jueves, 17 de abril de 2014

Agua de Vida



Del altar de Dios salen esas aguas. Esas aguas traen sanidad para el alma. Dice la palabra de Dios que el que cree en él de su interior correrán ríos de agua viva. Dios lo que quiere en esta mañana es darnos  el agua de vida. Quizás muchos se sienten secos, que muchos vienen tristes agobiados, sin esperanza: que muchos ha dejado de sentir la presencia del Señor. Es el agua de vida que nos refresca en este día.
Juan 4: 1 –
Cuando, pues, el Señor entendió que los fariseos habían oído decir: Jesús hace y bautiza más discípulos que Juan (aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos),  salió de Judea, y se fue otra vez a Galilea.  Y le era necesario pasar por Samaria.  Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José. Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta.  Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber.
Nosotros hemos venido hoy a ese pozo de vida que es Jesucristo. Jesús nos dice en esta mañana: “Dame de beber”. ¿Qué hay en nuestro corazón que le podamos brindar al Señor?
Versículos 7 y 8
Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.  La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.
Jesús hacía lo inexplicable, comía con publicanos y pecadores y le decían por qué haces esto y aquello. Pero para Dios no hay razas, no hay colores, Dios no hace acepción de personas. Jesucristo se le acercaba a los leprosos, él no tenía temor de que esa enfermedad se le pegara; se acercaba a aquellos pecadores, a aquellos que nadie en el mundo quería acercarse, se acercaba a los endemoniados, a los que estaban en el desierto solos y encadenados, se acercaba a las prostitutas, a aquellos difíciles de amar, Jesús siempre hacía y hace lo inexplicable.
Versículo 10
Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva. 
Donde de Dios es un regalo, Jesucristo es nuestro regalo. Dios dice en su palabra que de tal manera amó Dios al mundo que dio a su hijo unigénito para que toda aquel que en él crea no se pierda, mas tenga vida eterna.
Es el mismo Mesías que se encontraba con esta samaritana, es el mismo Jesús con el que nos hemos venido hoy a encontrar, es el que sacia nuestra alma.
La mujer samaritana no le podía dar de beber a Jesucristo si tenía vacío su corazón, si el único que puede llenar los vacíos del ser humano es Jesucristo.
Versículo 11

La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva? 
Ella estaba diciendo: No tienes instrumentos materiales. Pero Cristo no le estaba hablando de cosas físicas sino espirituales, Cristo le estaba hablando de que su alma necesitaba ser saciada, de que su alma estaba en angustia y necesitaba ser refrigerada
Versículo 12 dice
¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados? 
Cuántas veces nosotros decimos: “Señor a quien iremos, tú tienes palabras de vida eterna”
Jesús no ama como los hombres, Jesús no ama nuestro cuerpo, ama nuestra alma. Jesús no mira lo que está por fuera, no mira las apariencias, él mira nuestro corazón.
Versículo 13
Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;

Cuántas veces nosotros en nuestras fuerzas buscamos aquí y allá, pero nada nos sacia, pero cuando abrimos nuestro corazón y permitimos que esa agua refresque nuestro ser, que su palabra transforme nuestra vida, entonces seremos como esa fuente de agua viva siempre. Pero por qué muchas veces somos como desiertos y nos sentimos vacíos, somos como esas cisternas rotas que no retenemos agua. Dios quiere que de nuestro interior brote agua de vida. Él dice: “El que cree en mí en su interior correrán ríos de agua viva”. Que su palabra corra nuestros ser, que cuando venga la dificultad a nuestras vidas, los problemas, el Espíritu Santo siempre está ahí recordándonos cada palabra, pero muchas veces creemos más a las situaciones y las circunstancias que a Dios que nos dio esa palabra. Jesús es un Dios vivo y real.
El 14 dice
mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. 

Dios promete en su palabra que el que bebiere de esta aguan no tendrá sed nunca. Es imposible que si nosotros tenemos a Cristo en nuestro corazón se apague le gozo y haya tristeza, si tenemos a Cristo en nuestro corazón no hay por qué andar en tristeza y en desolación. Él va adelante de nosotros como poderoso gigante. Jesucristo lo hizo todo en la Cruz, el que llevó nuestras heridas , el conoció el menosprecio y el rechazo.
Esa mujer samaritana estaba triste en su corazón y le dice en el versículo 15:
La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.
Ella estaba creyendo por la palabra que estaba saliendo de la boca de Jesús, estaba creyendo esa palabra y esas cadenas estaban siendo rotas, estaba abriendo su corazón a Jesús y estaba permitiendo que el Espíritu Santo la escudriñara.
Versículos 16 al 19
Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá. Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;  porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad. Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta. 
Jesús también le estaba diciendo que el amor de ningún ser humano puede saciar nuestra alma
El amor es perfeccionado por Dios en nuestros corazones. Cuántas mujeres como la del pasaje de la mujer del flujo de sangre se sienten si valor, cuántas mujeres están mendigando amor, pero como dice una alabanza: “Si conocieras el amor de Dios, no estarías mendigando el amor de ningún ser humano”.
Si el amor de Dios no se ha perfeccionado en nuestro corazón entonces cualquier cosa nos derribará.
Muchas veces recibimos aquí una bendición muy grande del Señor y nos vamos y llega cualquier persona y nos humilla y nos dice: “No vales nada”. Y crees más esas palabras que lo que Dios ha hecho por ti. Pero Dios nos ha dado  un valor y nos ha tenido como piedras preciosas en sus manos. Cuando no éramos nada  Dios nos tomó. Mira esa mujer Samaritana esa mujer adúltera cuando la trajeron a los pies del Señor y ella vio en los ojos de Jesús amor. Eso es lo que Dios nos ofrece en esta mañana. Dios quiere reafirmar las mujeres de este lugar y que su felicidad no dependa del amor de un hombre, que la felicidad no dependa del amor de las personas.
A veces personas que se sienten menospreciadas porque los hermanos no valoran su ministerio, pero hay que recordar que Jesucristo fue menospreciado y sin embargo siguió adelante.
La mujer le dijo que él era profeta porque cuando llegamos al Señor él empieza a hablar a nuestro corazón por medio de otros ser humano, uno piensa que ese ser humano sabe algo de nuestra vida y es el Señor que está descubriendo nuestro corazón por medio de ese ser humano. El Señor conoce nuestra entrada y nuestra salida. El Señor nos hizo con un propósito.
Esta mujer salió luego y les dijo a sus vecinos que ese hombre la había dicho esto y aquello y que creía que era el Mesías, porque él conocía su vida, conocía su corazón.
La palabra de Dios dice que: “aunque tu padre y tu madre te dejaren con todo y eso yo te recogeré“. Ese es el amor tan grande del Padre que con cuerdas de amor y de misericordia te trajo hacia él. Yo no conocía ese amor de Dios y cuando él me dio su palabra, ésta penetró en mi corazón y entendí que él ha sido  mi fuerza y mi fortaleza.
Dios quiere que nosotros edifiquemos sobre la Roca que es Jesucristo. La palabra de Dios dice que la mujer sabia edifica su casa, mas la necia la derriba. Dios dice que el hombre sabio edifica su casa sobre la roca y así vengan tormentas y vientos muy fuertes, no caerá esa casa porque está fundada sobre la roca. ¿Sobre quién estamos edificando nosotros? Si es sobre la roca tendremos una fe firme, inflexible que no la muevan las circunstancias, ni las palabras de maldición.
El hombre insensato edifica sobre la arena y cuando vienen esos vientos derriban esa casa porque no está firme.
Una mujer que se llamaba devora dirigía a Israel y dice que en esa época los hijos de Dios hicieron lo malo delante de Dios. Dios despertó el espíritu de esta mujer y ella le habló a un hombre y le dijo: “no ha dicho Jehová que entregará tus enemigos en tus manos”
Jueces 4: 1
Después de la muerte de Aod, los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová.  Y Jehová los vendió en mano de Jabín rey de Canaán, el cual reinó en Hazor; y el capitán de su ejército se llamaba Sísara, el cual habitaba en Haroset-goim.  Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová, porque aquél tenía novecientos carros herrados, y había oprimido con crueldad a los hijos de Israel por veinte años.  Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de Lapidot; 
Entre tanta gente Dios escogió una mujer, Dios escoge lo que a él le place. Dios escoge lo que a él le parece y como él quiere, él hace.
Versículo 5 y 6
y acostumbraba sentarse bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Bet-el, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio.  Y ella envió a llamar a Barac hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: ¿No te ha mandado Jehová Dios de Israel, diciendo: Ve, junta a tu gente en el monte de Tabor, y toma contigo diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón; 
Ese hombre no estaba haciendo lo que Dios le mandó y Dios escogió una mujer para que le recordara lo que Dios le había ordenado: “No te ha dicho Dios que él te va a dar la victoria”
Versículos 7 - 9
y yo atraeré hacia ti al arroyo de Cisón a Sísara, capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y lo entregaré en tus manos?  Barac le respondió: Si tú fueres conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no iré.  Ella dijo: Iré contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora, fue con Barac a Cedes. 
Barac vio en Devora determinación, vio carácter, Dios forma nuestro carácter a través de las pruebas, a través de un esposo tosco, a través de esos hijos que se levantan. Dios quiere que nosotros salgamos como el oro en refinamiento.
Dios le dio la victoria al pueblo de Israel
Jueces 5: 7
Las aldeas quedaron abandonadas en Israel, habían decaído, hasta que yo Débora me levanté,
Me levanté como madre en Israel.
Habían decaído teniendo un Dios tan grande y tan poderoso.
Hasta que Devora se levantó. Que todas las mujeres acá se puedan levantar en el nombre de Jesús: “me levanto por esta situación, me levanto por mi hogar, me levanto por mis hijos”. Muchas mujeres están esperando que sus esposos se levante, pero esta mujer no esperó que su esposo se levantara.
Muchas veces los mismos esposos no te valoran, pero Dios te ha valorado y te ha dado un lugar y eso es lo que Dios quiere  que sean. Las mujeres tienen que levantarse por las familias.
En proverbios 31 dice que la mujer virtuosa ¿quién la hallará?, porque su valor es como las piedras preciosas. Quienes de ustedes, varones. ¿No le han dado ese valor a la mujer? Es el momento que les den ese valor a las mujeres.
Dice la palabra que por esa mujer virtuosa su esposo nunca carecerá de ganancia.
Cuántas mujeres ha estado esperanzadas en el amor de un hombre que de  un momento a otros se va, pero el amor de Dios permanece para siempre.
En el hombre también permanece el amor de Dios, pero ese hombre tiene que estar firme porque si no vendrá cualquier dalila y robará lo que Dios ha puesto en el corazón.
Dios quiere que nosotros seamos hombre y mujeres sabios. Se ha dicho mucho que acá viene un avivamiento, pero Dios quiere firmeza y determinación.
A veces te preguntas por qué sigues en la misma situación, pero si abrieras tu corazón entenderías que Dios quiere saciar tu alma, que Dios quiere llenar tu corazón. Todos necesitamos de Dios y hemos venido en esta mañana porque necesitamos del Señor Jesucristo
Isaías 54: 4 – 8
No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria.  Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.  Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo.  Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias.  Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor. 
Cuando nosotros estamos tristes él nos fortalece.  El con misericordia nos rescata. Cuántas se sienten menospreciadas. Dios las rescata no crean más a las palabra del enemigo. Creámosle a Dios, él es tu salvador y te compró por precio. Dios declaró bendición sobre tu vida y Dios cumplirá su propósito en tu vida. La obra que Dios ha empezada en nuestras vidas será perfeccionada.
Nuestros amigos y nuestras familias nos pueden maldecir, pero para Dios somos especiales  y si Dios nos llamó cumplirá todas las cosas en nuestras vidas.
Es tiempo de levantarnos por nuestras familias, por nuestros hijos y no dejar que el enemigo nos pisotee más y nos agache la cabeza, cuando Dios nos ha puesto para pisar la cabeza del enemigo, El avergüenza nuestros adversarios.
Es hora que rompamos esas cadenas de maldición en nuestras vidas. Dios tiene un propósito en la vida de cada uno de nosotros y no nos podemos dejar robar la bendición del enemigo, los tesoros preciosos que Dios te ha dado

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