lunes, 28 de abril de 2014

Apocalipsis I, La Revelación



Vamo a estudiar los 3 primeros versículos del capítulo 1 de Apocalipsis 

Apocalipsis 1: 1-3

La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,  que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.   Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.

Veamos que es revelación: es manifestar algo, dar a conocer algo. Dios quiere manifestar en este libro el futuro, “las cosas que deben suceder de pronto”

Vemos que revelación es de Jesucristo y era de él porque se la dio Dios Padre 

¿Por qué Dios da la revelación a Jesucristo Siendo Jesucristo Dios?

Este versículo y lo que dice en Mateo 24: 36 donde los apóstoles le pregunta por el del fin del mundo y Cristo les responde: “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre”.  Con esta respuesta y lo que dice en la primera parte del versículo de Apocalipsis algunas sectas dicen que Cristo no es Dios, puesto que Dios lo sabe todo y él no conocía estas cosas dicen las sectas. Esta posición es acomodada pues solo se pegan de un versículo para interpretar y la Biblia no es de interpretación personal, pero veamos lo que dice en 

Filipenses 2: 5 -8

Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 

Él se despojó a sí mismo, por lo tanto mientras estuvo en forma de hombre no sabía lo que Dios Padre sí sabía. Además de acá podemos concluir que Jesús  hizo muchas cosas en la tierra no por ser Dios, las hizo por su contacto permanente con el Espíritu Santo.
 
Los milagros y las liberaciones que Jesús hizo las hizo por su contacto permanente con el Espíritu Santo por medio de la oración, el ayuno y la obediencia. Esto nos explica algunas cosas que Jesús dice y que a veces no podemos entender, como por ejemplo lo que dice en Juan 14:12

De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.

Nos preguntamos ¿cómo haremos cosas más grande que las que Dios hizo?, pero si Jesús las hizo siendo hombre, nosotros por medio de su Espíritu Santo, en contacto con él podemos ver que esta palabra se puede cumplir en nosotros, con consagración, oración y obediencia se puede cumplir esta escritura.

En otra escritura Jesús nos dijo en Mateo 5:48

Sed pues perfectos como vuestro padre que está en los cielos es perfecto

Si nosotros estamos en ese contacto permanente con el Espíritu Santo tenemos que llegar a la estatura del varón perfecto que es Cristo el Señor.

Sigue diciendo el Apocalipsis que es para manifestar a sus siervos. Este libro no es para todo el mundo es para los siervos de Dios. Las demás personas no van a entender este libro porque sólo es para “manifestar a sus siervos…”

Veamos algunas características de un siervo de Dios

1.       El siervo oye

 I Samuel 3:

 Y dijo Elí a Samuel: Ve y acuéstate; y si te llamare, dirás: Habla, Jehová, porque tu siervo oye
Samuel se acuesta y cuando Dios lo llama él le dice exactamente eso. Samuel se dispuso y oyó. Nosotros debemos estar dispuestos a oír la voz de Dios.

2.       El siervo obedece 

Mateo 7: 21 – 23

No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

Yo le digo Señor, si creo que yo soy siervo. Nos dice Mateo que es siervo el que hace la voluntad del Padre, es decir el que obedece.

3.       El siervo se aparta de iniquidad 

II Timoteo 2: 19

Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.

El siervo que invoca el nombre de Jesús tiene que apartarse de iniquidad y de pecado

4.       Se purifica

I Juan 3: 3

Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.

Para ser siervo y entender debo salir de todo pecado especialmente en todo lo que tiene que ver con la parte sexual pues se nos pide purificación, se nos pide ser puros.

5.       Los siervos son liberados del pecado 

Romanos 6:22

Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. 

6.       Tiene por fruto la santificación

7.       Tiene como fin la vida eterna.

8.       Son guiados por el Espíritu Santo

Romanos 8:14

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.

Vemos lo que le dice el Espíritu Santo en Daniel 12: 9 – 10

El respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin.  Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán.

Los que serán limpios y emblanquecidos y purificados son los siervos de Dios
.
Los impíos no van a entender la palabra. La escritura dice ninguno de los impíos entenderá.

