Apocalipsis 1:4
“Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros,
del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están
delante de su trono;”
1.
Espíritu
de Jehová
Es el mismo Espíritu Santo el que
venía en el Antiguo Testamento, sobre las personas y el habita en nosotros, los
que hemos recibido a Cristo en nuestro corazón. Ya lo habíamos visto en la
palabra anterior (Apocalipsis 2)
2.
Espíritu
de Sabiduría
Capacidad de comprender, y en lo
espiritual comprender la palabra de Dios. Distinguir entre el bien y el mal. Ya
lo vimos en la palabra anterior (Apocalipsis 2).
3.
Espíritu
de inteligencia
Deuteronomio 4:6
“Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra
sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán
todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación
grande es esta”.
Si guardamos los preceptos la
sabiduría estará a nosotros. A nosotros nos recordarán por el fruto, que puedan
decir de nosotros nación entendida es esta.
Veamos cómo se activa la
inteligencia en:
Job 28: 28
“…dijo al hombre: He aquí que el
temor del Señor es la sabiduría, Y el apartarse del mal, la inteligencia”.
Apartarse del mal es la
inteligencia. Vemos dos cosas bastante unidas, el temor de Dios es la
sabiduría, y el temor de Dios es la obediencia y el apartarse del mal la
inteligencia, apartarse del mal es obedecer a Dios.
Si se aparta del mal sólo en lo
humano, va tener tranquilidad pues le va bien. A más obediencia más inteligencia y más
entendimiento, y Dios nos utiliza mucho más.
I Corintios 2: 14
“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de
Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de
discernir espiritualmente”.
El Espíritu Santo ilumina nuestro
espíritu y nuestro espíritu se lo envía a nuestra mente, para que el hombre natural
pueda entender alguna cosa. Por el espíritu todos estamos dispuestos, pero la
carne, la mente no.
Salimos muy bien de la oración,
pero nos dejamos robar la paz entre una reunión y otra.
4.
Espíritu
de consejo
Deuteronomio 4: 40
“Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, los cuales yo te mando hoy,
para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días
sobre la tierra que Jehová tu Dios te da para siempre”.
Si guardamos los estatutos nos va
bien. Hay una demanda: guarde los estatutos y sigue tremenda promesa le va bien
a usted y a sus hijos.
Isaías 30: 1 – 3
“¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo, y no
de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, añadiendo pecado a
pecado! Que se apartan para descender a
Egipto, y no han preguntado de mi boca; para fortalecerse con la fuerza de
Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto. Pero la fuerza de Faraón se os cambiará en
vergüenza, y el amparo en la sombra de Egipto en confusión”.
Ay del que no le pide consejo a
Dios. Debe solicitarse consejo a Dios. A veces pedimos consejo a gente que ni
siquiera es cristiana.
No creemos que Dios nos dé
respuesta porque no oímos su voz audible, y no escuchamos su voz en nuestro
interior.
5.
Espíritu
de Poder
Job 12: 13
“Con Dios está la sabiduría y el poder; suyo es el consejo y la
inteligencia”.
El poder de Dios es tal que el
universo fue hecho por su palabra. El poder es tal que mire la perfección de
las criaturas de Dios especialmente del ser humano.
En Marcos 5, la mujer que toca el
manto de Jesús y Jesús dice alguien me tocó porque sentí que poder salió de mí.
Si tocamos a Cristo de él sale poder, si con fe y con oración tocamos a Cristo
podemos obtener poder de Cristo.
Lucas 24: 49
“He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero
quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder
desde lo alto”.
Los apóstoles tuvieron que esperar
porque el Espíritu Santo no había llegado. Para nosotros la espera no existe,
pues cuando recibimos a Cristo como nuestro Señor y Salvador, el Espíritu Santo
entra en nosotros.
Hechos 1: 8
“…pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu
Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo
último de la tierra”.
Cuando recibimos el Espíritu
Santo recibimos poder para ser testigos, con la predicación y con nuestro
ejemplo.
I Corintios 4: 20
“Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder”.
I Corintios 1: 18
“Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a
los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios”.
El hombre sin Cristo no puede
entender la escritura, para los que tenemos a Cristo es Poder de Dios.
6.
Espíritu
de conocimiento
Es lo que conocemos de la Biblia
de la palabra de Dios.
En I corintios 8:2 dice que el
conocimiento por si solo envanece, a muchos el conocimiento los vuelve
arrogantes.
“En cuanto a lo sacrificado a
los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece,
pero el amor edifica”.
7.
Espíritu
de Temor de Dios
El temor de Dios que es el
respeto a Dios y la obediencia a Dios se ha perdido mucho en estos tiempos.
Deuteronomio 28 1-2 y en el 45
“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para
guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy,
también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y
te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios”.
Y el 45
“Y vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán, y te
alcanzarán hasta que perezcas; por cuanto no habrás atendido a la voz de Jehová
tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos, que él te mandó”.
Con este versículo se refuta a los
que dicen que Dios no castiga. Quien no haga caso a Dios y no guarda sus
mandamientos será para maldición.
Salmo 34: 4
“Busqué a Jehová, y él me oyó, y
me libró de todos mis temores”.
Deuteronomio 28: 65 – 66
“Y ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie
tendrá reposo; pues allí te dará Jehová corazón temeroso, y desfallecimiento de
ojos, y tristeza de alma; y tendrás tu
vida como algo que pende delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y
no tendrás seguridad de tu vida”.
Si no hay obediencia no habrá
descanso.
Estos son los 7 espíritus de Dios
que nos menciona Apocalipsis 1:4
Jesucristo
Apocalipsis 1:5
“…y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el
soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros
pecados con su sangre,…”
Jesucristo se nos muestra como testigo
fiel, como Primogénito de los muertos y como soberano de los reyes de la
tierra.
Testigo fiel
Hebreos 1: 1-3
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo
a los padres por los profetas, en estos
postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo,
y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y
la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la
palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por
medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”,
El Padre siempre ha mandado
Testigos: profetas y ángeles. En los postreros tiempos manda a su hijo
unigénito para hablarnos por medio de él.
Crónicas 20: 20
“Y cuando se levantaron por la mañana, salieron por el desierto de
Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat estando en pie, dijo: Oídme, Judá y
moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed
a sus profetas, y seréis prosperados”.
Fiel quiere decir que dice la
verdad.
Primogénito de los muertos
Colosenses 1: 18
“y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el
principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la
preeminencia…”
Es primogénito de los muertos
porque fue el primero que resucito para gloria, ya había resucitado otros como Lázaro,
pero no para gloria.
Además es para que Cristo tenga
la preeminencia en todo.
Hechos 26: 22 – 23
“Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy,
dando testimonio a pequeños y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas
que los profetas y Moisés dijeron que habían de suceder: Que el Cristo había de padecer, y ser el
primero de la resurrección de los muertos, para anunciar luz al pueblo y a los
gentiles”.
Primogénito es el primero
Romanos 6: 23
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida
eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.
Cristo nos dio la vida eterna al
entregar su vida.
Romanos 8: 29
“Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen
hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre
muchos hermanos”.
Cristo nos conoció antes que
todo, desde la fundación del mundo sabía que íbamos a responder a su llamado,
por eso nos escogió.
Soberano de los reyes de la tierra
Salmo 138: 4
“Te alabarán, oh Jehová, todos los reyes de la tierra, porque han oído
los dichos de tu boca”.
Si todos los reyes lo alabarán es
porque él es el soberano de todos.
I Timoteo 6: 15
“…la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey
de reyes, y Señor de señores,…”
Lo mismo que dice en Apocalipsis
19: 16
“Y en su vestidura y en su muslo
tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES”.
Según el versículo 5 el que es
rey de reyes nos amó de tal manera que lavó nuestros pecados con su sangre. A
Cristo sea toda la gloria y la honra.
Nosotros somos tan importantes para
Dios que envió a su hijo Jesucristo para lavar nuestros pecados y además nos
hizo reyes y sacerdotes para Dios su Padre.
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