domingo, 30 de julio de 2017

La unción

Usted hoy está invirtiendo tiempo al escuchar o leer esta palabra por lo tanto concéntrese bien y si lo hace va a ver maravillas en su vida, les digo,  pueblo amado, como que soy un consiervo de ustedes, un ser humano igual a todos ustedes, la palabra de hoy es salida de tono, es como si fuera el ultimátum de los ultimátum.

Dios nos está diciendo que Cristo viene por segunda vez, hoy recibimos al Espíritu Santo con palmas.

Lo que estamos viendo, la descomposición social, la corrupción, la depravación, a lo malo le dicen bueno, a lo bueno le dicen malo, todo lo que se está viendo es señal de Cristo está a las puertas.

Nosotros hacemos parte de la iglesia de Jesucristo que existe en todo el mundo. Antes de la gran tribulación los hijos de Dios, la Iglesia de nuestro Señor Jesucristo vamos a desaparecer y los que quedan le echaran la culpa a los extraterrestres.

No podemos ya estar distraídos en tantas cosas porque aquel día nos va a sorprender como ladrón en la noche que nadie lo espera.

Si ocurre el arrebatamiento los que no se fueron se quedan en la gran tribulación no es fácil.

Jesucristo viene a llevarse su pueblo y no viene por gente que esté murmurando, que esté parrandeando que esté en adulterio, en fornicaciones, en mentiras, en rencillas, en envidias, el no viene por esos.  Puede pertenecer a la denominación que sea, decir que da ofrendas, que se congrega, eso es basura para Dios, si no se hace y obedece la palabra de Dios.

Nadie se justificará delante de Dios por sus obras, se justificará por la fe en nuestro Señor Jesucristo y esa fe nos ayuda en el día a día a obedecer, esa fe viene por la palabra y nos ayuda a obedecer su palabra, es una realidad.

Si obedecemos, pensamos como Cristo piensa, hablamos como Cristo habla, miramos como Cristo mira y hacemos como él hace, mejor dicho: “ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí”.

Esta palabra que Dios trae hoy es para que desaparezcamos definitivamente nosotros y aparezca cristo en nosotros.

Como tarea para saber que es la gran tribulación vamos a leer en casa, desde Apocalipsis 6 hasta Apocalipsis 19, porque lo que hemos visto malo en la tierra no es nada con lo que se va a ver.

Antiguamente los profetas ungían a los reyes con aceite. Ungían las personas con aceite cuando estaban enfermas y eran sanadas, el aceite es prototipo del Espíritu Santo.

Isaías 10: 27

Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción”.

¿Cuál carga? El pecado.

El profeta estaba anunciado al mesías, a Jesucristo que cuando el vertiera su sangre en la cruz del Calvario todo ese pecado iba a ser quitado, íbamos a descansar absolutamente de todo.

Dice “en aquel tiempo” y el tiempo se ha cumplido. Los que recibimos a Cristo en el corazón no podemos estar llevando cargas de pecado, no podemos estar en el pecado.

Algo que se pudre ya no aguanta más y se revienta y uno es libre. Usted es libre hoy totalmente.

Llegó a nuestro corazón el ungido de los ungidos, Jesucristo, y el yugo se tiene que romper.

Delante de Dios nos tenemos que presentar muy bien porque él dijo que venía por una Iglesia sin mancha y sin arruga. Y nosotros vivimos todos manchados y arrugado por el pecado.

Estamos cediendo a muchas cosas y ya no hay tiempo que perder. No están viviendo la Megavictoria porque no se han mentido en el océano del Espíritu Santo de Dios, no se han comprometido y Dios nos está despertando a eso.
Efesios 1: 13 – 14

En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria”.

Este es un tiempo de esfuerzo, salga de aquí a vivir esta palabra. Salga a vivir el gozo y la alegría a pesar de las circunstancias.

Cuando recibimos a Cristo en el corazón ipso facto vino el Espíritu Santo de Dios.

En la verdad hay salvación, oyendo la verdad y militando en ella, tener fe, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa.

