jueves, 20 de noviembre de 2014

Una gran ausencia



I Samuel 15: 1 – 11

Después Samuel dijo a Saúl: Jehová me envió a que te ungiese por rey sobre su pueblo Israel; ahora, pues, está atento a las palabras de Jehová.  Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo castigaré lo que hizo Amalec a Israel al oponérsele en el camino cuando subía de Egipto. Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos.  Saúl, pues, convocó al pueblo y les pasó revista en Telaim, doscientos mil de a pie, y diez mil hombres de Judá.  Y viniendo Saúl a la ciudad de Amalec, puso emboscada en el valle.  Y dijo Saúl a los ceneos: Idos, apartaos y salid de entre los de Amalec, para que no os destruya juntamente con ellos; porque vosotros mostrasteis misericordia a todos los hijos de Israel, cuando subían de Egipto. Y se apartaron los ceneos de entre los hijos de Amalec.  Y Saúl derrotó a los amalecitas desde Havila hasta llegar a Shur, que está al oriente de Egipto.  Y tomó vivo a Agag rey de Amalec, pero a todo el pueblo mató a filo de espada.  Y Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas y del ganado mayor, de los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir; mas todo lo que era vil y despreciable destruyeron.  Y vino palabra de Jehová a Samuel, diciendo: Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y se apesadumbró Samuel, y clamó a Jehová toda aquella noche”.

Dios nos ha ungido con su Santo Espíritu y esto nos capacita para obedecer. ¿Por  qué se ve ala usencia de Dios para obedecer? 

Dios quiere que nos afirmemos con él de una vez por todas, que caminemos como el Espíritu Santo de Dios nos manda.

Dios le mando a Saúl a destruir  todo  porque Amalec no los dejó pasar por sus tierras y no les quiso dar ni agua, entonces Dios los quería castigar por eso. Dios no quiere que toquen sus hijos. Dios se levanta contra los que nos agravian y nos desprecian.

Dios quiere que a la guerra espiritual vengamos con toda porque el enemigo si viene con toda. No podemos venir a distraernos, sino a batallar en lo espiritual. Esa angustia, esa tristeza, esa depresión tiene que caer.

Cuando Dios tiene un juicio contra alguien, nadie se puede meter. Y si Dios tiene algo a favor nuestro nadie, ni siquiera nosotros mismos nos podemos oponer.

A veces le pedimos al Señor que nos haga justicia y que pelee con nosotros y cuando lo hace nos metemos. Cuando Dios tiene un juicio contra alguien nosotros no nos podemos meter porque nos va mal a nosotros. Porque esa persona ya había recibido advertencia por parte de Dios y por medio de alguna persona, un sueño o cualquier otro medio.

Saúl con la palabra de Dios grabada en su corazón  y haciendo todo lo contrario a lo que Dios le mandó y dejo vivo al rey.  Nosotros a veces hacemos lo mismo.

A veces permitimos a Dios llegar hasta cierta parte de nuestras vidas, sabiendo que le dijimos que él era nuestro Señor y mandaba en toda nuestra vida.

Saúl perdonó lo más agradable cuando para Dios todo era vil y despreciable.  

No tenemos disculpas para no obedecer a Dios pues hemos sido ungidos por el Espíritu Santo para poder obedecer.

Qué ausencia de Dios hay en nuestras vidas que no nos permite hacer y vivir su palabra, que no nos deja fluir ni avanzar espiritualmente.

Saltemos al versículo 22

Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros”.    
 
A Dios le gusta que lo adoremos y que nos reunamos, pero en vano lo hacemos si no le obedecemos 

En el 23

Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey”.

La desobediencia es como la adivinación o como cualquier otro pecado.

Obedecer es lo mejor que los sacrificios. Se complac3e más en que vengamos acá a adorar.

Saúl no fue escogido porque Dios quería tener un rey para Israel, Saúl fue escogido porque el pueblo quería un rey, anteriormente el pueblo de Israel era gobernado por jueces, por profetas.

