Sabemos que
estamos en tiempos finales hasta los impíos lo reconocen.
Nosotros tenemos
un Dios real que nos quiere tener en bendición.
Esto se va
acabar, pero nosotros tenemos esperanza, porque tenemos un Dios que nos
respalda.
Oseas 1: 1
1:1 Palabra
de Jehová que vino a Oseas hijo de Beeri, en días de Uzías, Jotam, Acaz y
Ezequías, reyes de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel.
Oseas llamaba al
arrepentimiento porque el pueblo no estaba agradando a Dio. Nosotros, a veces,
estamos en una condición tan agrandada que creemos que no tenemos que agradar a
Dios, sino que es él el que nos tiene agradar a nosotros. Que él nos tiene que
estar dando cositas para que nosotros estemos contentos.
¿Qué estamos
haciendo para conquistar ese novio? La iglesia es la novia y Jesucristo es el
novio.
1:2 El
principio de la palabra de Jehová por medio de Oseas. Dijo Jehová a Oseas: Ve,
tómate una mujer fornicaria, e hijos de fornicación; porque la tierra fornica
apartándose de Jehová.
Acá el
significado de fornicación se extiende a serle infiel a papito Dios
1:3 Fue,
pues, y tomó a Gomer hija de Diblaim, la cual concibió y le dio a luz un hijo.
1:4 Y le dijo
Jehová: Ponle por nombre Jezreel; porque de aquí a poco yo castigaré a la casa
de Jehú por causa de la sangre de Jezreel, y haré cesar el reino de la casa de
Israel.
Jezreel significa simiente de Dios, nacido de
Dios.
Jehú era un rey
de Israel.
El que derramó
su sangre por nosotros fue Jesucristo.
1:5 Y en
aquel día quebraré yo el arco de Israel en el valle de Jezreel.
1:6 Concibió
ella otra vez, y dio a luz una hija. Y le dijo Dios: Ponle por nombre
Lo-ruhama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel, sino que los
quitaré del todo.
1:7 Mas de la
casa de Judá tendré misericordia, y los salvaré por Jehová su Dios; y no los
salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes.
Jezreel es la
bendición de Dios y Lo-Ruhama es la misericordia de Dios.
El pueblo de Dios
debe vivir en bendición y en misericordia.
Algunos se
acostumbran a vivir de la misericordia de Dios, con las migajas, sabiendo que
Dios tiene la bendición para nosotros.
Nos
acostumbramos a vivir en una casa llena de amargura, a vivir entre problemas, como
si fuéramos llamados a estar en la bendición
1:8 Después
de haber destetado a Lo-ruhama, concibió y dio a luz un hijo.
1:9 Y dijo
Dios: Ponle por nombre Lo-ammi, porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré
vuestro Dios.
Están lo que ni
siquiera lo reconocen como Dios. porque creen que la bendición proviene de sus
trabajos o de sus fuerzas.
Los que están en
misericordia es porque le creen un poquito y él les da un poquito. Cuando Dios
puede transformar lo que sea en su vida.
1:10 Con
todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se
puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois
pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente.
El escogió un
pueblo: Israel, nosotros somos su Israel espiritual. Con todo eso él nos
reconoce como hijos. Ya está en nosotros i queremos reconocerlo a él como
Padre.
Cuántas ofensas
le hemos hecho a Dios y él en su infinita misericordia él nos dice: yo te amo,
yo te perdono.
Enamórese de
Dios y verá que todo le funciona. Péguese de él, que él sea su felicidad.
Para qué tiene
un par de piernas si tiene vacío su corazón. Para qué una nevera llena con el
corazón vacío.
El único que
quita amarguras, quita soledades, se llama Jesucristo.
El único que
capaz de morir por usted, así usted no lo tenga como su Dios se llama
Jesucristo. Nadie en el mundo te puede amar como él te ama. Y por eso trae este
tipo de palabra porque nos ama.
El quiere
nuestra salvación, el no quiere que nosotros nos perdamos.
El no quiere ver
un pueblo brincando y alabando y luego en fornicación y jugando loterías, eso
no le agrada a Dios, eso es fornicar en contra de Dios.
1:11 Y se
congregarán los hijos de Judá y de Israel, y nombrarán un solo jefe, y subirán
de la tierra; porque el día de Jezreel será grande.
Oseas 4: 7 –
4:7 Conforme
a su grandeza, así pecaron contra mí; también yo cambiaré su honra en afrenta.
El pueblo está
confiando en la obra de sus manos, en su inteligencia, lo que usted pueda hacer
por usted. No estamos viendo lo que pasa en nuestras vidas como una bendición
de Dios. No estamos viendo a Yahvé Dios como capitán de nuestro barco. Sino que
todo lo que nos está pasando, bueno o malo, es por nosotros. Estamos
engrandeciendo la obra de nuestras manos.
Cuando me
arrodillo ante Dios en la mañana no es porque soy muy bueno, sino porque voy a
humillarme delante de el Rey y que él haga lo que quiera.
Estamos diciendo
que oramos que ayunamos, pero eso no sube delante de Yahvé Dios porque lo
estamos haciendo como un sacrificio propio.
