sábado, 10 de enero de 2015

Cuando se menosprecia la bendición de Dios



Génesis 25: 31 - 34

“Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura. Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura”.

La primogenitura era muy importante pues quien la tenía era dotado de privilegios y el mayor de todos era el que la recibía  de su descendencia  nacería el Mesías.

Esaú desprecio la bendición totalmente, le dio la espalda a esa bendición. ¿Cuántas veces nosotros también rechazamos la bendición de Dios?

Sabiendo que Dios tiene unos propósitos con nosotros y le damos la espalda a esa bendición que Él tiene para nosotros. Dios se busca otra persona o a veces retarda esa bendición.

Jacob quería esa bendición para él y la buscó y aprovecho que su hermano la despreció. Jacob tenía los ojos puestos en esa bendición.

Todos acá hemos recibido bendiciones de Dios y sin embargo perdemos la fe en ocasiones.

No se puede decir que Jacob alteró los planes de Dios. Dios tenía su plan. Veamos:

Génesis 25: 22

“Y los hijos luchaban dentro de ella; y dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová; y le respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas; el un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, Y el mayor servirá al menor”.

Rebeca fue a consultar a Jehová, ante toda situación es lo que tenemos que hacer: consultar a Dios .

Le respondió Jehová, él siempre nos responde.

Y estaba en los planes del Señor que la bendición era de Jacob, tal vez Raquel y Jacob no supieron esperar en Jehová y forzaron la situación, pero Dios también eso lo disciplinó, porque no solo es lo que Dios quiera sino como Dios lo quiera. 

El caso de David fue distinto, él sabía que había sido ungido como rey y que Saúl lo había convertido en su enemigo, sin embargo él no quiso forzar la situación, por el contrario él decía que no podía matar al ungido de Jehová que era Saúl y lo quiso y protegió hasta que Saúl murió y  lamentó su muerte.

David era respetuoso de las decisiones de Dios y esperó en Yahvé su turno, no presionó la situación. Amaba a Saúl por ser el ungido de Yahvé.

Es el momento de dejar de ser incrédulo. Es creer por lo que vemos y por lo que no vemos.

Rebeca hizo una cantidad de cosas para engañar a Isaac y que la bendición le fuera dada a Jacob. Y Jacob tomó la primogenitura. Pero Esaú también obro mal miremos en Génesis 27: 36

“Y Esaú respondió: Bien llamaron su nombre Jacob, pues ya me ha suplantado dos veces: se apoderó de mi primogenitura, y he aquí ahora ha tomado mi bendición. Y dijo: ¿No has guardado bendición para mí?"

Vemos que Esaú no contó que él había cambiado la primogenitura por un guiso y que él la había despreciado, había despreciado la bendición de Dios.

Cuantas veces nos quejamos ante los hermanos y les decimos: “Dios no me bendice, sabiendo que yo oro y le clamo”, pero no contamos que estamos en desobediencia, en lugar de aceptar nuestra culpa tratarnos de liberarnos ocultando parte de la verdad. 

Romanos 9: 10- 14

“Y no sólo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre  (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama),  se le dijo: El mayor servirá al menor. Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera”. 

A veces cancelamos la bendición de Dios después de haberla logrado con lo que expresamos de palabra mostrando la falta de fe.

Rebeca no volvió a ver a Jacob. ¿No fue ese  su juicio y el ver que Esaú aborrecía a Jacob?

Jacob tiene su propio Juicio fue engañado por su tío y le entregó por esposa en pago de sus 7 años de trabajo le entregó otra mujer, fue engañado. Dios lo enjuició por su afán, aunque era la voluntad de Dios que la bendición era para Jacob, este no esperó en Dios sino que forzó la situación.

2- Las circunstancias por las que rechazamos la bendición de Dios

-          Por ignorancia: cuando no conocíamos a Cristo renegábamos hasta de la vida. No sabíamos que el poder de la palabra es muy grandes

Hechos 3: 17

“Mas ahora, hermanos, sé que por ignorancia lo habéis hecho, como también vuestros gobernantes”.
Se refiere acá cuando le dieron muerte  a Jesús y dice San Pablo que lo hicieron por ignorancia.

Por qué dice el pueblo y los gobernantes y de los líderes religiosos no dice que fue por ignorancia. Porque estos si sabía que Jesús era el Mesías, pero lo “ignoraron voluntariamente” para no perder el poder que tenían.

Por lo mismo es que mucho líderes religiosos de hoy quieren ignorar grupos de cristianos que andan el libertad, sin aplicar nada de la ley y guiados por el Espíritu Santo y sin jerarquías sino todos obedeciendo a su Majestad el Espíritu Santo.

Cuantas bendiciones rechazamos por ignorar la escritura. 

-          Por la falta de fe se rechaza la bendición.

Crónica 20: 20

“Y cuando se levantaron por la mañana, salieron por el desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados”. 

El Señor nos habla a través de los profetas. Las denominaciones ya no tienen profetas sino conferencistas, doctores y reverendos. Ya no hay predicadores o profetas porque eso  es como muy poco para ellos. 

En cambio acá hay varios profetas que el Señor ha mostrado y él habla por medio de ellos. En este grupo de oración el Señor tiene gran bendición.

Mateo 17: 14 – 20

“Cuando llegaron al gentío, vino a él un hombre que se arrodilló delante de él, diciendo: Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar. Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá. Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.

Nada os será imposible, por el poder del Espíritu Santo todo lo podemos si tenemos fe. La fe es la clave.

Salmo 89: 31 – 33

“Si profanaren mis estatutos, y no guardaren mis mandamientos, entonces castigaré con vara su rebelión, Y con azotes sus iniquidades. Mas no quitaré de él mi misericordia, ni falsearé mi verdad”. 

El Señor no nos va a dejar y tiene misericordia con nosotros. Si usted hace oración y las cosas no se le dan revise su vida porque algún pecado hay. Somos hijos de Dios y si nos salimos del camino él nos va a castigar con vara. Además esto es una prueba de que Dios si castiga, pues hoy en día a diferentes denominaciones que  les dio por decir  que Dios no castiga.

-           Rechazamos la bendición por creernos indignos.

Pensamos que estamos en pecado y por creernos indignos rechazamos la bendición de Dios. Sabiendo que si pecamos él nos lava y nos perdona si nos arrepentimos. Dios nos hace dignos por la sangre de Jesucristo, no por nuestras obras. Si nos arrepentimos somos perdonados inmediatamente. Su misericordia es grande, pero tampoco podemos jugar con Dios y con su misericordia.

Jesucristo nos justifica. 

Muchas veces caemos y no queremos ni volver al grupo, es como si quisiéramos esperar que a Dios se le pasara y nos perdemos la bendición de Dios por esperar. Debe ser al contrario si caemos debemos ir más rápido a los pies del Señor para que nos perdone. No podemos dar espera.

Acá tenemos muy presente que una cosa es caer y otra es practicar el pecado. Si viene la tentación y uno no sabe afrontarla y cae es una cosa; pero si uno premedita el pecado y piensa: “ yo voy y caigo en pecado hoy y mañana el Señor me perdona”, eso es practicar el pecado y jugar con la misericordia de Dios, eso sí nos saca de la cobertura de Dios.

Romanos 5: 1 – 2

“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios”. 

Por medio de la fe en Jesucristo somos justificados.

Salmos 24: 5

El recibirá bendición de Jehová, y justicia del Dios de salvación.

-          Menospreciamos la bendición por tergiversar la palabra

Mateo 18: 20

“Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.

Cuántas personas han venido acá y por ver tanta sencillez se van a denominaciones y pierden la bendición, se van a denominaciones con líderes de corbata, con conferencistas y casa de oración inmensa y donde posiblemente solo les predican la teología de la prosperidad.

Segú la escritura la cobertura es esta: “donde hay dos o tres congregados en mi nombre ahí estoy yo en medio de ellos”. No se necesita personería jurídica ni nada por el estilo para alabar y glorificar el nombre de Jesucristo y recibir su bendición.

Donde sea, así sea debajo de un palo de mangos.

Nosotros nacimos para glorificar a Jesucristo acá en el grupo y afuera en nuestros lugares de trabajo o de estudio, en nuestros hogares.  Todo lo debemos hacer como para Jesucristo.

Dedicarnos a Dios pues estamos esperando el avivamiento

Lucas 21: 34

“Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día”. 

Posiblemente no haya acá quien busque la embriaguez, pero de pronto si otros afanes de la vida como las fiestas de diciembre y otras cosas que no glorifiquen a Dios.  Estamos en el mundo y nos tenemos que ganar la vida en el mundo, eso lo tenemos en cuenta, recordemos que Cristo le dijo al Padre: “no te pido que los saques del mundo sino que los guardes del mal”.

Juan 5: 43

“Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis”. 

  No debemos poner los ojos en el hombre. No podemos dejarnos deslumbrar por cosas rimbombantes.

No menospreciemos la bendición de Dios por nada del mundo.  Creamos a la palabra de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario