viernes, 31 de octubre de 2014

Todo un reto




11-      Prueba

 Eclesiastés 7: 29

He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones”.

El hombre tiene un corazón engañoso, nos vamos detrás de dioses ajenos, tras de vicios y placeres. Buscamos la felicidad que nos brinda el mundo.

Deuteronomio 8: 19 – 20

Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis.  Como las naciones que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis atendido a la voz de Jehová vuestro Dios”.

Nos advierte que es lo que nos pasa sino lo seguimos.

Proverbios 29: 19

“El siervo no se corrige con palabras; porque entiende, mas no hace caso”.

Nos da un ejemplo que contradice a los que dicen: “¿pero Dios por qué no nos habla?”. Dios no explica el porqué no nos habla, ya que el siervo no se corrige con palabras.  Como siervos necesitamos la disciplina de Dios y las pruebas que Dios nos pone.

Deuteronomio 8: 2

“Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos”.

Nos dice que nos vino a probar para saber qué había en nuestro corazón.  Si nos retiramos de esta visión y nos vamos al mundo nos va a faltar todo, ya que sabemos que Dios todo lo hace por nosotros.

Deuteronomio 8: 5

Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga”.

Dios nos pide que reconozcamos que el castigo es necesario.

El gozo que Dios nos da derrumba todas las penas. 

Deuteronomio 8: 16

que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien”.

22-      Cuando decidimos buscar a Dios 

Cuando pedimos perdón Dios nos perdona y según dice la Escritura, Dios entierra esos pecados en el fondo de la mar y no se vuelve a acordar de ellos, así nosotros también debemos olvidarnos.

Deuteronomio 30: 1 – 16

“Sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y te arrepintieres en medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado Jehová tu Dios,  y te convirtieres a Jehová tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,  entonces Jehová hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido Jehová tu Dios.  Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Jehová tu Dios, y de allá te tomará;  y te hará volver Jehová tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres.  Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.  Y pondrá Jehová tu Dios todas estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre tus aborrecedores que te persiguieron.  Y tú volverás, y oirás la voz de Jehová, y pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy.  Y te hará Jehová tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien; porque Jehová volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres,  cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.  Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.  No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos?  Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos?  Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.

 Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal;  porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella”.

Dios acá nos promete algo, pero también nos demanda algo. Los cautivos, acá nos habla de los herederos de la salvación, que están en vicios y Dios dice que traerá esos cautivos si nosotros nos volvemos a él con todo el corazón.

Lo malo que está pasando se convertirá en bueno. Nuestras finanzas, nuestra salud y todo lo demás nos será devuelto si buscamos a Dios de corazón.

Si buscamos a Dios de corazón él se encarga de cortar con el pecado y poner en nuestros corazones amor por él y por sus cosas.

En el 8 dice que volveremos a las cosas de Dios cuando nos alejamos.

Vendrán las bendiciones con la consagración de nosotros.

Dios se agrada cuando estamos con él y eso es una alegría para nosotros.

También nos dice que no es difícil buscarlo.

Delante de cada uno de  nosotros pone la vida y el bien. 

La promesa: es: “que vivas y seas multiplicado”

Santiago: 1: 2-8 

Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.  Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.  Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.  Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.  No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.  El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos”.

Cuando estemos pasando por dificultades no nos desanimemos y no perdamos la alegría. No es fácil, pero Dios nos da ese gozo y esa paz para vivir bien  a pesar de las circunstancias.

Gálatas 6: 9 

No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”.

La bendición es que segaremos, pero la demanda es: si no desmayamos.

Eclesiastés 8: 5-9

El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio.  Porque para todo lo que quisieres hay tiempo y juicio; porque el mal del hombre es grande sobre él;  pues no sabe lo que ha de ser; y el cuándo haya de ser, ¿quién se lo enseñará?  No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra, ni la impiedad librará al que la posee.  Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en todo lo que debajo del sol se hace; hay tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para mal suyo”.

En el Espíritu Santo somos sabios, Dios nos da sabiduría.

