miércoles, 15 de abril de 2015

El gran conflicto



Esta palaba que quede muy implantada. A partir de tres temas que siguen podamos poder empezar a presentar fuego agradable a Dios. La palabra debe hablarse directamente, pero solo están en capacidad de hablarla directamente aquellos que comprenden que se está en un gran conflicto y que están en comunión grande con su Santo Espíritu.

Deuteronomio 11: 26 28

“He aquí que yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si oyeres los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, y la maldición si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido”.

Es hoy que pone Dios esto. Al pueblo de Israel le estaba hablando desde ese día y a nosotros también nos la pone hoy.

No estaba hablando en el 28 de los ídolos de yeso, sino de tantas otras cosas que le estén quitando el primer lugar. La idolatría es un término muy amplio: nuestros hogares, nuestros hijos, nuestro trabajo, le estoy quitando lo mejor a Dios: las primicias que deben ser para Dios. Todo el que hace pecado está en maldición así haya recibido a Cristo.

Queda puesto pues el fundamento de esta palabra: La bendición o la maldición.

Cuando viene el pecado le tememos más a lo que pueda pensar el  hombre que a Dios. A veces pensamos cuando vamos para el grupo y pedimos a Dios que no vaya a traer palabra de discernimiento que no nos vayan a desnudar allá en el grupo. Y el grupo no está para eso nos reunimos es para edificación, para ser levantados, para ser exhortados, para tener llamadas de atención del Espíritu Santo y todo eso en aras de nuestro crecimiento espiritual.

Dios no nos está exigiendo perfección, pero si mucha sinceridad y entender que estamos en un gran conflicto y que está poniendo delante de nosotros la bendición y la maldición. Salirse de la cobertura de Dios es grave y más en este tiempo. Hay que hilar delgadito con Dios, en las empresas nos exigen y nosotros caminamos en forma, pero cuando Dios exige no hacemos caso. 

Algunas denominaciones dicen que la maldición era en el viejo pacto, no recuerdan por ejemplo lo que les pasó a Ananías y a su esposa que cayeron muertos en el momento que le mintieron al Espíritu Santo.

Dios, más que la alabanza, oración y hablar en lenguas quiere que corrijamos los actos que nos separan de él.  Necesitamos santidad porque sin ella nadie verá a Dios, no vamos a ver el poder de Dios en nuestra vida.

Los hogares de los que se llaman cristianos son un desastre, sus vidas sus finanzas, su testimonio donde quiera que vayan son un desastre.

1-      Dónde se genera este gran conflicto

Hay puntos donde se generan veamos 

Ezequiel 28 (leer todo pero tomemos acá desde el 11-15)

Esta es la descripción de cómo era y es Satanás, donde tuvo origen el conflicto en qué estamos.

“Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad”. 

Es complicado entender como estaba en la perfección y luego dice se halló en ti maldad. Como la palabra de Dios no se contradice Dios todo lo hizo perfecto, pero dentro de todo dio a sus criaturas especialmente a los ángeles y al hombre: libertad. El pone su sello de perfección, pero da libertad, da libre albedrío, Dios nos da la bendición que es en Cristo Jesús, pero nosotros veremos qué hacemos con ella.

La pregunta es cuál fue la maldad que halló Dios en Satanás. La respuesta es la codicia. Por eso Pablo dijo: “El que esté firme mire que no caiga”.

Tenemos un gran conflicto y Dios nos lo está haciendo entender porque estamos llamados a grandes cosas, por lo que tenemos que tener un gran compromiso y una gran disposición, porque lo que está pasando en el mundo no es cualquier cosa.

Vemos pues que el origen del conflicto es en el tercer cielo y en el Edén.

Génesis 3: 1-5

“Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”.

