martes, 22 de marzo de 2016

La fe que nos asiste y que nos diferencia



1.       Jesús autor de la fe

La fe nuestra debe ser distinta. Algunos estuvimos en denominaciones y poníamos los ojos en los líderes y no en Jesucristo. Por eso es que la fe de nosotros debe ser distinta y diferente. No es que seamos los únicos y los mejores, no. La iglesia de nuestro Señor Jesucristo está diseminada por todo el mundo. Así como nosotros, se reúnen en casa como lo hacían los primeros cristianos. 

No hay líderes que obedecer, acá obedecemos al Espíritu Santo de Dios.

Hebreos 12:2

“puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”.

Puestos los ojos en Jesús, no en el hombre. El Señor utiliza seres humanos, para llevar la palabra, en alabanza, en clamor, en intercesión. Así Dios los utilice muy lindo no pongamos los ojos en esas personas sino en Jesús, en Dios.

El Señor puede utilizar a cualquier de nosotros en milagros, en sanidades, en liberaciones. Pero los seres humanos podemos fallar. Cristo no nos falla y debe ser nuestro modelo.

Si Dios nos utiliza pidámosle a Dios que no nos deje llenar de orgullo, que no dejemos que nos den la gloria a nosotros, que siempre declaremos que la gloria y la honra son para Jesucristo.

2.       Por qué Jesús es el autor de la fe

Romanos 10: 17

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”.

Se obtiene fe cuando se oye la palabra de Dios. Obtuvimos fe porque alguien nos habló de la palabra de Dios, de Jesucristo. En mi caso oí de Jesucristo en mi casa, en el colegio, con errores, pero tuve la noticia de la existencia de Jesucristo. Luego a través de la Biblia y de otras personas hemos ido corrigiendo errores de nuestra fe.

Miremos también a

Juan 1:1

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”.

Diccionario dice que   Verbo: 1. m. Sonido o sonidos que expresan una idea.

Verbo es sinónimo de palabra.

Cristo era en el principio y sigue:

Juan 1: 2 -3

Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”.

Estas dos ideas no muestra que Jesús es el autor y consumador de la fe.

Jesucristo es el autor, es el que invento la fe. Y pronuncio la palabra y todo fue hecho por él y en génesis dice que Dios dijo: “hágase y se hizo”. Confió en que pronunciando la palabra las cosas se hacían, por esto último Cristo, desde el Génesis, y cuando estuvo en la tierra y ahora fue, es y será el consumador de la fe. 

3.       Consumador de la fe

Filipenses 2: 5-11

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;  y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;  y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”.

Jesucristo Actuó por fe. La escritura está llena de pasajes donde se muestra que Cristo fue consumador de la fe, actuó por fe, pero este pasaje nos da una muy buena visión de eso.

Dice que no estimo el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, cuando estuvo en la tierra se despojó del hecho de ser Dios. Lo que hizo en la tierra no lo hizo por ser Dios, sino por su permanente contacto con el Espíritu Santo a través de la oración. Su contacto permanente con el Espíritu Santo le permitió hacer todo lo que hizo, por eso sea atrevió a decirnos: “cosas más grandes que estas haréis”. La haremos si tenemos un contacto adecuado con el Espíritu Santo.

Jesucristo como siervo se diferencia de nosotros en que él no pecó.  

4.       Qué es la fe

Hebreos 11:1

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.

Certeza y convicción. Llamar las cosas que no son como si fueran.

Yo te creo Señor que tú me vas a dar lo que necesito. Por mucho que se demore siga declarando en fe.

El poder de la oración es muy grande, pero la angustia borra el poder de la oración. 

La angustia mide la distancia a la que estamos de Dios.

Hebreos 11: 2- 3

Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”. 

Muestra una vez más que es consumador de la fe. Por la fe todo fue hecho.

Hebreos 11: 4

“Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella”.

Por la fe lo hizo con amor. Es como cuando venimos a la oración por cumplir con alguien, no a buscar a Dios. 

Hebreos 11:5

Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios”.

Todo esto nos puede ocurrir a nosotros podemos ser transpuestos. Nosotros acá estamos agradando a Dios.

Hebreos 11: 6

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”. 

No puedo agradar a Dios sin creer en él. Es necesario creer que él existe y además creer que él es galardonador de tos los que le buscan. La salvación es un regalo de Dios, yo la acepto. Además hay galardones por buscarlo. Significa que no solo nos regala la fe sino que si la aceptamos y lo buscamos él nos da un galardón.

Hebreos 11: 7

Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe”. 

No llovía, las plantas se alimentaban por el rocío. Dios le dice va a llover y él le creyó a Dios y se salvó y condenó a los que no creyeron. Nosotros por la fe seremos herederos de Justicia.

Hebreos 11: 8

Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba”.

Abraham era el padre de la fe. Salir de donde estaba cómodo y por la fe obedeció. Muchos de nosotros estábamos en una religión y Dios nos dijo: “Salga de esa comodidad de esa religión y venga sírvame como yo quiero que lo haga en un grupo de oración”. Eso es algo similar a lo que le pasó a Abraham.

Hebreos 11:9

Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios”. 

Sabía Abraham que la recompensa era muy grande. La fe era tal que él sabía que no iba a sacrificar a su hijo. Con el cuchillo en alto y sabía que no lo iba a sacrificar.

Sara 11: 11

Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido. Por lo cual también, de uno, y ése ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar”. 

100 años tenía Abraham y Sara 90.

Hebreos 11: 13

Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.

Ellos no vieron la tierra prometida por su pecado, idolatría y poca fe.

Hebreos: 11 14 - 16

Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria;  pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad”.

Así somos nosotros a veces creemos a veces no.

Cuando le creemos a Dios las cosas llegan. 

Nosotros somos muy importantes para Dios, somos tan importantes que envió a su hijo Jesucristo para que muriera por nosotros y darnos la salvación, tenemos un precio muy alto: la sangre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, ¿no nos va a conceder Dios lo que queremos?

Además dice la Escritura que “si ustedes que son malos dan cosas buenas a sus hijos que podrá hacer vuestro Padre celestial”. 

5.       La fe es un regalo de Dios

Efesios 2: 8 - 9

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”.

La fe es un don de Dios. Si no la tiene pídala a Dios.

Conclusión 

La fe es importante, pero la fe en Jesucristo no en los líderes.

I Tesalonicenses 5: 21

“Examinadlo todo; retened lo bueno”.

Para retener lo bueno hay que tener discernimiento.

Volviendo a Hebreos 12: 2

El cual por gozo puesto delante de él menospreció el oprobio.

Lo que nos espera es muy grande que podemos menospreciar el oprobio. Tengamos por gozo las pruebas. Entre más pruebas superadas, más grande es el galardón.

domingo, 20 de marzo de 2016

Restauración total



Si usted se dispone ante esta palabra va a ver una restauración total en su vida, en su hogar, en su empleo. Si crees esta palabra va a ver una restauración total en su vida. 

Jeremías 15: 19 – 21

Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos. Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová. Y te libraré de la mano de los malos, y te redimiré de la mano de los fuertes”.

Este versículo, el Señor, lo ha traído por medio de muchos vasos. Si lo vuelve a traer es porque Dios quiere que lo recordemos siempre. 

Estos caminos del Señor no son fáciles, son duros, si fueran fáciles esto estaría lleno a reventar. Al mundo le cuesta renunciar a todas las atadura. Al que venciere Dios le dará la corona.

Si te convirtieres yo te restauraré. Que donde vayas seas bendición y lo que toquen tus manos sea de bendición.

1.       Arrepentimiento genuino

Para que haya una restauración total tiene que haber un verdadero arrepentimiento. Sin arrepentimiento no hay restauración total.

Salmo 51: 1- 12

Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio. He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre. He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve. Hazme oír gozo y alegría,  se recrearán los huesos que has abatido. Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.  No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente”.

Que el Señor borre todos lo malo que hay en nuestros corazones para que podamos recibir esta restauración total.

Con este salmo puedes pedir perdón a Dios y si lo haces de recto corazón, él te perdonará.

Apocalipsis 3: 15 – 18

Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”.

Si eres tibio pídele perdón a Dios. 

En una religión entras y sales. Y de pronto haces lo mismo en un grupo de oración como éste. Y eso no es o no debe ser así.

Uno puede no tener una moneda, pero espiritualmente lo tenemos todo.

Al que dice tener y no tiene a Cristo la escritura le dice miserable y pobre y desventurado.

Las riqueza no les están negadas a los hijos de Dios, por el contrario él nos sobreabunda (Deuteronomio 8:18), pero no debemos poner la mirada en las riquezas, en el dinero, si lo tenemos. Debemos poner los ojos en Dios.

Dios nos castiga puesto que nos ama. Con esto se rebate un argumento de la nueva era y de algunas denominaciones que dicen que Dios no castiga. 

Cuando Dios nos castiga es por nuestra culpa, por nuestra responsabilidad.

El que es de Dios, es de Dios y él lo trae a sus pies como sea.

2.       Humillación

I Pedro 5: 6 – 7

Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”.

No es en el tiempo mío sino en el de Dios.

Nos humillamos delante los impíos, nos humillamos delante de Dios.

Él tiene cuidado de todos nosotros. Él sabe cuáles son nuestras necesidades.

Deuteronomio 26: 16 – 19

Jehová tu Dios te manda hoy que cumplas estos estatutos y decretos; cuida, pues, de ponerlos por obra con todo tu corazón y con toda tu alma. Has declarado solemnemente hoy que Jehová es tu Dios, y que andarás en sus caminos, y guardarás sus estatutos, sus mandamientos y sus decretos, y que escucharás su voz. Y Jehová ha declarado hoy que tú eres pueblo suyo, de su exclusiva posesión, como te lo ha prometido, para que guardes todos sus mandamientos;  a fin de exaltarte sobre todas las naciones que hizo, para loor y fama y gloria, y para que seas un pueblo santo a Jehová tu Dios, como él ha dicho”.

En una palabra esto es obediencia.

Para que haya una restauración total en nuestra vida Dios nos manda a que cumplamos sus estatutos y decretos.

Repite conmigo: “yo declaro solemnemente hoy, que Jehová es mi Dios y que andaré en sus caminos, que guardaré sus estatutos, sus mandamientos y decretos. Que escucharé su voz por toda la eternidad y que nunca más me apartaré de ti. Hago pacto hoy contigo de una restauración total y arrebato 77 veces siete todo lo que Satanás me ha quitado y declaro que todas mis bendiciones son para mí, para disfrutarlas con mi familia si tú lo permites, gracias, Señor”.

Lo que acabamos de hacer una cosa muy importante, porque al Señor no le podemos incumplir los pactos. Hubiera sido mejor no hacerlo.

3.       El pacto renovado

Hacemos un compromiso de restauración total.

Éxodo 34: 1 – 10

Jehová dijo a Moisés: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste. Prepárate, pues, para mañana, y sube de mañana al monte de Sinaí, y preséntate ante mí sobre la cumbre del monte. Y no suba hombre contigo, ni parezca alguno en todo el monte; ni ovejas ni bueyes pazcan delante del monte. Y Moisés alisó dos tablas de piedra como las primeras; y se levantó de mañana y subió al monte Sinaí, como le mandó Jehová, y llevó en su mano las dos tablas de piedra. Y Jehová descendió en la nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre de Jehová. Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.  Entonces Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró. Y dijo: Si ahora, Señor, he hallado gracia en tus ojos, vaya ahora el Señor en medio de nosotros; porque es un pueblo de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y tómanos por tu heredad. Y él contestó: He aquí, yo hago pacto delante de todo tu pueblo; haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna, y verá todo el pueblo en medio del cual estás tú, la obra de Jehová; porque será cosa tremenda la que yo haré contigo”.

El pacto es con cada uno de nosotros, el Señor lo está sellando en el versículo 10. Hará maravillas con cada uno de nosotros, si cumplimos. Gracias Señor por este pacto que hoy sellamos contigo, no permitas que volvamos atrás. Llénanos de ti. Que te pongamos siempre en el primer lugar. Que tú seas nuestra restauración total, Te amamos, Señor. Me la llevo hoy toda con esta palabra, restauración total, espiritual, financiera, familiar, lo que tú quieras hacer, Señor. Bendito seas, Señor, santo, santo, santo es tu nombre. Sé celoso con nosotros y disciplínanos si nos tienes que disciplinar. No permitas que nuestras almas se pierdan.

Levítico 26: 9

“Porque yo me volveré a vosotros, y os haré crecer, y os multiplicaré, y afirmaré mi pacto con vosotros”.

4.       Consignar

I Tesalonicenses 5: 6

Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios”.

Los demás son los que no buscan a Cristo.

En el trabajo o caminando por ahí podemos orar y repetir versículos de la Biblia.

I Tesalonicenses 5: 16 – 18

Estad siempre gozosos. Orad sin cesar.  Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”.

Pase lo que pase  que el dolor no nos quite el gozo. Pidámosle a Dios que nos quite la angustia y la tristeza cuando nos pase algo.

Tenemos que consignar oración a la cuenta del Reino de los cielos.

5.       Vida Eterna

Un regalo, un tesoro, es una maravilla

Apocalipsis 2: 7

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios”.

Queremos esto, una restauración total comiendo del árbol de la vida.

Apocalipsis 2: 17

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe”.

Apocalipsis 2: 26

“Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones,”

Al que venciere. No al cobarde, no al que pierda. Al que se esfuerce, al atrevido, al que arrebate.

Apocalipsis 3:5

El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles”.

Queremos estar con esas vestiduras. 

Apocalipsis 3: 12

Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo”.

Apocalipsis 21: 7

Con este versículo sellamos esta palabra, vamos a leerlo todos en voz alta, al unísono.

“El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo”.

domingo, 13 de marzo de 2016

Quién es tu ídolo



Idolatría es todo lo que le quita el primer lugar a Dios. 

1.        Representación Religiosa 

Salmo 115: 1-4

No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria, por tu misericordia, por tu verdad. ¿Por qué han de decir las gentes?: ¿Dónde está ahora su Dios? Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho. Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres”.

Los ídolos son de ellos, de la iglesia católica. Que no acatan partes de la Biblia y porque oculta cosas por medio de la mentira.

Salmo 115: 4

“Tienen boca, mas no hablan; tienen ojos, mas no ven; orejas tienen, mas no oyen; tienen narices, mas no huelen; manos tienen, mas no palpan; tienen pies, mas no andan; no hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos. Oh Israel, confía en Jehová; Él es tu ayuda y tu escudo. Casa de Aarón, confiad en Jehová; él es vuestra ayuda y vuestro escudo. Los que teméis a Jehová, confiad en Jehová; Él es vuestra ayuda y vuestro escudo”.

Nos está hablando a nosotros, no tenemos necesidad de imágenes de nada, él es nuestro escudo y es nuestra ayuda. Tenemos que depositar toda nuestra confianza en él. 

No tenemos por qué tener ninguna representación religiosa.

2.       Un artista, un deportista, un actor

Salmo 30: 5

He aquí, diste a mis días término corto, y mi edad es como nada delante de ti; ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive”.

Un artista si es hijo de Dios no tiene por qué hacer escenas que no le agradan a Dios.

Cuántos siguen artistas o deportistas como que fueran lo máximo en su vida. A veces cristianos y dándole el primer lugar a seres humanos y no a Dios.

3.       Tu vanidad, un espejo
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Pasarse horas en los espejos, no es que no nos tengamos que ver bien por supuesto que sí. Pero sin exagerar, sin depender de eso. Qué hace un hijo de Dios una hora en los espejos, que hace un hijo de Dios viviendo pendientes de la moda. Lo que nos pueda dar n los padres, o el dinero que ganamos, no entrar en deudas por las marcas.

Mi ídolo era un equipo de fútbol, ya estaba buscando a Dios, pero para ir al grupo llevaba la Biblia escondida para que no me la vieran. En el grupo no levantaba las manos a Dios porque me daba pena.

Una vez en el estadio en una final de mi equipo, yo gritaba, levantaba las manos, brincaba y bailaba. El Espíritu  Santo se me manifestó y me hizo ver que a un equipo de fútbol era capaz de levantarle manos, pero que a él, que me había dado la vida, no era capaz. Me senté y fue el partido más aburridor de la vida, me puse a llorar y la gente a mi alrededor, pensaba que yo lloraba emocionado por el equipo. Pero no, era por el dolor avergonzado con el Padre Eterno.

Eclesiastés 1: 2

“Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad”.

Todos los apegos son vanidades. 

I Pedro 3: 2-5

considerando vuestra conducta casta y respetuosa.  Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.  Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos;”

Es considerando una conducta casta y respetuosa, nos dice que seamos sobrios en el vestir y en la presentación personal.