Lo material nos nace olvidar lo espiritual. Ningún hombre tiene potestad para retener el espíritu ni sobre la muerte.

Acá se predica una palabra muy libre, no es pidiendo diezmos ni enriqueciendo a nadie, sino predicando una palabra que aunque fuerte, es para el bien de las almas y para salvación.

Eclesiastés 8: 14- 15

Hay vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos a quienes sucede como si hicieran obras de impíos, y hay impíos a quienes acontece como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad.  Por tanto, alabé yo la alegría; que no tiene el hombre bien debajo del sol, sino que coma y beba y se alegre; y que esto le quede de su trabajo los días de su vida que Dios le concede debajo del sol”.

Hay personas que hacen el mal y es como si hicieran el bien porque poseen en abundancia, y algunos es como si no estuvieran en las cosas de Dios, pero es vanidad ponernos a fijarnos en eso, debemos dedicarnos a vivir con lo que tenemos. Darle siempre gracias a Dios por lo que tenemos.

Eclesiastés 8: 17

y he visto todas las obras de Dios, que el hombre no puede alcanzar la obra que debajo del sol se hace; por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará; aunque diga el sabio que la conoce, no por eso podrá alcanzarla”.

Si vamos a hacer algo es porque Dios así lo quiere.

Eclesiastés 9: 3-6

Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que un mismo suceso acontece a todos, y también que el corazón de los hijos de los hombres está lleno de mal y de insensatez en su corazón durante su vida; y después de esto se van a los muertos.  Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto.  Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido.  También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol”.

A todos los hombres les sucede, es una cadena que se sigue y se rompe cuando recibimos a Cristo como Señor y Salvador en nuestros corazones.

Mientras haya vida hay esperanza de arrepentirnos de los malos caminos. Agradezcamos la vida porque es oportunidad de arrepentirnos.

Cuando muramos obligatoriamente tenemos que renunciar a las cosas del mundo, entonces es mejor renunciar voluntariamente para obtener la salvación.

Números 23: 21

No ha notado iniquidad en Jacob, ni ha visto perversidad en Israel. Jehová su Dios está con él, y júbilo de rey en él”.

Cada uno pone su nombre donde dice Jacob.

Eclesiastés 9: 7-8

“Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón; porque tus obras ya son agradables a Dios.  En todo tiempo sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza”.

Es todo un reto entregarse totalmente a Dios.

sábado, 25 de octubre de 2014

Entrega Total



Dios quiere que nos entreguemos totalmente a él, sin reservas. Dios no quiere que esa entrega sea medias sino completamente.

Mateo 13: 44

Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo”.
Nosotros ya encontramos ese tesoro. Jesucristo se mostró es la luz del mundo y nosotros tenemos que darlo a conocer.

Es tiempo de renuncia a nuestro viejo hombre, a nuestra vieja manera de vivir. No debemos seguir  haciendo cosas que no debemos.

Nosotros tenemos poder para decirle no a la tentación. Si le decimos si a la tentación es porque hemos bajado los niveles de oración.

Mateo 27: 50-54

Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.  Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron;  y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron;  y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.  El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios”.

Dios entregó a su hijo Jesucristo por completo. Cristo se entregó por toda la humanidad. Cristo se entregó por completo y espera de nosotros entrega total.

Cuando recibimos a Cristo el velo se rompe. 

El Espíritu de Dios transforma todo. Toda lengua tiene que confesar que Cristo es el Señor.

El único que puede cambiar nuestra vida es Jesucristo. Cuando recibimos a Cristo recibimos poder.

Cuando nosotros nos entregamos totalmente la gente dice. Este es distinto, este es un hijo de Dios.

A Pedro le dijeron cuando prendieron a Jesús: tú eres de ellos porque tu manera de hablar te delata.
Eso debe pasar con vosotros nos debe cambiar hasta l amanera de hablar.

Eclesiastés 3: 6

Tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;

¿Cuándo es? El tiempo es hoy. Usted no está acá por casualidad sino porque tiene un propósito en su vida.
A veces no se cree porque piensan que es una religión y Dios no es religión, es un cambio de vida.

Usted quiere vivir bueno, piense en Jesús, claro que hay dificultades, el camino del Señor es muy lindo, tiene espinas, pero también nos ayuda a sobrepasar las dificultades. 

Tiempo de buscar dice el Señor, buscamos milagros, respuestas de Dios, pero él quiere que lo busquemos de corazón.

Tiempo de perder lo que usted ha buscado en el mundo, perder las viejas costumbres, su vieja manera de vivir.

Tiempo de guardar la palabra. “Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón”.

Tiempo de desechar las obras de  las tinieblas, desechar las cosas del mundo, dice la apalabra que el que se hace amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios. Lo que se llama pecado es amistad con el mundo.

Marcos 1: 16-20

“Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.  Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres. Y dejando luego sus redes, le siguieron.  Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano, también ellos en la barca, que remendaban las redes.  Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron”.

Le siguieron inmediatamente, no le pusieron condiciones.

Dijo venid en pos de mí, no les dijo vengan en pos de una religión. No se trata de dejar ahora todo lo que tenemos sino de poner al Señor en primer lugar. Dios nos llama de diferentes modos para que le adoremos. Le podemos servir en nuestro trabajo, en nuestro hogar, en donde estemos. Dejemos la incredulidad. 

Juan 21: 1 – 6

Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos junto al mar de Tiberias; y se manifestó de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos.  Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada. Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; mas los discípulos no sabían que era Jesús.  Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No.  Él les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces”.

En el 4 los discípulos no se dieron cuenta de que era Jesús. 

Algo sobrenatural ocurrió y sin embargo sólo se dieron cuenta de que era Jesús cuando él les dijo.

Juan 21: 15-18

“Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.  De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras”.

Amós 5: 4

“Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis”

Tenemos que buscar a Dios. 

Amos 5: 14

Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así Jehová Dios de los ejércitos estará con vosotros, como decís”.

¿Todavía buscando respuestas en el mundo?

Para que viváis, si buscamos lo bueno. Cuando buscamos a Dios tenemos su respaldo.

Jeremías 29: 11-13 

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.  Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;  y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón”.

Dios quiere cosas buenas en su vida, cosas maravillosas, pero no nos hemos entregado totalmente.

Perder el mundo es ganancia con Dios.

Pensamientos de paz nos da Dios. Dios quiere que disfrutemos de la presencia de Dios. Vengamos a Dios e invoquémoslo de todo corazón. La recompensa por buscarle es que Dios nos escucha.

Sofonías 2: 3

“Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizás seréis guardados en el día del enojo de Jehová”.

Los soberbios no pueden venir a Cristo, su soberbia no los deja. 

Los humildes son los que reconocemos que dependemos totalmente de Dios. 

Proverbios 10: 6

“Hay bendiciones sobre la cabeza del justo; pero violencia cubrirá la boca de los impíos”.

Hemos sido justificados por Cristo el Señor. 

Aquellos que se levantan contra el justo. El Espíritu de Dios hace justicia. 

Dios no va a permitir que el enemigo arrase con nosotros.

sábado, 18 de octubre de 2014

El borde de su manto



Levítico 21: 17-24

Habla a Aarón y dile: Ninguno de tus descendientes por sus generaciones, que tenga algún defecto, se acercará para ofrecer el pan de su Dios.  Porque ningún varón en el cual haya defecto se acercará; varón ciego, o cojo, o mutilado, o sobrado,  o varón que tenga quebradura de pie o rotura de mano,  o jorobado, o enano, o que tenga nube en el ojo, o que tenga sarna, o empeine, o testículo magullado.  Ningún varón de la descendencia del sacerdote Aarón, en el cual haya defecto, se acercará para ofrecer las ofrendas encendidas para Jehová. Hay defecto en él; no se acercará a ofrecer el pan de su Dios.  Del pan de su Dios, de lo muy santo y de las cosas santificadas, podrá comer.  Pero no se acercará tras el velo, ni se acercará al altar, por cuanto hay defecto en él; para que no profane mi santuario, porque yo Jehová soy el que los santifico.  Y Moisés habló esto a Aarón, y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel”.

