Alabar es reconocer a Dios.
Adoración reverenciar su precioso
nombre.
La alabanza y la adoración nos llevan
a la presencia de Dios
Cuando le pueblo de Dios iba a
pelear, en el primer lugar se ponía a la tribu de Judá que era la tribu
encargada de la alabanza.
Satanás respeta la adoración
porque él no puede adorar a Dios. El enemigo utiliza tanto la música para que
no se adore a Dios sino a él.
Salmos 95 1 – 6
“Venid, aclamemos alegremente a Jehová; cantemos con júbilo a la roca de
nuestra salvación. Lleguemos ante su presencia con alabanza; aclamémosle con
cánticos. Porque Jehová es Dios grande, y Rey grande sobre todos los dioses.
Porque en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los
montes son suyas. Suyo también el mar, pues él lo hizo; y sus manos formaron la
tierra seca. Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová
nuestro Hacedor”.
Cantar a Dios por la salvación
Nosotros con esa salvación tan
grande que tenemos debemos dar gracias a Dios alabándolo.
“Lleguemos ante su presencia con
alabanza”.
La alabanza llega hasta la
presencia de Dios con acción de gracias.
La adoración reconoce la grandeza
de Dios. Reconocemos que él todo lo hizo y todo lo hace por todos nosotros.
Sólo dar gracias por dónde
estamos y por todo lo que él hizo ya es una oración.
Este salmo nos está convocando
para adorar. Postrémonos en señal de adoración. Y está hablando físicamente. Si
los ángeles lo hacen en el cielo por qué no nosotros acá.
Salmo 96: 9
“Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad; temed delante de él,
toda la tierra”.
Si él es santo tenemos que alabar
con santidad, no podemos ir a Dios de cualquier manera. Tenemos que obedecer a
su palabra.
En la alabanza es donde suceden
cosas extrañas, grandes y maravillosas. Desde
que recibimos a Cristo en el corazón hicimos un pacto con él.
No tenemos excusa pues el
Espíritu Santo nos capacita para adorar a Dios.
Salmos 149: 1 – 7
“Cantad a Jehová cántico nuevo; su alabanza sea en la congregación de
los santos. Alégrese Israel en su
Hacedor; los hijos de Sion se gocen en su Rey. Alaben su nombre con danza. Con
pandero y arpa a él canten. Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo; hermoseará
a los humildes con la salvación. Regocíjense los santos por su gloria, y canten
aun sobre sus camas. Exalten a Dios con sus gargantas, y espadas de dos filos
en sus manos, para ejecutar venganza entre las naciones, y castigo entre los
pueblos”;
Cantico nuevo y una disposición nueva
que salga del corazón.
Somos santos porque somos
apartados para Dios.
A los que dependen de él la
hermosura de su santidad les será dada.
Con espadas de dos filos en la
mano, pues estamos citando la palabra de Dios, y eso es su palabra: espada de
dos filos.
Santiago 5: 13
“¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno
alegre? Cante alabanzas”.
La oración fortalece, la alegría
canta.
II Crónicas 20: 15 – 22
“Y dijo: Oid, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén , y tú, rey
Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta
multitud tan grande; porque no es vuestra la guerra, sino de Dios. Mañana
descenderéis contra ellos; he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis, y
los hallaréis junto al arroyo, antes del desierto de Jeruel. No habrá para qué peleéis vosotros en este
caso: paraos, estad quedos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá
y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, que Jehová
estará con vosotros. Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo
todo Judá y los moradores de Jerusalén se postraron delante de Jehová, y
adoraron a Jehová. Y se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los
hijos de Coré, para alabar a Jehová el Dios de Israel con fuerte y alta voz. Y
cuando se levantaron por la mañana, salieron por el desierto de Tecoa. