Moisés
Éxodo 4: 18 – 26
4:18 Así se
fue Moisés, y volviendo a su suegro Jetro, le dijo: Iré ahora, y volveré a mis
hermanos que están en Egipto, para ver si aún viven. Y Jetro dijo a Moisés: Ve
en paz.
Dios sacó a
moisés Egipto. Él iba a volver porque había un propósito.
Dios nos sacó
del mundo de pecado y nosotros no tenemos que volver al mundo a hacer las cosas
del mundo nosotros volvemos al mundo, pero a rescatar almas para Cristo.
Moisés no volvió
para ver si Faraón lo ponía en la posición que tenía antes. Él fue por un plan que
Dios que tenía, con Moisés, para el pueblo de Israel.
Acá no estamos
por casualidad, nosotros conocemos a Jesucristo y no es por casualidad, hay un
propósito de Dios en cada uno de nosotros. El propósito es que no guardemos el
mensaje, el propósito es que no callemos, que declaremos las buenas nuevas que
nos declararon a nosotros.
4:19 Dijo
también Jehová a Moisés en Madián: Ve y vuélvete a Egipto, porque han muerto
todos los que procuraban tu muerte.
Miremos como
Dios defiende nuestra causa y como cuando Dios tiene un plan con nosotros el
enemigo no puede tocarnos, porque nuestras vidas están escondidas en Jesucristo
y papito Dios nos guarda.
Lo que a usted
le pasa no es casualidad, hay propósito de Dios.
4:20 Entonces
Moisés tomó su mujer y sus hijos, y los puso sobre un asno, y volvió a tierra
de Egipto. Tomó también Moisés la vara de Dios en su mano.
Moisés tomó la
vara que significaba autoridad.
El Espíritu
Santo nos está invitando a volver a tomar la autoridad que en Cristo se nos ha
sido dada.
Toma posesión en
lo que Dios te dio, párate firme en lo que Dios te dio, no te de miedo, toma
esa autoridad.
4:21 Y dijo
Jehová a Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón
todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón,
de modo que no dejará ir al pueblo.
Para moisés no
era una sorpresa que Faraón le dijera que no.
Para nosotros no
es sorpresa que el diablo se levante.
Tampoco es una
sorpresa que Dios nos va a dar la victoria siempre. Si tenemos fe estamos
seguros de que la victoria está asegurada.
Vayamos y
mostremos al Cristo que tenemos dentro de nosotros.
Muestre las
maravillas que Dios está haciendo en usted y a través de usted.
4:22 Y dirás
a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito.
4:23 Ya te he
dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir;
he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito.
4:24 Y
aconteció en el camino, que en una posada Jehová le salió al encuentro, y quiso
matarlo.
Lo comisiona y
quiso matarlo.
4:25 Entonces
Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus
pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre.
4:26 Así le
dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisión.
A Moisés se la había
olvidado el pacto que Dios había hecho con el pueblo de Israel: la circuncisión
de los primogénitos.
Nosotros tenemos
un pacto con Jesucristo. En el momento que llegó a nosotros quitó el prepucio
de nuestro corazón por eso no somos iguales al mundo, porque tenemos pacto de
sangre, la sangre del unigénito hijo de Dios. Sin sangre no hay remisión de
pecados, no hay redención para nuestras vidas. Eso estaba hablando de lo que
iba a ser el nuevo pacto.
Papito Dios no
nos soltará hasta que no cumpla su propósito en nosotros.
Moisés le dijo
que comisionara a Aarón y Dios le puso a Aarón para que le ayudara, pero al que
había comisionado fue a Moisés.
Éxodo 5: 1-4
5:1 Después
Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y le dijeron: Jehová el Dios
de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto.
Moisés tenía un
plan de Dios y él no se lo podía dejar cambiar.
¿Quién celebra
una fiesta en el desierto?, ¿quién hace fiesta cuando está en un problema?
Dios quiere que
le hagamos fiesta en el problema, en el desierto. Haga fiesta ahí porque ahí es
donde se glorifica el Señor Jesucristo.
Dios los estaba
acompañando y no hacía fiesta en el desierto.
Así somos
nosotros a veces, tenemos a Jesucristo y tenemos una dificultad, nos morimos en
la dificultad, lloramos en la dificultad, nos enterramos con la dificultad. A
eso no está llamado el pueblo de Dios, el pueblo de Dios está llamado a gozarse
en la dificultad, a que haga fiesta en la dificultad.
Cuando
entendemos esto el diablo tiene que irse.
Cuando nos
gozamos en la dificultad es porque estamos creyendo que Dios nos va a sacar de
ahí. Le estamos diciendo al diablo que el que reina en esa dificultad se llama
Jesucristo rey de reyes y Señor de señores.
5:2 Y Faraón
respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no
conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel.
Él no lo
conocía, pero Moisés y el pueblo de Israel sí.
5:3 Y ellos
dijeron: El Dios de los hebreos nos ha encontrado; iremos, pues, ahora, camino
de tres días por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios,
para que no venga sobre nosotros con peste o con espada.
Cado uno diga el
Dios mío al quien yo sirvo continuamente, continuamente significa siempre en
obediencia.
Cuando usted
deje de decir quién sabe si Dios lo hará él va a actuar.
Dios nos
encontró a nosotros con su misericordia.
Ejerció la
autoridad: iremos ahora
5:4 Entonces
el rey de Egipto les dijo: Moisés y Aarón, ¿por qué hacéis cesar al pueblo de
su trabajo? Volved a vuestras tareas.
Moisés volvió
hasta que Faraón dejó ir al pueblo. Nosotros también volvamos a la oración,
reprendamos una y otra vez.
Éxodo 5: 19-23
5:19 Entonces
los capataces de los hijos de Israel se vieron en aflicción, al decírseles: No
se disminuirá nada de vuestro ladrillo, de la tarea de cada día.
El enemigo no lo
deja tranquilo, entre usted más se mete con el Señor, el enemigo quiere estorbarlo
más.
El diablo empezó
a amenazar, a crear miedo, a crear angustia
5:20 Y
encontrando a Moisés y a Aarón, que estaban a la vista de ellos cuando salían
de la presencia de Faraón,
5:21 les
dijeron: Mire Jehová sobre vosotros, y juzgue; pues nos habéis hecho
abominables delante de Faraón y de sus siervos, poniéndoles la espada en la
mano para que nos maten.
5:22 Entonces
Moisés se volvió a Jehová, y dijo: Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para
qué me enviaste?
5:23 Porque
desde que yo vine a Faraón para hablarle en tu nombre, ha afligido a este
pueblo; y tú no has librado a tu pueblo.
Empezaron a
moverle el piso a Moisés, después de que Moisés sabía que ejerciendo su
autoridad Faraón iba a ceder.
¿Cuánta veces
vienen el diablo y te mueve el piso?, después de que Dios te dijo: yo lo haré. Y
usted se deja cambiar la situación, porque no se para firme en la palabra.
Vuelva a la
palabra de Dios y empiece a militar en sus promesas.
Ya Moisés estaba
dudando del mandamiento que tenía.
Dios estaba probando
el corazón de Moisés. Cuando viene a situación adversa Dios está probando tu
corazón, qué hay en tu vida. O si es que estás renegando o estás cuestionando
al Cristo de la gloria. O si es que estás pensando en devolverte.
Éxodo 11: 1 -3
11:1 Jehová
dijo a Moisés: Una plaga traeré aún sobre Faraón y sobre Egipto, después de la
cual él os dejará ir de aquí; y seguramente os echará de aquí del todo.
11:2 Habla
ahora al pueblo, y que cada uno pida a su vecino, y cada una a su vecina,
alhajas de plata y de oro.
11:3 Y Jehová
dio gracia al pueblo en los ojos de los egipcios. También Moisés era tenido por
gran varón en la tierra de Egipto, a los ojos de los siervos de Faraón, y a los
ojos del pueblo.
Fue la décima
que para el pueblo era la buena.
Para nosotros la
prueba es una bendición.
No importa por
lo que usted esté pasando, sobre su vida renacerá el sol de justicia.
Ellos siendo
esclavo y les da la gracia para ir y despojar a sus enemigos.
Lo que es suyo,
es suyo y nadie se lo puede quitar.
Gracia es un
regalo, tenemos el regalo de Jesucristo en nuestras vidas, con él tenemos la
gracia, el favor de Dios, que pone el canal a nuestro alrededor, pone personas
que usted ni siquiera conoce y los pone a que le sirvan, a que le den por la
gracia infinita de Jesucristo.
Nosotros tenemos
esa gracia de Dios, ¿la perdió?, vuelva otra vez a su presencia porque ahí está
la gracia del Dios vivo con usted.
La gracia nos la
dieron a nosotros por su infinita misericordia.
Éxodo 12: 31-36
12:31 E hizo
llamar a Moisés y a Aarón de noche, y les dijo: Salid de en medio de mi pueblo
vosotros y los hijos de Israel, e id, servid a Jehová, como habéis dicho.
Como estaría de
amedrentado Faraón que tuvo que ceder.
Así es con
nosotros, el diablo tiene que ceder porque nosotros perseveramos. El diablo
persiste, pero nosotros tenemos que persistir el doble.
Si hubiera sido
por Moisés, él no había vuelto donde Faraón, pero fue porque papito Dios le
puso eso en el corazón, la necesidad de volver a insistir y sacar a un pueblo
de la esclavitud.
Yo debo
insistir, yo tengo que salir de aquí, mi familia tiene que salir de aquí, yo
tengo que ser levantado, mi vida no puede seguir siendo un caos.
12:32 Tomad
también vuestras ovejas y vuestras vacas, como habéis dicho, e idos; y
bendecidme también a mí.
Les entregaron
de todo.
Si Dios me da
una bendición, ¿voy a tomar una parte y la otra se la voy a dejar al diablo?
No, si me la dio es toda.
Atrévase a
creerle a Dios,
12:33 Y los
egipcios apremiaban al pueblo, dándose prisa a echarlos de la tierra; porque
decían: Todos somos muertos.
Tenían afán de
que se fueran.
Por el solo
hecho de ser hijos de Dios, el diablo tiene que soltarnos.
12:34 Y llevó
el pueblo su masa antes que se leudase, sus masas envueltas en sus sábanas sobre
sus hombros.
12:35 E
hicieron los hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés, pidiendo de los
egipcios alhajas de plata, y de oro, y vestidos.
12:36 Y
Jehová dio gracia al pueblo delante de los egipcios, y les dieron cuanto
pedían; así despojaron a los egipcios.
Los despojaron
por la gracia de Dios, no por la fuerza de los israelitas.
Nosotros nos
tenemos que mover por la palabra de Dios.
Elías
1 Reyes 17: 17 24
17:17 Después
de estas cosas aconteció que cayó enfermo el hijo del ama de la casa; y la
enfermedad fue tan grave que no quedó en él aliento.
Le regaló el
hijo y ya el hijo muere, como lo que pasó a Moisés, como nos pasa a nosotros
cuando nos da una bendición y parece que no funciona, que me la van a quitar y
no nos damos cuenta que por medio de la bendición Dios nos está llamando la
atención para que la cuidemos.
17:18 Y ella
dijo a Elías: ¿Qué tengo yo contigo, varón de Dios? ¿Has venido a mí para traer
a memoria mis iniquidades, y para hacer morir a mi hijo?
Le echó la culpa
a Elías.
17:19 El le
dijo: Dame acá tu hijo. Entonces él lo tomó de su regazo, y lo llevó al
aposento donde él estaba, y lo puso sobre su cama.
Ya sabemos adónde
tenemos que clamar y ya sabemos cómo hacerlo.
17:20 Y
clamando a Jehová, dijo: Jehová Dios mío, ¿aun a la viuda en cuya casa estoy
hospedado has afligido, haciéndole morir su hijo?
17:21 Y se
tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová y dijo: Jehová Dios mío, te
ruego que hagas volver el alma de este niño a él.
Insistió tres
veces. Nosotros a veces oramos y como no vemos la respuesta, no quiero nada, no
vuelvo a ese lugar.
Hay que creer la
fe debe permanecer
17:22 Y
Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él, y revivió.
Volvió porque
persistió, porque no se rindió.
No nos podemos
rendir, tenemos que renunciar al fracaso, tenemos que renunciar a la cobardía.
A la mujer no le
revivió el hijo porque eso es para los que creen. los que creemos vemos la
gloria de Dios.
17:23 Tomando
luego Elías al niño, lo trajo del aposento a la casa, y lo dio a su madre, y le
dijo Elías: Mira, tu hijo vive.
17:24
Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que
la palabra de Jehová es verdad en tu boca.
Apenas vio el
milagro, pero ya había visto el milagro cuando concibió.
El nombre de
Elías significa Yahvé es mi Dios.
Eliseo
El nombre de
Eliseo significa Dios es mi salvación.
2 Reyes 2: 1-16
2:1 Aconteció
que cuando quiso Jehová alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venía
con Eliseo de Gilgal.
Eran
inseparables. Con el Espíritu Santo debemos ser inseparable. El Espíritu Santo
debe estar fluyendo continuamente.
El Espíritu
santo tiene que estar rebosando en nosotros, tiene que estar haciendo
maravillas continuamente en nosotros.
