Proverbios 30: 24-28
“Cuatro cosas son de las más pequeñas de la tierra, y las mismas
son más sabias que los sabios: Las hormigas, pueblo no fuerte, y en
el verano preparan su comida; Los conejos, pueblo nada esforzado, y
ponen su casa en la piedra; las langostas, que no tienen rey, y salen
todas por cuadrillas; La araña que atrapas con la mano, y está en palacios de
rey”.
Pablo en I de corintios dice la iglesia era lo más insignificante para el
mundo. El evangelio se masificaría en los humildes de corazón.
Ahora se está predicando una cosa
muy distinta, el evangelio se está estratificando, hay un evangelio para el
estrato 6 y diferente mientras más bajo es el estrato y eso no debe ser así
pues el evangelio es uno solo.
Por todas partes se está
predicando el evangelio de la prosperidad y eso no era lo que predicaba Jesús.
Dios nos hace prosperar en todo
pero a lo que más le apunta Dios es a que busquemos lo de arriba porque lo
demás es añadido, ahora se ha invertido el mensaje, primero las añadiduras y
luego lo del Reino de los cielos y la
santidad por último.
Recordemos que estamos en
vísperas del arrebatamiento y la palabra de hoy sí que nos va a hablar de
estar muy firmes porque los tiempos son
muy malos.
El evangelio no es sino uno, pero
el enemigo va infiltrando en algunas personas y denominaciones teorías
sociológicas y filosóficas y a lo último se volvió una revoltura.
Pablo decía que todo lo había
estimado por basura para ganar la excelencia del conocimiento de Dios.
Recordemos que Pablo era un intelectual y el que le asistía y escribía era un
médico, Lucas. Como entendió Pablo y cómo entendió Moisés que no era a través
de la intelectualidad, sino con el poder y la convicción del Espíritu Santo.
San Pablo declaraba que no
confiaba en su capacidad sino en la competencia del Espíritu Santo en él, para
que no fueran a mirar nunca al hombre.
Cosa muy distinta se hace hoy en
día, la iglesia más pagana pone la mirada en un hombre y ese es dizque el
representante de Dios en la tierra y otros están por lo mismo y hablan del gran
pastor, en gran líder. Cuando sabemos que si algo bueno sabemos, que si algo
bueno pensamos, que si algo bueno hacemos es por el poder y la guía del
Espíritu Santo. Si algo vertimos de sabiduría es por la comunión que tenemos
con él.
Diligencia
Vamos a descubrir quiénes son más
sabios que los sabios. En le versículo 25 habla que las hormigas que no son
fuertes, pero que en el verano preparan su comida. Jesucristo se sorprendió porque no reconocían
los tiempos y las señales de los tiempos, tenían al mismo Mesías al frente y no
lo conocieron. La iglesia del siglo 21 va a avergonzar a la gente del siglo
primero que tuvieron de frente al Mesías, que lo vieron y no creyeron en él.
Nosotros sin verlo lo hemos
recibido, celebramos la Santa Cena en su memoria, nos movemos por él, le damos
la gloria, en todas partes hablamos de Nuestro Señor Jesucristo.
Cuando se habla de las hormigas
se habla de diligencia, le está hablando a la iglesia de Nuestro Señor
Jesucristo, a la cual nosotros pertenecemos, que tenemos que ser muy
diligentes. A veces somos muy diligentes en las cosas de trabajo y de negocios,
pero para las cosas de Dios es un letargo.
Está hablando pues de diligencia
en las cosas de Dios, si nosotros nos ocupamos de las cosas de Dios, él se va a
ocupar de las nuestras, siempre se ocupara y ya lo hemos experimentado, ha y
que hay muchos testimonios de lo que estoy diciendo.
Vamos a reforzar esto con
proverbios 22: 29
“¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes
estará; no estará delante de los de baja condición”.
Tenemos que tener mucha
determinación en cualquier sentido, en el sentido espiritual y en el material.
El principal objetivo de la
Iglesia es llegar a la estatura de Jesucristo. De la mano del Espíritu Santo de
Dios y apuntarle con todo a eso: reuniéndonos, orando, viviendo en santidad y
obedeciendo su palabra.
Cuando se tengan objetivos
ponerlos en oración para lograrlos. Es con diligencia y poniéndole muchas
ganas. Tenemos al Espíritu Santo que pone en nosotros el querer como el hacer y
no debe haber pereza en nosotros.
Con diligencia se consigue lo que
se quiere.
Si atendemos a la palabra de Dios
y caminamos en diligencia somos hechos sabios.
Hay un sabio terrenal, en todas
las ramas del saber, pero el hombre se deja ganar de la torre de la
autosuficiencia y se construye la torre de Babel. Por ejemplo en una ciudad
como la nuestra se ve gran cantidad de tecnología y viene un aguacero medio
fuerte y vemos como todo se colapsa. Eso con “lluviecitas” apenas, sin
temblores de tierra, sin caída de asteroides. Vemos que nada se puede hacer
contra los asteroides que pueden venir porque si tuviese la tecnología, no se
tendrían los recursos económicos para defenderse de ellos.
Somos más sabios que los sabios,
Dios enloquece la sabiduría de ellos, dice en Corintios. Viene cualquier cosa y
los arrinconan. Arrinconados y avergonzados y todavía no reconocen el verdadero
Creador.
Nosotros tenemos la mente de
Cristo, por eso somos más sabios que los sabios, porque el principio de la
sabiduría es el temor de Dios, la obediencia a la palabra.
En religiones y denominaciones es
“Dios te bendiga” por todas partes, pero no obedecen la palabra y entonces ese
“Dios te bendiga” suena hasta feo. Era
mejor que no dijeran nada.
El “Dios te bendice” dicho por un
hijo de Dios que está en obediencia si sale con unción y con delicadeza. En
cambio en los labios de alguien que no está en obediencia se convierte en una muletilla porque se oye, incluso, en labios de
gente ebria despachando a un amigo con ese “Dios te bendiga” que no sale de un
corazón sincero.
Los adoradores en espíritu y en
verdad son los que obedecen la palabra de Dios.
Nosotros porque tenemos la mente
de Cristo, recuerde I Corintios 2: 16 dice: “Porque ¿quién conoció la mente del
Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo”, porque lo
recibimos en nuestro corazón entonces podemos entender que somos más sabios que
los sabios, si hacemos lo que hace la hormiga: diligencia, prepararnos porque
Cristo viene, es andar en santidad, en obediencia las 24 horas, todo lo que
hagamos en el día de palabra o de hecho, hay que hacerlo como para el
Señor. No mires al ojo que te está vigilando
en el trabajo, hay que andar en santidad.
Se imagina usted que venga el
rapto o que la muerte lo sorprenda, ¿si está preparado para el encuentro con
Dios? Dios mira la santidad y el compromiso.
Mateo 24 vemos las señales y
prácticamente todas están dadas, tenemos que apercibirnos de eso y andar como
los sabios, más sabios que los sabios.
El principio de la sabiduría lo
tenemos nosotros por Jesucristo. Con la obediencia a la palabra de Dios en todo
nos irá muy bien.
Preparémonos para el encuentro
con Dios.
Hemos demandado en oración muchas
cosas, pero ¿Cómo está la diligencia, la obediencia a su palabra?
Con los hermanos es muy fácil
comportarse bien, pero cuando usted está solo frente a la internet con páginas
de morbo o películas de violencia, o cuando viene la tentación a solas que
nadie lo está viendo. Aparentemente solos porque los ojos de Dios están en toda
la tierra y sobre todo hombre.
Más sabios que los sabios somos
nosotros que tenemos la mente de Cristo. La hormiga nos enseña la pura
diligencia. Sé que muchos sacrificaron cosas para venir. Vinieron para
presentarse delante de Dios y celebrar esta fiesta tan hermosa que es la Santa
Cena.
Firmeza
En Proverbios 30: 26
“Los conejos, pueblo nada esforzado, y ponen su casa en la piedra”.
Nos está hablando de firmeza
porque Jesucristo es la roca inconmovible de todos los tiempos. Nuestra fe está
cimentada en él. No en las circunstancias, ni el político, ni aquella persona
que tiene mucho dinero y yo le caigo muy bien o es familiar mío. No, no es en nada de eso, es en el que hizo
al hombre e hizo el cielo y la tierra.
II Corintios 1: 23 – 24
“Mas yo invoco a Dios por testigo sobre mi alma, que por ser indulgente
con vosotros no he pasado todavía a Corinto. No que nos enseñoreemos de
vuestra fe, sino que colaboramos para vuestro gozo; porque por la fe estáis
firmes”.
El apóstol san Pablo estaba
reprendiendo a la iglesia de Corintio que estaba llena de dones, pero que no
andaba en obediencia. La iglesia es reconocida por el fruto no por los dones y
los hechos extraordinarios.
¿Dónde debe estar puesta nuestra
firmeza? En la fe. Nuestra firmeza viene por la fe y la fe viene por la palabra de Dios.
Si usted no le pone atención y no
obedece la palabra, su fe no es la fe genuina de los hijos de Dios. Entonces menos
va a tener firmeza. Si leo la palabra de Dios y creo, mi fe crece y mi firmeza
va a ser mejor y estoy haciendo mi casa espiritual sobre la roca.
Si no se está parado en la roca
viene cualquiera y lo zarandea.
A Pedro le dijo sobre esta roca
edificaré mi iglesia, no era sobre Pedro sino sobre lo que había declarado
Pedro: “Tú eres el Cristo, el hijo del Dios viviente”. Que Jesucristo era el Mesías, el Rey de reyes.
Sobre esa roca estamos cimentados nosotros.
Lucas 6: 46 – 49
“¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo? Todo
aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es
semejante”.
