domingo, 30 de julio de 2017

La unción

Usted hoy está invirtiendo tiempo al escuchar o leer esta palabra por lo tanto concéntrese bien y si lo hace va a ver maravillas en su vida, les digo,  pueblo amado, como que soy un consiervo de ustedes, un ser humano igual a todos ustedes, la palabra de hoy es salida de tono, es como si fuera el ultimátum de los ultimátum.

Dios nos está diciendo que Cristo viene por segunda vez, hoy recibimos al Espíritu Santo con palmas.

Lo que estamos viendo, la descomposición social, la corrupción, la depravación, a lo malo le dicen bueno, a lo bueno le dicen malo, todo lo que se está viendo es señal de Cristo está a las puertas.

Nosotros hacemos parte de la iglesia de Jesucristo que existe en todo el mundo. Antes de la gran tribulación los hijos de Dios, la Iglesia de nuestro Señor Jesucristo vamos a desaparecer y los que quedan le echaran la culpa a los extraterrestres.

No podemos ya estar distraídos en tantas cosas porque aquel día nos va a sorprender como ladrón en la noche que nadie lo espera.

Si ocurre el arrebatamiento los que no se fueron se quedan en la gran tribulación no es fácil.

Jesucristo viene a llevarse su pueblo y no viene por gente que esté murmurando, que esté parrandeando que esté en adulterio, en fornicaciones, en mentiras, en rencillas, en envidias, el no viene por esos.  Puede pertenecer a la denominación que sea, decir que da ofrendas, que se congrega, eso es basura para Dios, si no se hace y obedece la palabra de Dios.

Nadie se justificará delante de Dios por sus obras, se justificará por la fe en nuestro Señor Jesucristo y esa fe nos ayuda en el día a día a obedecer, esa fe viene por la palabra y nos ayuda a obedecer su palabra, es una realidad.

Si obedecemos, pensamos como Cristo piensa, hablamos como Cristo habla, miramos como Cristo mira y hacemos como él hace, mejor dicho: “ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí”.

Esta palabra que Dios trae hoy es para que desaparezcamos definitivamente nosotros y aparezca cristo en nosotros.

Como tarea para saber que es la gran tribulación vamos a leer en casa, desde Apocalipsis 6 hasta Apocalipsis 19, porque lo que hemos visto malo en la tierra no es nada con lo que se va a ver.

Antiguamente los profetas ungían a los reyes con aceite. Ungían las personas con aceite cuando estaban enfermas y eran sanadas, el aceite es prototipo del Espíritu Santo.

Isaías 10: 27

Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción”.

¿Cuál carga? El pecado.

El profeta estaba anunciado al mesías, a Jesucristo que cuando el vertiera su sangre en la cruz del Calvario todo ese pecado iba a ser quitado, íbamos a descansar absolutamente de todo.

Dice “en aquel tiempo” y el tiempo se ha cumplido. Los que recibimos a Cristo en el corazón no podemos estar llevando cargas de pecado, no podemos estar en el pecado.

Algo que se pudre ya no aguanta más y se revienta y uno es libre. Usted es libre hoy totalmente.

Llegó a nuestro corazón el ungido de los ungidos, Jesucristo, y el yugo se tiene que romper.

Delante de Dios nos tenemos que presentar muy bien porque él dijo que venía por una Iglesia sin mancha y sin arruga. Y nosotros vivimos todos manchados y arrugado por el pecado.

Estamos cediendo a muchas cosas y ya no hay tiempo que perder. No están viviendo la Megavictoria porque no se han mentido en el océano del Espíritu Santo de Dios, no se han comprometido y Dios nos está despertando a eso.
Efesios 1: 13 – 14

En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria”.

Este es un tiempo de esfuerzo, salga de aquí a vivir esta palabra. Salga a vivir el gozo y la alegría a pesar de las circunstancias.

Cuando recibimos a Cristo en el corazón ipso facto vino el Espíritu Santo de Dios.

En la verdad hay salvación, oyendo la verdad y militando en ella, tener fe, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa.

Nuestro sello eterno es el Espíritu Santo de Dios por eso nos tenemos que llenar tanto de él. Tenemos que dejar las tonterías, que por cualquier cosa nos sentimos y se nos va la alegría y el gozo.

Dios nos va a demandar esta palabra ahora y para siempre, porque esta palabra no fue traída por voluntad de hombre, la trae el mismo Espíritu Santo por amor a nosotros.

Nos ha rescatado para la alabanza de su gloria, en nosotros a partir de hoy se tiene que manifestar la gloria de Dios. No podemos seguir de agache, sino de frente y en victoria haciéndole frente a todo lo que se venga, esa es la iglesia gloriosa que se va en el arrebatamiento con nuestro Señor Jesucristo.

No se debe perder tanto tiempo, hay que orar.

Efesios 5: 13 – 21

Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo”.

Cristo es la Luz del mundo y nosotros lo recibimos, esa luz tiene que manifestar los errores en los que estamos incurriendo y qué hacer para salir de ahí.

Versículo 14

“Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo”.

Estamos muy dormidos, yacemos en la indiferencia cuando no hacemos la palabra de Dios, este es un trompetazo final, levántate tú  que duermes…

Dígale en la mañana que le entrega todo.

Dios nos está abriendo los ojos y de qué manera y nosotros durmiendo.

Escápate de la condenación eterna, mayor condenación tenemos los que conocemos la palabra y no la estamos haciendo. No estamos viviendo en el nivel que Dios nos pidió en la palabra llamada “Atletas de alto rendimiento”.

Versículo 15:

Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,”

Persona diligente es la que se dispone rápidamente, miremos como estamos andando delante de Dios. El nacido de nuevo tiene un sello que no lo deja pecar, que lo hace andar en la bendita palabra de Dios.

Sabios, Dios nos dice que somos sabios porque tenemos la mente de Cristo. No siga ni en mentirillas pequeñas, no siga fornicando, no siga adulterando, no siga en eso, dice el Espíritu Santo de Dios.

Versículo 16:

aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos”.

Hoy en los días son malos, muy malos, es un desorden total.

Toda la vanagloria del mundo pasa, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre, dice la Escritura.

Dios no los citó hoy para balbucear, no los cito hoy para mirar hombres, Dios no los cito hoy para no hacer lo que él está diciendo a través de su palabra.

Versículo 17:

Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”.

La voluntad de Jesucristo es nuestra salvación. Santifiquémonos, y sigamos la palabra al pie de la letra, no nos separemos de ella.

Jesucristo es la única tabla de salvación.

Disfrute su trabajo, disfrute la naturaleza, disfrute  todo en santidad. Todo se puede hacer en santidad, obedeciendo la palabra de Dios.

Versículo 18:

No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,”

Nos dice lo contrario a lo que dice el mundo, nos dice que seamos llenos del Espíritu Santo, y cuando estoy lleno del Espíritu Santo, no cometo errores, porque el Espíritu Santo es perfecto y me lleva a la estatura de ese varón perfecto que es Jesucristo el Señor, por eso la orden es llenos.  

Versículo 19:

hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;”

Que todo lo que se hable sea para edificar no para destruir, lo que no edifica no lo hablen.

Versículo 20:

“dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”.

Dando gracias a Dios, incluso, por las adversidades.

Versículo 21:

Someteos unos a otros en el temor de Dios”.

Contrario a lo que pensamos no debemos mirar a nuestro hermano como nuestro inferior sino más bien como si fuera nuestro superior.

Dios le señala un error a través de un hermano y usted no hace caso y muchas veces se muestra arrogante.

Hoy en día no se pueden regañar a los hijos según las teorías modernas y aquí dice someteos los unos a los otros.

Retomando los de las vírgenes prudentes y las insensatas, en el pueblo de Dios hay dos tipos de creyentes los prudentes y los insensatos, como el aceite es el prototipo del Espíritu
Santo, los prudentes son los que tienen el aceite, el Espíritu Santo en la vasija, en el corazón.

Nosotros somos templos del Espíritu Santo de Dios, vasijas, depósitos, cuando recibimos a Cristo vino también el Espíritu Santo, pero ¿cómo hago yo para que esa lámpara arda continuamente en el altar y nunca se apague?, tengo que frotar, tengo que machacar en la oración, en la obediencia, en la lectura de la palabra, en congregarse, porque si no se apaga la lámpara.

Advertencia de Dios

Hebreos 6: 6 – 8

 Está hablando de: Después de conocer a Dios y recaemos y volvemos al pecado.

y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio. Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios; pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada”.

Iglesia de nuestro Señor Jesucristo, esto dice el Espíritu Santo, si estamos en eso estamos próximos a que la bendición se convierta en una maldición por nuestra indiferencia hacia las cosas de Dios, estamos muy dormidos.

La lluvia es la palabra de Dios, y viene para que produzcamos el fruto del Espíritu Santo.

Con tanto conocimiento y sin fruto estamos siendo reprobados por Dios. Hoy tenemos que pedirle perdón a Dios, Iglesia y salir de ese marasmo espiritual en el que andamos.

Reprenda todo lo que le esté quitando la bendición de Dios.

Muchos dicen que Dios no maldice, pero por ejemplo, Ananías y Safía, por mentir al Espíritu Santo recibieron la muerte y qué es la muerte, es una maldición. Estamos pues en maldición cuando no hacemos la palabra de Dios.

Por eso tenemos que llenarnos del Espíritu Santo y salir a buscar esas almas que están en maldición por ignorancia y no tener a Cristo, ir por ellas y que por el Espíritu Santo se conviertan. Que esas personas salgan de las tinieblas a la luz.

Pero toda la palabra que hemos recibido, pero poco se ve en algunos de nosotros, por eso es que muchos no han visto la megavictoria y no la verán si no reaccionamos a partir de ya. Hay que ponerle ganas.

La bendición de Dios es integral, espiritual, material, financiera. Pero el pecado estorba a la bendición.

Esto no es otra palabra más, si usted lo considera así se expone a disciplina de Dios.

Tipos de Unción

La unción del leproso, la sacerdotal y la real, las dos primeras ya las debemos tener y hoy estamos llamando la unción real.

1.       La unción de leproso

La lepra era una enfermedad incurable y contagiosa. Así andábamos antes de conocer a Jesucristo llenos de lepra,  de envidia, de inmundicia, de adulterio, Jesucristo nos limpió de todo eso.

Marcos 1: 40 – 42

Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio”.

Hubo actitud de humillación y sinceridad, sabía que tenía un problema grande y sabía que solo Jesucristo lo podía curar.

Eso nos dice Jesucristo hoy: si quiere yo puedo limpiarte.

Hay que reconocer el pecado, y salir de aquí a obedecer lo que hemos escuchado.

Quedamos limpios en este momento se fue la lepra.

Viniendo, usted hizo una inversión hoy y Dios está honrando la inversión que usted hizo.

2.       Unción sacerdotal

Un sacerdote de Dios ministra delante de él. Acá no se habla de sacerdotes de las religiones, sino del sacerdocio bíblico que es para todo hijo de Dios.

Éxodo 19: 5 – 6

Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel”.

El pacto es el que hicimos cuando recibimos a Jesucristo.

Si nosotros obedecemos somos especial tesoro para Dios. Hay que guardar la palabra, tiempo de vivir la megavictoria.

No le hemos puesto las ganas, ahora a clamar, a pagar precio en oración, en santidad para alcanzar esa megavictoria.

Si hay un tiempo de reverenciar a Dios, si hay un tiempo de vivir en santidad, es éste.

Confiando en él todo se logra porque él va delante de nosotros, él lo prometió.

Santidad es estar apartados del pecado. Dios le dará el discernimiento para que usted sepa qué le agrada a Dios y qué le desagrada.

A partir de hoy la medida para mí va a ser muy distinta, no sé para usted.

Su palabra dice que somos reyes y sacerdotes.

Por ese sacrificio en la cruz Dios nos dio el ministerio sacerdotal, somos sacerdotes, podemos orar, podemos cantar.

3.       La unción real

El rey gobierna, reina.

Salmo 45: 7

Has amado la justicia y aborrecido la maldad; por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros”.

Esa es la característica de un rey amar la Justicia, a Jesucristo y aborrecer la maldad, lo que Dios aborrece.

Es una unción superior. A eso estamos llamados a ser ungidos más que la mayoría de los seres humanos que han desechado la palabra de Dios.

Estoy contento siempre porque sé que soy más que vencedor en cualquier cosa que esté pasando.

Felices y contentos con Cristo por dentro, no importa la situación que estés pasando.

En I Juan 2: 20 y 27  nos enseña que la unción nos enseña todas las cosas.

I Juan 2: 20

Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas”.

Jesucristo está a las puertas, levántate tú que duermes. Es tiempo de estar en la bendición de Dios.

I Juan 2: 27

Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él”.

En la unción real, en los que se van en el arrebatamiento día y noche permanecemos en él. No un rato en el mundo y otro en él.

Si usted dice que es de Cristo y no obedece su palabra no está en él.

En la unción real tiene que suceder lo siguiente:

Hechos 5: 12 – 16

Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón. De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente. Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres; tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos. Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados”.

Se congregaban en unanimidad y en santidad.

La unción real es para la manifestación de la gloria de Jesucristo en nuestras vidas. Cómo nos vamos a perder esta tercera unción si ya estamos en ella.

No podemos seguir jugando al grupo de oración.

Dios con esta palabra nos quiere impactar de una vez por todas.

Yo quiero entrar en esa unción real donde se manifieste la gloria de Dios en mi vida, declaro que lo que toquen mis manos y mis pies bendito es.

Somos un pueblo santo, bendecido entre tantos pueblos de la tierra.

Solo con el pasar y que su sombra los tocasen se sanaban.

El pecado, la insensatez y la tibieza ya no pueden reinar más sobre mi vida, tengo que ser muy diligente.

Pagamos un precio por la unción real, con nuestra disposición, la gran tribulación se acerca y eso es espantoso.

Sé que hay un arrebatamiento y solo se van losa que estén en esta unción real.

Algo que mide que no estoy en la unción real es cuando falta algo en la casa y me preocupo, pero cuando le creo a Dios estoy en la unción real y no me preocupo.

Levantemos la mano los que vamos a entrar a la unció real a partir de hoy.

Nos vamos a disponer a entrar porque las puertas están abiertas. Tenemos acceso al lugar santísimo y si tengo comunión con Dios ¿quién me podrá hacer frente?

Dice en proverbios 13 que tus enemigos te servirán y vendrán pidiendo tu favor.