En el Antiguo Pacto sucedía que personas que tenían defecto no podía presentarse delante del altar de Dios, no podía ministrar las cosas sagradas de Dios.

Nuestra sociedad tiene tantas personas en esta condición. Lo primero cuando vamos a tener un bebé es desear que llegue completo y sano.

Tal vez Zaqueo era muy  pequeño la Escritura dice que era un hombre de baja estatura, Jesús tuvo misericordia de él y de las personas que tienen defectos, Jesús marcó una diferencia.

Levítico 13: 45- 46

Y el leproso en quien hubiere llaga llevará vestidos rasgados y su cabeza descubierta, y embozado pregonará: ¡Inmundo! ¡Inmundo! Todo el tiempo que la llaga estuviere en él, será inmundo; estará impuro, y habitará solo; fuera del campamento será su morada”.

Es muy fácil para algunos decir hagan lo que dice la palabra, pero se imaginan ¿una persona de esas cómo se sentirá?

Cuantas personas con defectos físicos y la gente hace burla aun en los colegios: que porque es gordo, que porque tiene gafas, tanto matoneo y tantas cosas que se ven hoy en día. En la misma sociedad que si no tienes 90 – 60 – 90; que no puedes salir en el noticiero como presentadora si no tienes unas curvas. Estas cosas ocurren desde los mismos jardines infantiles.

Dice la escritura que este leproso tenía que estar aislado de la gente. Cuántas veces nos sentimos solos aun teniendo nuestras familias,  estas personas no podía ir a ninguna parte, todo era inmundo hasta los muebles donde ellos se sentaban, los utensilios, estaban alejados de la sociedad como el endemoniado gadareno que estaba alejado de la sociedad, pero Cristo rompió esas cadenas en ese endemoniado.

Levítico 15: 19

“Cuando la mujer tuviere flujo de sangre, y su flujo fuere en su cuerpo, siete días estará apartada; y cualquiera que la tocare será inmundo hasta la noche”.

No solamente ella era inmunda sino quien se le acercara.

En el 25 y 26

“Y la mujer, cuando siguiere el flujo de su sangre por muchos días fuera del tiempo de su costumbre, o cuando tuviere flujo de sangre más de su costumbre, todo el tiempo de su flujo será inmunda como en los días de su costumbre. Toda cama en que durmiere todo el tiempo de su flujo, le será como la cama de su costumbre; y todo mueble sobre que se sentare, será inmundo, como la impureza de su costumbre”.

 Solo Dios conoce el dolor de las personas que están personas, como la persona de este grupo que tenía lupus y que Dios la sanó, solo Dios sabe cómo se sentía ella.

Todo esto que Dios trae es para que nosotros podamos entender que toda esa gente que tenía enfermedades, que tenía discapacidades estaba alejada de la gracia de Dios, no podía ministrar nada, pero en Jesucristo nosotros somos esos cojos, esos paralíticos, esos ciegos que Dios nos llama y nos hace sentar en la mesa.

I Samuel 20: 15 - 17

y no apartarás tu misericordia de mi casa para siempre. Cuando Jehová haya cortado uno por uno los enemigos de David de la tierra, no dejes que el nombre de Jonatán sea quitado de la casa de David.  Así hizo Jonatán pacto con la casa de David, diciendo: Requiéralo Jehová de la mano de los enemigos de David.  Y Jonatán hizo jurar a David otra vez, porque le amaba, pues le amaba como a sí mismo”.

Jonatán estaba haciendo una petición a David y ese día Jonatán y David hicieron un pacto.

Cuando llegó la noticia de que Saúl y Jonatán habían sido muertos, dicen que Jonatán tenía un hijo de 5 años que se llamaban Mefiboset. Dicen que cuando iban a huir la nodriza lo dejo caer y quedó lisiado de ambos pies.