Diligencia en la obediencia,
fortaleza para obedecer, más sabio que los sabios, Dios no quiere sacrificios,
quiere que le obedezcamos.
Si queremos alcanzar las grandes
promesas o lo que demandamos de Dios:
obedezcamos la palabra porque lo otro es añadido.
Veamos Mateo 6: 48
“Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso
el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con
ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre
la roca”.
Así es cuando nuestra santísima fe
está fundada sobre Cristo que es la Roca, nadie la puede mover.
En el 49:
“Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa
sobre tierra, sin fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y luego
cayó, y fue grande la ruina de aquella casa”.
Pasa con muchos cristianos que
son fieles de enero a noviembre porque en diciembre se van a rumbear: “bebamos
y comamos que esto se va acabar”, dicen.
En enero vienen todos arrepentidos. Esto no es. Nuestra fe tiene que ser
muy firme.
Orden
Volvamos a proverbios 30 en el 27
“Las langostas, que no
tienen rey, y salen todas por cuadrillas;”
Vienen
por cuadrillas y nadie las está dirigiendo, eso nos habla de orden. Dios es un
Dios de orden y lo podemos ver en:
Juan
16:13 – 14
“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la
verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que
oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará;
porque tomará de lo mío, y os lo hará saber”.
El Espíritu Santo es el que nos
guía, no se ve pero lo sentimos cuando nos advierte.
Cantares 6: 9 – 10
“Mas una es la paloma mía, la perfecta mía; Es la única de su
madre, La escogida de la que la dio a luz. La vieron las doncellas, y
la llamaron bienaventurada; las reinas y las concubinas, y la
alabaron. ¿Quién es ésta que se muestra como el alba, hermosa como
la luna”,
Eso somos nosotros escogidos de Dios, en
nosotros es dada la luz para que las tinieblas se tengan que replegar.
Iglesia despierta: Somos más
sabios que los sabios: Andamos en diligencia, andamos en firmeza y andamos en
el orden de Dios guiados por su hermoso Espíritu Santo.
Andamos como ejércitos en orden,
no andamos en el desorden del mundo.
Posicionados
Volvamos a proverbios 30 en el
versículo 28
“La araña que atrapas con la mano, y está en palacios de rey”.
Aunque somos subestimados como
pueblo de Dios estamos bien posicionados en Cristo Jesús.
I Crónicas 29: 25
“Y Jehová engrandeció en extremo a Salomón a ojos de todo Israel, y le
dio tal gloria en su reino, cual ningún rey la tuvo antes”.
El enemigo nos quiere hacer ver como
derrotados con las vicisitudes que tiene la vida.
Yahvé lo enalteció en extremo. La gloria postrera es
mayor que la primera.
Ya debemos estar reinando sobre
las situaciones.
Dios quiere que usted le permita
que él lo engrandezca en extremo. Y ese
milagro sucede cuando usted tiene diligencia, cuando usted es firme, cuando
usted obedece y es guiado por el Espíritu Santo: Dios lo enaltece lo honra ante
toda situación.
Dios lo engrandeció en extremo,
pero la primera petición de Salomón fue sabiduría.
Nosotros a veces no pedimos sino
cosas materiales, Salomón pidió sabiduría para guiar el pueblo de Dios y Dios
se agradó de esa petición.
Cuando buscamos lo de arriba,
Dios se agrada y lo de abajo lo añade.
Para poder ser engrandecidos en
extremo necesitamos, diligencia, firmeza y orden guiados por el Espíritu Santo.
Yo veré la gloria de Dios en mi
vida, todo se tiene que dar porque la bendición de Dios es integral.
Cristo no se reservó ni la última
gota de sangre y nosotros todavía con reservas con Dios. Entreguémonos del todo
y veremos que Dios nos va a engrandecer en gran manera.
Efesio 2: 4 – 6
“Pero Dios, que es rico en
misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en
pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y
juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares
celestiales con Cristo Jesús”
Nosotros estamos sentados en
lugares celestiales con Cristo listos para ser engrandecidos como nunca antes
se ha visto: Iglesia despierta, “Talita Cumi”, levántate porque esta es la hora
que Dios ha designado para que seamos más sabios que los sabios.
Nosotros no venimos acá a
malgastar el tiempo, venimos a invertirlo y la inversión trae réditos, trae
intereses y ganancias.
Serás enaltecido grandemente y
solamente porque abriste tu corazón Dios te va a dar la victoria, por
dondequiera que vayas dice el Espíritu Santo de Dios.
Estamos sentados en lugares
celestiales y esto significa reposo, sentarse es reposar en sus promesas, ese
reposar es creerle y arrebatar lo que él nos ha prometido.
El verdadero reposo es descansar en
sus promesas. Vamos a ser engrandecidos solamente por confiar en el Dios de
nuestra salvación.
Que la inundación de esta maldad
no se los lleve por delante y específicamente de este fin de año, cuídense de
ella, porque el rapto es en cualquier momento.
Somos más sabios que los sabios.
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