El báculo o vara

 

Isaías 11: 1 – 5

11:1 Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. 11:2 Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.

De los siete espíritus de Dios Acá hay 6

11:3 Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; 11:4 sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.

Del tronco de Isaí sale una vara y de ahí sale otra vara.

Espíritu de justicia es el séptimo.

Cuando recibimos a Cristo en nuestros corazones recibimos toda la autoridad. El poder de Dios, la Deidad habitando en este cuerpo mortal.

Nos dejamos quitar el poder por una circunstancia.

Por nuestros labios sale la promesa.

Imagínese lo que puede salir por nuestra boca. “abre tu boca que yo la llenaré”, dice el Salmo 81: 10

Es una vara de autoridad pues tenemos el Espíritu Santo.

El principio de sabiduría es el temor a Dios.

Inteligencia para que las circunstancias no nos dobleguen.

11:5 Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.

El cinto agarra, la fidelidad afirma.

Nosotros somos reyes y sacerdotes y fuimos engendrados para tener autoridad frente a las situaciones, pero hay que andar en santidad.

Jueces 5: 13 – 16

Se les dio una victoria sobre Sisara y Débora expreso lo siguiente.

5:13 Entonces marchó el resto de los nobles;

El pueblo de Jehová marchó por él en contra de los poderosos.

 

Cuando uno marcha es porque se pertenece a un ejército.

 

5:14 De Efraín vinieron los radicados en Amalec, en pos de ti, Benjamín, entre tus pueblos; de Maquir descendieron príncipes, y de Zabulón los que tenían vara de mando.

 

Tenemos vara y autoridad. ¿qué autoridad la que tenemos en Cristo Jesús!

La situaciones no me van a manejar porque yo tengo vara de mando.

 

5:15 Caudillos también de Isacar fueron con Débora; y como Barac, también Isacar se precipitó a pie en el valle. Entre las familias de Rubén hubo grandes resoluciones del corazón.

 

Hasta a pie se fueron.

La autoridad está precedida por una resolución del corazón.

El corazón bíblico está en la mente.

Hoy cojo la vara y no me dejo gobernar por el pecado.

Voy a creerle a esta palabra.

 

5:16 ¿Por qué te quedaste entre los rediles, para oír los balidos de los rebaños? Entre las familias de Rubén hubo grandes propósitos del corazón.

 

No solo hubo resoluciones sino propósitos.

Unos se quedaban oyendo los balidos de las ovejas, pero no tenía resolución.

Como nos van a venir a esclavizar.

 

Jueces 5:20

 

5: 20 Desde los cielos pelearon las estrellas; desde sus órbitas pelearon contra Sísara.

 

Las estrellas, reconociendo que el apoyo venía de arriba, de Dios.

5:21 Los barrió el torrente de Cisón, el antiguo torrente, el torrente de Cisón. Marcha, oh alma mía, con poder.

 

Utilizó cosas naturales par triunfos sobrenaturales

 

Tenemos todo para triunfar.

Somos más que vencedores.

Dejemos de ser incrédulos.

La utilidad de la vara

Miremos para qué sirve.

Hay circunstancias que nos arrinconan

 

1.       Éxodo 14: 13 -16

14:13 Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis.

Moisés estaba muy seguro porque le habían dado la autoridad. Se separó el mar para que pasaran

La situación lo hace a uno derretirse, pero para que esto no debe suceder porque se nos dio a Jesucristo.

Los egipcios en nosotros son un montón de dificultades, acreedores y otras. Hoy tenemos que ver la autoridad que Dios nos dio.

Profetícele ya a ese problema que se tiene que ir.

Hoy Dios nos da otra oportunidad.

14:14 Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.

Dios peleará por nosotros, el enemigo no nos puede soportar. No hay otra forma de vencer sino llenos del Espíritu Santo. Tenemos toda la autoridad de Dios.

No estamos ejerciendo la autoridad ¿por qué? Dios no está agradado con que no estemos ejerciendo la autoridad.

¿Qué estás haciendo con la autoridad que Dios te dio?

14:15 Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen.

Dejemos la quejadera y marchemos sobre las promesas.

La promesas descansan sobre las promesas y una de las promesas más fuertes de Dios es la santidad y la obediencia a su palabra.

14:16 Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco.

Extiende tu mano sobre esa dificultad y dile que se vaya.

Se divide, se abren las puertas. Divide con la autoridad esa dificultad y pasa por en medio de ella. Porque tenemos el Espíritu Santo.

Somos los redimido de Dios y voy a ejercer la autoridad que Dios nos dio.

Otra utilidad.

Números 20: 8 – 11

Cuando vemos las dificultades perdemos la autoridad por la falta de fe.

El pueblo tenía sed y empezó a murmura contra ellos.

20:8 Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus bestias.

La autoridad no era el pedazo de palo, sino la palabra que la tenía en sus labios, en su corazón y que salga por los labios en beneficio nuestro, de nuestra familia y de todo lo que hacemos.

20:9 Entonces Moisés tomó la vara de delante de Jehová, como él le mandó. 20:10 Y reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña? 20:11 Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias.

Dios respaldó su palabra, pero Moisés se dio la gloria a él mismo. La gloria solo es de Dios.

No hablemos nada si estamos en pecados inconfesos.

Tiene autoridad cuando hay obediencia y santidad.

La voz hace salir lo que sea pero hay que tener resolución.

La vara divide y hace fluir.

Habla a la roca, a eso tan duro y esto tiene que cambiar.

Profetízale a la miseria, a la enfermedad y eso se tiene que ir.

Otra utilidad

II Reyes 18: 19 – 22

Israel iba a ser tomada, invadida. Y le mando el rey de Asiria le mandó a decir con Rabsaces a Esequías, Esquía quiere decir Dios fortalece, que cuál era esa gloria en la que se apoyaba. Mentiroso rabsaces, mentiroso el diablo.

Le mandó a decir que se entregara. ¿Entréguense?, ¿vas a entregar tu hogar? ¿Tu vida, tu trabajo, tu fe? Calla eso que te viene a decir que te entregues, utiliza tu autoridad.

18:19 Y les dijo el Rabsaces: Decid ahora a Ezequías: Así dice el gran rey de Asiria: ¿Qué confianza es esta en que te apoyas?

No podemos entregar la vida o la familia por las circunstancias.

18:20 Dices (pero son palabras vacías): Consejo tengo y fuerzas para la guerra. Mas ¿en qué confías, que te has rebelado contra mí?

Ezequías sabía en quien había confiado.

18:21 He aquí que confías en este báculo de caña cascada, en Egipto, en el cual si alguno se apoyare, se le entrará por la mano y la traspasará. Tal es Faraón rey de Egipto para todos los que en él confían.

Creyó que Ezequiel confiaba en Egipto. Nosotros no confiamos ya en Egipto, en el mundo

Ezequías confiaba era en Yahvé Dios

La autoridad sirve para apoyarnos.

Apóyate en la palabra

 

18:22 Y si me decís: Nosotros confiamos en Jehová nuestro Dios, ¿no es éste aquel cuyos lugares altos y altares ha quitado Ezequías, y ha dicho a Judá y a Jerusalén: ¿Delante de este altar adoraréis en Jerusalén?

Otra utilidad

Éxodo 17: 8 - 11

17:8 Entonces vino Amalec y peleó contra Israel en Refidim. 17:9 Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano.

Moisés le dio a autoridad a Josué y este se fue a guerrear.

No podemos creerle a la ruina, a la enfermedad o todo lo que nos quiera atacar.

Moisés se fue a las alturas con la vara, la autoridad en la mano.

17:10 E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando contra Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado.

Hacemos nosotros como dice el Espíritu Santo. Toma la vara, apóyate den Yahvé y sus promesas. Podemos estar muy sitiados, pero la victoria es nuestra.

Los profetas hacia las alturas.

17:11 Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec.

Nos cansamos, por lo humano. Cuando bajamos la guardia prevalece el enemigo.

No es tiempo de bajar la guardia.

Nosotros no cansamos como Moisés, es human y normal.

17: 12 Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol.

Lo sentaron sobre la roca.

No hagas más la fuerza, descansa sobre la roca que es Jesucristo. Dios entiende el cansancio, pero se sabe que Dios fortalece.

17:13 Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada.

La espada es la palabra.

Las manos del Rey de reyes están a la diestra de Dios Padre y ese no se cansa.

Jesucristo intercede por nosotros día y noche.

Salmos 110: 1 -2

110:1 Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.

Le dijo a Jesucristo, el cuerpo esta a la diestra, ahí estamos nosotros que somos el cuerpo de Cristo

Solamente creyéndole él va a poner a nuestros enemigos debajo de nuestros pies. La ruina la enfermedad, la descensión. Todo.

Siéntate a mi diestra, confía en mí, dice el Señor. Nuestra fe no puede ser circunstancial, genuina

110:2 Jehová enviará desde Sion la vara de tu poder; Domina en medio de tus enemigos.

De la vara de Isaí salió el vástago, Jesucristo

Para guerrear sirve la vara. Dice domina en medio de los enemigos.

David vio como Jesucristo iba a ser vencedor y nosotros más que vencedores. Nosotros dominando sobre nuestros enemigos.

Salmos 23: 4

23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Tu palabra me dará aliento.

Esta palabra es para que recobren aliento, para que recobremos ánimo.