Jesucristo no se
sufre, Jesucristo se disfruta. No soy yo quien tengo que cargar a Jesucristo es
él el que me tiene que cargar a mí.
Solamente cuando
nos humillamos delante de Jesucristo él puede hacer maravillas.
Yo no puedo
recitar la palabra y ese corazón lleno de basura.
Tenemos que
reconocer el pecado, que se gana enterrando ese pecado, ese pecado es para
sacarlo. Ese pecado es para hablarlo con él, para reconocerlo.
Cuando se hace
una liberación y usted no renuncia al pecado, eso vuelve y florece.
Emociónese con
la palabra que él está trayendo porque el reino que nos espera es grande, es
maravilloso. Es mejor que cualquier cosa.
Arrepintámonos
hoy de corazón.
Oseas 5: 1 – 3
5:1
Sacerdotes, oíd esto, y estad atentos, casa de Israel, y casa del rey,
escuchad; porque para vosotros es el juicio, pues habéis sido lazo en Mizpa, y
red tendida sobre Tabor.
5:2 Y
haciendo víctimas han bajado hasta lo profundo; por tanto, yo castigaré a todos
ellos.
5:3 Yo
conozco a Efraín, e Israel no me es desconocido; porque ahora, oh Efraín, te
has prostituido, y se ha contaminado Israel.
Cuando él nos
dice por qué se ha prostituido, es porque el conoce nuestro corazón, porque es
una cosa lo que estamos haciendo aquí y haciendo otra cosa afuera.
Papito Dios nos
está diciendo: congréguense, santifíquense, edifíquense unos a otros, no
andemos en yugo desigual, no fornique.
Dios sabe cuando
estamos haciendo lo contrario. Para Yahvé Dios no hay pecado grande ni pequeño.
Oseas 5: 13
5:13 Y verá
Efraín su enfermedad, y Judá su llaga; irá entonces Efraín a Asiria, y enviará
al rey Jareb; mas él no os podrá sanar, ni os curará la llaga.
5:14 Porque
yo seré como león a Efraín, y como cachorro de león a la casa de Judá; yo, yo
arrebataré, y me iré; tomaré, y no habrá quien liberte.
5:15 Andaré y
volveré a mi lugar, hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro. En su
angustia me buscarán.
Oseas 6: 4 - 6
6:4 ¿Qué haré
a ti, Efraín? ¿Qué haré a ti, oh Judá? La piedad vuestra es como nube de la
mañana, y como el rocío de la madrugada, que se desvanece.
6:5 Por esta
causa los corté por medio de los profetas, con las palabras de mi boca los
maté; y tus juicios serán como luz que sale.
6:6 Porque
misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que
holocaustos.
Aunque el sabe
que somos pecadores no está proclamando su misericordia.
Pero acá ¿Cómo
estás? Y la respuesta es bendecido.
En la calle la
respuesta es: ahí esto está muy duro.
La palabra de
Dios es para vivirla.
Necesitamos que
la palabra nos aprete para poder vivir a Cristo. Para poder agradarle, para
poder estar con él
Oseas 7:1
7:1 Mientras
curaba yo a Israel, se descubrió la iniquidad de Efraín, y las maldades de
Samaria; porque hicieron engaño; y entra el ladrón, y el salteador despoja por
fuera.
Viene el pueblo
y Yahvé lo saco de pecado y el hijo vuelve se va al pecado y vuelve y Yahvé lo
vuelve a traer.
Dios te moldea y
te empieza a mostrar como es un cristiano nacido de nuevo.
Él se fortalece
en nuestras debilidades.
Mientras viene
acá y papito Dios tratando con usted, usted va y se revuelca en el fango,
entonces entra el ladro y le roba.
Oseas 7: 8-9
7:8 Efraín se
ha mezclado con los demás pueblos; Efraín fue torta no volteada.
7:9 Devoraron
extraños su fuerza, y él no lo supo; y aun canas le han cubierto, y él no lo supo.
Así es la
condición de nosotros, pidiéndole consejo al mundo, pidiéndole trabajo al
mundo, en vez de estar de rodillas pidiéndole a Dios.
Oseas 11: 7 - 8
Osea11:7
Entre tanto, mi pueblo está adherido a la rebelión contra mí; aunque me llaman
el Altísimo, ninguno absolutamente me quiere enaltecer.
Es rebelión
porque nos estamos acomodando a una palabra.
Se enaltece a
Yahvé Dios con la obediencia, con la fe y con hacer su palabra
11:8 ¿Cómo
podré abandonarte, oh Efraín? ¿Te entregaré yo, Israel? ¿Cómo podré yo hacerte
como Adma, o ponerte como a Zeboim? Mi corazón se conmueve dentro de mí, se
inflama toda mi compasión.
Oseas 14: 3
14:3 No nos
librará el asirio; no montaremos en caballos, ni nunca más diremos a la obra de
nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huérfano alcanzará
misericordia.
Mo nos librará
del mundo.
No pensemos que
la solución está en nuestras manos para que podamos ser liberados del mundo por
él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario