viernes, 19 de febrero de 2021

El infierno

 

Lugar donde van los muertos que están sin Cristo, es un lugar de tormento.

Si hay un cielo también hay un infierno, purgatorio no existe. Lo vamos a ver por la palabra.

Por eso es tan importante recibir a Cristo en nuestro corazón, porque de esta tierra llevamos condenación o salvación.

Condenación si no nacemos de nuevo en Cristo, si no lo recibimos en nuestro corazón.

Hay gente que le recibe por medio de la oración de fe, pero no nacieron de nuevo, no permitieron que el Espíritu Santo, que llegó juntamente con Jesucristo, les transformase.

I Juan 4: 16

Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.

Dios quiere que nos salvemos.

Dios es amor, el que está en ese amor, Dios está con él.

Ezequiel: 33: 11

Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?

No solo estaba de la muerte física sino también de la espiritual.

1.       Dónde está el infierno

Job 10: 20 – 22

10:20 ¿No son pocos mis días? Cesa, pues, y déjame, para que me consuele un poco,

10:21 Antes que vaya para no volver, a la tierra de tinieblas y de sombra de muerte;

10:22 Tierra de oscuridad, lóbrega, como sombra de muerte y sin orden, y cuya luz es como densas tinieblas.

Está describiendo un infierno.

Dios no iba a dejar a Job como no nos deja a nosotros.

Job 28:5

De la tierra nace el pan, Y debajo de ella está como convertida en fuego.

Ya se empiezan a dar luces de adonde está el infierno.

Proverbios 15: 24

El camino de la vida es hacia arriba al entendido, Para apartarse del Seol abajo.

Jesucristo es el camino la verdad y a vida.

Los entendidos somos los que hemos recibido a Cristo en el corazón.

Seol lugar de sufrimiento y está abajo.

Vamos hacia arriba, obedeciendo la palabra de Dios

Apocalipsis 9: 1 - 3

El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo. Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo. Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra.

Si bajo del cielo a la tierra, el infierno está en la tierra, pero ¿exactamente en dónde?

Mateo 12: 40

Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.

El infierno está en el corazón de la tierra. Está en el centro de la tierra.

2.       Quienes van allá

2 Pedro 2:4

2: 4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio;

El infierno era para esos ángeles caídos.

Judas: 5-7

Mas quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor, habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creyeron. Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día; como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.

El que no cree es destruido.

Si usted cree la palabra de Dios se da cuenta que el infierno existe y que está en el centro de la tierra.

Fue creado para los ángeles caídos, pero a los hombres que mueren en pecado y que no obedecen ni creen en Cristo y en su palabra también van allá

Isaías 14: 11 – 17

Descendió al Seol tu soberbia, y el sonido de tus arpas; gusanos serán tu cama, y gusanos te cubrirán. ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo. Se inclinarán hacia ti los que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos; que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades, que a sus presos nunca abrió la cárcel?

El infierno fue hecho para Satanás y sus demonios. No fue hecho para el hombre.

Isaías 24: 20 - 23

Temblará la tierra como un ebrio, y será removida como una choza; y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará. Acontecerá en aquel día, que Jehová castigará al ejército de los cielos en lo alto, y a los reyes de la tierra sobre la tierra.Y serán amontonados como se amontona a los encarcelados en mazmorra, y en prisión quedarán encerrados, y serán castigados después de muchos días. La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine en el monte de Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso.

 

Lucas 16:1 9 – 31

El rico y Lázaro

Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.

Cuando el no tuvo misericordia de Lázaro, si usted no sembró qué va a recoger.

Lucas 16: 25

Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.

No aparece purgatorio no se confíe.

Lucas 16: 26

Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.

No se pueden sacar almas de una parte para llevarlas a otra. No hay purgatorio.

Lucas 16: 27 - 29

 

Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.

Tenemos la escritura. Por medio de la palabra Dios se crea fe.

Hay que andar por el camino estrecho, pero tenemos un ayudador que es el Espíritu Santo.

Lucas 16: 30-31

El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.

Tenían que ver un espectáculo para creer, le dice el rico. Pero Abraham le dice que ni con eso se arrepentirían.

Por ninguna parte aparece el purgatorio

I Pedro 3: 18 – 23

Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua. El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo, quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.

Les predicó a los espíritus encarcelados, en el infierno y fue a predicar la obediencia.

Cuando se esperaba la paciencia de Dios. Noe era prototipo de Jesucristo y predicaba que había que buscar la salvación.

Eso hace Jesucristo diciéndonos que nos montemos en su arca.

Ezequiel 28: 18 – 19

Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser.

Ese es Satanás

Este es el final de Satanás y de los que le aprenden el pecado.

Sálvese de ir al infierno obedeciendo.

II Pedro 3: 1-7

Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles; sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.

Tiempos postreros:  estos porque las señales están cumplidas.

Concupiscencia es un deseo desordenado de la carne.

No de los santos de Dios, no de los justos, no de los que tenemos a Jesucristo en el corazón, sino para los impíos.

2 Pedro 3: 8 - 9

Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

No predica sobre el arrebatamiento, sino sobre la prosperidad.

Cristo no ha venido porque Dios tiene misericordia y está esperando que procedamos al arrepentimiento.

No tiene su promesa retardada.

Por su misericordia está esperando que muchos procedamos al arrepentimiento.

2 Pedro 3: 10

Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.

Jesucristo vendrá de sorpresa.

¿Si viniera ahora estaríamos preparados?

2 Pedro 3: 11-12

Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!

Piadosa manera de vivir: los que obedecemos.

2 Pedro 3: 13-14

 

Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.

Andando en plena obediencia.

2 Pedro 3: 15

Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito,

No ha venido por paciencia.

3:16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.

3:17 Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza.

3:18 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad.

Amén.

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