Una de las señales que Dios estableció
para la salida de su pueblo de Egipto fue que celebraría la Pascua y que eso
estaría celebrándose hasta que él volviera. Eso fue lo que hicimos hoy.
Las señales para conquistar son
1- La
palabra de Dios
Deuteronomio 1: 21 -25
“Mira, Jehová tu Dios te ha entregado la tierra; sube y toma posesión de
ella, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho; no temas ni desmayes. Y
vinisteis a mí todos vosotros, y dijisteis: Enviemos varones delante de
nosotros que nos reconozcan la tierra, y a su regreso nos traigan razón del
camino por donde hemos de subir, y de las ciudades adonde hemos de llegar. Y el
dicho me pareció bien; y tomé doce varones de entre vosotros, un varón por cada
tribu. Y se encaminaron, y subieron al monte, y llegaron hasta el valle de Escol,
y reconocieron la tierra. Y tomaron en sus manos del fruto del país, y nos lo
trajeron, y nos dieron cuenta, y dijeron: Es buena la tierra que Jehová nuestro
Dios nos da”.
Dios le dio una palabra al pueblo
de Israel.
Lo primero que dijo fue mira,
muchas veces no queremos mirar porque tenemos cerrados los ojos espirituales o
porque no queremos ver más allá, ver lo que Dios nos está mostrando.
Cuántas promesas te ha dado Dios
y él nos está diciendo hoy mira.
Retomen y vuelvan a recordar lo
que Dios les ha dado. ¿Qué te ha dado Dios y por qué te has olvidado?
Dice: “Jehová tu Dios te ha
entregado”. No es el mundo, es Dios el que ha entregado las promesas. A Veces nos esperanzamos en el hombre, o en
el mundo o en lo que me pueda dar el dinero que tengo en el bolsillo. Jehová tu
Dios te prometió. El justo por la fe vivirá.
No solo de pan vive el hombre
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Toda palabra de Dios es
buena.
Jehová tu Dios te ha entregado. ¿Usted
por qué se ha dejado arrebatar su bendición? ¿Por qué se deja quitar las
señales que Dios le ha dado? A veces nos las dejamos quitar por la duda. Le
cree más al problema que a Dios que le dio la señal por su palabra.
Luego dice “Sube y toma posesión
de ella”. Sube a la presencia de Dios y toma posesión.
Párese en esas promesas que Dios
le ha dado y que nada ni nadie lo muevan de ahí.
Dice: “no temas ni desmayes”, el
temor nos hace dudar de quien fue el que nos habló, nos hace salir de la
cobertura de Dios, el temor nos hace perder la capacidad de arrebatar y ser
violentos.
El enemigo nos hace perder el
contacto con Dios con el desánimo porque pasa el tiempo y no vemos respuesta.
Hoy tenemos que cambiar la
actitud, ¿Cuántas veces nos viene diciendo el Señor que no miremos más el
problema? El Señor nos dice que no miremos más las dificultades. Cuando miramos
más las dificultades ya estamos derrotados. David no miró al problema, no miro
al gigante, el miró a Dios porque él le dijo al gigante: “yo vengo a ti en el
nombre de Jehová el Dios de los escuadrones de Israel a quien tu ofendiste”.
Eso debemos decir nosotros: Yo vengo a ti en
el nombre de Jesucristo y él dijo que me iba a sacar de esta situación, de esta
encrucijada.
En el versículo 22 dice: “Enviemos
varones delante de nosotros que nos reconozcan la tierra, y a su regreso nos traigan
razón del camino por donde hemos de subir, y de las ciudades adonde hemos de
llegar”. Mire la duda, sabiendo que Dios ya les había dado la orden, pero no
creyeron y mandaron espías.
Dice en el 24: “… y reconocieron
la tierra”. Estamos nosotros reconociendo las bendiciones que Dios nos entregó.
Somos muy dados a reconocer sólo lo que ven nuestros ojos carnales, pero Dios
no quiere que seamos así, Dios quiere que reconozcamos aunque no veamos nada.
Reconozcamos la bendición que
Dios nos dio, el fruto que Dios nos dio, reconozcámoslo ya.
Empiece a sentirse victorioso por
lo que Dios le dio.
Dios nos da lo mejor. Es hora de
que nosotros como pueblo de Dios, le demos lo mejor.
Cuando Cristo vino a nosotros
empezó a formarse en nosotros el fruto del Espíritu Santo.
Dios quiere que esperemos en el
regalo de él, en el fruto.
No dijeron es buena la tierra que
conquistamos, sino que dijo que era buena la tierra que Dios nos entrega, es
buena la bendición que Dios nos entrega,
Deuteronomio 2: 24 – 25
“Levantaos, salid, y pasad el arroyo de Arnón; he aquí he entregado en
tu mano a Sehón rey de Hesbón, amorreo, y a su tierra; comienza a tomar
posesión de ella, y entra en guerra con él. Hoy comenzaré a poner tu temor y tu
espanto sobre los pueblos debajo de todo el cielo, los cuales oirán tu fama, y
temblarán y se angustiarán delante de ti”.