Nuestro sello eterno es el Espíritu Santo de Dios por eso nos tenemos que llenar tanto de él. Tenemos que dejar las tonterías, que por cualquier cosa nos sentimos y se nos va la alegría y el gozo.

Dios nos va a demandar esta palabra ahora y para siempre, porque esta palabra no fue traída por voluntad de hombre, la trae el mismo Espíritu Santo por amor a nosotros.

Nos ha rescatado para la alabanza de su gloria, en nosotros a partir de hoy se tiene que manifestar la gloria de Dios. No podemos seguir de agache, sino de frente y en victoria haciéndole frente a todo lo que se venga, esa es la iglesia gloriosa que se va en el arrebatamiento con nuestro Señor Jesucristo.

No se debe perder tanto tiempo, hay que orar.

Efesios 5: 13 – 21

Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo”.

Cristo es la Luz del mundo y nosotros lo recibimos, esa luz tiene que manifestar los errores en los que estamos incurriendo y qué hacer para salir de ahí.

Versículo 14

“Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo”.

Estamos muy dormidos, yacemos en la indiferencia cuando no hacemos la palabra de Dios, este es un trompetazo final, levántate tú  que duermes…

Dígale en la mañana que le entrega todo.

Dios nos está abriendo los ojos y de qué manera y nosotros durmiendo.

Escápate de la condenación eterna, mayor condenación tenemos los que conocemos la palabra y no la estamos haciendo. No estamos viviendo en el nivel que Dios nos pidió en la palabra llamada “Atletas de alto rendimiento”.

Versículo 15:

Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,”

Persona diligente es la que se dispone rápidamente, miremos como estamos andando delante de Dios. El nacido de nuevo tiene un sello que no lo deja pecar, que lo hace andar en la bendita palabra de Dios.

Sabios, Dios nos dice que somos sabios porque tenemos la mente de Cristo. No siga ni en mentirillas pequeñas, no siga fornicando, no siga adulterando, no siga en eso, dice el Espíritu Santo de Dios.

Versículo 16:

aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos”.

Hoy en los días son malos, muy malos, es un desorden total.

Toda la vanagloria del mundo pasa, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre, dice la Escritura.

Dios no los citó hoy para balbucear, no los cito hoy para mirar hombres, Dios no los cito hoy para no hacer lo que él está diciendo a través de su palabra.

Versículo 17:

Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”.

La voluntad de Jesucristo es nuestra salvación. Santifiquémonos, y sigamos la palabra al pie de la letra, no nos separemos de ella.

Jesucristo es la única tabla de salvación.

Disfrute su trabajo, disfrute la naturaleza, disfrute  todo en santidad. Todo se puede hacer en santidad, obedeciendo la palabra de Dios.

Versículo 18:

No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,”

Nos dice lo contrario a lo que dice el mundo, nos dice que seamos llenos del Espíritu Santo, y cuando estoy lleno del Espíritu Santo, no cometo errores, porque el Espíritu Santo es perfecto y me lleva a la estatura de ese varón perfecto que es Jesucristo el Señor, por eso la orden es llenos.  

Versículo 19:

hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;”

Que todo lo que se hable sea para edificar no para destruir, lo que no edifica no lo hablen.

Versículo 20:

“dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”.

Dando gracias a Dios, incluso, por las adversidades.

Versículo 21:

Someteos unos a otros en el temor de Dios”.

Contrario a lo que pensamos no debemos mirar a nuestro hermano como nuestro inferior sino más bien como si fuera nuestro superior.

Dios le señala un error a través de un hermano y usted no hace caso y muchas veces se muestra arrogante.

Hoy en día no se pueden regañar a los hijos según las teorías modernas y aquí dice someteos los unos a los otros.

Retomando los de las vírgenes prudentes y las insensatas, en el pueblo de Dios hay dos tipos de creyentes los prudentes y los insensatos, como el aceite es el prototipo del Espíritu
Santo, los prudentes son los que tienen el aceite, el Espíritu Santo en la vasija, en el corazón.

Nosotros somos templos del Espíritu Santo de Dios, vasijas, depósitos, cuando recibimos a Cristo vino también el Espíritu Santo, pero ¿cómo hago yo para que esa lámpara arda continuamente en el altar y nunca se apague?, tengo que frotar, tengo que machacar en la oración, en la obediencia, en la lectura de la palabra, en congregarse, porque si no se apaga la lámpara.

Advertencia de Dios

Hebreos 6: 6 – 8

 Está hablando de: Después de conocer a Dios y recaemos y volvemos al pecado.

y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio. Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios; pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada”.

Iglesia de nuestro Señor Jesucristo, esto dice el Espíritu Santo, si estamos en eso estamos próximos a que la bendición se convierta en una maldición por nuestra indiferencia hacia las cosas de Dios, estamos muy dormidos.

La lluvia es la palabra de Dios, y viene para que produzcamos el fruto del Espíritu Santo.

Con tanto conocimiento y sin fruto estamos siendo reprobados por Dios. Hoy tenemos que pedirle perdón a Dios, Iglesia y salir de ese marasmo espiritual en el que andamos.

Reprenda todo lo que le esté quitando la bendición de Dios.

Muchos dicen que Dios no maldice, pero por ejemplo, Ananías y Safía, por mentir al Espíritu Santo recibieron la muerte y qué es la muerte, es una maldición. Estamos pues en maldición cuando no hacemos la palabra de Dios.

Por eso tenemos que llenarnos del Espíritu Santo y salir a buscar esas almas que están en maldición por ignorancia y no tener a Cristo, ir por ellas y que por el Espíritu Santo se conviertan. Que esas personas salgan de las tinieblas a la luz.

Pero toda la palabra que hemos recibido, pero poco se ve en algunos de nosotros, por eso es que muchos no han visto la megavictoria y no la verán si no reaccionamos a partir de ya. Hay que ponerle ganas.

La bendición de Dios es integral, espiritual, material, financiera. Pero el pecado estorba a la bendición.

Esto no es otra palabra más, si usted lo considera así se expone a disciplina de Dios.

Tipos de Unción

La unción del leproso, la sacerdotal y la real, las dos primeras ya las debemos tener y hoy estamos llamando la unción real.

1.       La unción de leproso

La lepra era una enfermedad incurable y contagiosa. Así andábamos antes de conocer a Jesucristo llenos de lepra,  de envidia, de inmundicia, de adulterio, Jesucristo nos limpió de todo eso.

Marcos 1: 40 – 42

Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio”.

Hubo actitud de humillación y sinceridad, sabía que tenía un problema grande y sabía que solo Jesucristo lo podía curar.

Eso nos dice Jesucristo hoy: si quiere yo puedo limpiarte.

Hay que reconocer el pecado, y salir de aquí a obedecer lo que hemos escuchado.

Quedamos limpios en este momento se fue la lepra.

Viniendo, usted hizo una inversión hoy y Dios está honrando la inversión que usted hizo.

2.       Unción sacerdotal

Un sacerdote de Dios ministra delante de él. Acá no se habla de sacerdotes de las religiones, sino del sacerdocio bíblico que es para todo hijo de Dios.

Éxodo 19: 5 – 6

Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel”.

El pacto es el que hicimos cuando recibimos a Jesucristo.

Si nosotros obedecemos somos especial tesoro para Dios. Hay que guardar la palabra, tiempo de vivir la megavictoria.

No le hemos puesto las ganas, ahora a clamar, a pagar precio en oración, en santidad para alcanzar esa megavictoria.

Si hay un tiempo de reverenciar a Dios, si hay un tiempo de vivir en santidad, es éste.

Confiando en él todo se logra porque él va delante de nosotros, él lo prometió.

Santidad es estar apartados del pecado. Dios le dará el discernimiento para que usted sepa qué le agrada a Dios y qué le desagrada.

A partir de hoy la medida para mí va a ser muy distinta, no sé para usted.

Su palabra dice que somos reyes y sacerdotes.

Por ese sacrificio en la cruz Dios nos dio el ministerio sacerdotal, somos sacerdotes, podemos orar, podemos cantar.

3.       La unción real

El rey gobierna, reina.

Salmo 45: 7

Has amado la justicia y aborrecido la maldad; por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros”.

Esa es la característica de un rey amar la Justicia, a Jesucristo y aborrecer la maldad, lo que Dios aborrece.

Es una unción superior. A eso estamos llamados a ser ungidos más que la mayoría de los seres humanos que han desechado la palabra de Dios.

Estoy contento siempre porque sé que soy más que vencedor en cualquier cosa que esté pasando.

Felices y contentos con Cristo por dentro, no importa la situación que estés pasando.

En I Juan 2: 20 y 27  nos enseña que la unción nos enseña todas las cosas.

I Juan 2: 20

Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas”.

Jesucristo está a las puertas, levántate tú que duermes. Es tiempo de estar en la bendición de Dios.

I Juan 2: 27

Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él”.

En la unción real, en los que se van en el arrebatamiento día y noche permanecemos en él. No un rato en el mundo y otro en él.

Si usted dice que es de Cristo y no obedece su palabra no está en él.

En la unción real tiene que suceder lo siguiente:

Hechos 5: 12 – 16

Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón. De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente. Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres; tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos. Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados”.

Se congregaban en unanimidad y en santidad.

La unción real es para la manifestación de la gloria de Jesucristo en nuestras vidas. Cómo nos vamos a perder esta tercera unción si ya estamos en ella.

No podemos seguir jugando al grupo de oración.

Dios con esta palabra nos quiere impactar de una vez por todas.

Yo quiero entrar en esa unción real donde se manifieste la gloria de Dios en mi vida, declaro que lo que toquen mis manos y mis pies bendito es.

Somos un pueblo santo, bendecido entre tantos pueblos de la tierra.

Solo con el pasar y que su sombra los tocasen se sanaban.

El pecado, la insensatez y la tibieza ya no pueden reinar más sobre mi vida, tengo que ser muy diligente.

Pagamos un precio por la unción real, con nuestra disposición, la gran tribulación se acerca y eso es espantoso.

Sé que hay un arrebatamiento y solo se van losa que estén en esta unción real.

Algo que mide que no estoy en la unción real es cuando falta algo en la casa y me preocupo, pero cuando le creo a Dios estoy en la unción real y no me preocupo.

Levantemos la mano los que vamos a entrar a la unció real a partir de hoy.

Nos vamos a disponer a entrar porque las puertas están abiertas. Tenemos acceso al lugar santísimo y si tengo comunión con Dios ¿quién me podrá hacer frente?

Dice en proverbios 13 que tus enemigos te servirán y vendrán pidiendo tu favor.

Salmo 105: 37 – 45

Los sacó con plata y oro; y no hubo en sus tribus enfermo. Egipto se alegró de que salieran, Porque su terror había caído sobre ellos. Extendió una nube por cubierta, y fuego para alumbrar la noche. Pidieron, e hizo venir codornices; y los sació de pan del cielo. Abrió la peña, y fluyeron aguas; corrieron por los sequedales como un río. Porque se acordó de su santa palabra dada a Abraham su siervo. Sacó a su pueblo con gozo; con júbilo a sus escogidos. Les dio las tierras de las naciones, y las labores de los pueblos heredaron; para que guardasen sus estatutos, y cumpliesen sus leyes. Aleluya”.

Después de la esclavitud viene la abundancia.

No había ningún enfermo. Tenemos derecho a la sanidad y a la provisión.

Los egipcios tuvieron terror porque vieron la mano de Dios obró contra ellos. Así la enfermedad y la escasez se tienen que ir.

Pidieron y se les dio. Papá Dios es un Dios de abundancia.

Lo que está viendo tan imposible le va a clamar a Dios con todo su corazón y vendrá.

Todo esto se da bajo la premisa, la columna, la gran piedra que es la obediencia a la palabra de Dios.

Juan en Pasmos estaba aislado por causa de la palabra y el testimonio.


En el arrebatamiento con una voz como de trompeta oiremos que nos dicen como a Juan: ven sube acá.

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