martes, 30 de agosto de 2022

Vuelve otra vez

 

Moisés

Éxodo 4: 18 – 26

4:18 Así se fue Moisés, y volviendo a su suegro Jetro, le dijo: Iré ahora, y volveré a mis hermanos que están en Egipto, para ver si aún viven. Y Jetro dijo a Moisés: Ve en paz.

Dios sacó a moisés Egipto. Él iba a volver porque había un propósito.

Dios nos sacó del mundo de pecado y nosotros no tenemos que volver al mundo a hacer las cosas del mundo nosotros volvemos al mundo, pero a rescatar almas para Cristo.

Moisés no volvió para ver si Faraón lo ponía en la posición que tenía antes. Él fue por un plan que Dios que tenía, con Moisés, para el pueblo de Israel.

Acá no estamos por casualidad, nosotros conocemos a Jesucristo y no es por casualidad, hay un propósito de Dios en cada uno de nosotros. El propósito es que no guardemos el mensaje, el propósito es que no callemos, que declaremos las buenas nuevas que nos declararon a nosotros.

4:19 Dijo también Jehová a Moisés en Madián: Ve y vuélvete a Egipto, porque han muerto todos los que procuraban tu muerte.

Miremos como Dios defiende nuestra causa y como cuando Dios tiene un plan con nosotros el enemigo no puede tocarnos, porque nuestras vidas están escondidas en Jesucristo y papito Dios nos guarda.

Lo que a usted le pasa no es casualidad, hay propósito de Dios.

4:20 Entonces Moisés tomó su mujer y sus hijos, y los puso sobre un asno, y volvió a tierra de Egipto. Tomó también Moisés la vara de Dios en su mano.

Moisés tomó la vara que significaba autoridad.

El Espíritu Santo nos está invitando a volver a tomar la autoridad que en Cristo se nos ha sido dada.

Toma posesión en lo que Dios te dio, párate firme en lo que Dios te dio, no te de miedo, toma esa autoridad.

4:21 Y dijo Jehová a Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo.

Para moisés no era una sorpresa que Faraón le dijera que no.

Para nosotros no es sorpresa que el diablo se levante.

Tampoco es una sorpresa que Dios nos va a dar la victoria siempre. Si tenemos fe estamos seguros de que la victoria está asegurada.

Vayamos y mostremos al Cristo que tenemos dentro de nosotros.

Muestre las maravillas que Dios está haciendo en usted y a través de usted.

4:22 Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito.

4:23 Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito.

4:24 Y aconteció en el camino, que en una posada Jehová le salió al encuentro, y quiso matarlo.

Lo comisiona y quiso matarlo.

4:25 Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre.

4:26 Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisión.

A Moisés se la había olvidado el pacto que Dios había hecho con el pueblo de Israel: la circuncisión de los primogénitos.

Nosotros tenemos un pacto con Jesucristo. En el momento que llegó a nosotros quitó el prepucio de nuestro corazón por eso no somos iguales al mundo, porque tenemos pacto de sangre, la sangre del unigénito hijo de Dios. Sin sangre no hay remisión de pecados, no hay redención para nuestras vidas. Eso estaba hablando de lo que iba a ser el nuevo pacto.

Papito Dios no nos soltará hasta que no cumpla su propósito en nosotros.

Moisés le dijo que comisionara a Aarón y Dios le puso a Aarón para que le ayudara, pero al que había comisionado fue a Moisés.

Éxodo 5: 1-4

5:1 Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto.

Moisés tenía un plan de Dios y él no se lo podía dejar cambiar.

¿Quién celebra una fiesta en el desierto?, ¿quién hace fiesta cuando está en un problema?

Dios quiere que le hagamos fiesta en el problema, en el desierto. Haga fiesta ahí porque ahí es donde se glorifica el Señor Jesucristo.

Dios los estaba acompañando y no hacía fiesta en el desierto.

Así somos nosotros a veces, tenemos a Jesucristo y tenemos una dificultad, nos morimos en la dificultad, lloramos en la dificultad, nos enterramos con la dificultad. A eso no está llamado el pueblo de Dios, el pueblo de Dios está llamado a gozarse en la dificultad, a que haga fiesta en la dificultad.

Cuando entendemos esto el diablo tiene que irse.

Cuando nos gozamos en la dificultad es porque estamos creyendo que Dios nos va a sacar de ahí. Le estamos diciendo al diablo que el que reina en esa dificultad se llama Jesucristo rey de reyes y Señor de señores.

5:2 Y Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel.

Él no lo conocía, pero Moisés y el pueblo de Israel sí.

5:3 Y ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha encontrado; iremos, pues, ahora, camino de tres días por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios, para que no venga sobre nosotros con peste o con espada.

Cado uno diga el Dios mío al quien yo sirvo continuamente, continuamente significa siempre en obediencia.

Cuando usted deje de decir quién sabe si Dios lo hará él va a actuar.

Dios nos encontró a nosotros con su misericordia.

Ejerció la autoridad: iremos ahora

5:4 Entonces el rey de Egipto les dijo: Moisés y Aarón, ¿por qué hacéis cesar al pueblo de su trabajo? Volved a vuestras tareas.

Moisés volvió hasta que Faraón dejó ir al pueblo. Nosotros también volvamos a la oración, reprendamos una y otra vez.

Éxodo 5: 19-23

5:19 Entonces los capataces de los hijos de Israel se vieron en aflicción, al decírseles: No se disminuirá nada de vuestro ladrillo, de la tarea de cada día.

El enemigo no lo deja tranquilo, entre usted más se mete con el Señor, el enemigo quiere estorbarlo más.

El diablo empezó a amenazar, a crear miedo, a crear angustia

5:20 Y encontrando a Moisés y a Aarón, que estaban a la vista de ellos cuando salían de la presencia de Faraón,

5:21 les dijeron: Mire Jehová sobre vosotros, y juzgue; pues nos habéis hecho abominables delante de Faraón y de sus siervos, poniéndoles la espada en la mano para que nos maten.

5:22 Entonces Moisés se volvió a Jehová, y dijo: Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste?

5:23 Porque desde que yo vine a Faraón para hablarle en tu nombre, ha afligido a este pueblo; y tú no has librado a tu pueblo.

Empezaron a moverle el piso a Moisés, después de que Moisés sabía que ejerciendo su autoridad Faraón iba a ceder.

¿Cuánta veces vienen el diablo y te mueve el piso?, después de que Dios te dijo: yo lo haré. Y usted se deja cambiar la situación, porque no se para firme en la palabra.

Vuelva a la palabra de Dios y empiece a militar en sus promesas.

Ya Moisés estaba dudando del mandamiento que tenía.

Dios estaba probando el corazón de Moisés. Cuando viene a situación adversa Dios está probando tu corazón, qué hay en tu vida. O si es que estás renegando o estás cuestionando al Cristo de la gloria. O si es que estás pensando en devolverte. 

Éxodo 11: 1 -3

11:1 Jehová dijo a Moisés: Una plaga traeré aún sobre Faraón y sobre Egipto, después de la cual él os dejará ir de aquí; y seguramente os echará de aquí del todo.

11:2 Habla ahora al pueblo, y que cada uno pida a su vecino, y cada una a su vecina, alhajas de plata y de oro.

11:3 Y Jehová dio gracia al pueblo en los ojos de los egipcios. También Moisés era tenido por gran varón en la tierra de Egipto, a los ojos de los siervos de Faraón, y a los ojos del pueblo.

Fue la décima que para el pueblo era la buena.

Para nosotros la prueba es una bendición.

No importa por lo que usted esté pasando, sobre su vida renacerá el sol de justicia.

Ellos siendo esclavo y les da la gracia para ir y despojar a sus enemigos.

Lo que es suyo, es suyo y nadie se lo puede quitar.

Gracia es un regalo, tenemos el regalo de Jesucristo en nuestras vidas, con él tenemos la gracia, el favor de Dios, que pone el canal a nuestro alrededor, pone personas que usted ni siquiera conoce y los pone a que le sirvan, a que le den por la gracia infinita de Jesucristo.

Nosotros tenemos esa gracia de Dios, ¿la perdió?, vuelva otra vez a su presencia porque ahí está la gracia del Dios vivo con usted.

La gracia nos la dieron a nosotros por su infinita misericordia.