Un día dice David: “¿A quién puedo yo hacer misericordia de la casa de Jonatán, de la casa de Saúl? David no tenía sede venganza, siempre dejó la venganza en Dios. Muchas veces Dios le presentó a Saúl para que él tomara venganza de sus propios enemigos y él siempre dejó la venganza en manos del Señor.

II Samuel 9: 1- 13

“Dijo David: ¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia por amor de Jonatán? Y había un siervo de la casa de Saúl, que se llamaba Siba, al cual llamaron para que viniese a David. Y el rey le dijo: ¿Eres tú Siba? Y él respondió: Tu siervo. El rey le dijo: ¿No ha quedado nadie de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia de Dios? Y Siba respondió al rey: Aún ha quedado un hijo de Jonatán, lisiado de los pies.  Entonces el rey le preguntó: ¿Dónde está? Y Siba respondió al rey: He aquí, está en casa de Maquir hijo de Amiel, en Lodebar.  Entonces envió el rey David, y le trajo de la casa de Maquir hijo de Amiel, de Lodebar.  Y vino Mefi-boset, hijo de Jonatán hijo de Saúl, a David, y se postró sobre su rostro e hizo reverencia. Y dijo David: Mefi-boset. Y él respondió: He aquí tu siervo.  Y le dijo David: No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre a mi mesa.  Y él inclinándose, dijo: ¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?  Entonces el rey llamó a Siba siervo de Saúl, y le dijo: Todo lo que fue de Saúl y de toda su casa, yo lo he dado al hijo de tu señor.  Tú, pues, le labrarás las tierras, tú con tus hijos y tus siervos, y almacenarás los frutos, para que el hijo de tu señor tenga pan para comer; pero Mefi-boset el hijo de tu señor comerá siempre a mi mesa. Y tenía Siba quince hijos y veinte siervos.  Y respondió Siba al rey: Conforme a todo lo que ha mandado mi señor el rey a su siervo, así lo hará tu siervo. Mefi-boset, dijo el rey, comerá a mi mesa, como uno de los hijos del rey.  Y tenía Mefi-boset un hijo pequeño, que se llamaba Micaía. Y toda la familia de la casa de Siba eran siervos de Mefi-boset.  Y moraba Mefi-boset en Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey; y estaba lisiado de ambos pies”.

Le dice David al Siervo a quien haga yo misericordia de Dios porque la misericordia proviene de Dios. El fruto del Espíritu Santo son las buenas obras.

Ese hombre era lisiado de los pies y era inmundo ante la sociedad y él mismo se sentía así.

Que diría Mefiboset el enemigo de mi abuelo me llama y seguro pensó que lo iba a matar. Pero por el contrario le devolvió las tierras y le dijo tu comerás siempre en la mesa del rey. Esa es la misericordia de Dios.

Se sentía como un perro muerto. El enemigo dice que no somos nada, pero es un mentiroso porque somos hijos de un gran Rey.

David le puso gente que le sirviera.

“Comerá a mi mesa como hijo del rey” como se alborota la tierra cuando el siervo es eleva a categoría de hijo del rey. Como se alborota la tierra cuando Dios coge lo vil y menospreciado y lo pone en un buen lugar.
Por el amor que David tenía a Jonatán Dios hizo misericordia, por el amor que Dios tenía por David y por ese mismo amor Salomón hijo de David tuvo las promesas de Dios. Dios hizo pacto con David y le dijo que siempre habría rey en su trono y ese rey que vive para siempre se llama Jesucristo rey de reyes y Señor de señores. Y por amor al rey Jesucristo Dios dice en su palabra en el salmo 1: 6 – 7: “Mi hijo eres tú yo te he engendrado hoy y te daré por herencia las naciones”. Si David por amor de Jonatán tuvo misericordia de este hombre, si Dios por amor de David tuvo misericordia de Salomón, Dios por el amor de Jesucristo porque le amamos a él, Dios tiene misericordia de cada uno de nosotros. Ese es el pacto eterno. 

