sábado, 18 de octubre de 2014

El borde de su manto



Levítico 21: 17-24

Habla a Aarón y dile: Ninguno de tus descendientes por sus generaciones, que tenga algún defecto, se acercará para ofrecer el pan de su Dios.  Porque ningún varón en el cual haya defecto se acercará; varón ciego, o cojo, o mutilado, o sobrado,  o varón que tenga quebradura de pie o rotura de mano,  o jorobado, o enano, o que tenga nube en el ojo, o que tenga sarna, o empeine, o testículo magullado.  Ningún varón de la descendencia del sacerdote Aarón, en el cual haya defecto, se acercará para ofrecer las ofrendas encendidas para Jehová. Hay defecto en él; no se acercará a ofrecer el pan de su Dios.  Del pan de su Dios, de lo muy santo y de las cosas santificadas, podrá comer.  Pero no se acercará tras el velo, ni se acercará al altar, por cuanto hay defecto en él; para que no profane mi santuario, porque yo Jehová soy el que los santifico.  Y Moisés habló esto a Aarón, y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel”.

En el Antiguo Pacto sucedía que personas que tenían defecto no podía presentarse delante del altar de Dios, no podía ministrar las cosas sagradas de Dios.

Nuestra sociedad tiene tantas personas en esta condición. Lo primero cuando vamos a tener un bebé es desear que llegue completo y sano.

Tal vez Zaqueo era muy  pequeño la Escritura dice que era un hombre de baja estatura, Jesús tuvo misericordia de él y de las personas que tienen defectos, Jesús marcó una diferencia.

Levítico 13: 45- 46

Y el leproso en quien hubiere llaga llevará vestidos rasgados y su cabeza descubierta, y embozado pregonará: ¡Inmundo! ¡Inmundo! Todo el tiempo que la llaga estuviere en él, será inmundo; estará impuro, y habitará solo; fuera del campamento será su morada”.

Es muy fácil para algunos decir hagan lo que dice la palabra, pero se imaginan ¿una persona de esas cómo se sentirá?

Cuantas personas con defectos físicos y la gente hace burla aun en los colegios: que porque es gordo, que porque tiene gafas, tanto matoneo y tantas cosas que se ven hoy en día. En la misma sociedad que si no tienes 90 – 60 – 90; que no puedes salir en el noticiero como presentadora si no tienes unas curvas. Estas cosas ocurren desde los mismos jardines infantiles.

Dice la escritura que este leproso tenía que estar aislado de la gente. Cuántas veces nos sentimos solos aun teniendo nuestras familias,  estas personas no podía ir a ninguna parte, todo era inmundo hasta los muebles donde ellos se sentaban, los utensilios, estaban alejados de la sociedad como el endemoniado gadareno que estaba alejado de la sociedad, pero Cristo rompió esas cadenas en ese endemoniado.

Levítico 15: 19

“Cuando la mujer tuviere flujo de sangre, y su flujo fuere en su cuerpo, siete días estará apartada; y cualquiera que la tocare será inmundo hasta la noche”.

No solamente ella era inmunda sino quien se le acercara.

En el 25 y 26

“Y la mujer, cuando siguiere el flujo de su sangre por muchos días fuera del tiempo de su costumbre, o cuando tuviere flujo de sangre más de su costumbre, todo el tiempo de su flujo será inmunda como en los días de su costumbre. Toda cama en que durmiere todo el tiempo de su flujo, le será como la cama de su costumbre; y todo mueble sobre que se sentare, será inmundo, como la impureza de su costumbre”.

 Solo Dios conoce el dolor de las personas que están personas, como la persona de este grupo que tenía lupus y que Dios la sanó, solo Dios sabe cómo se sentía ella.

Todo esto que Dios trae es para que nosotros podamos entender que toda esa gente que tenía enfermedades, que tenía discapacidades estaba alejada de la gracia de Dios, no podía ministrar nada, pero en Jesucristo nosotros somos esos cojos, esos paralíticos, esos ciegos que Dios nos llama y nos hace sentar en la mesa.