Claro que me puedo poner buenos vestidos, pero son nada al lado del blanco y resplandeciente que nos va a poner cuando lleguemos ante el Padre Celestial.

Sino el interno, el de corazón, el incorruptible de un espíritu afable…

A veces una persona no bien vestida, tiene el vestido interno mejor que nosotros.

Cuando no puedo vestir como el vecino y hay aflicción hay idolatría y envidia.

4.       Padres, hijos, hermanos, familia

Salmo 27: 10

“Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá”.

Hay quienes cuando se muere un familiar, se les acaba la vida. Cuando se quiere cambiar la realidad, hay idolatría.

La falta de una persona duele, pero no nos puede llenar de tristeza.

Aunque el mundo me dejare, con todo Yahvé me recogerá.

La salvación no es colectiva es individual. 

No podemos apegarnos a nuestros hijos, son prestados.

La autoridad en la casa no son los hijos, son papá y mamá.

Lucas 14: 24-27

Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena. Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo:  Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo”.

Aborrecer acá significa no tener apego. Si no es capaz de dejar padre y madre y lo que sea por Jesucristo.

Isaías 44: 6 - 11

Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios. ¿Y quién proclamará lo venidero, lo declarará, y lo pondrá en orden delante de mí, como hago yo desde que establecí el pueblo antiguo? Anúncienles lo que viene, y lo que está por venir. No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.  Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden.  ¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho?  He aquí que todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son hombres. Todos ellos se juntarán, se presentarán, se asombrarán, y serán avergonzados a una”.

El Señor nos viene anunciando lo que viene, lo que está por venir. Nos dice que no temamos.

Nadie conoce otro fuera de Yahvé, el que todo nos lo da.

5.       Bienes materiales

Carro, casas, dinero.

Se le ora a Dios por un empleo y se lo da y no puede volver al grupo porque se está muy ocupado.

O hacemos como se hace en una reconocida religió que se le va a orar a una imagen y se le echa una moneda, como queriendo comprar a la imagen o tal vez a Dios. Pero a Dios no se le compra. Dios nos da por pura misericordia.

A veces Dios no nos da lo que pedimos porque no estamos firmes con él. 

Cuando pones la mirada en él, él te bendice y te da.

Cuando Dios nos da la bendición nos relajamos, entonces ya no nos puede bendecir más. 

Mateo 6: 25 -33

“Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.

Los gentiles, los impíos buscan esas cosas.

 Nuestro Padre sabe lo que necesitamos. 

Nosotros atajamos las bendiciones. Entreguémonos al Señor y no atajemos más las bendiciones dejémoslas llegar.

Lo que tienen los hijos de Dios están bajo Bendición. Lo que tienen el impío está bajo maldición porque sus ojos están puestos en esas cosas materiales, no tiene a Cristo en su corazón.

Una persona con dinero no puede comprar la salvación.

6.       Brujos, hechiceros, agoreros, horóscopos 

Deuteronomio 18: 9 – 13

Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto serás delante de Jehová tu Dios”.

A Dios no le gusta la consulta de brujos y de adivinadores, dentro de ellos los horóscopos.

Que hace un hijo de Dios consultando brujos, adivinos o haciendo juegos de azar balotas y loterías a Dios no le gusta eso. Es abominación a Dios.

No hay reencarnación, que haces pidiéndole a un alma. No se le pide sino a Dios.

7.       El cajón del diablo y la internet

Hebreos 12: 2

puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”.

Que hace un hijo de Dios en el cajón del diablo viendo telenovelas y realitis y cosas que no agradan a Dios.  Por ahí entra todo, violencia, pornografía, todo.

Dos tres horas ante un televisor a ante la internet, es botar el tiempo, es idolatría a esos aparatos.

8.       Música, baile, fiestas, licor

I Pedro 4: 1 – 8

Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado,  para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios. Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías.  A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan;  pero ellos darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos.  Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos, para que sean juzgados en carne según los hombres, pero vivan en espíritu según Dios. Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.  Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”.

¿Vamos a seguir en el mundo, en idolatrías? No.

En cristo lo tenemos todo.

La Demandad de Dios

I Juan 2: 1-6

Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.  Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.  El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;  pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.  El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo”.

I Juan 2: 15 -17

No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”.