La escritura nos dice quienes son los entendidos en Salmo 111: 10

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; Su loor permanece para siempre.

Mientras más estamos en el camino de Dios y más obedecemos más entendemos. El entendimiento viene de obedecer.

Sigue diciendo Apocalipsis que “las cosas que deben suceder pronto”

Esto significa que dos mil años es pronto  y lo explicamos recordando  que para el Señor  un día es como mil años y mil años como un día.

Salmo 90:4

Porque mil años delante de tus ojos Son como el día de ayer, que pasó, Y como una de las vigilias de la noche.

Son dos mil años como dos noches para Dios

Apocalipsis 2 dice: 

que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.

Salmo 101: 6 

Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; El que ande en el camino de la perfección, éste me servirá.

Juan fue escogido era de los fieles de la tierra y dios puso sus ojos en él.

Juan dio tres testimonios: De la palabra, de Jesucristo y de lo que vio, tanto físicamente como por medio de visiones.

Apocalipsis 1:3

Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.

Bienaventurado: Que goza de Dios en el cielo. Que está feliz.

Desde que recibimos a Cristo en el corazón ya entramos en el reino de los cielos aunque sigamos acá en este mundo.

Nos advierte el Espíritu Santo que debemos conocer las palabras de la escritura especialmente esta profecía. Mi pueblo se perdió porque le falto conocimiento dice Oseas

Oseas 4:6

 Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.

Dios nos dio su palabra como un manual para llegar a él por tanto si no la conocemos la llegada hasta él será muy difícil, de acuerdo con lo que dice el profeta Oseas.
Si no recordamos la palabra de Dios podemos salir del sacerdocio y si estamos en  desobediencia podemos  hacer que Dios se olvide de nuestros hijos. Por eso tenemos una gran responsabilidad para no olvidarnos de la Palabra de Dios.

jueves, 24 de abril de 2014

Santidad y Adoración



Isaías 6: 1-8

En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.  Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.  Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo. Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.  Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas;  y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.  Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí. 

Introducción ¿quién era el rey Uzías?

Comenzó su reinad a los 16 años en el año 740 a de C. y reinó 52 años. El empezó a hacer lo recto delante de los ojos de Yahvé como su padre y Dios lo respaldaba en todo y ganó muchas victorias y conquistó muchas riquezas y cuando se sintió poderoso, su corazón se ensoberbeció y se reveló contra Dios que le había dado todas esas cosas. Entonces prevaricó contra  Dios, se tomó una función que no le correspondía a él sino al sumo sacerdote, se metió al templo a quemar incienso para Yahvé, aparentemente estaba haciendo una acción buena, pero era desagradable a los ojos de Dios, pues no era como Dios había ordenado que se hiciera.

El sumo sacerdote fue y lo reprendió, le ordenaron salir del templo aunque era el rey, entonces él se puso en contra de los sacerdotes y se llenó de ira, entonces le vino la disciplina de Dios y le brotó lepra en la frente, tuvo que vivir apartado y lo excluyeron de la casa de Yahvé.

Esto nos muestra lo delicado que es la santidad de Dios. Dios no soporta el pecado porque él es santo.

La visión

Isaías vio unos serafines. La palabra serafín viene del hebreo saraf que quiere decir arder, tiene que ver con fuego. Tenían seis alas porque es tanta la santidad de Dios que los serafines cubren su rostro y sus pies con dos alas pues se sienten indignos de estar delante esa santidad de Dios.


Es el único atributo de Dios que se repite 3 veces. No se puede profundizar en la gran santidad de Dios. Los serafines tenían una adoración ardiente y esa adoración es la que Dios quiere  de nosotros.



Antes de presentarnos ante Dios Todopoderoso en oración debemos estar a cuenta con Dios. Cuando viene la tentación nos olvidamos que tenemos un Dios santo. Si caemos en el pecado lo primero que tenemos que hacer es arrepentirnos con todo nuestro corazón y pedirle a Dios que nos limpie y nos purifique. La voluntad de Dios es que cada día nos santifiquemos más, que caminemos hacia la perfección. Que cada día nuestro corazón viva en santidad para él y no por nuestras fuerzas, sino por el poder del Espíritu Santo.

Era tan ardiente la adoración de esos serafines que temblaban los quiciales.

En el versículo 5 fue tanto el impacto que Isaías sintió que no tuvo más que rendirse ante la santidad de Dios y reconocer su pecado.  Por la misericordia de Dios Isaías reconoció su pecado y los serafines  no vinieron inmediatamente con el fuego, porque Isaías no había reconocido su pecado, apenas reconoció el pecado los serafines purificaron sus labios. Nosotros tenemos que reconocer nuestro pecado para ser purificados por Dios.

La sangre de nuestro Señor Jesucristo nos limpia de pecado y el fuego del Espíritu Santo nos purifica. El Serfin tomó el carbón con fuego del altar. Le tocó la boca porque el pecado que el reconoció estaba en su boca. Lo que apartaba a Isaías de Dios estaba en su lengua.

Como es nuestro testimonio sobre todo cuando estamos solos, pero que a pesar de creer que estamos solos Dios nos está viendo.

En el versículo 8 Elías le dijo a Dios: “heme aquí envíame a mí”, porque ya estaba arrepentido y fue purificado, antes no había escuchado la voz de Dios. Cuando fue limpio y puro oyó la voz de Dios. El dispuso su corazón para decirle a Dios: Estoy dispuesto. ¿Cómo está nuestro corazón para algo que Dios nos pida?

Si caemos en pecado no nos quedemos ahí acariciando ese pecado, volvamos a esa comunión con Dios pidiéndole perdón inmediatamente. 

Apocalipsis 4: 1

Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.  Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.  Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda. Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.  Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios. Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás.  El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando. Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir. Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos,  los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:  Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.

Después de que Dios les da el mensaje a las siete iglesias sucede esto.

Esta visión de Juan es más amplia que la de Isaías. Se compara todo con piedras preciosas por su gran valor y hermosura. 

Los 24 ancianos no los vio Isaías son la representación de las 12 tribus de Israel y del Antiguo Testamento y los 12 apóstoles en representación del Nuevo Testamento. Las coronas de oro son galardones que Dios les ha dado a los vencedores.

Los siete espíritus de Dios en Isaías se encuentran nombrados en Isaías 11:2 Espíritu de Jehová., espíritu de Sabiduría, de inteligencia, de consejo, de poder, de conocimiento, del temor de Jehová.

El mar de vidrio es como el cristal que es transparente limpio, brilla y no hay sombra en él.

 La victoria final solo la obtenemos postrados ante la santidad de Dios. No viviendo una vida mediocre.

En el versículo 7 Los cuatro seres vivientes son los 4 evangelistas. Mateo está representado por el león porque el presenta a Jesucristo como Rey de reyes. El becerro o un buey es un animal que sirve, Marcos presenta a Jesús como siervo; Lucas lo representan como hombre, Lucas era un médico sana al hombre, y Lucas presentó a Jesús como el Hijo del hombre; Juan lo representan como un águila, Juan presento a Jesús como el hijo de Dios. 

En el versículo 8 se resalta la omnipotencia de Dios: Dios Todopoderoso. 

Los seres vivientes y los ancianos reconocen que Dios es el creador del universo el único digno de recibir toda la gloria, la honra, el poder, la exaltación 

En la Biblia siempre que va a haber adoración hay postración porque la adoración es mucho más profunda. La adoración tiene que penetrar. La adoración lo hacemos por lo que Dios es. La alabanza la hacemos por lo que él hace.  La adoración es una rendición total ante Dios, ante la santidad y la grandeza de Dios.

La obediencia es la mayor adoración que podemos rendir a Dios 

Apocalipsis 5

Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos. Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo.  Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.  Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos. 

 Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.  Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.  Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;  y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.  Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.  Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.  Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.

Vemos como toda la corte celestial hace reconocimiento a la obra redentora de Jesucristo, es el único de recibir toda la honra toda la rendición de nuestros ser: espíritu, alma y cuerpo. Para adorarlo tenemos que tener unidad de todo nuestro ser. Tenemos que tener esa unidad para que todo nuestro ser se rinda ante la omnipotencia, la soberanía, la grandeza de Dios. Él es tres veces santo y quiere que todo nuestro lo adore y se rinda ante él.

jueves, 17 de abril de 2014

Agua de Vida



Del altar de Dios salen esas aguas. Esas aguas traen sanidad para el alma. Dice la palabra de Dios que el que cree en él de su interior correrán ríos de agua viva. Dios lo que quiere en esta mañana es darnos  el agua de vida. Quizás muchos se sienten secos, que muchos vienen tristes agobiados, sin esperanza: que muchos ha dejado de sentir la presencia del Señor. Es el agua de vida que nos refresca en este día.
Juan 4: 1 –
Cuando, pues, el Señor entendió que los fariseos habían oído decir: Jesús hace y bautiza más discípulos que Juan (aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos),  salió de Judea, y se fue otra vez a Galilea.  Y le era necesario pasar por Samaria.  Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José. Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta.  Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber.
Nosotros hemos venido hoy a ese pozo de vida que es Jesucristo. Jesús nos dice en esta mañana: “Dame de beber”. ¿Qué hay en nuestro corazón que le podamos brindar al Señor?
Versículos 7 y 8
Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.  La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.
Jesús hacía lo inexplicable, comía con publicanos y pecadores y le decían por qué haces esto y aquello. Pero para Dios no hay razas, no hay colores, Dios no hace acepción de personas. Jesucristo se le acercaba a los leprosos, él no tenía temor de que esa enfermedad se le pegara; se acercaba a aquellos pecadores, a aquellos que nadie en el mundo quería acercarse, se acercaba a los endemoniados, a los que estaban en el desierto solos y encadenados, se acercaba a las prostitutas, a aquellos difíciles de amar, Jesús siempre hacía y hace lo inexplicable.
Versículo 10
Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva. 
Donde de Dios es un regalo, Jesucristo es nuestro regalo. Dios dice en su palabra que de tal manera amó Dios al mundo que dio a su hijo unigénito para que toda aquel que en él crea no se pierda, mas tenga vida eterna.
Es el mismo Mesías que se encontraba con esta samaritana, es el mismo Jesús con el que nos hemos venido hoy a encontrar, es el que sacia nuestra alma.
La mujer samaritana no le podía dar de beber a Jesucristo si tenía vacío su corazón, si el único que puede llenar los vacíos del ser humano es Jesucristo.
Versículo 11

La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva? 
Ella estaba diciendo: No tienes instrumentos materiales. Pero Cristo no le estaba hablando de cosas físicas sino espirituales, Cristo le estaba hablando de que su alma necesitaba ser saciada, de que su alma estaba en angustia y necesitaba ser refrigerada
Versículo 12 dice
¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados? 
Cuántas veces nosotros decimos: “Señor a quien iremos, tú tienes palabras de vida eterna”
Jesús no ama como los hombres, Jesús no ama nuestro cuerpo, ama nuestra alma. Jesús no mira lo que está por fuera, no mira las apariencias, él mira nuestro corazón.
Versículo 13
Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;

Cuántas veces nosotros en nuestras fuerzas buscamos aquí y allá, pero nada nos sacia, pero cuando abrimos nuestro corazón y permitimos que esa agua refresque nuestro ser, que su palabra transforme nuestra vida, entonces seremos como esa fuente de agua viva siempre. Pero por qué muchas veces somos como desiertos y nos sentimos vacíos, somos como esas cisternas rotas que no retenemos agua. Dios quiere que de nuestro interior brote agua de vida. Él dice: “El que cree en mí en su interior correrán ríos de agua viva”. Que su palabra corra nuestros ser, que cuando venga la dificultad a nuestras vidas, los problemas, el Espíritu Santo siempre está ahí recordándonos cada palabra, pero muchas veces creemos más a las situaciones y las circunstancias que a Dios que nos dio esa palabra. Jesús es un Dios vivo y real.
El 14 dice
mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. 

Dios promete en su palabra que el que bebiere de esta aguan no tendrá sed nunca. Es imposible que si nosotros tenemos a Cristo en nuestro corazón se apague le gozo y haya tristeza, si tenemos a Cristo en nuestro corazón no hay por qué andar en tristeza y en desolación. Él va adelante de nosotros como poderoso gigante. Jesucristo lo hizo todo en la Cruz, el que llevó nuestras heridas , el conoció el menosprecio y el rechazo.
Esa mujer samaritana estaba triste en su corazón y le dice en el versículo 15:
La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.
Ella estaba creyendo por la palabra que estaba saliendo de la boca de Jesús, estaba creyendo esa palabra y esas cadenas estaban siendo rotas, estaba abriendo su corazón a Jesús y estaba permitiendo que el Espíritu Santo la escudriñara.
Versículos 16 al 19
Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá. Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;  porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad. Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta. 
Jesús también le estaba diciendo que el amor de ningún ser humano puede saciar nuestra alma
El amor es perfeccionado por Dios en nuestros corazones. Cuántas mujeres como la del pasaje de la mujer del flujo de sangre se sienten si valor, cuántas mujeres están mendigando amor, pero como dice una alabanza: “Si conocieras el amor de Dios, no estarías mendigando el amor de ningún ser humano”.
Si el amor de Dios no se ha perfeccionado en nuestro corazón entonces cualquier cosa nos derribará.
Muchas veces recibimos aquí una bendición muy grande del Señor y nos vamos y llega cualquier persona y nos humilla y nos dice: “No vales nada”. Y crees más esas palabras que lo que Dios ha hecho por ti. Pero Dios nos ha dado  un valor y nos ha tenido como piedras preciosas en sus manos. Cuando no éramos nada  Dios nos tomó. Mira esa mujer Samaritana esa mujer adúltera cuando la trajeron a los pies del Señor y ella vio en los ojos de Jesús amor. Eso es lo que Dios nos ofrece en esta mañana. Dios quiere reafirmar las mujeres de este lugar y que su felicidad no dependa del amor de un hombre, que la felicidad no dependa del amor de las personas.
A veces personas que se sienten menospreciadas porque los hermanos no valoran su ministerio, pero hay que recordar que Jesucristo fue menospreciado y sin embargo siguió adelante.
La mujer le dijo que él era profeta porque cuando llegamos al Señor él empieza a hablar a nuestro corazón por medio de otros ser humano, uno piensa que ese ser humano sabe algo de nuestra vida y es el Señor que está descubriendo nuestro corazón por medio de ese ser humano. El Señor conoce nuestra entrada y nuestra salida. El Señor nos hizo con un propósito.
Esta mujer salió luego y les dijo a sus vecinos que ese hombre la había dicho esto y aquello y que creía que era el Mesías, porque él conocía su vida, conocía su corazón.
La palabra de Dios dice que: “aunque tu padre y tu madre te dejaren con todo y eso yo te recogeré“. Ese es el amor tan grande del Padre que con cuerdas de amor y de misericordia te trajo hacia él. Yo no conocía ese amor de Dios y cuando él me dio su palabra, ésta penetró en mi corazón y entendí que él ha sido  mi fuerza y mi fortaleza.
Dios quiere que nosotros edifiquemos sobre la Roca que es Jesucristo. La palabra de Dios dice que la mujer sabia edifica su casa, mas la necia la derriba. Dios dice que el hombre sabio edifica su casa sobre la roca y así vengan tormentas y vientos muy fuertes, no caerá esa casa porque está fundada sobre la roca. ¿Sobre quién estamos edificando nosotros? Si es sobre la roca tendremos una fe firme, inflexible que no la muevan las circunstancias, ni las palabras de maldición.
El hombre insensato edifica sobre la arena y cuando vienen esos vientos derriban esa casa porque no está firme.
Una mujer que se llamaba devora dirigía a Israel y dice que en esa época los hijos de Dios hicieron lo malo delante de Dios. Dios despertó el espíritu de esta mujer y ella le habló a un hombre y le dijo: “no ha dicho Jehová que entregará tus enemigos en tus manos”
Jueces 4: 1
Después de la muerte de Aod, los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová.  Y Jehová los vendió en mano de Jabín rey de Canaán, el cual reinó en Hazor; y el capitán de su ejército se llamaba Sísara, el cual habitaba en Haroset-goim.  Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová, porque aquél tenía novecientos carros herrados, y había oprimido con crueldad a los hijos de Israel por veinte años.  Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de Lapidot; 
Entre tanta gente Dios escogió una mujer, Dios escoge lo que a él le place. Dios escoge lo que a él le parece y como él quiere, él hace.
Versículo 5 y 6
y acostumbraba sentarse bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Bet-el, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio.  Y ella envió a llamar a Barac hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: ¿No te ha mandado Jehová Dios de Israel, diciendo: Ve, junta a tu gente en el monte de Tabor, y toma contigo diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón; 
Ese hombre no estaba haciendo lo que Dios le mandó y Dios escogió una mujer para que le recordara lo que Dios le había ordenado: “No te ha dicho Dios que él te va a dar la victoria”
Versículos 7 - 9
y yo atraeré hacia ti al arroyo de Cisón a Sísara, capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y lo entregaré en tus manos?  Barac le respondió: Si tú fueres conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no iré.  Ella dijo: Iré contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora, fue con Barac a Cedes. 
Barac vio en Devora determinación, vio carácter, Dios forma nuestro carácter a través de las pruebas, a través de un esposo tosco, a través de esos hijos que se levantan. Dios quiere que nosotros salgamos como el oro en refinamiento.
Dios le dio la victoria al pueblo de Israel
Jueces 5: 7
Las aldeas quedaron abandonadas en Israel, habían decaído, hasta que yo Débora me levanté,
Me levanté como madre en Israel.
Habían decaído teniendo un Dios tan grande y tan poderoso.
Hasta que Devora se levantó. Que todas las mujeres acá se puedan levantar en el nombre de Jesús: “me levanto por esta situación, me levanto por mi hogar, me levanto por mis hijos”. Muchas mujeres están esperando que sus esposos se levante, pero esta mujer no esperó que su esposo se levantara.
Muchas veces los mismos esposos no te valoran, pero Dios te ha valorado y te ha dado un lugar y eso es lo que Dios quiere  que sean. Las mujeres tienen que levantarse por las familias.
En proverbios 31 dice que la mujer virtuosa ¿quién la hallará?, porque su valor es como las piedras preciosas. Quienes de ustedes, varones. ¿No le han dado ese valor a la mujer? Es el momento que les den ese valor a las mujeres.
Dice la palabra que por esa mujer virtuosa su esposo nunca carecerá de ganancia.
Cuántas mujeres ha estado esperanzadas en el amor de un hombre que de  un momento a otros se va, pero el amor de Dios permanece para siempre.
En el hombre también permanece el amor de Dios, pero ese hombre tiene que estar firme porque si no vendrá cualquier dalila y robará lo que Dios ha puesto en el corazón.
Dios quiere que nosotros seamos hombre y mujeres sabios. Se ha dicho mucho que acá viene un avivamiento, pero Dios quiere firmeza y determinación.
A veces te preguntas por qué sigues en la misma situación, pero si abrieras tu corazón entenderías que Dios quiere saciar tu alma, que Dios quiere llenar tu corazón. Todos necesitamos de Dios y hemos venido en esta mañana porque necesitamos del Señor Jesucristo
Isaías 54: 4 – 8
No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria.  Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.  Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo.  Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias.  Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor. 
Cuando nosotros estamos tristes él nos fortalece.  El con misericordia nos rescata. Cuántas se sienten menospreciadas. Dios las rescata no crean más a las palabra del enemigo. Creámosle a Dios, él es tu salvador y te compró por precio. Dios declaró bendición sobre tu vida y Dios cumplirá su propósito en tu vida. La obra que Dios ha empezada en nuestras vidas será perfeccionada.
Nuestros amigos y nuestras familias nos pueden maldecir, pero para Dios somos especiales  y si Dios nos llamó cumplirá todas las cosas en nuestras vidas.
Es tiempo de levantarnos por nuestras familias, por nuestros hijos y no dejar que el enemigo nos pisotee más y nos agache la cabeza, cuando Dios nos ha puesto para pisar la cabeza del enemigo, El avergüenza nuestros adversarios.
Es hora que rompamos esas cadenas de maldición en nuestras vidas. Dios tiene un propósito en la vida de cada uno de nosotros y no nos podemos dejar robar la bendición del enemigo, los tesoros preciosos que Dios te ha dado