I Samuel 16: 14 – 17

“El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová.  Y los criados de Saúl le dijeron: He aquí ahora, un espíritu malo de parte de Dios te atormenta.  Diga, pues, nuestro señor a tus siervos que están delante de ti, que busquen a alguno que sepa tocar el arpa, para que cuando esté sobre ti el espíritu malo de parte de Dios, él toque con su mano, y tengas alivio.  Y Saúl respondió a sus criados: Buscadme, pues, ahora alguno que toque bien, y traédmelo”.

Se salió de la cobertura de Dios y vino el enemigo a atormentar.

Dios vino para darnos vida y vida en abundancia. ¿Por qué no estamos viviendo en esa abundancia? Si nos salimos de la cobertura de Dios viene otro.

¿Qué ausencia tiene usted que el Espíritu Santo no fluye en usted?

Si has perdido la paz en estos días vuelva a recuperarla Dios lo levanta.

Lo más horrible que nos puede pasar es creer que Dios está ahí, pero no está.

II Samuel 11: 1 – 4

Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los amonitas, y sitiaron a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén. Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa.  Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo.  Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa”.

Samuel no fue a la guerra cuando tenía que ir. 

Nosotros somos reyes y Dios nos dice que tenemos que estar en las reuniones de guerra espiritual.
¿Cuántas veces Dios te dice ve a la guerra y hay mil disculpas?

Cuando bajamos los niveles de oración y dejamos de guerrear, viene el enemigo con la adversidad y la tentación.

David estaba en ocio, estaba desocupado. 

Si nos metemos en oración, en comunicación con Dios. Él nos revela todo.

Satanás no conoce la vergüenza, no conoce la misericordia. 

David estaba perdiendo el tiempo en un terrado mirando una mujer casada cuando debería estar guerreando.

David ya sabía que era casada cuando la mandó a llamar, muchas veces sabemos lo que a Dios le ofende y sin embargo lo hacemos.

Abusó del derecho que tenía como rey, nosotros abusamos de lo mismo y de ser hijos de Dios para darnos canitas al aire. 

Ella no fue capaz de decirle al rey que no. A qué no somos capaz de decirle nosotros que no.

Cuantas veces pecamos sabiendo que a Dios no le agrada lo que hicimos.

Jueces 13: 1

“Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de los filisteos por cuarenta años”.

Y nosotros decimos ¿por qué tanto tiempo yo en esta prueba?

Tenían una gran ausencia de la bendición de Dios porque Dios los entregó durante 40 años. Cuando nos salimos de la cobertura del Señor el Señor se queda quieto y el enemigo viene y barre con nosotros. 

Salmo 51 10 -13

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente. Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, Y los pecadores se convertirán a ti”.

¿Cómo sería la ausencia que vivió David, que vemos acá la súplica que lanzó. La súplica de David era: Cambia mi actitud.

Cuando el Espíritu Santo de Dios “se apaga” se siente tristeza, angustia, vacío y ausencia.

El Espíritu de Dios no se va, se contrista pero es como si se fuera, porque no hay gozo en nosotros. 

Vuélveme el gozo, que la tristeza no se enseñoree de nosotros, que tu palabra sea refrigerio para nosotros.

Cuando me vuelvo a Dios el Espíritu nos da palabra para hablarle a otro.

Oseas 2: 14

“Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón”.

Dios nos lleva a un desierto para que entremos en razón y nos habla al corazón. 

Ezequiel 22: 33

Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé”.

Es posible que estemos llevados por el derrotismo y por eso Dios no encuentra estas personas que hagamos vallado. Dios quiere que hagamos ese vallado, Dios está buscando quien lo haga. 

Isaías 10: 4

Sin mí se inclinarán entre los presos, y entre los muertos caerán. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida”.

Sin la presencia de Dios nos inclinamos ante lo que hace el mundo.

Juan 15: 5

Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”.

Sin la presencia de Dios nada somos

domingo, 16 de noviembre de 2014

Está determinado



Dios dice: “Está determinado”. Vamos a ver qué es lo que está determinado.

