jueves, 27 de febrero de 2014

Esforzaos





Debemos ser personas esforzadas y valientes en todo momento. Tenemos una bendición y es que Cristo pagó en la cruz del Calvario por nosotros, pero ahora nos toca a nosotros esforzarnos. Así le dijo Dios a Josué: “esfuérzate y se valiente”. Josué se esforzó para poder entrar al pueblo a esa tierra prometida.
¿Cuántas promesas nos ha dado Dios a cada uno?, ¿Cuántos han sido esforzados como Josué para recibir esas promesas? Tenemos que esforzarnos para sacar del corazón el pecado, para sacar del corazón la incredulidad.
A veces nos cuesta mucho esforzarnos, nos cuesta cambiar esa condición terrenal a una condición espiritual. Nos estacamos y nada pasa en nuestras vidas.
La viuda ante el juez injusto se esforzó para que le hiciera justicia porque tuvo la necesidad. Dios nos ha dado tantas cosas, pero a veces no nos hemos esforzado para que esas cosas sucedan. A algunos, Dios les ha dado ministerio y no se han esforzado para que ese ministerio fluya.
Lucas 13: 24 – 28
Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.  Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois. Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste. Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad. Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos. 
Esforzaos a entrar, Cuántas veces Dios nos ha dicho que cuidemos esta salvación tan grande que él nos ha dado. Debemos esforzarnos para cuidar esa salvación.
Muchos van decir: “Señor yo leía la palabra, yo iba al grupo de oración”, que no nos suceda eso.
Acá hablamos de Santidad y de obediencia, acá no hablamos de  riquezas terrenales sino espirituales, por estas es que tenemos que esforzarnos.
Lucas 14: 16 – 20
Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos. Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado. Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses. Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses. Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. 
¿Cuántos hemos sido convidados a esa cena, a una invitación que Dios nos hace y sacamos excusas? Sacamos excusas para las cosas del Señor.
Para las cosas terrenales nos esforzamos, para un trabajo, una entrevista nos esforzamos, pero para las cosas de Dios no nos esforzamos, somos un pueblo conformista, para todo hay excusa.
Esforcémonos para llegar a esa gran cena, esforcémonos por ese reino tan grande.
Nosotros como padres terrenales tratamos de darles lo mejor a nuestros hijos, pero a cambio queremos que esos hijos se esfuercen por cumplir con sus deberes, por sacar buenas notas, por ser obedientes. Dios como Padre nos da lo mejor de lo mejor, pero también espera nuestra obediencia y nuestra santidad.
Vea lo que dice Ezequiel 12: 27  
Hijo de hombre, he aquí que los de la casa de Israel dicen: La visión que éste ve es para de aquí a muchos días, para lejanos tiempos profetiza éste. Diles, por tanto: Así ha dicho Jehová el Señor: No se tardará más ninguna de mis palabras, sino que la palabra que yo hable se cumplirá, dice Jehová el Señor. 
Amos 6: 1
¡Ay de los reposados en Sion, y de los confiados en el monte de Samaria, los notables y principales entre las naciones, a los cuales acude la casa de Israel! 
Nos confiamos como David, que en tiempo de guerra reposo. Nosotros reposamos y dejamos entrar el pecado a nuestros corazones.
Nos reúimos tres veces a la semana y cuántos vienen cada día. Muchos son los ejemplos de los que se confían. Sansón se cufió y le reveló a Dalila su secreto. Nos confiamos y le entregamos al enemigo lo que Dios nos ha dado.
No confíes y esfuérzate a coger esa bendición que Dios te ha dado. No es tiempo de reposar y de confiarnos, es tiempo de levantarnos.
II Timoteo 2: 1
Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.
La gracia que Jesucristo nos da es su sangre preciosa. Nosotros no éramos pueblo y Dios por su gran misericordia mandó a su hijo Jesucristo a derramar su sangre preciosa y nos constituyó hijos por su gracia.
II Timoteo 2: 4
Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. 
¿Cuántas veces Dios nos ha dicho que somos soldados de Jesucristo?, ¿lo creemos solo de boca?, ¿o lo creemos de corazón?
Timoteo 2: 6
El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. 
Primero tenemos que esforzarnos. Tenemos que esforzarnos para dar fruto. Esforcémonos porque Cristo viene pronto, está a las puertas y vendrá en el momento menos esperado. Que no nos sorprenda sino que estemos preparados cuando venga.
Hay que decir como el siervo que dijo que no había hecho nada porque solo hizo lo que se le mandó. Hay que hacer más.
Es tiempo que nos sacudamos y nos quitemos esa mediocridad y ese conformismo, porque Dios ha dado muchas bendiciones en este lugar, no las menospreciemos. Valoremos cada palabra, cada cosa que tenemos, cada bendición.
Dios nos da una formación por medio de unos ministros, unos siervos de él. Es tiempo que nos formemos por medio de estas palabras.
Apocalipsis 3: 5
El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.
Apocalipsis 3: 11
He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. 
Cristo viene pronto. Atesoremos lo espiritual porque Cristo viene pronto. Que no nos coja relajados, en pecado y sin estar dispuestos para él. No sabemos el día ni la hora, pero que vendrá vendrá

sábado, 22 de febrero de 2014

Llegó la hora




Lucas 12: 54 – 56

Decía también a la multitud: Cuando veis la nube que sale del poniente, luego decís: Agua viene; y así sucede. Y cuando sopla el viento del sur, decís: Hará calor; y lo hace. ¡Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del cielo y de la tierra; ¿y cómo no distinguís este tiempo?
Jesucristo no era como un predicador de este tiempo, le decía a la multitud viene el cumplimiento de las profecías. En ese momento se estaba cumpliendo la profecía de la venida de nuestro Señor Jesucristo. Para nosotros se están cumpliendo otro montón de Profecías y estamos como en el siglo I sin distinguir, como ciegos cuando se supone que a nosotros ya se nos echó colirio en los ojos para ver, y el mejor colirio es su palabra.

Decía a la multitud que se arrepintiera y remataba con “hipócritas” ¿Qué líder hoy es capaz de predicar así?
Jesucristo venía por ganarse las almas y por medio de esa predicación estaba ganando almas. Cuando les dice hipócritas es porque estaban ignorando voluntariamente.
Eso es en el siglo I, pero ahora ¿no estaríamos en esa categoría? Sabiendo que el tiempo está tan encima y aunque hemos sido despertados pos su palabra, pero si Dios sigue trayendo predicaciones como ésta es porque algo sigue pasando.
No podemos seguir en la misma medida hay que aumentar la medida de la consagración, una consagración absoluta porque veamos en el versículo 49 de Lucas 12:
Fuego vine a echar en la tierra; ¿y qué quiero, si ya se ha encendido? 
Fuego de Dios que consume decimos en las guerras espirituales. Veamos el 50 y 51 de Lucas 12
De un bautismo tengo que ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino disensión. 
¿Este tipo de predicación se escucha ahora? ¿Nos estamos creyendo más buenos que Dios? Sin embargo Dios nos va a poner a predicar así de fuerte porque hay mucha gente que están ignorando voluntariamente. Vemos el 52 y 53:
Porque de aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos, y dos contra tres. Estará dividido el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra.
El que quiera caminar en santidad va a ver un profundo rechazo a cada momento, por eso llegó la hora, llegó la hora que nos metamos tanto en el fuego que nos arrepentimos o nos calcinamos con este fuego que no podremos soportar.
Veamos en este mismo 12: 35  Dios dio una orden a través de nuestro Señor Jesucristo:
Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas;
En otra traducción dice: estén muy preparados y sus lámparas encendidas. La lámpara es la palabra: de día y de noche meditando en ella. Así debemos estar meditando en la Palabra de día y de noche.
Dios está dando una orden, no está sugiriendo, él está ordenando. Saltemos al versículo 37:
Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles. 
Esto va a ser una cosa espectacular, va a ser la diferencia entre los unos y los otros en que Jesucristo nos va a servir, pero porque estamos obedeciendo su palabra: ceñidos los lomos, muy preparados y las lámparas encendidas, porque somos siervos de nuestro Señor Jesucristo por el hecho de haber recibido a Cristo en el Corazón. Un siervo sirve y no hay inutilidad en el pueblo de Dios, todos somos útiles como parte de un cuerpo.
Dios dice que llegó la hora de que estemos muy preparados.
En el mismo 12 vamos al versículo 47
Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. 
No será por eso que estamos tan aporreados, porque no nos ponemos al hilo con Dios en obediencia.
San Juan 17: 1
 Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti
Llegó la hora, y se nos tiene que ver el poder, ya fuimos ungidos y no se ve la unción ¿qué está pasando? Si permitimos que la unción fluya, ceñidos nuestros lomos, con las lámparas encendidas, el aceite se consigue en oración y obediencia.
Muchos van a despertar demasiado tarde van a ver a unos en una gloria tan impresionante y ya no la van alcanzar.
Vámonos al plato fuerte de esta refelxión, para Josué 1: 1-2
Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. 
La gran promesa, pero Levántate y pasa este Jordán a la tierra que yo les doy.
Dios da la palabra y luego suceden las cosas.
Vea lo que dice el 3
 Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. 
Ya estamos en el reino de Dios y en el Reino de Dios hay muchas cosas para su pueblo. Ahora Cristo si tiene donde recostar su cabeza pues somos su pueblo, podemos caminar en esa victoria.
Que bendición somos nosotros. No podemos tirar las bendiciones por la borda, por desánimos de última hora.
Vamos a Job 8: 5-7
 Si tú de mañana buscares a Dios, Y rogares al Todopoderoso; si fueres limpio y recto,
Ciertamente luego se despertará por ti, y hará próspera la morada de tu justicia. Y aunque tu principio haya sido pequeño, tu postrer estado será muy grande. 
El despertar es que él ya nos puede mirar porque no estamos bajo pecado.
Es necesario que el nombre de Nuestro Señor Jesucristo sea glorificado. Llegó la hora, pero si de mañana buscares a Dios y rogares o sea te humillares, si fueres limpio y recto: está hablando de la obediencia, ciertamente lo que pises será vuestro, caminaríamos en una unción y en una alegría.
Vamos a II Reyes 12:2
Y Joás hizo lo recto ante los ojos de Jehová todo el tiempo que le dirigió el sacerdote Joiada.
Hizo lo recto porque lo estaba dirigiendo un sacerdote y nosotros tenemos un sumo sacerdote, Cristo el Señor, en el lugar santísimo abierto para siempre además somos tabernáculo de su Espíritu Santo, somos guiados por ese sumo sacerdote, estamos capacitados para hacer lo recto siempre.
Dejemos de sacar disculpas con que la carne tira mucho, con que somos tentados mucho, no saquemos excusas que con la palabra que hemos escuchado no hay como sacar una excusa más, si este hombre dirigido por un sacerdote conocedor de la ley, pero imperfecto, nosotros guiados por el perfecto con mayor razón debemos hacer lo recto delante de Dios. Llegó la hora de que nos sacudamos de que se cumpla Josué 1:3: “lo que pisare la planta de vuestros pies…”
Cuando Dios estaba creando el universo, creo la luz luego nosotros somos lámparas encendidas tenemos luz.
Vamos otra vez para Josué 1: 4
 Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.