I Samuel 20: 15 - 17

y no apartarás tu misericordia de mi casa para siempre. Cuando Jehová haya cortado uno por uno los enemigos de David de la tierra, no dejes que el nombre de Jonatán sea quitado de la casa de David.  Así hizo Jonatán pacto con la casa de David, diciendo: Requiéralo Jehová de la mano de los enemigos de David.  Y Jonatán hizo jurar a David otra vez, porque le amaba, pues le amaba como a sí mismo”.

Jonatán estaba haciendo una petición a David y ese día Jonatán y David hicieron un pacto.

Cuando llegó la noticia de que Saúl y Jonatán habían sido muertos, dicen que Jonatán tenía un hijo de 5 años que se llamaban Mefiboset. Dicen que cuando iban a huir la nodriza lo dejo caer y quedó lisiado de ambos pies.

Un día dice David: “¿A quién puedo yo hacer misericordia de la casa de Jonatán, de la casa de Saúl? David no tenía sede venganza, siempre dejó la venganza en Dios. Muchas veces Dios le presentó a Saúl para que él tomara venganza de sus propios enemigos y él siempre dejó la venganza en manos del Señor.

II Samuel 9: 1- 13

“Dijo David: ¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia por amor de Jonatán? Y había un siervo de la casa de Saúl, que se llamaba Siba, al cual llamaron para que viniese a David. Y el rey le dijo: ¿Eres tú Siba? Y él respondió: Tu siervo. El rey le dijo: ¿No ha quedado nadie de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia de Dios? Y Siba respondió al rey: Aún ha quedado un hijo de Jonatán, lisiado de los pies.  Entonces el rey le preguntó: ¿Dónde está? Y Siba respondió al rey: He aquí, está en casa de Maquir hijo de Amiel, en Lodebar.  Entonces envió el rey David, y le trajo de la casa de Maquir hijo de Amiel, de Lodebar.  Y vino Mefi-boset, hijo de Jonatán hijo de Saúl, a David, y se postró sobre su rostro e hizo reverencia. Y dijo David: Mefi-boset. Y él respondió: He aquí tu siervo.  Y le dijo David: No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre a mi mesa.  Y él inclinándose, dijo: ¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?  Entonces el rey llamó a Siba siervo de Saúl, y le dijo: Todo lo que fue de Saúl y de toda su casa, yo lo he dado al hijo de tu señor.  Tú, pues, le labrarás las tierras, tú con tus hijos y tus siervos, y almacenarás los frutos, para que el hijo de tu señor tenga pan para comer; pero Mefi-boset el hijo de tu señor comerá siempre a mi mesa. Y tenía Siba quince hijos y veinte siervos.  Y respondió Siba al rey: Conforme a todo lo que ha mandado mi señor el rey a su siervo, así lo hará tu siervo. Mefi-boset, dijo el rey, comerá a mi mesa, como uno de los hijos del rey.  Y tenía Mefi-boset un hijo pequeño, que se llamaba Micaía. Y toda la familia de la casa de Siba eran siervos de Mefi-boset.  Y moraba Mefi-boset en Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey; y estaba lisiado de ambos pies”.

Le dice David al Siervo a quien haga yo misericordia de Dios porque la misericordia proviene de Dios. El fruto del Espíritu Santo son las buenas obras.

Ese hombre era lisiado de los pies y era inmundo ante la sociedad y él mismo se sentía así.

Que diría Mefiboset el enemigo de mi abuelo me llama y seguro pensó que lo iba a matar. Pero por el contrario le devolvió las tierras y le dijo tu comerás siempre en la mesa del rey. Esa es la misericordia de Dios.

Se sentía como un perro muerto. El enemigo dice que no somos nada, pero es un mentiroso porque somos hijos de un gran Rey.

David le puso gente que le sirviera.

“Comerá a mi mesa como hijo del rey” como se alborota la tierra cuando el siervo es eleva a categoría de hijo del rey. Como se alborota la tierra cuando Dios coge lo vil y menospreciado y lo pone en un buen lugar.
Por el amor que David tenía a Jonatán Dios hizo misericordia, por el amor que Dios tenía por David y por ese mismo amor Salomón hijo de David tuvo las promesas de Dios. Dios hizo pacto con David y le dijo que siempre habría rey en su trono y ese rey que vive para siempre se llama Jesucristo rey de reyes y Señor de señores. Y por amor al rey Jesucristo Dios dice en su palabra en el salmo 1: 6 – 7: “Mi hijo eres tú yo te he engendrado hoy y te daré por herencia las naciones”. Si David por amor de Jonatán tuvo misericordia de este hombre, si Dios por amor de David tuvo misericordia de Salomón, Dios por el amor de Jesucristo porque le amamos a él, Dios tiene misericordia de cada uno de nosotros. Ese es el pacto eterno. 

Todos los que se acercaban a Jesús le imploraban: “Jesús ten misericordia de m.”

Un leproso que estaba lleno de llagas desde la cabeza hasta los pies, dicen que Jesús no hacía acepción de personas pues el vino a marcar la diferencia, Jesús pasaba en medio de ellos, no decía:  “Si yo me le acerco se me pega esa enfermedad”. Decían que los que tocaban el borde de su manto eran libres y eran sanos, bendito sea su nombre. 

Dicen que los sacerdotes no podían entrar donde había muertos así fuera la mamá porque quedaban impuros, Jesús iba a muerto físicos y espirituales y ante su voz recobraban vida y Dios les levantaba. Cuando Lázaro, cuando aquella niña  y Jesús le dijo Talita Cumi.

Jesús vino a cumplir la ley y amostrar misericordia. Dios nos ha mostrado lo que quiere de nosotros hacer justicia, misericordia y ser humilde ante él.

Marcos 5: 21 – 34

“Pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió alrededor de él una gran multitud; y él estaba junto al mar.  Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies,  y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá.  Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban.  Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre,  y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor,  cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto.  Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva.  Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.  Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos? Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?  Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto.  Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.  Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; vé en paz, y queda sana de tu azote”.

¿Por qué seguían a Jesús? Por los milagros, porque sabían que en él había respuesta, pero no lo seguían por lo que era realmente y se iban con los milagros como los leprosos que fueron 10 los sanados y solo uno fue a darle gracias.

Dentro de este remanente quiero pensar y creer que estamos buscando a Dios por lo que él es, no solo por sus milagros sino por lo que Dios nos ha dado. Y si por algo estamos acá es porque sabemos que él sabe que es lo mejor para nuestras vidas. Que unas veces Dios dice sí y otras dice no, pero que nosotros podamos amarlo con todo el corazón.

Los milagros pasan, pero ¿qué de nuestras almas? Dios nos pude dar riquezas y todos los bienes materiales que queremos y anhelamos en este momento, ¿pero qué si nuestra alma se pierde?

La mujer de que habla este pasaje llevaba 12 años y solo ella sabía su sufrimiento. Quizás no tienes  flujo de sangre, pero, quizás tu corazón se siente dolido. 

Cuanto rechazo de la sociedad, qué puede ser peor que uno creerse lo que le dicen, creer lo que la sociedad nos dice, que se burlan porque buscamos de Dios o porque no tenemos tanto materialmente como lo tiene ellos. Qué cosa peor que endurecer el corazón y no recibir corrección y decir que estamos bien y que estamos haciendo las cosas bien, pero no queremos que nadie nos diga nada, no queremos recibir el consejo de nadie porque pensamos que es el hombre, pero no miramos que es Dios que quiere lo mejor para nuestras vidas, qué cosa peor que un corazón endurecido, un corazón que no se asombre de los milagros de Dios, que no se asombre de su palabra. ¿Qué cosa peor que la muerte espiritual y no sentir la presencia de Dios, que no palpitar cuando se canta una alabanza, que uno no estremecerse en su presencia?
Que cuando se expone su palabra digamos es pura emoción, ¿qué peor que esto?

Dice el 27 que tocó el manto de Jesús. No se quedó quieta sabía que en Dios encontraba respuesta. Piensa en este momento en las respuestas que Dios te ha dado en muchas ocasiones. Esta mujer no se quedó quieta, ella pensó:  en Jesús hay respuesta.

En el 28 dice: “si tocara siquiera su manto seré salva”. No decía si tocara su mano u otra parte del cuerpo, n, pensó en el manto. Dios llamó a esa mujer desde la multitud porque la fe que había en esa mujer era grande, ella sabía, a ella no le dio vergüenza. Ella dijo: “ya no más esta situación”. Ella tomó una actitud en tu vida de no seguir con la misma condición.

Esa mujer dijo “Llevo doce años cargando este azote, pero ya no más, en Jesús hay respuesta”. Esta mujer no tuvo que hacer nada solo tuvo que creer y creer es obedecer a su palabra.

La palabra de Dios no es letra muerta. Es locura para el mundo, pero poder de Dios para los que creen. Estamos vivos por esta palabra y somos sanos por esta palabra.

Como en la mujer sirofenicia que dicen que Jesús la ignoró, pero era la prueba que Dios estaba haciendo en esa mujer. Así nosotros a veces sentimos los silencios de Dios. Muchas veces Dios guarda silencio, pero él está trabajando, probando nuestra fe.

La fe de la mujer sirofenicia fue una fe atrevida que  no se dejó amilanar, porque ella sabía que en el manto de Jesús hay misericordia, sabía que Jesús era  un Dios de misericordia.

Sigue diciendo la palabra: “¿Quién ha tocado mis vestidos?” Qué había en el manto de Jesús. Vamos ver que había en el manto de Jesús vamos a:

Isaías: 61: 3

“…a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya”. 

Manto de alegría. En la alabanza cantamos que este gozo que yo tengo en mi alma solo Cristo me lo puede dar, y terminamos que felicidad, que alegría. 

Cuando entramos en la presencia de Dios, podemos llegar cansados y con muchos problemas, pero tenemos que salir diferentes. 

Miremos lo que dice en el 10: “En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas”.

Me justificó. La ofrenda por nuestros pecados es Jesucristo, es su sangre, es la ofrenda por la cual podemos entrar al lugar santísimo e implorar su misericordia. Dios nos pone hermosos para él.

En Marcos 5 sigue diciendo: “quien me ha tocado” la mujer se postró delante de él y le contó la verdad y Cristo la llamó hija, no la llamó esclava ni le dijo que era una mujer impura sino que le dijo hija. Esta mujer fue una mujer valiente. Dios la llamó hija. Hay muchos hombres y mujeres en el mundo que han nacido con defectos físicos por ejemplo un hombre, Tony Meléndez, que nació sin pies y toca  guitarra para Dios y decía no digas nunca que no puedes. Nosotros estamos completos, ese hombre no tiene manos pero él dice: Dios me ve perfecto. Sea que estemos como estemos que todo lo que hagamos lo hagamos para la gloria de Dios.

Cuantas personas nacen con defectos y uno los ve felices brincando en la cama de un hospital, niños que nacen muy enfermos y lucha por vivir, tienen ganas de vivir porque Dios ha soplando aliento de vida sobre ellos.

Dios ha soplado aliento de vida sobre nosotros, nos ha dado motivos para vivir, nos ha dado motivos para seguir luchando. Cuántos en nuestra familia están en depresión, cuántos en nuestras familias no conocen el Dios vivo, el Dios Todopoderoso que nosotros tenemos, un Dios que sana, un Dios que liberta.

Promesa de Dios en nuestras vidas Jeremías 31: 3:

“…Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”.

Jeremías 30: 12 – 17

“Porque así ha dicho Jehová: Incurable es tu quebrantamiento, y dolorosa tu llaga.  No hay quien juzgue tu causa para sanarte; no hay para ti medicamentos eficaces.  Todos tus enamorados te olvidaron; no te buscan; porque como hiere un enemigo te herí, con azote de adversario cruel, a causa de la magnitud de tu maldad y de la multitud de tus pecados.  ¿Por qué gritas a causa de tu quebrantamiento? Incurable es tu dolor, porque por la grandeza de tu iniquidad y por tus muchos pecados te he hecho esto.  Pero serán consumidos todos los que te consumen; y todos tus adversarios, todos irán en cautiverio; hollados serán los que te hollaron, y a todos los que hicieron presa de ti daré en presa.  Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda”.

Muchas veces te has sentido menospreciado por tu familia, por tu esposa. Pero Dios dice que nos da sanidad.

Dile a Dios: yo hoy toco tu manto, recibo tu sanidad.  No te alejes de Jesús. Yo tomo hoy lo que Dios me ha dicho.

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