Salmo 105: 37 – 45

Los sacó con plata y oro; y no hubo en sus tribus enfermo. Egipto se alegró de que salieran, Porque su terror había caído sobre ellos. Extendió una nube por cubierta, y fuego para alumbrar la noche. Pidieron, e hizo venir codornices; y los sació de pan del cielo. Abrió la peña, y fluyeron aguas; corrieron por los sequedales como un río. Porque se acordó de su santa palabra dada a Abraham su siervo. Sacó a su pueblo con gozo; con júbilo a sus escogidos. Les dio las tierras de las naciones, y las labores de los pueblos heredaron; para que guardasen sus estatutos, y cumpliesen sus leyes. Aleluya”.

Después de la esclavitud viene la abundancia.

No había ningún enfermo. Tenemos derecho a la sanidad y a la provisión.

Los egipcios tuvieron terror porque vieron la mano de Dios obró contra ellos. Así la enfermedad y la escasez se tienen que ir.

Pidieron y se les dio. Papá Dios es un Dios de abundancia.

Lo que está viendo tan imposible le va a clamar a Dios con todo su corazón y vendrá.

Todo esto se da bajo la premisa, la columna, la gran piedra que es la obediencia a la palabra de Dios.

Juan en Pasmos estaba aislado por causa de la palabra y el testimonio.


En el arrebatamiento con una voz como de trompeta oiremos que nos dicen como a Juan: ven sube acá.

domingo, 23 de julio de 2017

Todo está preparado

Muchos dicen que si Dios hizo su plan por qué permitió que Satanás trajera cizaña y contaminara sus ángeles en el cielo. Hay cosa que Dios nos explica y hay cosas que no entendemos, pero así haya cosas que no entendamos lo que si entendemos es que Dios es Dios y sabe lo que hace. Dios tiene un propósito con todas las cosas y es soberano.

Después de crear a Adán y Eva y que Dios sabía que iban a pecar. Dios ya tenía el plan perfecto y era Jesucristo, ya tenía el cordero de Dios inmolado. Ya tenía un plan perfecto para nuestras vidas. Antes de que naciéramos y de que Dios nos formara en el vientre de nuestra madre, Dios ya tenía un plan con cada uno de nosotros, ya nos había conocido y nos había santificado.

Él ya sabe lo que va pasar con nosotros, está en nosotros hacer su voluntad, está en nosotros no dar vueltas en el desierto y aceptar su voluntad.

Si oímos la voz de Dios y así nos parezca o no nos parezca, pero la obedecemos, Dios siempre va a darnos lo mejor. Al final vamos a entender por qué pasamos pruebas.

Las fiestas del Cordero ya están preparadas. Él ha limpiado nuestros vestidos con la sangre del Cordero.

Génesis 22: 1

Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí”.

Dios prueba nuestro corazón, Para ver si lo que declaramos si está en nuestro corazón.

Ese “heme aquí”, significa: aquí estoy dispuesto. A veces nos vamos por el camino contrario.

Génesis 22: 2

Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré”.

Dios le estaba pidiendo a Abraham algo muy preciado para su corazón.

Hay veces que ponemos cosas o personas antes que a Dios. A veces le damos a Dios las migajas de tiempo, de espacio, de amor…

Dios le estaba diciendo: preséntamelo en el altar, preséntame lo que hay en tu corazón. Sacrifícalo delante de mi presencia.

Génesis 22: 3

Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo”.

Él se levantó rápido a hacer la voluntad de Dios, no le dio largas como hacemos a veces.

Fue al lugar que Dios le había dicho, no a otro lugar.

Génesis 22: 4 – 5

“Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos. Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros”.

Estaba declarando la provisión de Dios y estaba declarando la misericordia de Dios, que Dios que le había dado la promesa era fiel para proveer todas las cosas.

Eso no fue fácil para Abraham, iba a entregar lo único, pero él se propuso en su corazón adorar a Dios.

“...y volveremos a vosotros”. Estaba declarando en fe.

Génesis 22: 6

Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos”.

El mismo que iba a ser sacrificado estaba llevando la leña, modelo de Jesucristo que cargó su propia cruz.

Génesis 22: 7 – 8

Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos”.

Abraham no le responde que él era el cordero, sino que Dios se proveerá de uno. Declaró la palabra de Dios, declaró en fe lo que estaba deseando en su corazón.

Génesis 22: 9

Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña”.

Abraham lo entregó y seguramente pidió fortaleza para no renegar contra Dios.

Génesis 22: 10

Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo”.

Le tocaba a Abraham mismo entregarlo. Nos toca a nosotros entregar lo que está mermando nuestra fe.

Abraham estaba fortalecido en Dios.

Génesis 22: 11

Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí”.

Dios no llega ni antes ni después, llega en el momento justo.

Génesis 22: 12

“Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único”.

Qué bonito que Dios nos diga que ya sabe que nosotros tememos a Dios.

Cuántas veces Dios nos lleva hasta el final, probando nuestro corazón, para ver si realmente nosotros le tememos. Si realmente amamos a Dios y Abraham pasó esa prueba victorioso.

Génesis 22: 13

Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo”.

Dios le dijo ya conozco que me amas y así como me entregaste todo, yo también te voy a bendecir grandemente.

