domingo, 9 de agosto de 2015

No pierdas la sensibilidad



Cuando se pierde esto se llega a un punto donde no se siente nada. Cuando perdemos la sensibilidad de por las cosas de Dios ya no nos importa si nos habla o no. Dios quiere que seamos sensibles a su voz y a sus cosas. 

Marcos 4: 1 – 20

Otra vez comenzó Jesús a enseñar junto al mar, y se reunió alrededor de él mucha gente, tanto que entrando en una barca, se sentó en ella en el mar; y toda la gente estaba en tierra junto al mar. Y les enseñaba por parábolas muchas cosas, y les decía en su doctrina: Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar;  y al sembrar, aconteció que una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves del cielo y la comieron. Otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra. Pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto. Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, pues brotó y creció, y produjo a treinta, a sesenta, y a ciento por uno. Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga. Cuando estuvo solo, los que estaban cerca de él con los doce le preguntaron sobre la parábola. Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas; para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados.

Y les dijo: ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas? El sembrador es el que siembra la palabra. Y éstos son los de junto al camino: en quienes se siembra la palabra, pero después que la oyen, en seguida viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones.  Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo; pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan. Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra, pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa. Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno”.

Era mucha gente y les habló muchas veces.

Aquí se está sembrando otra vez la palabra de Dios, el sembrador es Dios que es quien tira la semilla, utiliza vasos, pero es Dios, el que a través de su palabra, siembra la semilla en cada uno de nosotros. 

La palabra revelada es para nosotros porque tenemos al Espíritu Santo y es muy triste que perdamos la sensibilidad ante esta palabra.

Cuando empezamos a razonar con las cosas de Dios, cuando empezamos a cuestionar, con esto impide que Dios obre en su vida. Lo que debemos es pedirle a Dios que nos dé humildad para entender las situaciones por las que estemos pasando, en lugar de tratar de resolverlas en nuestras fuerzas.

Satanás no está quieto, está atento y si nosotros estamos dormidos, nos roba la palabra, la quita porque el vino a robar, matar y destruir.

Los que de momento la reciben con gozo y luego la pierden, son emocionales, sale de acá gozosos, pero apenas llegan a la casa la pierden.

Dios manda las riquezas para su pueblo, pero él no quiere que pongamos la mirada en esas riquezas porque “raíz de todos los males es el amor al dinero”. Si idolatramos las bendiciones nuestra mirada no está en Dios, sino en lo material.

Nosotros no nos podemos comparar con el mundo, cuando estamos viviendo una situación adversa, el enemigo hace que pongamos la mirada en las cosas del mundo, en las soluciones que el mundo nos presenta. Si lo haces te vas a devolver y no vas ver lo lindo que es tener la salvación y lo hermoso que es estar en Jesucristo. 

Lo que el mundo nos da es efímero, es pasajero, es tan pasajero que Satanás le está apuntando es a tu alma.
Cuando conocemos de Cristo lo primero que quiere hacer Satanás es tumbarnos rápido a ver si asegura esa alma. 

Nosotros, a veces le damos la oportunidad  de sacarnos del camino. 

Tenemos que ser sensibles a la voz de Dios.

Dios dice que siempre van a venir las pruebas, pero Él también dice que nos ayuda a salir de ellas.

Nosotros pasamos tanto tiempo en la prueba porque no permanecemos firmes hasta el fin.

Cuando el pueblo de Israel iba a la guerra, iban convencidos de que la victoria estaba asegurada, nosotros muchas veces venimos a ver qué pasa. Con esa actitud ya se anuló la oración de guerra.

Muchas veces venimos a batallar por algo y las cosas parecen empeorar, si eso pasa no desista, métase con más ganas que esos es señal de que ya viene la respuesta.

Satanás nos hace creer que él tiene la victoria, él no la tiene porque Jesucristo ya la conquistó en la cruz del calvario.

II Crónicas 6: 14

Jehová Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti en el cielo ni en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia con tus siervos que caminan delante de ti de todo su corazón;”

II Crónicas 6: 19 - 20

Mas tú mirarás a la oración de tu siervo, y a su ruego, oh Jehová Dios mío, para oír el clamor y la oración con que tu siervo ora delante de ti. Que tus ojos estén abiertos sobre esta casa de día y de noche, sobre el lugar del cual dijiste, Mi nombre estará allí; que oigas la oración con que tu siervo ora en este lugar”.

Somos siervos. Jehová es Dios de sus hijos, no de extraños. 

Si Dios es único grande y poderoso por qué no rendirnos ante él. 

Dios no quebranta sus promesas, el guarda su pacto. ¿Nosotros guardamos el pacto que hicimos con Dios cuando lo recibimos en nuestro corazón? 

¿Está convencido delante de quien está orando y delante de quien se está humillando?

Salomón estaba convencido y perdió la sensibilidad por el dinero y por las mujeres paganas y se inclinó ante dioses ajenos. 

Si no ha perdido el pacto con el Señor reclame esta palabra.

Está hablando un lugar físico, Dios nos ha dado este lugar y está lleno de oración, vengamos temprano a orar.

Dios es sensible a nuestros problemas.

Miremos el versículo 21: 

Asimismo que oigas el ruego de tu siervo, y de tu pueblo Israel, cuando en este lugar hicieren oración, que tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada: que oigas y perdones”.

II Crónicas 15: 1 – 8

Vino el espíritu de Dios sobre Azarías hijo de Obed; Y salió al encuentro de Asa, y le dijo: Oidme, Asa, y todo Judá y Benjamín: Jehová estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él: y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará.  Muchos días ha estado Israel sin verdadero Dios y sin sacerdote que enseñara y sin ley; pero cuando en su tribulación se convirtieron a Jehová Dios de Israel, y le buscaron, él fue hallado de ellos. En aquellos tiempos no hubo paz, ni para el que entraba, ni para el que salía, sino muchas aflicciones sobre todos los habitantes de las tierras. Y una gente destruía a la otra, y una ciudad a otra ciudad: porque Dios los turbó con toda clase de calamidades. Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos; pues hay recompensa para vuestra obra. Cuando oyó Asa las palabras y la profecía del profeta Azarías hijo de Obed, fue cobró ánimo, y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que él había tomado en la parte montañosa de Efraín; y reparó el altar de Jehová que estaba delante del pórtico de Jehová”.

Los versículos  16  y 17

“Y aun a Maaca madre del rey Asa, él mismo la depuso de su dignidad, porque había hecho una imagen de Asera: y Asa destruyó la imagen, y la desmenuzó, y la quemó en el torrente de Cedrón.  Con todo eso los lugares altos no eran quitados de Israel, aunque el corazón de Asa fue perfecto en todos sus días”.

Profecía sobre el rey Asa. Si dejamos a Dios no pretendamos respuesta. Para nuestra infidelidad la misericordia es muy grande, porque a veces lo buscamos solo cuando lo necesitamos.

Dios no paga de la misma manera que nosotros le hemos pagado, dice que cuando en nuestro interés o tribulación nos pegamos a él y no convertimos a él y lo buscamos, y lo encontramos.

Dios dio la cara a nuestros problemas, pero si lo buscamos y nos entregamos con todo el corazón.
Cuando dejamos a Dios quedamos a la merced del enemigo.  

Si nos esforzamos hay recompensa para nuestra alma.

En medio de las dificultades adoremos al Dios del cielo, porque hay recompensa para su clamor. Tenemos que cobrar ánimo en medio de la dificultad. Pidamos a Dios que renueve nuestras fuerzas. 

Primero cobremos ánimo, segundo quitemos de nuestro corazón lo que estorba, lo que no le gusta a Dios y luego reparemos el altar. Nosotros somos un altar, reparémoslo.

Dios nos lleva a cosas difíciles para que aprendamos a depender sólo del Señor.

Cuando la palabra llega a su corazón usted no puede ser el mismo, si usted abrió su corazón la palabra de Dios tiene que hacer una transformación en su vida. Si sale igual, usted no abrió su corazón.

Dios nos dice que recobremos ánimo hoy y que nos levantemos en victoria.

Quitó a la mamá del lado porque estaba siendo estorbo para las cosas de Dios. Las cosas de Dios no las podemos negociar con nadie. Nosotros estamos con el Rey de reyes y Señor de señores. ¿Vamos a cambiar a Dios por tener a una persona contenta? No. 

No quiere decir que usted va abandonar su familia, no, pero primero es Dios. Que se conviertan ellos a nosotros y no nosotros a ellos.

Pídale a Dios que le muestre lo que está estorbando en su casa.

Crónicas habla de los reyes de Israel y usted y yo somos reyes y sacerdotes en el pueblo del Señor. Si ellos pudieron nosotros también porque estamos en un mejor pacto.

 II Crónicas 16: 7 – 10

“En aquel tiempo vino el vidente Hanani a Asa rey de Judá, y le dijo: Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, y no te apoyaste en Jehová tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria ha escapado de tus manos. Los etíopes y los libios, ¿no eran un ejército numerosísimo, con carros y mucha gente de a caballo? con todo, porque te apoyaste en Jehová, él los entregó en tus manos.  Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él. Locamente has hecho en esto; porque de aquí en adelante habrá más guerra contra ti. Entonces se enojó Asa contra el vidente, lo echó en la cárcel, porque se encolerizó grandemente a causa de esto. Y oprimió Asa en aquel tiempo a algunos del pueblo”.

