viernes, 4 de junio de 2021

Una gran demanda

 

Se habla mucho de las promesas de las cuales hay más de 3.500 en la Biblia, pero casi no se habla de las demandas. Y hay que hablarlas porque toman vida, las promesas, cuando estamos parados en esa gran demanda

Isaías 66: 1 – 2

Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo?  Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra.

Los judíos ansiaban mucho hacer templos para Yahvé Dios.

Jesús se enojó con los cambistas que mercadeaban en el templo y volcó mesas y los sacó del templo. Eso es prototipo de lo que está pasando hoy, las denominaciones unidas a los gobiernos, haciendo mercadería del Evangelio. Los evangelios todos tibios y livianos y las predicaciones acomodadas. Predicando sólo las promesas, pero predicando de lo que Dios demanda, muy poquitos.

Jesucristo dijo, destruiré este templo y en tres días lo levantaré. Se estaba cambiando de templo ya Dios no iba habitar en casas hechas por hombres, sino que en Jesucristo se estaba mostrando el templo eterno, el templo del Espíritu Santo.  Por eso cuando le recibimos en eso nos convertimos, en templos del Espíritu Santo de Dios.

La casa donde vamos a orar es casa de oración, el conjunto de los que nos reunimos allí y en otras casas de oración somos la Iglesia y cada uno de nosotros somos el templo del Espíritu Santo.

Temblar es obedecer la palabra de Dios.

Dios quiere humildad, sencillez y obediencia.

Que cuando Dios nos dé una orden a través de su palabra más profética, la Biblia, obedecer rápido.

La gran demanda es que usted se arrepienta de la soberbia y en general del pecado.

Dios nos presenta la gran demanda para que se den las grandes promesas.

Lo externo no sirve para nada, es lo interno lo que sirve. El templo tiene que estar lleno de la gloria de Dios.

Proverbios 15: 33

El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; Y a la honra precede la humildad.

El principio de toda sabiduría es el temor a Dios.

La obediencia a Dios nos enseña sabiduría y nos da facultad para reclamar esas promesas.

Algunos no reciben la benevolencia de Dios porque no has cumplido la gran demanda de Dios que es humildad y sencillez.

Estar en honra es que todos lo miren bien, en el trabajo por ejemplo.

Cuando usted se mantiene en humildad y sencillez, hay obediencia y el Espíritu Santo derrama sobre usted una lluvia de bendiciones.

I Pedro 5: 5: 11

5 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes.

Habla a la juventud porque es donde más brotes de soberbia hay, pero esto es para todos.

Ancianos los más conocedores.

Sumisos unos a otros, mirando al otro como si fuera superior.

Por eso las promesas están en resistencia porque no eres humilde y porque no obedeces la palabra de Dios.

Si eres humilde tienes gracia en todas partes.

El sonido de la trompeta es: “arrepiéntase que Jesucristo viene por segunda vez”

6 Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; 7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

Humillaos, no podemos ser exaltados sino hay humillación.

Es en su tiempo en cada situación, si haces esta gran demanda, Dios te va a exaltar.

Toda circunstancia que te aprieta échala sobre Dios. En oración pongamos toda nuestra ansiedad en las manos de Dios.

8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;

Es vulnerable a esto el que anda en desobediencia, viene Satanás y lo devora.

9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.

La fe que nos asiste es que Jesucristo es la esperanza, en toda situación nos va ayudar.

Los padecimientos es lo que el enemigo trata de retener.

10 Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.

La gloria eterna.

Jesucristo nos va a perfeccionar por su Espíritu Santo.

Establecer en reino de Dios. Establecidos ya nadie nos mueve de ahí.

11 A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.

 

Proverbios 22: 4

Riquezas, honra y vida Son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová.

Riquezas primeramente espirituales y luego materiales.

No es la experiencia externa sino un corazón obediente en pura humildad y en obediencia.

Vida, sabemos que la vida es Jesucristo. La sangre es vida y eso fue lo que derramó Jesucristo en la cruz.

Jeremías 21: 8

Y a este pueblo dirás: Así ha dicho Jehová: He aquí pongo delante de vosotros camino de vida y camino de muerte.

Camino de vida para nosotros es Jesucristo. Jesucristo fue obediente y humilde para cumplir la palabra del Padre.

Camino de vida es obediencia y camino de muerte la desobediencia.

Dios pone en nuestras vidas esos dos caminos.

Genesis 2: 9

Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.

Acá dijo lo mismo que le dijo a Jeremías. Dos caminos.

Cuando recibes a Jesucristo, en medio de tu vida está el árbol de la vida.

Dios nos está diciendo: “dame tu corazón y yo la haré obediente y humilde”.

Apocalipsis 2: 7

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.

Lo mismo de Génesis.

Para poder vencer hay que estar en obediencia y ser humildes y pobres de espíritu.

Mateo 5: 8

Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.

El corazón lo limpia la palabra de Dios el agua de Dios que es la palabra.

Si el corazón bíblico que es la mente.

El corazón lo limpia la palabra de Dios.

En los cristianos nacidos de nuevo no hay malicia. No haces un favor esperando algo a cambio.

Si quieres ve a Dios actuar cumple esta demanda.

I Reyes 3: 3 – 14

Mas Salomón amó a Jehová, andando en los estatutos de su padre David; solamente sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.

Los israelitas estaban contaminando, pero no Salomón.

4 E iba el rey a Gabaón, porque aquél era el lugar alto principal, y sacrificaba allí; mil holocaustos sacrificaba Salomón sobre aquel altar. 5 Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé.

Después de adoración y presentar sacrificio.

 6 Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón para contigo; y tú le has reservado esta tu gran misericordia, en que le diste hijo que se sentase en su trono, como sucede en este día.

Hizo misericordia con David, porque anduvo en obediencia

7 Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir. 8 Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud. 9 Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?

Lo vuelo es aceptar y hacer esa gran demanda. Sacar toda desobediencia de nuestras vidas.

10  Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. 11 Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, 12 he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú. 13 Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días. 14 Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días. 15 Cuando Salomón despertó, vio que era sueño; y vino a Jerusalén, y se presentó delante del arca del pacto de Jehová, y sacrificó holocaustos y ofreció sacrificios de paz, e hizo también banquete a todos sus siervos.

Busquemos primeramente el reino de Dios y su justicia y lo demás será añadido.

Renunciamos a toda soberbia y hoy recibimos.

Dios le demando obediencia.

Salomón se regocijo por un sueño cumplido.

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