Introducción
La primera decisión que tomamos
cuando conocimos a Cristo fue recibir a Cristo en el corazón.
Apocalipsis 3: 20
“He aquí, yo estoy a
la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y
cenaré con él, y él conmigo”.
Alguien esa obra en mí, El espíritu Santo trajo esa
convicción en mí.
1. Decisiones equivocadas
Lucas 15: 11
“También dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su
padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió
los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos
a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.
Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y
comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella
tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba
llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba.
Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen
abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre,
y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser
llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su
padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia,
y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he
pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.
Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned
un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y
matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha
revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse”.
Este hijo tomó una decisión
guiado por sus propias fuerzas. Cuántas veces pedimos y no damos nada.
Después de una mala decisión el
hijo terminó mendigando algarrobas. No se honran a los padres. No tiene que ser
con ayudas monetarias, pero un abrazo, una palabra de aliento.
Hoy el Espíritu Santo nos llama a
honrar a nuestros padres, a tomar decisiones guiadas por el Espíritu Santo.
2.
Yugo
desigual
II Corintios 6: 14
“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué
compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con
las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con
el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque
vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su
Dios, Y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y
apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para
vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor
Todopoderoso”.
II Corintios 7: 1
“Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda
contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de
Dios”.
Cuando se une a un ser humano,
¿Se consulta a Dios? Y si tomamos una mala decisión en nuestras fuerzas
culpamos a otros.
Esta palabra más que para ustedes
es para mí, pues siempre he tomado decisiones inconsultas por consiguiente
erradas.
Cuando tomamos estas decisiones
equivocadas debemos tener la valentía de reconocerlo ante Dios.
Cuando se escoge una esposa o
esposo sin consultar a Dios y se dan cuenta que se equivocaron si no
consultaron a Dios no se le puede echar la culpa a Dios.
De tantos amigos que tenía en el
mundo ya solo me quedan dos.
Porque el mundo quiere llevarte
al mundo.
La palabra de Dios dice:
Conviértanse ellos a ti y no tú te conviertas a ellos.
3. La decisión de consultar adivinos
I Samuel 28: 3
“Ya Samuel había muerto, y todo Israel lo había lamentado, y le habían
sepultado en Ramá, su ciudad. Y Saúl había arrojado de la tierra a los
encantadores y adivinos. Se juntaron, pues, los filisteos, y vinieron y
acamparon en Sunem; y Saúl juntó a todo Israel, y acamparon en Gilboa. Y cuando
vio Saúl el campamento de los filisteos, tuvo miedo, y se turbó su corazón en
gran manera. Y consultó Saúl a Jehová;
pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas. Entonces Saúl dijo a sus criados: Buscadme
una mujer que tenga espíritu de adivinación, para que yo vaya a ella y por
medio de ella pregunte. Y sus criados le respondieron: He aquí hay una mujer en
Endor que tiene espíritu de adivinación. Y se disfrazó Saúl, y se puso otros
vestidos, y se fue con dos hombres, y vinieron a aquella mujer de noche; y él
dijo: Yo te ruego que me adivines por el espíritu de adivinación, y me hagas
subir a quien yo te dijere. Y la mujer le dijo: He aquí tú sabes lo que Saúl ha
hecho, cómo ha cortado de la tierra a los evocadores y a los adivinos. ¿Por
qué, pues, pones tropiezo a mi vida, para hacerme morir? Entonces Saúl le juró
por Jehová, diciendo: Vive Jehová, que ningún mal te vendrá por esto. La mujer
entonces dijo: ¿A quién te haré venir? Y él respondió: Hazme venir a Samuel”.
¿Qué hace un hijo de Dios
consultando brujos, horóscopos y otras cosas que a Dios no le gustan?
Al consultar esto, jugar loterías
es desconfiar de Dios porque nuestro futuro está asegurado en nuestro Dios.
Todo consúltalo con el Espíritu
Santo de Dios que él no te deja avergonzar.
Deuteronomio 9: 13 – 21
“Y me habló Jehová, diciendo: He observado a ese pueblo, y he aquí que
es pueblo duro de cerviz. Déjame que los
destruya, y borre su nombre de debajo del cielo, y yo te pondré sobre una
nación fuerte y mucho más numerosa que ellos. Y volví y descendí del monte, el
cual ardía en fuego, con las tablas del pacto en mis dos manos. Y miré, y he
aquí habíais pecado contra Jehová vuestro Dios; os habíais hecho un becerro de
fundición, apartándoos pronto del camino que Jehová os había mandado. Entonces
tomé las dos tablas y las arrojé de mis dos manos, y las quebré delante de
vuestros ojos. Y me postré delante de Jehová como antes, cuarenta días y
cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo vuestro pecado que
habíais cometido haciendo el mal ante los ojos de Jehová para enojarlo. Porque
temí a causa del furor y de la ira con que Jehová estaba enojado contra
vosotros para destruiros. Pero Jehová me escuchó aun esta vez. Contra Aarón
también se enojó Jehová en gran manera para destruirlo; y también oré por Aarón
en aquel entonces. Y tomé el objeto de
vuestro pecado, el becerro que habíais hecho, y lo quemé en el fuego, y lo
desmenucé moliéndolo muy bien, hasta que fue reducido a polvo; y eché el polvo
de él en el arroyo que descendía del monte”.
A los verdaderos ministros de
Dios les toca duro porque, siempre hay un pueblo duro de cerviz.
De ahora en adelante tomemos
decisiones siempre consultadas con Dios.
A veces menospreciamos las
personas que Dios utiliza en los ministerios para que nos hablen.
Estos caminos no son fáciles,
pero una recompensa grande si tenemos que es una vida eterna en Cristo Jesús.
4. Decisiones guiadas por el Espíritu Santo de
Dios.
Daniel 3:
Leer todo el capítulo que trata
de la estatua de oro que Nabucodonosor hizo para que fuera adorada por todos, y
todos lo hicieron menos los hebreos y por eso fueron arrojados al fuego y de
allí salieron ilesos protegidos por Dios.
¿Quién de nosotros tendría esa
valentía?
Estos varones estaban parados en
la roca y no les importó que los metieran al horno, pues tenía fe que Dios los
salvaría, además también manifestaron que si Dios no los libraba del fuego
tenías su esperanza en el galardón.
5.
La
decisión de ser fiel y obedecer
Daniel 6: leerlo todo
Es lo mismo que el anterior,
obedecer a pesar de las circunstancias.
Dios respalda la decisión tomada
iluminada por el Espíritu Santo de Dios.
I Reyes 3: Leerlo
Salomón cuando Dios le dijo que
pidiera lo que quisiera para gobernar al pueblo, el no pidió cosas materiales,
sino que le diera sabiduría. Dios le dio las dos cosas.
Tomó la decisión de pedir
sabiduría.
I Pedro 2: 16
“como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para
hacer lo malo, sino como siervos de Dios”.
Dios nos da libertad, utilicémosla
para alabar y glorificar a Jesucristo, sujetémonos al Espíritu Santo.
Salmo 73:27
“Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; tú destruirás a todo
aquel que de ti se aparta”.
¿Cuál es nuestra decisión hoy?,
¿buscarlo o alejarnos de él?
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