Asa perdió la sensibilidad, ¿cuántas veces a nosotros nos pasa que perdemos la sensibilidad?

Muchas veces Dios viene nos exhorta y no nos gusta y empezamos a hacer lo que Dios no quiere que hagamos. 

Primero consultaba a Dios y luego empezó a hacer lo que les daba la gana. 

En ese tiempo se llamaba vidente al profeta, hoy no, hoy es el profeta.

Era un ejército numeroso y se apoyó en el Señor y Dios le dio victoria, luego vino un ejército no tan numeroso y no se apoyó en el Señor entonces Dios no le dio la victoria. A nosotros muchas veces nos pasa lo mismo, vienen adversidades grandes y nos apoyamos en Dios y obtenemos respuesta y victoria, y a veces, ante cosas más pequeñas, no nos apoyamos en Dios, entonces no obtenemos la victoria.

La emprendió contra el profeta de Dios. Le dio ira porque la palabra vino para exhortarlo.

Versículo 12 del mismo capítulo 16

En el año treinta y nueve de su reinado, Asa enfermó gravemente de los pies, y en su enfermedad no buscó a Jehová, sino a los médicos”.

Vemos ante donde nos bajamos. No significa que no podemos consultar a los médicos, claro que sí podemos, pero siempre guiados por el Espíritu Santo, primero Dios y luego ellos. Dios nos pude sanar por medio de los médicos o como él quiera. 

Él se olvidó de Dios, se olvidó de ir primero al Señor.

Dios es un Dios de carácter, nos prueba y nos da lo que necesitamos en el momento que es y cuando nos humillamos delante de él. 

II Crónicas 20: 35 – 37

Pasadas estas cosas, Josafat rey de Judá trabó amistad con Ocozías rey de Israel, el cual era dado a la impiedad: e hizo con él compañía para construir naves que fuesen a Tarsis; y construyeron las naves en Ezión-geber. Entonces Eliezer hijo de Dodava, de Maresa, profetizó contra Josafat, diciendo: Por cuanto has hecho compañía con Ocozías, Jehová destruirá tus obras. Y las naves se rompieron, y no pudieron ir a Tarsis”.

¿Con quienes nos aliamos nosotros que perdemos loa sensibilidad? No significa que no tengamos amigos afuera, pero no los cojamos por confidentes. No confiemos en un ser humano que en  cualquier momento nos da la espalda o lo que es peor nos hace desviar de lo espiritual y dudar de las cosas del Señor.

El que es de Dios habla cosas de Dios y el impío, habla cosas impías.

II Crónicas 32: 24 – 26

En aquel tiempo Ezequías enfermó de muerte; y oró a Jehová, quien le respondió, y le dio una señal. Mas Ezequías no correspondió al bien que le había sido hecho: sino que se enalteció su corazón, y vino la ira contra él, y contra Judá y Jerusalén. Pero Ezequías, después de haberse enaltecido su corazón, se humilló, él y los moradores de Jerusalén; y no vino sobre ellos la ira de Jehová en los días de Ezequías”.

Dios se manifestó, pero Ezequías se enalteció, pero luego se humilló.

Dios le dio una respuesta. Dios nos da respuesta si nos humillamos delante de él. 

Decimos que nos entregamos a Dios, pero no entregamos una parte y otra nos la reservamos para nosotros.
Nosotros muchas veces somos interesados. ¿Cuántos están enaltecidos? Dígale al Señor que quite la arrogancia. Tenemos que rendirnos ante él.

Dios espera que seamos sensibles a lo que Dios nos está hablando, para que mengüemos nosotros y aparezca Cristo en nosotros.

¿Cuántos pasa por dificultades por tener un corazón enaltecido? 

II Crónica 29: 11

Hijos míos, no os engañéis ahora, porque Jehová os ha escogido a vosotros para que estéis delante de él, y le sirváis, y seáis sus ministros, y le queméis incienso”.

Miremos para lo que nos ha llamado a nosotros. Siéntase un escogido. Sintámonos unos benditos.

Así esté pasando por dificultades siéntase un bendito, un escogido.

No se deje engañar por el enemigo que dice que es un arruinado. No le escuche al enemigo, escuche la voz de Dios que dice que usted es un bendito de Dios. 

Somos ministros para elevar alabanzas que lleguen al trono de Dios como incienso agradable. 

Yo soy un ministro del Dios viviente. Estoy diseñado para adorar al Rey de reyes. 

Es tan importante la alabanza que Dios la ordena. Es tan importante la alabanza que el enemigo se ha infiltrado con sus ritmos mundanos y mucho pueblo de Dios cree que con estos ritmos alaba a Dios, pero no, a Dios no le gustan los ritmos mundanos.

No perdamos la sensibilidad.

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