Nos dice levantaos y salid.
Cambie la actitud, cambie esa desesperanza, cambie esa duda.
Salgamos de la mediocridad, de la
pereza que no le deja arrebatar lo que Dios ya le dio.
Tenemos que tomar la actitud de
sacudir el árbol para que caiga el fruto. Con la oración sacudimos las
fortalezas de enemigo para que caigan las bendiciones.
He entregado la bendición en tus
manos dice el Señor.
“Comienza a tomar posesión y
entra en guerra”. Vemos la necesidad de la guerra espiritual. El enemigo no
está charlando, él si está en guerra y nos ataca por todas partes.
Las guerras espirituales son de
mucha bendición. No nos dejemos meter la mentira de que eso no se hace, porque el enemigo si está
listo a atacarnos.
Dice hoy pondrá temor delante del
enemigo, pero si nos levantamos. El Señor quiere que seamos decididos. Sobre
los enemigos, sobre los que le han robado.
Deuteronomio 10: 12 – 14
“Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a
Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a
Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los
mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que
tengas prosperidad? He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos de
los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella”.
Donde dice Israel ponga su nombre.
Para que la palabra de Dios se
cumpla en nuestra vida tenemos que obedecer a Dios, para que esas señales de
Dios se vean en nuestra vida tenemos que obedecer a Dios. Nadie verá una señal
de Dios si no obedece a lo que Dios le está diciendo.
Qué pide Dios de ti, que le obedezcas,
que andes en sus caminos.
Si andamos rectamente ante Dios
el no se niega a lo que le pidamos.
¿Nosotros si servimos a Dios con
todo el corazón? Si le sirviéramos con todo el corazón nuestra actitud sería
distinta.
Para que tengas prosperidad, pero
primero la demanda de la santidad. Si hay prosperidad, pero primero tenemos que
estar en santidad.
Todas las cosas que hay en la
tierra son de “Jehová tu Dios”.
Todas las cosas son de Dios,
dueño del oro y de la plata. Nosotros lo limitamos porque pedimos con duda, o
pedimos cosas muy pequeñas.
2- La
oración
Elías conquisto para que lloviera
en las rodillas. ¿Quiere conquistar? Doble las rodillas.
Dios dice que todo al que se
dispone le da. Todo esto va acompañado de la fe. Si no la tiene pídala a Dios.
Jonás 2:
“Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez, y dijo: Invoqué
en mi angustia a Jehová, y él me oyó; desde el seno del Seol clamé, y mi voz
oíste. Me echaste a lo profundo, en medio de los mares, y me rodeó la
corriente; todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí. Entonces dije: Desechado soy de delante de tus
ojos; mas aún veré tu santo templo. Las aguas me rodearon hasta el alma,
rodeóme el abismo; el alga se enredó a mi cabeza. Descendí a los cimientos de
los montes; la tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre; mas tú sacaste
mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío. Cuando mi alma desfallecía en mí,
me acordé de Jehová, y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo. Los que
siguen vanidades ilusorias, su misericordia abandonan. Mas yo con voz de alabanza
te ofreceré sacrificios; pagaré lo que prometí. La salvación es de Jehová. Y
mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra”.
Jonás se escondió, no obedeció a
Dios.
Cuando le damos la espalda al mandato
que Dios nos, entramos en maldición.
Jonás cuando oro, estaba en un
gran problema, estaba atrapado sin salida, la misericordia de Dios fue grande y
respondió a su oración.
En medio de la angustia clamó a
Dios y Dios lo oyó.
No importa el problema en el que
estemos, o como estemos de derrotados Dios nos oye.
Los juicios nos sucede porque
somos desobedientes a lo que Dios nos ordenó.
Declare, en medio de la
dificultad que Dios lo salva.
Tú, Dios mío, eres mi solución.
MI oración está llegando ante su
presencia.
La alabanza es importante. Es una actitud de agradecimiento.
Cuando Jonás reconoció, Dios lo
sacó del problema.
3- La
revelación
Hechos 16: 8 – 10
“Y pasando junto a Misia, descendieron a Troas. Y se le mostró a Pablo
una visión de noche: un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo:
Pasa a Macedonia y ayúdanos. Cuando vio
la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que
Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio”.
Dios le mostró a Pablo en una
visión. Para tener visiones debemos tener una buena comunión con Dios.
Pablo no dudaba de lo que Dios le
mostraba. ¿Nosotros estamos convencidos de lo que Dios nos ha mostrado?
4- La Fe
“Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos”.
Estemos firmes en la fe en lo que
Dios nos ha mostrado.
Si se pierde la fe se pierde
todo.
No al miedo.
Cuando usted tiene seguridad el
miedo desaparece. Si tiene miedo no tiene comunión con el Señor.
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