sábado, 11 de abril de 2015

La Iglesia en el poder del Espíritu Santo (Últimos tiempos)




1.       Introducción

Apocalipsis 15:8

Y el templo se llenó de humo por la gloria de Dios, y por su poder; y nadie podía entrar en el templo hasta que se hubiesen cumplido las siete plagas de los siete ángeles”.

El templo somos nosotros, el humo es la santidad.

Esa es la iglesia de los últimos tiempos, por lo tanto tenemos que empezar a fluir en el Espíritu.

La gloria es que llegue la tentación y nos resbale, lo más lindo es que no sucumbamos una y otra vez en los mismos pecados.

Eso de que somos seres humanos ya suena a disculpa. Si lo somos, pero ya somos templos del Espíritu Santo. Esa humana debilidad Dios la convirtió en Divina fortaleza.

Hay que buscar mucha a Dios en congregarnos, en reunirnos.

Juan 25: 5

Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”.

Entendemos que separados de Cristo no podemos hacer nada. Dependemos ciento por ciento de Jesucristo. Tenemos que ir a las rodillas para que Dios confirme sus deseos en nosotros. 

Nos tenemos que convencer de que sin el nada podemos hacer, declarémonos hoy Cristodependientes, espiritusantodpendientes.

Pongamos en primer lugar a Yahvé Dios en nuestras vidas.

Juan 5: 30

No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre”.

No puedo hacer nada por mí mismo. Cristo estaba conectado al padre y no hacía nada que fuera la voluntad del padre.

Dice la palabra: “hágase tu voluntad”, y nosotros haciendo lo que nos da la gana. 

Isaías 60: 1 – 3

“Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.  Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento”.

Esa es la iglesia que Dios quiere ver, una iglesia resplandeciente.

“Levántese hacia mi hacia mi perfecta voluntad”, dice el Señor. 

Una de las cosas que Satanás más quita es el gozo.

Si nos dejamos quitar esa bendición del gozo, ofendemos a quien nos dio esa bendición.

  2. vemos que nos llegó el amanecer.

Los que no tiene a Cristo van a ver la luz y la van a ver en nosotros.

Salmos 27: 1

Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?”

El temor al futuro no nos deja ver la luz de Dios. 

Yahvé es la luz y la fortaleza. Si se desanima lea este versículo. 

Juan 2: 19

“Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré”.

Viene el enemigo y con seguridad Dios lo saca de ahí.

II Corintios 2: 17

Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”.

Con esto se demuestra que cuando se recibe a Cristo se recibe al Espíritu Santo.

Por eso no podemos ser esclavos.

La Iglesia de los últimos tiempos tiene que tener mucha libertad. Debemos ser libres del pecado, estamos en mucha libertada para hacer la santa voluntad de Dios.

Somos esclavos de Cristo para hacer la perfecta voluntad del Padre.

Si hicimos un pacto y le entregamos nuestro corazón a Cristo, ¿con qué derecho se lo volvemos a quitar?

Jeremías 23: 29

“¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?”

Esta es la Iglesia de los últimos tiempos: que lo que salga por nuestros labios  fuego es. 

II Crónicas 7: 1 – 3

“Cuando Salomón acabó de orar, descendió fuego de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria de Jehová llenó la casa. Y no podían entrar los sacerdotes en la casa de Jehová, porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová. Cuando vieron todos los hijos de Israel descender el fuego y la gloria de Jehová sobre la casa, se postraron sobre sus rostros en el pavimento y adoraron, y alabaron a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, y su misericordia es para siempre”.

Habla de la unción como en apocalipsis 15: 8 que vimos al principio. Cómo sería esa unción que el fuego consumió el holocausto.

3.       Manifestaciones del Espíritu Santo

Lucas 3: 21 – 22

“Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió,  y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia”.

3.1. En forma de paloma.

Para que la gente lo viera. 

“orando, el cielo se abrió”, cuando oramos en el nombre de Jesús, el cielo se abre y Dios escucha.

Allí, estaban Presentes las tres manifestaciones de Dios, El Hijo, el Espíritu Santo y el Padre.

El Padre y el Espíritu, los dos dieron testimonio del Mesías.

No entendemos por qué decimos que tenemos al príncipe de paz en nuestros corazones y andamos en desasosiego.

El Espíritu Santo se quiere manifestar corporalmente en el cuerpo de Cristo, en su pueblo, dondequiera  que estemos: en el trabajo, en el estudio, Dios quiere hombres y mujeres llenos de paz y gozo y que esté, desde el cielo, Dios diciendo ese es mi cuerpo.

3.2. Inspiración 

II Pedro 1: 16 – 21

Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo. Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”.

Dice el Espíritu Santo que los que allí escribieron es porque creyeron y vieron. Parte de lo sobrenatural, de Dios.

Esto hace que sea la palabra de Dios. Tenemos la profecía más segura, la palabra de Dios. Oramos para que el Espíritu Santo nos dé inspiración. 

El Espíritu Santo se manifiesta en nosotros como vida de ejemplo.

Mateo 10: 20

“Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros”.
Ande en santidad y él lo guiará.

3.3. En el aceite de la unción

Salmos 89: 20

Hallé a David mi siervo; lo ungí con mi santa unción”.

Lucas 4: 16 - 22

“Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;  
A predicar el año agradable del Señor.
Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros. Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?”

I Juan 2: 20

Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas”.

I Juan 2: 27

Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él”.

El aceite se usa para la unción y también para las lámparas. El Espíritu Santo en nosotros es el que nos ayuda a vivir la palabra y en obediencia. Si no somos ungidos no somos nada en la oración.

Ya no somos nosotros los que debemos ser reconocidos sino que le que sebe ser reconocido es Cristo. 

Significa que el Espíritu Santo está en nuestras vidas y de nosotros deben salir, también palabras de gracia, no de maldición ni de destrucción. 

En los dos versículos el Espíritu Santo le apunta a la permanencia en Jesucristo, donde usted esté será respaldado por el Espíritu Santo.

Hechos 2: 1 – 4

Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”.

3.4. Como viento recio, lenguas como de fuego, otras lenguas.

La gran función es glorificar a Jesucristo.

El poder de Cristo es ilimitado. Es el tiempo de meternos con Dios, ahora va a manifestarse en su iglesia es hora de sumergirnos en el océano de Dios. 

El poder sobrenatural que en nosotros va fluir va a ser importante. 

Hechos 19: 13

Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo”.

Conocían a Jesús y a Pablo por la unción.

Hay que hacer mucha oración para que la unción fluya de tal manera que caiga todo. 

¡Vamos a marcar la diferencia!

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