Dios le estaba diciendo: ya te tengo un cordero preparado, no va a ser tu hijo, va a ser el mío, el Cordero inmolado, el Cordero sin mancha, Jesucristo limpio de pecado, limpio de maldad, sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.

Como Abraham dispuso su corazón y entregó, Dios lo bendijo.

Muchas veces no recibimos bendición porque no rendimos, porque no entregamos, porque no ofrendamos lo que Dios nos está pidiendo, lo que Dios nos está demandando.

Génesis 22: 14

Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto, se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto”.

Cuando estábamos en el mundo no conocíamos la palabra: Jehová proveerá.

Cuántos podemos decir Jehová proveerá. Si Dios te dio una familia, un ministerio, Dios lo hará.

Génesis 22: 15 – 16

 “Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo;”

Lo que Dios promete lo cumple. Porque no es como el hombre que hoy dice una cosa y mañana otra.

Pon tu vida en esa roca que es la base firme. Ninguna tormenta podrá derribarnos de su presencia.

Génesis 22: 17

de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos”.

En las manos de Dios todo se multiplica, todo prospera.

Párate firme en la promesa que Dios te dio. Lo que Dios hizo ayer lo hace hoy.

Dios lo hace grande.

Cuando hay sacrificio es porque Dios quiere bendecirnos grandemente.

Génesis 22:  18

En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz”.


Hay fruto de bendición para nosotros porque Abraham obedeció la voz de Dios

domingo, 16 de julio de 2017

Decisiones

Introducción

La primera decisión que tomamos cuando conocimos a Cristo fue recibir a Cristo en el corazón.

Apocalipsis 3: 20

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”.

Alguien esa obra en mí, El espíritu Santo trajo esa convicción en mí.

1.       Decisiones equivocadas

Lucas 15: 11

También dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse”.

Este hijo tomó una decisión guiado por sus propias fuerzas. Cuántas veces pedimos y no damos nada.

Después de una mala decisión el hijo terminó mendigando algarrobas. No se honran a los padres. No tiene que ser con ayudas monetarias, pero un abrazo, una palabra de aliento.

Hoy el Espíritu Santo nos llama a honrar a nuestros padres, a tomar decisiones guiadas por el Espíritu Santo.

2.       Yugo desigual

II Corintios 6: 14

“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:  Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso”.

II Corintios 7: 1

Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”.

Cuando se une a un ser humano, ¿Se consulta a Dios? Y si tomamos una mala decisión en nuestras fuerzas culpamos a otros.

Esta palabra más que para ustedes es para mí, pues siempre he tomado decisiones inconsultas por consiguiente erradas.

Cuando tomamos estas decisiones equivocadas debemos tener la valentía de reconocerlo ante Dios.

Cuando se escoge una esposa o esposo sin consultar a Dios y se dan cuenta que se equivocaron si no consultaron a Dios no se le puede echar la culpa a Dios.

De tantos amigos que tenía en el mundo ya solo me quedan dos.

Porque el mundo quiere llevarte al mundo.

La palabra de Dios dice: Conviértanse ellos a ti y no tú te conviertas a ellos.

3.       La decisión de consultar adivinos

I Samuel 28: 3

“Ya Samuel había muerto, y todo Israel lo había lamentado, y le habían sepultado en Ramá, su ciudad. Y Saúl había arrojado de la tierra a los encantadores y adivinos. Se juntaron, pues, los filisteos, y vinieron y acamparon en Sunem; y Saúl juntó a todo Israel, y acamparon en Gilboa. Y cuando vio Saúl el campamento de los filisteos, tuvo miedo, y se turbó su corazón en gran manera.  Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas.  Entonces Saúl dijo a sus criados: Buscadme una mujer que tenga espíritu de adivinación, para que yo vaya a ella y por medio de ella pregunte. Y sus criados le respondieron: He aquí hay una mujer en Endor que tiene espíritu de adivinación. Y se disfrazó Saúl, y se puso otros vestidos, y se fue con dos hombres, y vinieron a aquella mujer de noche; y él dijo: Yo te ruego que me adivines por el espíritu de adivinación, y me hagas subir a quien yo te dijere. Y la mujer le dijo: He aquí tú sabes lo que Saúl ha hecho, cómo ha cortado de la tierra a los evocadores y a los adivinos. ¿Por qué, pues, pones tropiezo a mi vida, para hacerme morir? Entonces Saúl le juró por Jehová, diciendo: Vive Jehová, que ningún mal te vendrá por esto. La mujer entonces dijo: ¿A quién te haré venir? Y él respondió: Hazme venir a Samuel”.

¿Qué hace un hijo de Dios consultando brujos, horóscopos y otras cosas que a Dios no le gustan?

Al consultar esto, jugar loterías es desconfiar de Dios porque nuestro futuro está asegurado en nuestro Dios.

Todo consúltalo con el Espíritu Santo de Dios que él no te deja avergonzar.

Deuteronomio 9: 13 – 21

Y me habló Jehová, diciendo: He observado a ese pueblo, y he aquí que es pueblo duro de cerviz.  Déjame que los destruya, y borre su nombre de debajo del cielo, y yo te pondré sobre una nación fuerte y mucho más numerosa que ellos. Y volví y descendí del monte, el cual ardía en fuego, con las tablas del pacto en mis dos manos. Y miré, y he aquí habíais pecado contra Jehová vuestro Dios; os habíais hecho un becerro de fundición, apartándoos pronto del camino que Jehová os había mandado. Entonces tomé las dos tablas y las arrojé de mis dos manos, y las quebré delante de vuestros ojos. Y me postré delante de Jehová como antes, cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo vuestro pecado que habíais cometido haciendo el mal ante los ojos de Jehová para enojarlo. Porque temí a causa del furor y de la ira con que Jehová estaba enojado contra vosotros para destruiros. Pero Jehová me escuchó aun esta vez. Contra Aarón también se enojó Jehová en gran manera para destruirlo; y también oré por Aarón en aquel entonces.  Y tomé el objeto de vuestro pecado, el becerro que habíais hecho, y lo quemé en el fuego, y lo desmenucé moliéndolo muy bien, hasta que fue reducido a polvo; y eché el polvo de él en el arroyo que descendía del monte”.

A los verdaderos ministros de Dios les toca duro porque, siempre hay un pueblo duro de cerviz.

De ahora en adelante tomemos decisiones siempre consultadas con Dios.

A veces menospreciamos las personas que Dios utiliza en los ministerios para que nos hablen.

Estos caminos no son fáciles, pero una recompensa grande si tenemos que es una vida eterna en Cristo Jesús.

4.       Decisiones guiadas por el Espíritu Santo de Dios.

Daniel 3:

Leer todo el capítulo que trata de la estatua de oro que Nabucodonosor hizo para que fuera adorada por todos, y todos lo hicieron menos los hebreos y por eso fueron arrojados al fuego y de allí salieron ilesos protegidos por Dios.

¿Quién de nosotros tendría esa valentía?

Estos varones estaban parados en la roca y no les importó que los metieran al horno, pues tenía fe que Dios los salvaría, además también manifestaron que si Dios no los libraba del fuego tenías su esperanza en el galardón.

5.       La decisión de ser fiel y obedecer

Daniel 6:  leerlo todo

Es lo mismo que el anterior, obedecer a pesar de las circunstancias.

Dios respalda la decisión tomada iluminada por el Espíritu Santo de Dios.

I Reyes 3: Leerlo

Salomón cuando Dios le dijo que pidiera lo que quisiera para gobernar al pueblo, el no pidió cosas materiales, sino que le diera sabiduría. Dios le dio las dos cosas.

Tomó la decisión de pedir sabiduría.

I Pedro 2: 16

como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios”.

Dios nos da libertad, utilicémosla para alabar y glorificar a Jesucristo, sujetémonos al Espíritu Santo.

Salmo 73:27

Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta”.

¿Cuál es nuestra decisión hoy?, ¿buscarlo o alejarnos de él?

Consultemos, pues, todas las decisiones con Dios, por pequeñas que nos parezcan.

domingo, 9 de julio de 2017

En la mazorca

I tesalonicenses 5: 23

Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.

Apocalipsis 1: 7-8

He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él.  Sí, amén. Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso”.

Jesucristo viene por segunda vez y no vienen a llevarse seres humanos que han andado como se les da la gana. Tenemos que santificarnos.

Apocalipsis 1: 3

Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca”.

Nosotros venimos acá a aprender de la palabra, a leer. Esta es la profecía más segura, la Biblia, la palabra de Dios. Y no solo es oír y leer, es guardar la palabra, atesorarla en el corazón para poderla realizar, hay que hacer la palabra de Dios.

Esta mazorca está compuesta de tres cosas, el estuche o capacho, los granos y lo que los contienen que llamamos tusa. Comparemos con nuestro cuerpo, el espíritu es lo más interno, el capacho cubre la mazorca, nosotros estamos cubiertos de religiosidad y creemos que estamos muy bien porque vamos a una iglesia X, o Y, pero Dios quiere quitar la religiosidad, la incredulidad, la apariencia pues nos creemos buenos. Lo que más se demora para quitar son los granos, en nosotros esas áreas, el adulterio, la fornicación, la ira la contienda, el chisme, las inmundicias. Esos son los granitos, pero está en nosotros si nos dejamos o no.

La mazorca es más liviana sin el capacho y sin los granos, nosotros sin el pecado nos sentimos livianos. Cuando confesamos nuestros pecados y le decimos al Espíritu Santo que quite todos esos granos quedamos livianos. La mazorca quedó limpia, sin nada, desnuda. Así nos quiere Dios.

Así tendremos que llegar ante el tribunal de nuestro Señor Jesucristo, tal cual somos, sin nada, desnudos.

Venimos a Cristo con gran cantidad de errores estábamos perdidos en delitos y pecados, atiborrados de gran cantidad de cosas y Cristo por su sangre preciosa nos limpia, nos hace aceptos en el amado.

Hebreo 4: 13

Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”.