Job 23: 13-15

“Pero si él determina una cosa, ¿quién lo hará cambiar? Su alma deseó, e hizo.  El, pues, acabará lo que ha determinado de mí; y muchas cosas como estas hay en él.  Por lo cual yo me espanto en su presencia; cuando lo considero, tiemblo a causa de él”.

Dios ha determinado de usted todo eso  en Cristo Jesús. El acabará eso, porque él no es un Dios de brochazos. 

Me espanto, pero no de miedo sino de las maravillas de Dios porque está determinado que él puede hacer algo grande. Lo ha hecho y lo hará siempre y cuando nosotros le creamos.

 Los demonios también consideran lo que Dios ha determinado sobre ti, las grandes bendiciones, entonces también ponen los grandes obstáculos para que usted no llegue a eso, pero Dios nos dice que en él somos uno y que con él vamos a deshacer todas esas obras del enemigo.  En el salmo 108: 13 dice: “En Dios haremos proezas, y él hollará a nuestros enemigos”. Esto es lo que está determinado.

Hay tres cosas que están determinadas para el pueblo de Dios y eso no lo cambia nadie.

1.      Esta determinada la Salvación

Salmo 149

Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo; hermoseará a los humildes con la salvación. Regocíjense los santos por su gloria, y canten aun sobre sus camas. Exalten a Dios con sus gargantas, y espadas de dos filos en sus manos”,

Yahvé, Dios dice que está determinado para cada uno de nosotros y que él tiene contentamiento en  su pueblo. 

Bíblicamente humildad es dependencia de Dios. La soberbia no tiene estrato social. Los humildes somos los que reconocemos nuestros errores.

La verdadera humildad es obedecer la bendita palabra de Yahvé Dios.

Además podemos obedecer por el poder de Dios. Confesamos los pecados a Dios y le pedimos que nos dé el poder para apartarnos de él, porque en nuestras fuerzas es muy difícil o imposible hacerlo.

Cuando se habla de santos se habla de nosotros los que estamos separados para Dios y por Dios. Los santos son los que obedecen la palabra de Dios.

Salmo 16: 3 dice para los santos que están en la tierra. 

El único que derramó su sangre por nosotros fue nuestro Señor Jesucristo, está determinado que nosotros somos sus santos.

Todas las alabanzas que cantamos son basadas en la palabra de Dios y exaltando al Hijo de Dios el cual merece toda la gloria, la honra y la alabanza.

Está determinada la salvación, si nacimos de nuevo no la perdemos por nada.

2.      Está determinada la perfección.

Pero cómo se puede ver la perfección. Está determinada la salvación y también que podemos llegar a la estatura de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A eso hay que apuntarle porque Dios viene por una iglesia sin mancha y sin arruga, hombres y mujeres totalmente transformados por el poder del Espíritu Santo.

Salmos 16: 11

Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre”.

Ya sabemos quién es el camino la verdad y la vida.

Está determinado en nosotros esa perfección, esa humildad y esa sencillez.

Los hijos de Dios somos diametralmente distintos a cualquiera. La palabra de Dios dice que Dios nos da siempre la victoria a través de Jesucristo y manifiesta en nosotros el olor de su conocimiento. Nos tienen que conocer en todas partes como hijos de Dios. Somos embajadores de Dios ante el mundo.

Hay que pedirle a Dios que nos ayude a salir de los errores, que nos levante en el hogar, en nuestros trabajos, que nos levante en todo.

II Timoteo 3: 16 – 17

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,  a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.

Dice que para que sea perfecto y nuestra perfección viene del Verbo de Dios. 

Si nos concentramos en la palabra de Dios, en lo que acá se dice, vamos alcanzando un grado de perfección.

Recordemos que no somos salvos por buenas obras. Hacemos las obras porque Jesucristo a través de su Espíritu Santo las hace en nosotros.  Jesucristo empezó la buena obra en nosotros y la terminará hasta que lleguemos a su estatura.

Santiago 1: 25

“Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace”.

Está determinado para que seamos perfectos, que miremos atentamente la palabra de Dios y perseveremos en ella. Cuando Dios nos hace una promesa hay que perseverar y creerle.

Ya no podemos ser oidores olvidadizos porque si nos equivocamos, el Espíritu Santo de Dios nos lo recuerda. De todas formas recordemos que caer para levantarse no es caer.

Si somos bienaventurados en lo que hacemos es que tenemos bendiciones a diestra y a siniestra y todo nos va a ayudar para bien, Romanos 8: 28 “a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan para bien”.

Esta determinada la victoria sobre mi vida. 

Ya tenemos la salvación ahora Cristo está formando el carácter suyo en mi vida y por lo tanto soy más que vencedor ante cualquier circunstancia.

Los hijos de Dios consultamos en oración.

Mateo 5: 48

Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.”

El mismo Jesucristo determinó la perfección en nosotros, a la imagen del Padre debemos ser nosotros.

3.      Esta determinado su presencia

Está determinado sobre mi vida la presencia de Dios y si yo tengo la presencia de Dios en mi vida ¿quién puede venir contra mí?

El pecado disminuye en gran manera la presencia de Dios.

Proverbios 10: 30

El justo no será removido jamás; pero los impíos no habitarán la tierra”.

Los impíos no vivirán bueno. El justo no será removido de la bendición que es en Cristo Jesús.

I Tesalonicenses 5: 16 – 24

Estad siempre gozosos.  Orad sin cesar.  Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.  No apaguéis al Espíritu.  No menospreciéis las profecías.  Examinadlo todo; retened lo bueno.  Absteneos de toda especie de mal.  Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará”.

Lo que trata de quitarnos Satanás siempre, es el gozo de nuestra salvación. 

Tenemos el gozo de nuestra salvación, de que Dios está en nuestras vidas y tenemos su presencia.

La frase está en imperativo, es una orden: “estad siempre gozosos”. Si usted no está gozoso, algo está pasando en su vida.

Nuestro gozo depende de una excelente relación con Dios, a través de la oración, de la meditación en su palabra.
 
Orar ejercita nuestra comunión con Dios.

Cuando usted tiene buena comunicación con Dios, eso lo mantiene a usted en gozo.

Cuando yo estoy en la presencia de Dios tengo gozo.

Darle gracias a Dios por todo no es fácil, pues a veces hay que dar gracias a Dios por lo que tenemos adverso como enfermedades y perdidas económicas. Darle gracias a Dios por la situación y si es adversa pedirle que la retire de nuestras vidas. Puede ser que Dios permita eso para que entremos en oración y pidamos en consecuencia con nuestras situaciones.

Con cada situación Dios tiene algo que enseñarnos, tiene algo que formar en nuestro carácter.
La palabra profética más valiosa es la palabra de Dios no la menos preciemos, que esa palabra nos da vida y esperanza.

Examine las cosas y extraiga lo bueno. 

En el versículo 22 dice que  nos podemos abstenernos del mal.

Debemos andar en perfección.

Cristo viene por segunda vez. En cualquier momento viene Jesucristo. Estad preparados. 

Eso ya está determinado que Cristo lo hará.

lunes, 3 de noviembre de 2014

El Reino de Dios



Cuando uno está en el reino de Dios es una alegría porque uno tiene un respaldo.

Cuando recibimos a Cristo en nuestro corazón cambiamos de reino, estábamos en el reino de las tinieblas y cuando recibimos a Cristo en nuestro Corazón entramos al reino de la luz, la luz admirable, la luz eterna, la luz de nuestro Señor Jesucristo.

Hay dos leyes de las cuales se desprenden todas las demás leyes en el reino de Dios, esta son fundamentales, son la obediencia y la fe.

El que nació de nuevo es natural que esté en estas dos leyes.