Todos los que se acercaban a Jesús le imploraban: “Jesús ten misericordia de m.”

Un leproso que estaba lleno de llagas desde la cabeza hasta los pies, dicen que Jesús no hacía acepción de personas pues el vino a marcar la diferencia, Jesús pasaba en medio de ellos, no decía:  “Si yo me le acerco se me pega esa enfermedad”. Decían que los que tocaban el borde de su manto eran libres y eran sanos, bendito sea su nombre. 

Dicen que los sacerdotes no podían entrar donde había muertos así fuera la mamá porque quedaban impuros, Jesús iba a muerto físicos y espirituales y ante su voz recobraban vida y Dios les levantaba. Cuando Lázaro, cuando aquella niña  y Jesús le dijo Talita Cumi.

Jesús vino a cumplir la ley y amostrar misericordia. Dios nos ha mostrado lo que quiere de nosotros hacer justicia, misericordia y ser humilde ante él.

Marcos 5: 21 – 34

“Pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió alrededor de él una gran multitud; y él estaba junto al mar.  Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies,  y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá.  Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban.  Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre,  y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor,  cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto.  Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva.  Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.  Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos? Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?  Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto.  Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.  Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; vé en paz, y queda sana de tu azote”.

¿Por qué seguían a Jesús? Por los milagros, porque sabían que en él había respuesta, pero no lo seguían por lo que era realmente y se iban con los milagros como los leprosos que fueron 10 los sanados y solo uno fue a darle gracias.

Dentro de este remanente quiero pensar y creer que estamos buscando a Dios por lo que él es, no solo por sus milagros sino por lo que Dios nos ha dado. Y si por algo estamos acá es porque sabemos que él sabe que es lo mejor para nuestras vidas. Que unas veces Dios dice sí y otras dice no, pero que nosotros podamos amarlo con todo el corazón.

Los milagros pasan, pero ¿qué de nuestras almas? Dios nos pude dar riquezas y todos los bienes materiales que queremos y anhelamos en este momento, ¿pero qué si nuestra alma se pierde?

La mujer de que habla este pasaje llevaba 12 años y solo ella sabía su sufrimiento. Quizás no tienes  flujo de sangre, pero, quizás tu corazón se siente dolido. 

Cuanto rechazo de la sociedad, qué puede ser peor que uno creerse lo que le dicen, creer lo que la sociedad nos dice, que se burlan porque buscamos de Dios o porque no tenemos tanto materialmente como lo tiene ellos. Qué cosa peor que endurecer el corazón y no recibir corrección y decir que estamos bien y que estamos haciendo las cosas bien, pero no queremos que nadie nos diga nada, no queremos recibir el consejo de nadie porque pensamos que es el hombre, pero no miramos que es Dios que quiere lo mejor para nuestras vidas, qué cosa peor que un corazón endurecido, un corazón que no se asombre de los milagros de Dios, que no se asombre de su palabra. ¿Qué cosa peor que la muerte espiritual y no sentir la presencia de Dios, que no palpitar cuando se canta una alabanza, que uno no estremecerse en su presencia?
Que cuando se expone su palabra digamos es pura emoción, ¿qué peor que esto?

Dice el 27 que tocó el manto de Jesús. No se quedó quieta sabía que en Dios encontraba respuesta. Piensa en este momento en las respuestas que Dios te ha dado en muchas ocasiones. Esta mujer no se quedó quieta, ella pensó:  en Jesús hay respuesta.

En el 28 dice: “si tocara siquiera su manto seré salva”. No decía si tocara su mano u otra parte del cuerpo, n, pensó en el manto. Dios llamó a esa mujer desde la multitud porque la fe que había en esa mujer era grande, ella sabía, a ella no le dio vergüenza. Ella dijo: “ya no más esta situación”. Ella tomó una actitud en tu vida de no seguir con la misma condición.

