1. Jesús autor de la fe
La fe nuestra debe ser distinta. Algunos
estuvimos en denominaciones y poníamos los ojos en los líderes y no en
Jesucristo. Por eso es que la fe de nosotros debe ser distinta y diferente. No
es que seamos los únicos y los mejores, no. La iglesia de nuestro Señor
Jesucristo está diseminada por todo el mundo. Así como nosotros, se reúnen en
casa como lo hacían los primeros cristianos.
No hay líderes que obedecer, acá obedecemos
al Espíritu Santo de Dios.
Hebreos 12:2
“puestos los ojos
en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de
él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono
de Dios”.
Puestos los ojos en Jesús, no en el hombre.
El Señor utiliza seres humanos, para llevar la palabra, en alabanza, en clamor,
en intercesión. Así Dios los utilice muy lindo no pongamos los ojos en esas
personas sino en Jesús, en Dios.
El Señor puede utilizar a cualquier de nosotros
en milagros, en sanidades, en liberaciones. Pero los seres humanos podemos
fallar. Cristo no nos falla y debe ser nuestro modelo.
Si Dios nos utiliza pidámosle a Dios que no
nos deje llenar de orgullo, que no dejemos que nos den la gloria a nosotros, que
siempre declaremos que la gloria y la honra son para Jesucristo.
2. Por qué Jesús es el autor de la fe
Romanos 10: 17
“Así
que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”.
Se obtiene fe cuando se oye la palabra de
Dios. Obtuvimos fe porque alguien nos habló de la palabra de Dios, de
Jesucristo. En mi caso oí de Jesucristo en mi casa, en el colegio, con errores,
pero tuve la noticia de la existencia de Jesucristo. Luego a través de la
Biblia y de otras personas hemos ido corrigiendo errores de nuestra fe.
Miremos también a
Juan 1:1
“En el
principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”.
Diccionario dice que Verbo: 1. m. Sonido o sonidos que expresan
una idea.
Verbo es sinónimo de palabra.
Cristo era en el principio y sigue:
Juan 1: 2 -3
“Este
era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él
nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”.
Estas dos ideas no muestra que Jesús es el
autor y consumador de la fe.
Jesucristo es el autor, es el que invento la
fe. Y pronuncio la palabra y todo fue hecho por él y en génesis dice que Dios
dijo: “hágase y se hizo”. Confió en que pronunciando la palabra las cosas se
hacían, por esto último Cristo, desde el Génesis, y cuando estuvo en la tierra
y ahora fue, es y será el consumador de la fe.
3. Consumador de la fe
Filipenses 2: 5-11
“Haya, pues, en
vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma
de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se
despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los
hombres; y estando en la condición de
hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte
de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre
que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla
de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el
Señor, para gloria de Dios Padre”.
Jesucristo Actuó por fe. La escritura está
llena de pasajes donde se muestra que Cristo fue consumador de la fe, actuó por
fe, pero este pasaje nos da una muy buena visión de eso.
Dice que no estimo el ser igual a Dios como
cosa a que aferrarse, cuando estuvo en la tierra se despojó del hecho de ser
Dios. Lo que hizo en la tierra no lo hizo por ser Dios, sino por su permanente
contacto con el Espíritu Santo a través de la oración. Su contacto permanente
con el Espíritu Santo le permitió hacer todo lo que hizo, por eso sea atrevió a
decirnos: “cosas más grandes que estas haréis”. La haremos si tenemos un
contacto adecuado con el Espíritu Santo.
Jesucristo como siervo se diferencia de
nosotros en que él no pecó.
4. Qué es la fe
Hebreos 11:1
“Es, pues, la fe
la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.
Certeza y convicción. Llamar las cosas que no
son como si fueran.
Yo te creo Señor que tú me vas a dar lo que
necesito. Por mucho que se demore siga declarando en fe.
El poder de la oración es muy grande, pero la
angustia borra el poder de la oración.
La angustia mide la distancia a la que
estamos de Dios.
Hebreos 11: 2- 3
“Porque
por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe entendemos haber
sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve
fue hecho de lo que no se veía”.
Muestra una vez más que es consumador de la
fe. Por la fe todo fue hecho.
Hebreos 11: 4
“Por la fe Abel
ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó
testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto,
aún habla por ella”.
Por la fe lo hizo con amor. Es como cuando
venimos a la oración por cumplir con alguien, no a buscar a Dios.
Hebreos 11:5
“Por la
fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso
Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios”.
Todo esto nos puede ocurrir a nosotros
podemos ser transpuestos. Nosotros acá estamos agradando a Dios.
Hebreos 11: 6
“Pero
sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a
Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”.
No puedo agradar a Dios sin creer en él. Es
necesario creer que él existe y además creer que él es galardonador de tos los
que le buscan. La salvación es un regalo de Dios, yo la acepto. Además hay
galardones por buscarlo. Significa que no solo nos regala la fe sino que si la
aceptamos y lo buscamos él nos da un galardón.
Hebreos 11: 7
“Por la
fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con
temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo,
y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe”.
No llovía, las plantas se alimentaban por el
rocío. Dios le dice va a llover y él le creyó a Dios y se salvó y condenó a los
que no creyeron. Nosotros por la fe seremos herederos de Justicia.
Hebreos 11: 8
“Por la
fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir
como herencia; y salió sin saber a dónde iba”.
Abraham era el padre de la fe. Salir de donde
estaba cómodo y por la fe obedeció. Muchos de nosotros estábamos en una
religión y Dios nos dijo: “Salga de esa comodidad de esa religión y venga
sírvame como yo quiero que lo haga en un grupo de oración”. Eso es algo similar
a lo que le pasó a Abraham.
Hebreos 11:9
“Por la
fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando
en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba
la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios”.
Sabía Abraham que la recompensa era muy
grande. La fe era tal que él sabía que no iba a sacrificar a su hijo. Con el
cuchillo en alto y sabía que no lo iba a sacrificar.
Sara 11: 11
“Por la
fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a
luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había
prometido. Por lo cual también, de
uno, y ése ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y
como la arena innumerable que está a la orilla del mar”.
100 años tenía Abraham y Sara 90.
Hebreos 11: 13
“Conforme
a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de
lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y
peregrinos sobre la tierra.
Ellos no vieron la tierra prometida por su
pecado, idolatría y poca fe.
Hebreos: 11 14 - 16
“Porque
los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; pues si hubiesen estado pensando en aquella
de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero anhelaban una
mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios
de ellos; porque les ha preparado una ciudad”.
Así somos nosotros a veces creemos a veces
no.
Cuando le creemos a Dios las cosas llegan.
Nosotros somos muy importantes para Dios,
somos tan importantes que envió a su hijo Jesucristo para que muriera por
nosotros y darnos la salvación, tenemos un precio muy alto: la sangre de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo, ¿no nos va a conceder Dios lo que
queremos?
Además dice la Escritura que “si ustedes que
son malos dan cosas buenas a sus hijos que podrá hacer vuestro Padre
celestial”.
5. La fe es un regalo de Dios
Efesios 2: 8 - 9
“Porque
por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don
de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”.
La fe es un don de Dios. Si no la tiene
pídala a Dios.
Conclusión
La fe es importante, pero la fe en Jesucristo
no en los líderes.
I Tesalonicenses 5: 21
“Examinadlo todo;
retened lo bueno”.
Para
retener lo bueno hay que tener discernimiento.
Volviendo
a Hebreos 12: 2
El cual
por gozo puesto delante de él menospreció el oprobio.
Lo que
nos espera es muy grande que podemos menospreciar el oprobio. Tengamos por gozo
las pruebas. Entre más pruebas superadas, más grande es el galardón.