Éxodo 12: 31-36

12:31 E hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche, y les dijo: Salid de en medio de mi pueblo vosotros y los hijos de Israel, e id, servid a Jehová, como habéis dicho.

Como estaría de amedrentado Faraón que tuvo que ceder.

Así es con nosotros, el diablo tiene que ceder porque nosotros perseveramos. El diablo persiste, pero nosotros tenemos que persistir el doble.

Si hubiera sido por Moisés, él no había vuelto donde Faraón, pero fue porque papito Dios le puso eso en el corazón, la necesidad de volver a insistir y sacar a un pueblo de la esclavitud.

Yo debo insistir, yo tengo que salir de aquí, mi familia tiene que salir de aquí, yo tengo que ser levantado, mi vida no puede seguir siendo un caos.

12:32 Tomad también vuestras ovejas y vuestras vacas, como habéis dicho, e idos; y bendecidme también a mí.

Les entregaron de todo.

Si Dios me da una bendición, ¿voy a tomar una parte y la otra se la voy a dejar al diablo? No, si me la dio es toda.

Atrévase a creerle a Dios,

12:33 Y los egipcios apremiaban al pueblo, dándose prisa a echarlos de la tierra; porque decían: Todos somos muertos.

Tenían afán de que se fueran.

Por el solo hecho de ser hijos de Dios, el diablo tiene que soltarnos.

12:34 Y llevó el pueblo su masa antes que se leudase, sus masas envueltas en sus sábanas sobre sus hombros.

12:35 E hicieron los hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés, pidiendo de los egipcios alhajas de plata, y de oro, y vestidos.

12:36 Y Jehová dio gracia al pueblo delante de los egipcios, y les dieron cuanto pedían; así despojaron a los egipcios.

Los despojaron por la gracia de Dios, no por la fuerza de los israelitas.

Nosotros nos tenemos que mover por la palabra de Dios.

 

Elías

 1 Reyes 17: 17 24

17:17 Después de estas cosas aconteció que cayó enfermo el hijo del ama de la casa; y la enfermedad fue tan grave que no quedó en él aliento.

Le regaló el hijo y ya el hijo muere, como lo que pasó a Moisés, como nos pasa a nosotros cuando nos da una bendición y parece que no funciona, que me la van a quitar y no nos damos cuenta que por medio de la bendición Dios nos está llamando la atención para que la cuidemos.

17:18 Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo contigo, varón de Dios? ¿Has venido a mí para traer a memoria mis iniquidades, y para hacer morir a mi hijo?

Le echó la culpa a Elías.

17:19 El le dijo: Dame acá tu hijo. Entonces él lo tomó de su regazo, y lo llevó al aposento donde él estaba, y lo puso sobre su cama.

Ya sabemos adónde tenemos que clamar y ya sabemos cómo hacerlo.

17:20 Y clamando a Jehová, dijo: Jehová Dios mío, ¿aun a la viuda en cuya casa estoy hospedado has afligido, haciéndole morir su hijo?

17:21 Y se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová y dijo: Jehová Dios mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a él.

Insistió tres veces. Nosotros a veces oramos y como no vemos la respuesta, no quiero nada, no vuelvo a ese lugar.

Hay que creer la fe debe permanecer

17:22 Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él, y revivió.

Volvió porque persistió, porque no se rindió.

No nos podemos rendir, tenemos que renunciar al fracaso, tenemos que renunciar a la cobardía.

A la mujer no le revivió el hijo porque eso es para los que creen. los que creemos vemos la gloria de Dios.

17:23 Tomando luego Elías al niño, lo trajo del aposento a la casa, y lo dio a su madre, y le dijo Elías: Mira, tu hijo vive.

17:24 Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca.

Apenas vio el milagro, pero ya había visto el milagro cuando concibió.

El nombre de Elías significa Yahvé es mi Dios.

Eliseo

El nombre de Eliseo significa Dios es mi salvación.

2 Reyes 2: 1-16

2:1 Aconteció que cuando quiso Jehová alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venía con Eliseo de Gilgal.

Eran inseparables. Con el Espíritu Santo debemos ser inseparable. El Espíritu Santo debe estar fluyendo continuamente.

El Espíritu santo tiene que estar rebosando en nosotros, tiene que estar haciendo maravillas continuamente en nosotros.

2:2 Y dijo Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado a Bet-el. Y Eliseo dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Descendieron, pues, a Bet-el.

Eliseo no se conformó, Eliseo sabía dónde estaba la bendición.

Nosotros no podemos ser conformistas, ya Dios nos mostró que la bendición estaba en Jesucristo y se ve a través de su palabra. No nos soltemos de la bendición.

2:3 Y saliendo a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Bet-el, le dijeron: ¿Sabes que Jehová te quitará hoy a tu señor de sobre ti? Y él dijo: Sí, yo lo sé; callad.

No permitió que el diablo lo desanimara, el diablo utilizó a los mismos conocedores de la palabra.

Eliseo iba a recibir una doble unción y el diablo quería entorpecer eso. Así quiere entorpecer nuestras bendiciones y manda sus mensajeros.

2:4 Y Elías le volvió a decir: Eliseo, quédate aquí ahora, porque Jehová me ha enviado a Jericó. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Vinieron, pues, a Jericó.

En Jericó fue donde Dios le dio la victoria a su pueblo, donde cayeron los muros.

2:5 Y se acercaron a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Jericó, y le dijeron: ¿Sabes que Jehová te quitará hoy a tu señor de sobre ti? El respondió: Sí, yo lo sé; callad.

Hay que callar al diablo o a sus mensajeros cuando vengan a desanimarlos

2:6 Y Elías le dijo: Te ruego que te quedes aquí, porque Jehová me ha enviado al Jordán. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Fueron, pues, ambos.

El Jordán es el que desciende, el que se humilla. Nosotros vamos a humillarnos delante de Dios.

Siempre le decía lo mismo y no lo dejaba, era firme.

Tenemos que tener firmeza y seguridad en lo que Dios nos dice.

2:7 Y vinieron cincuenta varones de los hijos de los profetas, y se pararon delante a lo lejos; y ellos dos se pararon junto al Jordán.

2:8 Tomando entonces Elías su manto, lo dobló, y golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y a otro lado, y pasaron ambos por lo seco.

El manto es la cobertura. Utilizó la autoridad. Utilizo lo que tenía.

Utilicemos lo que Dios nos ha dado como armas o como herramientas. Use la palabra.

NO dudó de lo que Dios había puesto en sus manos

2:9 Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí.

De una le dijo que quería la doble porción, ya sabía qué quería, tenía el objetivo claro.

Pidió lo espiritual. Buscad primero el reino de Dios y su justicia y lo demás será añadido.

Nosotros cambiamos lo espiritual por lo terrenal, primero lo terrenal y así no es.

2:10 Él le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; mas si no, no.

Nos desanimamos porque nos dicen que pedimos mucho, o nosotros mismos pensamos que es mucho y que quién sabe.

Lo que Dios quiere hacer lo hace.

Le puso una condición a Eliseo. La condición para nosotros es creer.

Debemos estar atentos a las bendiciones, cómo que van a pasar y otros se las van a llevar.  

2:11 Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino.

Debemos estar atentos.

2:12 Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes.

Rompió en dos partes el manto, tomó la cobertura, lo que dejo Elías. El tomo la promesa y la hizo realidad.

Haga realidad lo que Dios le da.

2:13 Alzó luego el manto de Elías que se le había caído, y volvió, y se paró a la orilla del Jordán.

2:14 Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y así que hubo golpeado del mismo modo las aguas, se apartaron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo.

2:15 Viéndole los hijos de los profetas que estaban en Jericó al otro lado, dijeron: El espíritu de Elías reposó sobre Eliseo. Y vinieron a recibirle, y se postraron delante de él.

2:16 Y dijeron: He aquí hay con tus siervos cincuenta varones fuertes; vayan ahora y busquen a tu señor; quizá lo ha levantado el Espíritu de Jehová, y lo ha echado en algún monte o en algún valle. Y él les dijo: No enviéis.

Estaba seguro de lo que había pasado. los otros profetas habían sido incrédulos.

Nos está llamando, nos están invitando: vuelve otra vez.

Haga uso de la autoridad que tiene en Jesucristo, haga uso de la fe que le regalaron, haga uso de las promesas de Yahvé Dios, haga uso del Dios que tiene.

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