Esa mujer dijo “Llevo doce años cargando este azote, pero ya no más, en Jesús hay respuesta”. Esta mujer no tuvo que hacer nada solo tuvo que creer y creer es obedecer a su palabra.

La palabra de Dios no es letra muerta. Es locura para el mundo, pero poder de Dios para los que creen. Estamos vivos por esta palabra y somos sanos por esta palabra.

Como en la mujer sirofenicia que dicen que Jesús la ignoró, pero era la prueba que Dios estaba haciendo en esa mujer. Así nosotros a veces sentimos los silencios de Dios. Muchas veces Dios guarda silencio, pero él está trabajando, probando nuestra fe.

La fe de la mujer sirofenicia fue una fe atrevida que  no se dejó amilanar, porque ella sabía que en el manto de Jesús hay misericordia, sabía que Jesús era  un Dios de misericordia.

Sigue diciendo la palabra: “¿Quién ha tocado mis vestidos?” Qué había en el manto de Jesús. Vamos ver que había en el manto de Jesús vamos a:

Isaías: 61: 3

“…a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya”. 

Manto de alegría. En la alabanza cantamos que este gozo que yo tengo en mi alma solo Cristo me lo puede dar, y terminamos que felicidad, que alegría. 

Cuando entramos en la presencia de Dios, podemos llegar cansados y con muchos problemas, pero tenemos que salir diferentes. 

Miremos lo que dice en el 10: “En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas”.

Me justificó. La ofrenda por nuestros pecados es Jesucristo, es su sangre, es la ofrenda por la cual podemos entrar al lugar santísimo e implorar su misericordia. Dios nos pone hermosos para él.

En Marcos 5 sigue diciendo: “quien me ha tocado” la mujer se postró delante de él y le contó la verdad y Cristo la llamó hija, no la llamó esclava ni le dijo que era una mujer impura sino que le dijo hija. Esta mujer fue una mujer valiente. Dios la llamó hija. Hay muchos hombres y mujeres en el mundo que han nacido con defectos físicos por ejemplo un hombre, Tony Meléndez, que nació sin pies y toca  guitarra para Dios y decía no digas nunca que no puedes. Nosotros estamos completos, ese hombre no tiene manos pero él dice: Dios me ve perfecto. Sea que estemos como estemos que todo lo que hagamos lo hagamos para la gloria de Dios.

Cuantas personas nacen con defectos y uno los ve felices brincando en la cama de un hospital, niños que nacen muy enfermos y lucha por vivir, tienen ganas de vivir porque Dios ha soplando aliento de vida sobre ellos.

Dios ha soplado aliento de vida sobre nosotros, nos ha dado motivos para vivir, nos ha dado motivos para seguir luchando. Cuántos en nuestra familia están en depresión, cuántos en nuestras familias no conocen el Dios vivo, el Dios Todopoderoso que nosotros tenemos, un Dios que sana, un Dios que liberta.

Promesa de Dios en nuestras vidas Jeremías 31: 3:

“…Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”.

Jeremías 30: 12 – 17

“Porque así ha dicho Jehová: Incurable es tu quebrantamiento, y dolorosa tu llaga.  No hay quien juzgue tu causa para sanarte; no hay para ti medicamentos eficaces.  Todos tus enamorados te olvidaron; no te buscan; porque como hiere un enemigo te herí, con azote de adversario cruel, a causa de la magnitud de tu maldad y de la multitud de tus pecados.  ¿Por qué gritas a causa de tu quebrantamiento? Incurable es tu dolor, porque por la grandeza de tu iniquidad y por tus muchos pecados te he hecho esto.  Pero serán consumidos todos los que te consumen; y todos tus adversarios, todos irán en cautiverio; hollados serán los que te hollaron, y a todos los que hicieron presa de ti daré en presa.  Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda”.

Muchas veces te has sentido menospreciado por tu familia, por tu esposa. Pero Dios dice que nos da sanidad.

Dile a Dios: yo hoy toco tu manto, recibo tu sanidad.  No te alejes de Jesús. Yo tomo hoy lo que Dios me ha dicho.