2:2 Y dijo
Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado a Bet-el. Y
Eliseo dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Descendieron, pues,
a Bet-el.
Eliseo no se
conformó, Eliseo sabía dónde estaba la bendición.
Nosotros no
podemos ser conformistas, ya Dios nos mostró que la bendición estaba en
Jesucristo y se ve a través de su palabra. No nos soltemos de la bendición.
2:3 Y
saliendo a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Bet-el, le dijeron:
¿Sabes que Jehová te quitará hoy a tu señor de sobre ti? Y él dijo: Sí, yo lo
sé; callad.
No permitió que
el diablo lo desanimara, el diablo utilizó a los mismos conocedores de la
palabra.
Eliseo iba a
recibir una doble unción y el diablo quería entorpecer eso. Así quiere
entorpecer nuestras bendiciones y manda sus mensajeros.
2:4 Y Elías
le volvió a decir: Eliseo, quédate aquí ahora, porque Jehová me ha enviado a
Jericó. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Vinieron,
pues, a Jericó.
En Jericó fue
donde Dios le dio la victoria a su pueblo, donde cayeron los muros.
2:5 Y se
acercaron a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Jericó, y le
dijeron: ¿Sabes que Jehová te quitará hoy a tu señor de sobre ti? El respondió:
Sí, yo lo sé; callad.
Hay que callar
al diablo o a sus mensajeros cuando vengan a desanimarlos
2:6 Y Elías
le dijo: Te ruego que te quedes aquí, porque Jehová me ha enviado al Jordán. Y
él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Fueron, pues, ambos.
El Jordán es el
que desciende, el que se humilla. Nosotros vamos a humillarnos delante de Dios.
Siempre le decía
lo mismo y no lo dejaba, era firme.
Tenemos que
tener firmeza y seguridad en lo que Dios nos dice.
2:7 Y
vinieron cincuenta varones de los hijos de los profetas, y se pararon delante a
lo lejos; y ellos dos se pararon junto al Jordán.
2:8 Tomando
entonces Elías su manto, lo dobló, y golpeó las aguas, las cuales se apartaron
a uno y a otro lado, y pasaron ambos por lo seco.
El manto es la
cobertura. Utilizó la autoridad. Utilizo lo que tenía.
Utilicemos lo
que Dios nos ha dado como armas o como herramientas. Use la palabra.
NO dudó de lo
que Dios había puesto en sus manos
2:9 Cuando
habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes
que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu
espíritu sea sobre mí.
De una le dijo
que quería la doble porción, ya sabía qué quería, tenía el objetivo claro.
Pidió lo
espiritual. Buscad primero el reino de Dios y su justicia y lo demás será
añadido.
Nosotros
cambiamos lo espiritual por lo terrenal, primero lo terrenal y así no es.
2:10 Él le
dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será
hecho así; mas si no, no.
Nos desanimamos
porque nos dicen que pedimos mucho, o nosotros mismos pensamos que es mucho y
que quién sabe.
Lo que Dios
quiere hacer lo hace.
Le puso una
condición a Eliseo. La condición para nosotros es creer.
Debemos estar
atentos a las bendiciones, cómo que van a pasar y otros se las van a llevar.
2:11 Y
aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de
fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino.
Debemos estar
atentos.
2:12 Viéndolo
Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a
caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes.
Rompió en dos
partes el manto, tomó la cobertura, lo que dejo Elías. El tomo la promesa y la
hizo realidad.
Haga realidad lo
que Dios le da.
2:13 Alzó
luego el manto de Elías que se le había caído, y volvió, y se paró a la orilla
del Jordán.
2:14 Y
tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo:
¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y así que hubo golpeado del mismo modo
las aguas, se apartaron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo.
2:15 Viéndole
los hijos de los profetas que estaban en Jericó al otro lado, dijeron: El
espíritu de Elías reposó sobre Eliseo. Y vinieron a recibirle, y se postraron
delante de él.
2:16 Y dijeron:
He aquí hay con tus siervos cincuenta varones fuertes; vayan ahora y busquen a
tu señor; quizá lo ha levantado el Espíritu de Jehová, y lo ha echado en algún
monte o en algún valle. Y él les dijo: No enviéis.
Estaba seguro de
lo que había pasado. los otros profetas habían sido incrédulos.
Nos está
llamando, nos están invitando: vuelve otra vez.
Haga uso de la autoridad
que tiene en Jesucristo, haga uso de la fe que le regalaron, haga uso de las
promesas de Yahvé Dios, haga uso del Dios que tiene.