Usted no vino aquí a un grupito más, no vino acá a agradar a su novia, a su papá o a su mamá, si está aquí es porque usted quiere buscar a Cristo.

Busque a Dios de corazón porque a él le tenemos que rendir cuentas.

Cuando nos reunimos él está en medio de nosotros. Usted no le puede ocultar nada a Dios.

No nos engañemos a nosotros mismos, Dios no puede ser burlado.

Si hacemos el pecado a escondidas y pensamos que no nos vio nadie, pero se nos olvida que los ojos de Dios están sobre todos los moradores de la tierra y se nos olvida que tenemos a Cristo en el corazón al Santo de los santos al cual tengo que rendirle santidad.

Desnudos porque no podemos sacar disculpa ante Dios. Tenemos mucho conocimiento.

Tenemos dueño y a ese dueño le tenemos que rendir cuentas.

No más engaños, no juegue al grupo de oración, no juegue a una religión que eso está mandado a recoger.

Dios nos quiere consagrados, Jesucristo te necesita en su obra y a ver ¿con quién cuenta?

1.       Desnudos por comunión

Génesis 2: 25

Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban”.

No se avergonzaban porque estaban en comunión con Dios. Dios se paseaba en el huerto y no sentían miedo porque estaban en comunión con Dios. A veces Dios no se pasea entre nosotros porque no estamos desnudos delante de su presencia, porque queremos tapar el pecado que tenemos.

Cuando usted confiesa su pecado, no siente vergüenza porque se desnudó delante de Dios, porque tiene comunión con Dios.

2.       Desnudos por juicio

Génesis 3: 7

Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales”.

No se sentían desnudos porque estaban en comunión, no sentían necesidad de cubrirse porque no había pecado, estaban en comunión con Dios.

Cuando desobedecieron sus ojos fueron abiertos.

El pecado es insaciable y un pecado trae otro.

Conocieron que estaban desnudos porque la presencia de Dios no estaba con ellos, porque ya no sentían la misma libertad.

Cuando pecamos deliberadamente, aunque tenemos a Cristo en nuestro corazón, la presencia de Dios no fluye en nuestros corazones.

Quisieron tapar su apariencia, cuando estamos en pecado queremos tapar nuestra apariencia de pecado.

Ellos conocieron a un Dios vivo, disfrutaron las delicias de Dios. Dios no quiere la muerte del pecador, sino que nos arrepintamos de nuestro pecado. Nuestro pecado nos saca de la cobertura de Dios.

Isaías 20

En el año que vino el Tartán a Asdod, cuando lo envió Sargón rey de Asiria, y peleó contra Asdod y la tomó; en aquel tiempo habló Jehová por medio de Isaías hijo de Amoz, diciendo: Ve y quita el cilicio de tus lomos, y descalza las sandalias de tus pies. Y lo hizo así, andando desnudo y descalzo.  Y dijo Jehová: De la manera que anduvo mi siervo Isaías desnudo y descalzo tres años, por señal y pronóstico sobre Egipto y sobre Etiopía, así llevará el rey de Asiria a los cautivos de Egipto y los deportados de Etiopía, a jóvenes y a ancianos, desnudos y descalzos, y descubiertas las nalgas para vergüenza de Egipto. Y se turbarán y avergonzarán de Etiopía su esperanza, y de Egipto su gloria. Y dirá en aquel día el morador de esta costa: Mirad qué tal fue nuestra esperanza, a donde nos acogimos por socorro para ser libres de la presencia del rey de Asiria; ¿y cómo escaparemos nosotros?”

Dios puso a hablar a Isaías desnudo para darle un ejemplo al pueblo de Israel que había quitado los ojos de Dios y los había puesto en las potencias extranjeras, pusieron la esperanza en los hombres. Dios le dijo que puesto que había puesto los ojos en los hombres iban a recibir la vergüenza. Nuestra mirada no puede estar puesta en ningún ser humano. No podemos depender de ningún ser humano. Tenemos que depender de Dios, de nuestra relación con Dios.

No había sufrido porque estaban con la cobertura de Dios, tenían la presencia de Dios, tenían el respaldo de Dios; apenas ellos quitaron la mirada de Dios y la pusieron en los hombres entonces los tomaron en esclavitud.


Cuando quitamos la mirada de Dios y de sus cosas santas, entonces nos toman como esclavos y somos el hazmerreír de otros.

Estaban tan subyugados que no sabía ni como liberarse, nosotros si tenemos esperanza, si sabemos como liberarnos porque Jesucristo es nuestro libertador, Jesucristo rompe las cadenas. Si permitimos que Jesucristo desgrane esa mazorca si tenemos esperanza y no seremos subyugados por el diablo.

3.       Vestidos por misericordia y por gracia

Antes de venir a Jesucristo estábamos desnudos, harapientos y Jesucristo renovó nuestras vestiduras.

Génesis 3: 21

Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió”.

¿Por qué Dios tuvo que hacerles túnicas si ellos tomaron hojas para cubrirse?

Porque la cobertura del hombre no sirve. Ellos fueron a cubrirse con hojas.