Oiga: nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Si estamos en obediencia el enemigo no tiene poder contra nosotros, pero nosotros le damos gabela, le damos oportunidad, no hacemos caso a “velad y orad”. El peor enemigo que tenemos es nuestra carne, nuestra naturaleza caída, por eso tengamos cuidado de nosotros mismos, por eso es que en Mateo 26 nos dice “vela y orad”. Velar es estar atento cómo reacciona ante muchas situaciones.
Esta promesa es muy grande: “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida…”. Como estuve con mi hijo Jesús estaré contigo y Jesucristo hizo maravillas y en seguida nos la repite en Juan 12 que cosas mayores que éstas haréis. Recibirá muchos azotes aquel que conociendo la palabra de Dios no la hace.
Que sea notorio nuestro testimonio, nuestra forma de hablar, de pensar, de actuar, que se diga este no puede ser cualquiera, tiene que ser un hijo de Dios.
Miremos lo que dice el Versículo 6 de Josué capítulo 1:
Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. 
Esfuérzate porque repartirás, esforcémonos porque el Espíritu Santo nos va a dar tanto que vamos a tener para dar y compartir.
Veamos el 7 de Josué 1
 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. 
Nosotros estamos puestos en la tierra para mostrar a Nuestros Señor Jesucristo. Nosotros somos la faz de Jesucristo en la tierra. ¿No hicimos un pacto con él?: Te recibo para que seas mi Señor y mi Salvador.
Si esta palabra no se está cumpliendo es porque no nos estamos esforzando, porque estamos ignorando voluntariamente.
Dice el 8
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. 
Declarar la palabra siempre, donde lleguemos es de bendición. En este lugar pisó la planta de los pies de este pueblo.
Miremos el versículo 9
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. 
Tercera vez que lo repite, el Espíritu Santo reforzando eso porque somos negligentes, nosotros somos portadores de la gracia, del poder, de la gloria visible de Dios.
El 10 y el 11
Y Josué mandó a los oficiales del pueblo, diciendo: Pasad por en medio del campamento y mandad al pueblo, diciendo: Preparaos comida, porque dentro de tres días pasaréis el Jordán para entrar a poseer la tierra que Jehová vuestro Dios os da en posesión. 
Miremos a Josué 2: 23- 24
Entonces volvieron los dos hombres; descendieron del monte, y pasaron, y vinieron a Josué hijo de Nun, y le contaron todas las cosas que les habían acontecido. Y dijeron a Josué: Jehová ha entregado toda la tierra en nuestras manos; y también todos los moradores del país desmayan delante de nosotros.
Cuando usted hace la guerra inicialmente se nos muestra el enemigo como gigantes, pero luego desmayan ante nosotros. Llegó la hora que los hijos de Dios sean glorificados, para que sea glorificado Dios y su poder y su gracia se vea en toda la tierra
Vamos a Josué 3:1
Josué se levantó de mañana, y él y todos los hijos de Israel partieron de Sitim y vinieron hasta el Jordán, y reposaron allí antes de pasarlo. Y después de tres días, los oficiales recorrieron el campamento, y mandaron al pueblo, diciendo: Cuando veáis el arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y los levitas sacerdotes que la llevan, vosotros saldréis de vuestro lugar y marcharéis en pos de ella, a fin de que sepáis el camino por donde habéis de ir; por cuanto vosotros no habéis pasado antes de ahora por este camino. Pero entre vosotros y ella haya distancia como de dos mil codos; no os acercaréis a ella. 
Los sacerdotes saben el camino. Nosotros en un mejor pacto tenemos acceso al lugar Santo.
Miremos el versículo 5 de Josué capítulo 3
Y Josué dijo al pueblo: Santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros. 
Para santificarnos tenemos la obediencia en  Juan 17:17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad., la mejor manera es la bendita palabra de Dios.
Nosotros hemos vislumbrado apenas goteritas de la gloria de Dios. Ya hay que vivir en esa gloria, que sea una luz permanente en nuestras vidas, pero hay que santificarse, hay que obedecer la palabra de Dios, leerla y permitir que ella halle cabida y sea una realidad en nuestras vidas, para que él haga maravillas. Las maravillas no están sucediendo por nuestra maldita desobediencia, porque no estamos santificados, porque estamos ignorando voluntariamente la voluntad de Dios y llegó la hora de que nosotros como hijos de Dios seamos glorificados, honrados, exaltados, vistos de todas las naciones. El Espíritu Santo dice que es la hora, no podemos seguir tirando tanta palabra por la borda.
Miremos el versículo 6
Y habló Josué a los sacerdotes, diciendo: Tomad el arca del pacto, y pasad delante del pueblo. Y ellos tomaron el arca del pacto y fueron delante del pueblo. Entonces Jehová dijo a Josué: Desde este día comenzaré a engrandecerte delante de los ojos de todo Israel, para que entiendan que como estuve con Moisés, así estaré contigo. 
Desde cuál día, desde el día que tome la decisión de consagrarse, que entienda que llegó la hora en que es necesario santificarse, de adquirir un compromiso fuerte con Dios, que es necesario disponerse. Si hoy nos disponemos empiezan a suceder cosas maravillosas. Dile a este pueblo que se santifique porque voy a hacer cosas maravillosas, te voy a engrandecer delante todo el pueblo de Israel. Te empezaré a engrandecer delante de todas las situaciones, pero si permites que mi palabra te santifique, que la gente pueda ver que tu eres distinto.
Josué Del 8 al 13
Tú, pues, mandarás a los sacerdotes que llevan el arca del pacto, diciendo: Cuando hayáis entrado hasta el borde del agua del Jordán, pararéis en el Jordán.  Y Josué dijo a los hijos de Israel: Acercaos, y escuchad las palabras de Jehová vuestro Dios. Y añadió Josué: En esto conoceréis que el Dios viviente está en medio de vosotros, y que él echará de delante de vosotros al cananeo, al heteo, al heveo, al ferezeo, al gergeseo, al amorreo y al jebuseo.  He aquí, el arca del pacto del Señor de toda la tierra pasará delante de vosotros en medio del Jordán. Tomad, pues, ahora doce hombres de las tribus de Israel, uno de cada tribu. Y cuando las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca de Jehová, Señor de toda la tierra, se asienten en las aguas del Jordán, las aguas del Jordán se dividirán; porque las aguas que vienen de arriba se detendrán en un montón. 
Lo que pisaren la planta de vuestros pies, los sacerdotes pisaron y se detuvieron las aguas, pero eran sacerdotes que andaba en pura santidad.
Llegó la ahora que lo que hagamos lo que emprendamos guiados por el Espíritu Santo, con el aval de Dios, todo tiene un tinte de pura victoria.
“santifícanos en tu verdad tu palabra es verdad”: Llegó la hora de despojarnos de todo desanimo, de toda pereza, de todo lo que este obstruyendo, todo tipo de pecado, fantasías, rencores, todavía cargados los unos con los otros, con nuestro prójimo, ya no es tiempo de eso.
Estos solamente eran sacerdotes, nosotros somos reyes y sacerdotes. Por donde lo miremos estamos en bendición.
A partir de hoy sus lámparas encendidas y muy preparados porque llegó la hora, que Dios no nos tenga que decir: “hipócritas, ¿no les dije pues a través de mi siervo?”. Advierto eso: no jueguen más con la gracia de Dios.
Llegó la hora de nosotros atender a Dios, pereza: cero: “si de mañana buscares a Dios y rogares al todo poderoso…”
Si sacamos fuerzas para lo transitorio como no sacar fuerzas de debilidad por algo tan fuerte y eterno. Dios dice: “bástete mi gracia porque mi poder se perfecciona en tu debilidad”. “Diga el débil fuerte soy”
Hasta cuando iglesia vas a dormir. Dios está llamando un pueblo Santo.
Si nos levantamos una disposición bien hermosa vamos a ver la gloria de Dios y Dios nos va a utilizar grandemente.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Con mano fuerte



Con Mano fuerte
Tenemos que reconocer el poder de Dios. Contra el pueblo de Dios no se puede levantar nadie porque Dios hace prodigios como los hizo con su pueblo en Egipto por medio de Moisés
Éxodo 13: 3 - 4
Y Moisés dijo al pueblo: Tened memoria de este día, en el cual habéis salido de Egipto, de la casa de servidumbre, pues Jehová os ha sacado de aquí con mano fuerte; por tanto, no comeréis leudado.  Vosotros salís hoy en el mes de Abib. 
Cambie la palabra pueblo por su nombre y con toda fe piense que el Señor le está hablando y anote esta fecha pues ésta es una palabra profética, porque salir de Egipto significa que Dios va a romper cadenas en su vida, Dios lo va a sacar de los problemas y le va a dar respuesta. ¿Usted lo puede creer?
Cuando Moisés declaraba la palabra Dios respondía. Dios toma en cuenta la fe lo que usted declara con fe Dios lo toma en cuenta. Usted sale hoy de Egipto.
Éxodo 14: 8, 13, 16
Y endureció Jehová el corazón de Faraón rey de Egipto, y él siguió a los hijos de Israel; pero los hijos de Israel habían salido con mano poderosa. 
Cuando la mano de Dios nos saca de algo ya no hay nadie que pueda intervenir. Lo que se haya levando contra usted, contra su familia, contra sus finanzas, contar su salud. Si Dios está con nosotros nadie nos puede dejar en estados tristes y lamentables. ¿Quién está con usted?
Usted está leyendo esto es porque cree en el poder de Dios y porque cree que ese poder puede sacarlo de donde está.
Cuando Moisés vivía el pasaje con Faraón, Dios endureció el corazón de Faraón para glorificarse y para ver cómo actuaba su pueblo o si su pueblo retrocedía. Muchas veces vemos puertas cerradas y en ocasiones en lugar de creerle al Señor retrocedemos.
Versículo 13:
Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis.
El Señor dice no temas, como dice  en 365 oportunidades la Biblia, porque el temor es lo que más nos ataca.
Si estamos firmes veremos la gloria de Dios. En situaciones difíciles no alabamos ni glorificamos a Dios y ni siquiera oramos. En ocasiones difíciles es donde más se glorifica el Señor. Si no se está firme no se ve la gloria de Dios.
En el versículo 14 dice:
Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos. 
Si las situaciones fueron puestas en las manos de Dios no tenemos por qué estar intranquilos
Dios dice que él pelea por nosotros no tenemos por qué estar intranquilos
El versículo 15
Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen. 
Lo que acá nos dice es que demos pasos de fe y que no tengamos miedo, afirmémonos con el Señor y demos paso de fe y el Señor nos va a respaldar.
El versículo 16 dice:
 Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco
La vara es autoridad, nos dice que declaremos sobre el problema grande. Esa situación tiene que retroceder, tienen que desaparecer. Las adversidades tienen que retroceder ante nosotros porque nosotros somos los que estamos llenos del Espíritu de Dios. Y Jesucristo intercede por nosotros ante el Padre.
Éxodo 15: 6 – 7
Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en poder; tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo. Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti. Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca. 
La mano de Dios se levanta con poder para que el enemigo retroceda.
Dios quiere que sus hijos, que nosotros arrebatemos las cosas al enemigo, pues esas cosas son nuestras. Nosotros tenemos quien nos defienda.
Aunque el enemigo quiere hacernos ver que no somos nada, no creamos, con Dios somos todo, tenemos todo y somos ricos.
Éxodo 23: 25
Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.
La demanda es que serviremos a Dios, a Yavhé, y la promesa es enorme: el pan, el agua y nos trae sanidad. Nos quitará toda enfermedad.
De qué manera le estamos sirviendo a Dios. Con el testimonio, clamando, ofrendando.  Con el testimonio.
Éxodo 34: 6
Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad;
Dios es fuerte, piadoso porque tiene piedad.  Con la duda hemos entristecido a Dios y esa duda nos ha impedido ver el milagro.
Versículo 8:
Entonces Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró.
Se apresuró y adoró a pesar de la situación tan dura. Ante la presencia del Señor tiembla lo que sea, todo se estremece.
Versículo 9:
Y dijo: Si ahora, Señor, he hallado gracia en tus ojos, vaya ahora el Señor en medio de nosotros; porque es un pueblo de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y tómanos por tu heredad.
Ya Jesucristo nos tomó por su heredad, nosotros le pertenecemos a él. Pidámosle que nos guíe.
El versículo 10 dice:
Y él contestó: He aquí, yo hago pacto delante de todo tu pueblo; haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna, y verá todo el pueblo en medio del cual estás tú, la obra de Jehová; porque será cosa tremenda la que yo haré contigo.
Dios hace pacto con nosotros en el día de hoy. ¿Cuántos creen eso?
Si usted se ha salido del pacto vuelva ahora mismo porque el Señor hace pacto con usted.
Si no hemos visto las respuestas que están retenidas, Dios hará maravillas hoy, creamos que Dios va a hacer cosas grandes en nuestras vidas.
Anotemos nuestras peticiones. Dios está presto a lo que usted quiera pedirle. ¿Habrá algo imposible para Dios? Clama a mí y yo te responderé dice el Señor. Pedid y se os dará, buscad y hallareis, tocad y se os abrirá.
Pidamos a Dios que nos haga libres de la duda, del miedo, de todo lo que lo esté oprimiendo.
Número 10: 35 36
Cuando el arca se movía, Moisés decía: Levántate, oh Jehová, y sean dispersados tus enemigos, y huyan de tu presencia los que te aborrecen.  Y cuando ella se detenía, decía: Vuelve, oh Jehová, a los millares de millares de Israel.
Sean dispersados todos los problemas, la enfermedad, la ruina, todo problema.
Dígale con autoridad a esa dificultad: en el nombre de Jesucristo se vaya. Dios desbarata todo plan del enemigo.
Números 11: 6
y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos. 
El pueblo hablaba como derrotado y renegando de la provisión de Dios. Nosotros posiblemente, también nos hemos quejado: que Dios no oye, que se está demorando… No debe ser así en los momentos difíciles más debemos agradecer a Dios
Versículos 18 a 21
Pero al pueblo dirás: Santificaos para mañana, y comeréis carne; porque habéis llorado en oídos de Jehová, diciendo: ¡Quién nos diera a comer carne! ¡Ciertamente mejor nos iba en Egipto! Jehová, pues, os dará carne, y comeréis. No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días, sino hasta un mes entero, hasta que os salga por las narices, y la aborrezcáis, por cuanto menospreciasteis a Jehová que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto? Entonces dijo Moisés: Seiscientos mil de a pie es el pueblo en medio del cual yo estoy; ¡y tú dices: Les daré carne, y comerán un mes entero! 
Hasta Moisés dudó,  a veces miramos las circunstancias y no miramos cuán grande es Dios y que nada es imposible para él.
Versículo 22 y 23:
¿Se degollarán para ellos ovejas y bueyes que les basten? ¿o se juntarán para ellos todos los peces del mar para que tengan abasto? Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra, o no. 
Ahora veremos si se cumple la palabra de Dios o no dice el mismo Dios. En la palabra de Dios es él quien está hablando.
Marcos 11: 22 – 24
Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. 
Dios le va a conceder lo que le ha prometido. Declaremos que hoy vamos a ver maravillas. Crea que lo que está pidiendo Dios y se lo dará. “Dios cambia mi lamento en baile”. El que hizo el universo ¿no tendrá un lugar donde ubicarte?
Todo lo que pidieres orando… “Haré cosas grandes” dice el Señor.