Se habla mucho de las promesas de
las cuales hay más de 3.500 en la Biblia, pero casi no se habla de las demandas.
Y hay que hablarlas porque toman vida, las promesas, cuando estamos parados en
esa gran demanda
Isaías 66: 1 – 2
Jehová
dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la
casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo? Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas
estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de
espíritu, y que tiembla a mi palabra.
Los judíos ansiaban mucho hacer
templos para Yahvé Dios.
Jesús se enojó con los cambistas
que mercadeaban en el templo y volcó mesas y los sacó del templo. Eso es
prototipo de lo que está pasando hoy, las denominaciones unidas a los
gobiernos, haciendo mercadería del Evangelio. Los evangelios todos tibios y livianos
y las predicaciones acomodadas. Predicando sólo las promesas, pero predicando
de lo que Dios demanda, muy poquitos.
Jesucristo dijo, destruiré este
templo y en tres días lo levantaré. Se estaba cambiando de templo ya Dios no
iba habitar en casas hechas por hombres, sino que en Jesucristo se estaba
mostrando el templo eterno, el templo del Espíritu Santo. Por eso cuando le recibimos en eso nos convertimos,
en templos del Espíritu Santo de Dios.
La casa donde vamos a orar es
casa de oración, el conjunto de los que nos reunimos allí y en otras casas de
oración somos la Iglesia y cada uno de nosotros somos el templo del Espíritu
Santo.
Temblar es obedecer la palabra de
Dios.
Dios quiere humildad, sencillez y
obediencia.
Que cuando Dios nos dé una orden
a través de su palabra más profética, la Biblia, obedecer rápido.
La gran demanda es que usted se
arrepienta de la soberbia y en general del pecado.
Dios nos presenta la gran demanda
para que se den las grandes promesas.
Lo externo no sirve para nada, es
lo interno lo que sirve. El templo tiene que estar lleno de la gloria de Dios.
Proverbios 15: 33
El
temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; Y a la honra precede la humildad.
El principio de toda sabiduría es
el temor a Dios.
La obediencia a Dios nos enseña
sabiduría y nos da facultad para reclamar esas promesas.
Algunos no reciben la
benevolencia de Dios porque no has cumplido la gran demanda de Dios que es
humildad y sencillez.
Estar en honra es que todos lo
miren bien, en el trabajo por ejemplo.
Cuando usted se mantiene en
humildad y sencillez, hay obediencia y el Espíritu Santo derrama sobre usted
una lluvia de bendiciones.
I Pedro 5: 5: 11
5 Igualmente,
jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos
de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes.
Habla a la juventud porque es
donde más brotes de soberbia hay, pero esto es para todos.
Ancianos los más conocedores.
Sumisos unos a otros, mirando al
otro como si fuera superior.
Por eso las promesas están en
resistencia porque no eres humilde y porque no obedeces la palabra de Dios.
Si eres humilde tienes gracia en
todas partes.
El sonido de la trompeta es: “arrepiéntase
que Jesucristo viene por segunda vez”
6 Humillaos,
pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;
7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
Humillaos, no podemos ser
exaltados sino hay humillación.
Es en su tiempo en cada situación,
si haces esta gran demanda, Dios te va a exaltar.
Toda circunstancia que te aprieta
échala sobre Dios. En oración pongamos toda nuestra ansiedad en las manos de
Dios.
8 Sed
sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda
alrededor buscando a quien devorar;
Es vulnerable a esto el que anda
en desobediencia, viene Satanás y lo devora.
9 al
cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van
cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
La fe que nos asiste es que
Jesucristo es la esperanza, en toda situación nos va ayudar.
Los padecimientos es lo que el
enemigo trata de retener.
10 Mas
el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después
que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme,
fortalezca y establezca.
La gloria eterna.
Jesucristo nos va a perfeccionar
por su Espíritu Santo.
Establecer en reino de Dios.
Establecidos ya nadie nos mueve de ahí.
11 A
él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Proverbios 22: 4
Riquezas,
honra y vida Son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová.
Riquezas primeramente
espirituales y luego materiales.
No es la experiencia externa sino
un corazón obediente en pura humildad y en obediencia.
Vida, sabemos que la vida es
Jesucristo. La sangre es vida y eso fue lo que derramó Jesucristo en la cruz.
Jeremías 21: 8
Y a este
pueblo dirás: Así ha dicho Jehová: He aquí pongo delante de vosotros camino de
vida y camino de muerte.
Camino de vida para nosotros es
Jesucristo. Jesucristo fue obediente y humilde para cumplir la palabra del
Padre.
Camino de vida es obediencia y
camino de muerte la desobediencia.
Dios pone en nuestras vidas esos
dos caminos.
Genesis 2: 9
Y Jehová
Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para
comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia
del bien y del mal.
Acá dijo lo mismo que le dijo a
Jeremías. Dos caminos.
Cuando recibes a Jesucristo, en
medio de tu vida está el árbol de la vida.
Dios nos está diciendo: “dame tu
corazón y yo la haré obediente y humilde”.
Apocalipsis 2: 7
El que
tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le
daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.
Lo mismo de Génesis.
Para poder vencer hay que estar
en obediencia y ser humildes y pobres de espíritu.
Mateo 5: 8
Bienaventurados
los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
El corazón lo limpia la palabra
de Dios el agua de Dios que es la palabra.
Si el corazón bíblico que es la
mente.
El corazón lo limpia la palabra
de Dios.
En los cristianos nacidos de
nuevo no hay malicia. No haces un favor esperando algo a cambio.
Si quieres ve a Dios actuar
cumple esta demanda.
I Reyes 3: 3 – 14
Mas
Salomón amó a Jehová, andando en los estatutos de su padre David; solamente
sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.
Los israelitas estaban
contaminando, pero no Salomón.
4 E iba
el rey a Gabaón, porque aquél era el lugar alto principal, y sacrificaba allí;
mil holocaustos sacrificaba Salomón sobre aquel altar. 5 Y se le apareció
Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que
quieras que yo te dé.
Después de adoración y presentar
sacrificio.
6 Y Salomón dijo: Tú
hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, porque él anduvo delante
de ti en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón para contigo; y tú le
has reservado esta tu gran misericordia, en que le diste hijo que se sentase en
su trono, como sucede en este día.
Hizo misericordia con David,
porque anduvo en obediencia
7 Ahora
pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de
David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir. 8 Y tu siervo
está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se
puede contar ni numerar por su multitud. 9 Da, pues, a tu siervo corazón
entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo;
porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?
Lo vuelo es aceptar y hacer esa gran
demanda. Sacar toda desobediencia de nuestras vidas.
10 Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese
esto. 11 Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos
días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que
demandaste para ti inteligencia para oír juicio, 12 he aquí lo he hecho
conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido,
tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará
otro como tú. 13 Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y
gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus
días. 14 Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis
mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días. 15 Cuando
Salomón despertó, vio que era sueño; y vino a Jerusalén, y se presentó delante
del arca del pacto de Jehová, y sacrificó holocaustos y ofreció sacrificios de
paz, e hizo también banquete a todos sus siervos.
Busquemos primeramente el reino
de Dios y su justicia y lo demás será añadido.
Renunciamos a toda soberbia y hoy
recibimos.
Dios le demando obediencia.
Salomón se regocijo por un sueño
cumplido.
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