Nosotros nos cubrimos de apariencia y eso no cubre ni lava nuestro pecado.

Para Dios hacer eso tuvo que sacrificar un animal, eso estaba hablando de lo que iba a pasar en el nuevo testamento, del sacrificio de Jesucristo en la cruz del Calvario. Si Jesucristo no se hubiera sacrificado, no tendríamos salvación ni vida eterna.

Por ese sacrificio Jesucristo paso por alto nuestras iniquidades y somos una nueva creación en Jesucristo. El pecado del hombre no lo perdona el hombre, no lo cubre el hombre, lo perdona es Jesucristo por eso necesitamos de él.

Tan grande es la misericordia de Dios que antes de sacarlos del huerto del Edén los vistió. Antes de que sucedan tantas cosas en nuestras vidas Dios nos advierte, nos llama con lazos de amor.

Apocalipsis 7: 13 – 15

Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos”.

Delante de la presencia de Dios nos tenemos que presentar impecables, nuestras vestiduras espirituales deben ser sin manchas, permitámosle a Dios que las limpie.

Son los que han recibido a Jesucristo en su corazón y lo aceptan como su Señor y Salvador.

Cuando habla de tribulación hablan de prueba. Son los que han salido de la prueba, los que no le hemos permitido al enemigo que nos aplaste.  Las pruebas nos forman, nos muestran en donde tenemos la mirada, nos muestran en quien hemos creído, nos muestran si somos o no aptos para el reino de los cielos.

Los esforzados son los que arrebatan el reino de los cielos.

Dios nos ama tanto que nos da la oportunidad hoy para que nos pongamos a cuenta con él.

Estar de día y de noche con Dios no implica no trabajar y apartarse de lo que tenemos que hacer en esta tierra.

La Biblia no habla de lugares intermedios ni de purgatorios.

Tenemos que ser agradecido porque Dios nos sacó de lugares muy oscuros. Que no se nos olvide todo lo que Dios ha hecho en nuestras vidas.

Por eso que el Cordero de dios hizo es que ellos estaban en el cielo adorando a Dios.

Todos hemos tenido muchas oportunidades, Dios nos da muchas oportunidades en la vida.

Zacarías 3: 1-4

Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle. Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio? Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel. Y habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala”.

Vestidos por misericordia y por gracia.

Nosotros somos sacerdotes porque ministramos delante de la presencia de Dios. Dios dice que somos reyes y sacerdotes, ministros de un nuevo pacto.

El que nos acusa día y noche es Satanás. Nos refriega el pecado. Tenemos que salir de ahí, no dejarnos acusar sino confesar nuestro pecado ante Dios y volver a su camino.

Nosotros nos presentamos delante de Jesucristo.

Dios lo reprendió, Dios manda a reprender las obras de la carne, no a que nos hagamos compinches de ella.

Ponga su nombre donde dice Jerusalén, siéntase un escogido.

Nuestras vestiduras estaban como las de Josué, ¿cómo están ahora?

Con cuánto pecado vinimos y nos presentamos con esas malas vestiduras viles, pero Cristo nos viste de ropa de gala.

Jesucristo quitó nuestro pecado, quitó la maldición y nos vistió de ropa de gala.

Hoy nos quita el Señor esas vestiduras viles.  Repítase ahí: “y a mí me dijo: mira que he quitado tu pecado y te he hecho vestir de ropas de gala”.

Cuando el Señor nos dice que nos va a vestir de ropas de gala es porque nos está preparando para las bodas del Cordero.

4.       Conclusión

Por tanto

Colosenses 3: 1 – 10

Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,”

Si dice que resucitamos con Cristo es porque morimos al pecado y resucitamos a una nueva vida.

No tengo porque poner mi mirada en el hombre sino en las cosas de arriba. Muchas veces endiosamos muchas cosas en la tierra.  No dice que no haga las cosas de la tierra, sino que no ponga la esperanza en ellas.

Cambiamos de dueño. Nuestra vida está escondida con Cristo porque él nos guarda.

Jesucristo es nuestra vida ahí lo dice. Cuando Jesucristo empiece a hacer una explosión en nuestra vida se verá la gloria de él en nosotros.

Tenemos que hacer morir lo terrenal en nosotros.

Muchas veces no queremos dejar las cosas de la tierra, hay cosas que nos ha dado dificultad entregar y dejarlas. Cuando entregamos algún pecado del todo, no lo volvemos a cometer.

Es necesario hoy rendirnos ante el Señor.

Somos una nueva naturaleza en Jesucristo, nos despojamos del viejo hombre.

Que a través de esta palabra vamos siendo renovados.

5.       ¿Cómo hago para que resplandezcan mis vestiduras?

Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente”.

Nos tomó para orar, la clave está es la oración para que nuestras vestiduras se cambien por vestiduras blancas y resplandecientes. Es imposible ir a la oración y que quedemos igual.


Los escogidos somos nosotros, nos llamó y subió a orar, nos dio ejemplo, a medida que oramos nuestras vidas van siendo diferentes.