de Dios
nos dijeron: Cristo viene por segunda vez, pero no abemos ni el día ni la hora.
¿Estaremos preparados para esa venida del Señor?
Jesucristo viene por segunda vez
o también nos puede sorprender la muerte y ¿estamos preparados para eso?
Dios le dijo a Noé que hiciera un
arca y Noé se preparó por fe, creyéndole a Dios y se burlaron de él. Así es
cuando se burlándose de nosotros.
Los tiempos son perversos. Cuando
Jesucristo venga ¿hallará fe en la tierra? Si nos esforzamos estaremos en las
bodas del cordero. Es un remanente los que esperan a Jesucristo, es una manda
pequeña, como dice la Escritura.
Joel 2: 1 – 11
Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos
los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano.
Día de tinieblas y de oscuridad, día de
nube y de sombra; como sobre los montes se extiende el alba, así vendrá un
pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamás, ni después de él lo
habrá en años de muchas generaciones. Delante de él consumirá fuego, tras de él
abrasará llama; como el huerto del Edén será la tierra delante de él, y detrás
de él como desierto asolado; ni tampoco habrá quien de él escape. Su aspecto, como aspecto de caballos, y como
gente de a caballo correrán. Como
estruendo de carros saltarán sobre las cumbres de los montes; como sonido de
llama de fuego que consume hojarascas, como pueblo fuerte dispuesto para la
batalla. Delante de él temerán los pueblos; se pondrán pálidos todos los
semblantes.
Como valientes correrán,
como hombres de guerra subirán el muro; cada cual marchará por su camino, y no
torcerá su rumbo. Ninguno estrechará a
su compañero, cada uno irá por su carrera; y aun cayendo sobre la espada no se
herirán. Irán por la ciudad, correrán
por el muro, subirán por las casas, entrarán por las ventanas a manera de
ladrones. Delante de él temblará la
tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas
retraerán su resplandor. Y Jehová dará su orden delante de su ejército; porque
muy grande es su campamento; fuerte es el que ejecuta su orden; porque grande
es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?
Estos son los juicios de Dios
sobre la tierra. Las trompetas anuncian. Dios está sonando la trompeta en este
lugar: que Jesucristo viene por segunda vez.
Viene como ladrón en la noche que
no avisa. Pongamos nuestra mirada hacia lo alto, ¿de dónde vendrá nuestro amparo?
La salvación es individual.
Apocalipsis 3: 2-3
Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no
he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y
oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como
ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.
Estemos vigilantes y no dejemos
morir la fe. Dios conoce nuestros corazones no lo podemos engañar. Debemos
afirmar nuestro caminar. LO que hemos oído en este lugar debemos guardarlo en
nuestro corazón. Nuestra fe se aumenta por el oír la palabra de Dios.
Mire que dice que vendré como
ladrón
Mateo 25. 31 – 34
Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos
ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas
delante de él todas las naciones; y apartarálos unos de los otros, como aparta el
pastor las ovejas de los cabritos. Y
pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha:
Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la
fundación del mundo.
Al 41
Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos,
al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
El que esté apartado, guardado
para el Señor: “que se aparte de iniquidad todo aquel que invoque el nombre de
Jesucristo”
En ese momento, no habrá tiempo
de decir: Señor.
A los que les dice malditos los manda al fuego eterno.
Dios no preparó ese lugar para
nosotros, sino para el diablo y sus ángeles, pero los que no estaban preparados
van allá, los que no obedecieron, los que menospreciaron la palabra de Dios.
II Corintios 5: 10
Porque es necesario que todos
nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba
según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
Es necesario estar en ese
tribunal, cada uno recibe lo que hizo mientras estaba en el cuerpo. ¿Cómo son
tus obras?
Los hijos de Dios debemos andar
en luz en todo momento.
¿Eres un siervo fiel con el Señor?
¿El que soporta las tribulaciones, las burlas de las otras personas por
servirle a es Dios?
Lucas 12: 35-38
Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas; y
vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las
bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida. Bienaventurados aquellos siervos a los cuales
su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará
que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles. Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque
venga a la tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son aquellos
siervos.
Al 45-47
Mas si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y
comenzare a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y
embriagarse, vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la
hora que no sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los infieles. Aquel siervo que conociendo la voluntad de su
señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes.
Esperar como las vírgenes prudentes
y preparadas para la venida de su Señor.
Siervos fieles hasta la muerte
como Esteban que mientras lo apedreaban decía a Dios: no les tengas en cuenta
este pecado.
Somos necesitados de Dios. Él es el único que nos pude dar una palabra
de aliento, un buen consejo.
Deuteronomio 4: 9
Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te
olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos
los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de
tus hijos.
Hemos visto las maravillas de
Dios y los milagros. Dios nos ha ido transformando. Dios nos ha dado el
Espíritu Santo consolador. Debemos ser diligentes, para no nos olvidemos de lo que
Dios ha hecho con nosotros.
La juventud está rebelde, los
hijos de nosotros no deben ser así. Que Dios
pueda confiar en nosotros, que nos pueda entregar algo y nosotros estemos
prestos a cuidarlos.
Efesios 5: 13-20
Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son
hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo. Por lo cual dice:
Despiértate, tú que duermes,
Y levántate de los muertos,
Y te alumbrará Cristo.
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como
sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no
seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay
disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con
salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en
vuestros corazones; dando siempre
gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Aprovechando bien el tiempo, no
lo despilfarremos. Lo que Dios quiere que cantemos y alabemos al Señor en
nuestros corazones. Dando Gracias
Romanos 13: 11 -13
Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño;
porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día.
Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.
Andemos como de día, honestamente; no en
glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y
envidia, sino vestíos del Señor
Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.
Es tiempo de enmendar lo que
hemos hecho malo, de enmendar nuestros errores. Debemos de enmendar porque la
venida de Cristo está cerca.
La palabra predicada en este
lugar o en otro será para juicio si a la predicación no hacemos caso. Vengamos
con un corazón dispuesto, miremos lo que Dios trae a través del vaso, no
miremos el vaso.
Dios mira es un corazón
dispuesto. No menospreciemos la palabra de Dios.
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