Satanás siempre cuestiona las cosas de Dios, lo que hace la nueva Era, ¿y Dios justo y tira la gene la infierno? Sabiendo que Dios no tira a nadie al infierno sino que el hombre por el pecado allá llega. Eva empieza mintiendo porque Dios dijo que no comieran no que no lo tocara. Uno de los grandes errores es haber escuchado a la serpiente, haber dialogado con la tentación, se puso a hablar con el enemigo. Cuando llega la tentación y uno se detiene a mirarla a contemplarla es fácil tener problemas.

Acá está presentada la codicia: “Seréis como Dios” y eso es lo que plantea la Nueva Era. Ese es el origen de este gran conflicto: la codicia. Dónde estaba Adán. No estaba cerca por eso Eva cayó.

Yo tengo la espada del Espíritu no hago sino cortar lo que está mandando el enemigo. 

Tenemos pues donde se origino: viene desde la codicia de  Satanás que quiso contaminar al género humano. Esto nos enseña que por más que estemos llenos del Espíritu Santo hay que andar con mucho cuidado. Con temor y temblor, examinando bien nuestro corazón, ¿qué estoy pensando? 

Vamos a Apocalipsis 12 (1: 15)

“Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento”.

Bíblicamente la mujer es la Iglesia vestida de sol en Malaquías capítulo 4 Jesucristo se describe como el sol de justicia. El sol habla de la luz que tenemos en Cristo Jesús. La luna debajo de sus pies está hablando de la sabiduría humana 

“También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese”. 

La Iglesia embarazada de Cristo el Señor va a dar a luz a Cristo. Antes de que Cristo sea formado en nosotros, que no seamos más nosotros sino Cristo en nosotros y lo que ahora vivimos en la carne lo vivamos en la fe del hijo de Dios, antes de eso hay una gran lucha: Satanás no quiere que en usted aparezca realmente ese hijo varón,  no quiere que usted dé a luz esa unción esa bendición. Santanas está al frente para devorar. 

Las ambivalencias en todos los sentidos emocional, espiritual, económico es porque tenemos un gran conflicto. Dios dice: “que hubo pues, tanto conocimiento y no han dado a luz, qué pasa yo los he estado alimentando con mi palabra”. Mucho alimento con la Palabra unas veces acá como cristianos y afuera otra cosa. Algunos les ha dado miedo soltarse porque qué irá a decir mi familia, amigos. Se adquiere tanto conocimiento que impide caminar ya.

Dios dice: vuélvanse a mí, estamos en un gran conflicto, no se asusten por Satanás que está al frente: suéltense.

Satanás con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas, está hablando de la tercera parte de los ángeles.

Versículo 12: “Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo”. 

El diablo ha descendido, miremos que el conflicto fue arriba. 

El tiempo es corto hagámosle caso a esta palabra

Veamos el 13: “Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón”. 

Recuerde que decíamos a mayor disposición mayor unción. A mayor unción mayor persecución.

Nos disponemos hoy y mañana estamos en otra nota muy distinta con Dios.

Daniel 10: 1

“En el año tercero de Ciro rey de Persia fue revelada palabra a Daniel, llamado Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el conflicto grande; pero él comprendió la palabra, y tuvo inteligencia en la visión”. 

No se la enseñaron se la revelaron. El conflicto grande, nada que ver este tiempo con los tiempos de Daniel. Si el de Daniel era grande ahora si que es grande.

A partir de hoy una gran disposición.

Le fue revelada palabra a Daniel porque había un gran conflicto. A nosotros se nos revela palabra porque hay un gran conflicto.

Él la comprendió, Así Dios quiere que nosotros comprendamos esto. 

La visión de Dios es nuestra salvación, es que vivamos bueno, que vivamos una bendición.

San Juan 1: 12 – 14

“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;  los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”. 

Cuando recibimos a Cristo empieza el conflicto. Nos engendró y tenemos la simiente de Dios.
Aquel verbo,  la palabra habita entre nosotros.

Cuando recibo a Cristo la Gracia de Dios fluye y puedo andar como Dios quiere.

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