¿Cuál es primero la ley de la obediencia o la ley de la fe? La primera ley es la de la fe, fuimos engendrados por ella, alguien predicó la palabra de Dios y esa predicación produjo la fe para poder entrar en el reino y después viene la obediencia. Esto significa que el pecado más grande que podemos estar cometiendo es la incredulidad.

Jesucristo cuando estuvo en la tierra estuvo siempre convencido de que estaba en el reino de Dios. Recordemos la respuesta que dio cuando le preguntaros si era rey, dijo que sí, pero que su reino no era de este mundo.

En el reino de Dios todo es posible y todo es todo. Si Dios da una palabra y yo creo, eso se tiene que cumplir.

1.       ¿Qué es el reino de Dios y quién lo representa?

El reino de Dios es Dios manifestado en poder. 

Es como una fe irresistible. Lo que no puede resistir Satanás es cuando nosotros le creemos a Dios. Se cree a pesar de que las circunstancias sean adversas totalmente.

Para el que cree todo le es posible. No le podemos seguir creyendo a la enfermedad, no le podemos seguir creyendo a la ruina, no le podemos seguir creyendo a la división en los hogares. El reino de Dios es Dios manifestado en poder. 

Nosotros somos templos del Espíritu Santo qué hacemos viviendo de agache. No se nos olvide que cuando estamos en el reino de Dios estamos en contra del reino de las tinieblas.

Estoy en un reino distinto, estoy en el reino de Dios el cual es Dios manifestado en poder, para que salga de mi vida, de mi familia todo aquello que está estorbando.

Dice Ezequiel 22: 30 “Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé”.

En los hogares está pasando un montón de cosas y no hay hombre o mujer en la brecha.

En qué se diferencia alguien que esté en el reino de Dios y el que no esté. Se diferencia en el fruto del Espíritu Santo.

El que no ande con forme a la palabra de Dios no está en el reino de Dios. Es muy claro lo que dice en Corintios 3: 11 porque nadie puede poner otro fundamente al que está puesto en cual es Jesucristo. El que no ande conforme al Verbo de Dios está fuera. 

Siempre la carne se opone a las cosas espirituales. 

El reino de Dios no se mezcla con el de las tinieblas. Por ejemplo no participa en la fiesta del 31 de octubre.
¿Quién representa el reino de Dios? Lo representa primero Jesucristo y luego su iglesia porque es su cuerpo.
Jesucristo decía siempre la verdad, no se confabulaba con el pecado porque pertenecía a un reino diferente. Nosotros estamos en el reino de Dios, un reino diferente, nos asiste la fe del unigénito hijo de Dios y todo tiene que caer bajo la planta de nuestros pies.

Recordando: La Iglesia somos todos nosotros y los que de recto corazón adoran, en todo el mundo, el nombre de nuestro Señor Jesucristo, cada uno de nosotros somos templo del Espíritu Santo y este lugar es una casa de oración.

Lucas 17: 20 – 21

Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia,  ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros”.

El reino de Dios lo tenían al frente. Y para nosotros, el reino de Dios está en nuestro corazón. 

A veces estamos clamando por un milagro y el Señor lo hace, muchos no le dan gloria a Dios sino que dicen, por ejemplo cuando son sanos: “no eso fueron tales pastillas”.

Reciba los milagros que Dios le da porque usted también puede caminar sobre las aguas. Estamos un reino distinto que cuando todo parece tan adverso para Dios todo es posible.

Los judíos estaban esperando ver un ejército humano que los rescataran de los romanos. Isaías 64: 1: “Oh, si rompieses los cielos, y descendieras, y a tu presencia se escurriesen los montes”.

Dios anunció de muchas formas la venida del reino de Dios, pero estaban esperando otra cosa preconcebida por eso no creyeron. Por ejemplo se piensa que en grupos tan pequeños y sin un organigrama no puede estar Dios, por lo que muchos no creen en lo que hacemos, prefieren casas de oración grandes y rimbombantes, a sabiendas de que Jesucristo dijo: “donde hay dos o más reunidos en mi nombre ahí estoy en medio de ellos”.

Cuando pedimos un milagro, la estrategia es de Dios, se da como él quiere, pero que se da se da, pero si usted le cree, porque en el reino de Dios lo más importante es creer. 

I Corintios 1: 24

mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios”.

Jesucristo para los llamados, para los que estamos en el reino de Dios es poder y sabiduría, poder para que todas esa fortalezas se tengan que replegar y sabiduría para comportarnos en medio de una sociedad, saber llevar las situaciones.

Lucas 10: 17-21

Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.  Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.  He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.  Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó”.

En romanos 14:17 dice que el reino de Dios es justicia paz y gozo.

Estos setenta como estaban el reino de Dios vinieron con gozo. Para ellos fue un descubrimiento: en el reino de Dios los demonios se sujetan en el nombre de Jesucristo. Estaban experimentando las delicias del reino de Dios.

Es tanto el poder que tenemos en el reino de Dios que cae Satanás como un rayo.

Nótese que es en el nombre de Jesucristo no es en ningún otro nombre, en ninguno.

Mire la promesa “os doy poder sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará” Ese poder es dado a los que estamos en el reino de Dios.

Sin embargo hay que tener más alegría y felicidad de que nuestros nombres estén escritos en el reino de los cielos. Debemos estar alegres al entrar a este lugar y saber que nuestros nombres están escritos en el libro de la vida y que todas las tinieblas tienen que retroceder.

Nosotros podemos pasar todas las dificultades cuando estamos embriagados, no de vino, sino del Espíritu Santo, eso es lo que nos tiene en el reino de Dios, eso es lo que nos motiva y no hace más que vencedores.
Con razón esto es escondido a los sabios y entendidos porque esto es para los que creen, los que son como niños y creen. 

Cuando usted le cree a Dios usted le obedece y él dijo ore para que no entre en tentación, entonces tenemos que ser hombres y mujeres de oración.

2.       ¿cómo entrar y permanecer en el reino de Dios?

Es la tercera vez que Dios manda esta palabra como que nos dice: “la tercer vez que estoy tocando las puertas de tu corazón”.

Marcos 1: 15

“diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio”.

Y también proverbios 18: 13: “El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia”. Y proverbios 23: 26.

Así se entra en el reino de Dios: con arrepentimiento. Y el arrepentimiento viene cuando alguien predicó la palabra y le creó fe.

Primero confiesa, pero también se tiene que apartar.

 Miremos como permanecer:

I Juan 3: 8-9

 El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.  Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios”.

No podemos pecar porque estamos en un reino diferente, el reino de Dios.

I Juan 5:3-8

Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.  Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.  ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad.  Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.  Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan”.

Los mandamientos de Dios no son difíciles porque ya nacimos de nuevo y tenemos el Espíritu Santo de Dios habitando en nosotros.

No es disculpa que es que somos muy humanos porque dice que el que es nacido de Dios vence al mundo.
Con la fe podemos vencer en toda circunstancia.

Creer en Cristo es obedecer su palabra. Dios, a nosotros nos ha regalado mucha palabra para derrotar las tinieblas. Entonces, ¿Por qué las circunstancias se están enseñoreando de nosotros?

Cristo vino mediante agua significa que fue profetizado, el agua es la palabra y cuando habla de sangre está hablando del sacrificio.

Dios es uno con tres manifestaciones. 

En la tierra dan testimonio el Espíritu, el agua que es la palabra y la sangre que es el sacrificio y estos tres concuerdan.

Como estamos en el reino de Dios nosotros no nos podemos gobernar a nosotros mismos, otro nos gobierna.

I Corintios 15: 1-2

Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis;  por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano”.

Hay que retener para poder tener la salvación. Seremos salvos de todo de las situaciones y tendremos también la vida eterna.

Cuando venga el rapto que pasa con los que no retuvieron. Solo pensarlo da temor.

Si no empieza a disfrutar desde ahora cuando esté allá qué pasará. 

Efesios 1: 13 – 14

En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,  que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria”.

Al recibirlo vino el Espíritu Santo, vino el renio de Dios. El Espíritu Santo es la garantía de nuestra herencia. Cristo nos da es el Espíritu Santo que es la garantía de nuestra salvación. 

Cristo se regocijó de que nuestros nombres estén escritos en el reino de los cielos.

Si Cristo empezó la obra, el Espíritu Santo es la garantía de que la obra será terminada.

Efesio 5: 25-27

Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,  para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,  a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha”.

Entrega total hizo el rey de reyes por nosotros y qué pasa con nosotros que no hay en nosotros esa correspondencia que debe haber.

Nadie pierde en el reino de Dios, no hay sino ganadores, más que vencedores. Yo sé en quien he creído y hay que llamar las cosas que no son como si fuesen. Romanos 4: 17 y 18. 

Que entre nosotros no vuelva a salir ninguna palabra de derrota por nuestros labios, sino palabras de virtud, palabras de gracia declarándole al enemigo que estamos en el reino de Dios, en el reino de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Muchas de las cosas que nos están pasando es porque no hay santidad. “Es que la carne es débil”, eso lo sabe Dios, lo sabe Jesucristo, pero diga el débil fuerte soy dice la palabra de Dios. “Esas debilidades yo las convierto en fortalezas, con simplemente que me crean”, dice el Señor.  Ya no hay excusa. La carne no quiere las cosas de Dios, pero el espíritu sí.

Ustedes están en el mundo, pero no son del mundo dice el Señor.

La palabra no solo nos da fe sino que nos purifica y nos limpia. 

Una iglesia gloriosa sin mancha ni arruga es la iglesia que se va en el rapto. Es una iglesia que está en el reino de Dios, una iglesia apartada. Juntos, pero no revueltos.

Judas 24-25

Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría,  al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén”.

De nosotros es el disponernos, estamos pecando en la incredulidad y en la poca disposición a las cosas de Dios.

Él nos puede guardar y esa iglesia gloriosa sin mancha y sin arrugas es la que se va ir en el rapto.

Nuestra consagración le produce a Dios mucha alegría.

Subraye la palabra potencia, el reino de Dios es Dios manifestado en poder. 

3.       ¿Usted se siente hoy en el reino de Dios?

A esta hora, ¿usted se siente que está en el reino de Dios? Respóndase cada uno. 

¿Se siente en el reino de Dios o se ha salido? Si es lo segundo Dios le da oportunidad de arrepentirse.

El que si se sienta dele gracias a Dios y ore por los que no se sienten.

Una parábola nos va a mostrar si estamos establecidos o no. está en Mateo 13: 44

Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.”

Nos está diciendo que el que está en el reino de Dios valora las cosas de Dios. Vender todas las cosas y comprar aquel campo es renunciar a todo lo que está estorbando para que pueda entrar y disfrutar del reino de Dios. Esto es lo que significa esta parábola.

Saque lo que esté estorbando, la envidia, los apegos, la maledicencia  y todo lo que estorba.

Por último la ilustración.

Mateo 25: 7-13

Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.  Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.  Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.  Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas.  Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. 1 Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos!  Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.

El número 10 significa prueba en la Biblia. La lámpara es la palabra de Dios. En el pueblo de Dios hay de todo: sensatos e insensatos.

 Las vírgenes fueron probadas en el esperar.

La media noche, hace rato viene profetas y profetizas por todo el mundo diciendo: “Cristo viene, viene el arrebatamiento, ya suena la trompeta” y gran cantidad del pueblo diciendo no esos son uno extremistas, unos locos.

En el reino de Dios la actitud de los que estamos cimentados en él es una actitud de espera y lo estamos esperando con gran ansia, como termina la última oración en la biblia en Apocalipsis: “si ven pronto Señor Jesús” es el clamor de su iglesia lo estamos esperando, él está a las puertas.

El que está en el reino de Dios tiene una actitud de preparación, tiene aceite en la vasija permanente. Los que están en el reino de Dios son los que van a disfrutar las bodas del cordero, los demás son “buchipluma”