viernes, 13 de junio de 2014

Avanzar



Cuantos se sienten hoy desalentados y que no reciben respuesta. Nada, para adelante esta palabra es para nosotros.

¿Cuántas veces el pueblo de Israel se vio desalentado y desfallecía y no había aliento en ellos, mas sin embargo ellos mandaron una palabra de clamor, de gemir delante del Señor y a través de este gemido Dios escuchó y les mandó el libertador. Dios llega en el momento preciso.

Miramos para todo los lados y todo se ve cerrado, pero la mano de Yahvé está lista para salvarnos No se ha acortado la mano de Jehová para levantar. Él es experto en restaurarnos cuando más mal estamos. Lo que pasa es que nosotros nos desanimamos muy fácil.

Cuando Dios le dijo al pueblo de Israel que avanzara ellos se asustaron porque vieron a todos los egipcios.
Po qué causa nos estamos asustando en este día, cuáles son esos gigantes que nos están acosando cuáles son esas murallas que nos tienen acorralados.

Dios nos dice que nos ha dado poder y que avancemos, hay momento difíciles y que decaemos, pero Dios está ahí para levantarnos. No estamos con un Dios débil, estamos con un Dios fuerte.

Dios nos manda que sigamos adelante que no retrocedamos. No se deje desanimar por ninguna voz. Dios dice que él es nuestra fortaleza nuestro pronto auxilio en la tribulación.

Somos el ejército de Dios y el ejército de Dios no para ni retrocede, sigue hacia adelante, hacia la meta, el ejército de Dios pelea, es conquistador, batalla hasta el fin. Somos vencedores.

No dejare la oración hasta que no vea tu gloria.  Jesús les dijo a María y a Marta: “nos os he dicho que si creyeres veréis la gloria de Dios”. Dios trae respuesta, es un Dios que oye, que ve.

No es tiempo de llorar, es tiempo de avanzar, es tiempo de conquistar, tenemos que ir hacia la meta, tenemos que ir a arrebatar lo que es nuestro porque Dios nos lo dio. 

Josué 1: 2 – 3

Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.  Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie.

El pueblo estaba triste y desconsolado y Dios le da esta orden a Josué.

En quien está poniendo usted su mirada hoy, que lo está haciendo detenerse. La mirada debe estar puesta en Jesús y avanzar no retroceder.

Levántate y pasa esa dificultad porque Dios nos ha dado el poder para hacerlo, remontémonos. Qué promesa le ha dado a Dios que usted no ha querido avanzar y poseer.

La promesa que Dios dio a Israel seguí vigente. Dios no se ha acabado y nuestro líder es Jesucristo. Nos da miedo, hay que declarar que donde llegamos es terreno del Dios todo poderos.

El versículo 5 dice.

Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.

Por qué permitimos que ese Goliat venga y nos haga frente si Dios dijo que nadie nos podrá hacer frente. Por qué permitimos que una tristeza grande se enseñoree de nosotros. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida, no dice en algunos días, dice en todos. Si él está con nosotros ¿Quién contra nosotros? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios si Dios es el que justifica? ¿Quién condenará si Dios ya justificó por la sangre de Jesucristo?

Por qué nos sentimos solos si él dice que no nos desamparará. El diablo utiliza mil estrategias para desanimarnos.

En el versículo 6 dice:

  Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.

Nosotros estamos llamados para dar y convidar porque las bendiciones de Dios están a nuestro favor, pero nos toca esforzarnos y ser valientes.

Cuando vamos a la oración debemos ir con una buena actitud. No dudando. Dios pelea por mí. 

El versículo 7:

Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.

Para nosotros poder obtener las respuestas tenemos que hacer es esforzarnos y ser valientes. Si nos esforzamos en las cosas de Dios podemos entrar y poseer.

En el versículo 8 dice:

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

Nunca se apartará de tu boca, muchas veces en las situaciones difíciles le permitimos al enemigo que nos quite la palabra.

Muchas veces rompemos la bendición de Dios porque no andamos conforme a la palabra. Dios nos dice una cosa y nosotros hacemos otra.

La palabra es bálsamo para tu alma para nuestras heridas, es esperanza, cobra vida en medio de la dificultad. Es oír la Palabra y hacerla.

Hay que hacer conforme a todo lo que está escrito en la palabra de Dios. Cuando guardamos y cuando la hacemos y la declaramos todo nos saldrá bien.

En el 9 dice:

Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

Otra vez que te esfuerces y seas valiente. Jehová TU DIOS,  estará contigo a donde quiera que vayamos. Ahí está Dios.

Josué 3. 5

Y Josué dijo al pueblo: Santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros.

Santifiquémonos, dejemos el desánimo, dejemos la tristeza, dejemos ese problema en el altar del Señor porque Dios va a hacer maravillas porque grandes son las obras de Jehová. 

Dios nos dice que reparemos el altar que es nuestro corazón, que nos santifiquemos y nos consagremos a él, que los problemas lo pongamos en su presencia. Él llevó nuestras cargas, nosotros volvemos y nos las llevamos y en lugar de salir con el costal lleno de bendiciones, salimos con el costal lleno con las cargas.

El requisito para poder avanzar es que nos santifiquemos, que depuremos el altar, que depuremos nuestros corazones para que Dios haga maravillas. ¿Errores?, sí, pero para eso está el divino abogado que intercede por nosotros. Vengamos a Dios con una actitud de corazón dispuesto para que Dios muestre su gloria en cada uno de nosotros. Tenemos que dar el paso de fe santificarnos para que veamos su gloria, no es para mañana, recordemos esa palabra anterior: “Con mano fuerte”, no se detenga avance.

Josué 7: 10 – 12

Y Jehová dijo a Josué: Levántate; ¿por qué te postras así sobre tu rostro?  Israel ha pecado, y aun han quebrantado mi pacto que yo les mandé; y también han tomado del anatema, y hasta han hurtado, han mentido, y aun lo han guardado entre sus enseres.  Por esto los hijos de Israel no podrán hacer frente a sus enemigos, sino que delante de sus enemigos volverán la espalda, por cuanto han venido a ser anatema; ni estaré más con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros.

Dios les dio una orden para que no cogiera nada del campamento del enemigo y alguien cogió algo y lo guardó, ese era el anatema.

Que maldición tenemos en nuestra vida que no nos deja avanzar y no nos deja continuar. Los recuerdos del pasado no nos dejan avanzar.

Muchas veces nos mentimos a nosotros mismos pensando que estamos bien y no lo estamos y les hacemos creer a otros. Por eso se enseñorea el enemigo de nosotros porque tenemos puertas abiertas y no dejamos que Cristo rompa cadenas.

Si no sacamos lo que a Dios le desagrada no podremos ver la gracia de Dios. David venció a Goliat porque en él no había tapujos. Se mostró tal como era.

Declaremos la palabra, pero que entre Dios y nosotros no haya reserva.

Josué 8: 1

Jehová dijo a Josué: No temas ni desmayes; toma contigo toda la gente de guerra, y levántate y sube a Hai. Mira, yo he entregado en tu mano al rey de Hai, a su pueblo, a su ciudad y a su tierra.

Nosotros somos soldados guerreros de Dios. Josué tuvo que poseer guerreando. Josué se aferró a la palabra que Dios daba a través de Moisés, él estaba al lado de Moisés y nosotros estamos al lado de Jesucristo. Josué se levantó y tomo posesión. Dios quiere que nosotros poseamos.

Por eso somos tan pocos porque la gente quiere todo en las manos, cuando a nosotros nos dan todo en las manos no valoramos, no cuidamos.

Dios nos dice que nos esforcemos para que valoremos y veamos que las cosas se consiguen en oración, guerreando y que sepamos que Dios es bueno y que si oye. Nos hace valorar lo que nos da, para que cuidemos la bendición para que no retrocedamos.

No se desanime, no tire la toalla, esto es de vencedores siga guerreando y clamando por lo que quiere.

Josué 18: 1 – 3

Toda la congregación de los hijos de Israel se reunió en Silo, y erigieron allí el tabernáculo de reunión, después que la tierra les fue sometida.  Pero habían quedado de los hijos de Israel siete tribus a las cuales aún no habían repartido su posesión.  Y Josué dijo a los hijos de Israel: ¿Hasta cuándo seréis negligentes para venir a poseer la tierra que os ha dado Jehová el Dios de vuestros padres?

Hasta cuando seguiremos con negligencia esperando que el otro haga por nosotros. La guerra espiritual es para conquistar. Te he puesto para destruir, ara plantar, para conquistar, dice el Señor. Hasta cuándo vamos a permitir que el enemigo siga con lo nuestro.

¿Hasta cando la tristeza, la soledad, la depresión? ¿Que sigan pasando los años y nosotros dejando ir la bendición?

Dios dice: ¿Acaso me tardaré en responder a aquellos que claman día y noche?

Muy pocas denominaciones se le miden a la guerra espiritual porque es algo de mucho compromiso, porque saben que se tienen que sacrificar, pero no nos alcanzamos a imaginar el resultado tan grande que tiene la oración de guerra espiritual.

Nos falta decisión para hacer esa oración que es muy fuerte.

Si tomamos la decisión hoy veremos maravillas

Josué 17: 17 – 18

Entonces Josué respondió a la casa de José, a Efraín y a Manasés, diciendo: Tú eres gran pueblo, y tienes grande poder; no tendrás una sola parte,  sino que aquel monte será tuyo; pues aunque es bosque, tú lo desmontarás y lo poseerás hasta sus límites más lejanos; porque tú arrojarás al cananeo, aunque tenga carros herrados, y aunque sea fuerte.

Somos gran pueblo porque hemos sido comprados por la sangre de Jesucristo y tenemos gran poder y el Señor nos puede hacer vencedores. Tenemos que trabajar porque tenemos grande poder.

El enemigo quiere hacernos creer que somos débiles y que estamos derrotados, pero el Espíritu de Dios nos está diciendo que tenemos poder. Tenemos una identidad de reyes y sacerdotes. 

Josué 14: 6 – 9

Y los hijos de Judá vinieron a Josué en Gilgal; y Caleb, hijo de Jefone cenezeo, le dijo: Tú sabes lo que Jehová dijo a Moisés, varón de Dios, en Cades-barnea, tocante a mí y a ti. Yo era de edad de cuarenta años cuando Moisés siervo de Jehová me envió de Cades-barnea a reconocer la tierra; y yo le traje noticias como lo sentía en mi corazón. Y mis hermanos, los que habían subido conmigo, hicieron desfallecer el corazón del pueblo; pero yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios.  Entonces Moisés juró diciendo: Ciertamente la tierra que holló tu pie será para ti, y para tus hijos en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi Dios.

Un hombre de muchos años. Para ser un conquistador no hay edades. Dios conquista a través de un niño, un adulto, un anciano.

El pueblo desanimado por unos líderes, pero Caleb, no se dejó desanimar y animó al pueblo. Siguió a Dios y recibió la bendición.

Estamos bien y bajamos los niveles de oración, perdemos mucho tiempo en muchas cosas. 

Se acercaron a un ministerio donde se les enseña a arrebatar, donde se enseña a no quedarse quietos 

Josué 11: 4 – 14

Estos salieron, y con ellos todos sus ejércitos, mucha gente, como la arena que está a la orilla del mar en multitud, con muchísimos caballos y carros de guerra.  Todos estos reyes se unieron, y vinieron y acamparon unidos junto a las aguas de Merom, para pelear contra Israel.  Mas Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos, porque mañana a esta hora yo entregaré a todos ellos muertos delante de Israel; desjarretarás sus caballos, y sus carros quemarás a fuego.  Y Josué, y toda la gente de guerra con él, vino de repente contra ellos junto a las aguas de Merom.  Y los entregó Jehová en manos de Israel, y los hirieron y los siguieron hasta Sidón la grande y hasta Misrefotmaim, y hasta el llano de Mizpa al oriente, hiriéndolos hasta que no les dejaron ninguno.  Y Josué hizo con ellos como Jehová le había mandado: desjarretó sus caballos, y sus carros quemó a fuego.  Y volviendo Josué, tomó en el mismo tiempo a Hazor, y mató a espada a su rey; pues Hazor había sido antes cabeza de todos estos reinos.  Y mataron a espada todo cuanto en ella tenía vida, destruyéndolo por completo, sin quedar nada que respirase; y a Hazor pusieron fuego. 

 Asimismo tomó Josué todas las ciudades de aquellos reyes, y a todos los reyes de ellas, y los hirió a filo de espada, y los destruyó, como Moisés siervo de Jehová lo había mandado.  Pero a todas las ciudades que estaban sobre colinas, no las quemó Israel; únicamente a Hazor quemó Josué.  Y los hijos de Israel tomaron para sí todo el botín y las bestias de aquellas ciudades; mas a todos los hombres hirieron a filo de espada hasta destruirlos, sin dejar alguno con vida.

Los que vemos como enemigos Dios los esparce, los hace cenizas. 

No descansaban hasta que no derrotaban al último enemigo y nosotros nos damos vacaciones dejando que el enemigo tome más fuerzas.

Josué obedeció la palabra. 

Nosotros no avanzamos en las órdenes de Dios y eso retiene la bendición.

Dios dice que lo de los impíos de su pueblo es y se conquista en guerra espiritual. Dios nos está mandando a que reclamemos lo que es nuestros, nuestra bendición, no se la dejemos al enemigo, peleemos por ella.

Josué 21: 43 – 45 

De esta manera dio Jehová a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus padres, y la poseyeron y habitaron en ella.  Y Jehová les dio reposo alrededor, conforme a todo lo que había jurado a sus padres; y ninguno de todos sus enemigos pudo hacerles frente, porque Jehová entregó en sus manos a todos sus enemigos.  No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió.

Dios es fiel y verdadero, su palabra no miente, no faltó ni a una de sus promesas. Que las promesa de Dios no dejen de cumplirse en nosotros por negligencia.

Jeremías 27: 5

Yo hice la tierra, el hombre y las bestias que están sobre la faz de la tierra, con mi gran poder y con mi brazo extendido, y la di a quien yo quise.

Dios quiere que poseamos, que seamos de avanzada, Dios tiene poder para sacarnos de cualquier situación. Si seguimos la palabra de Dios esto es para nosotros.

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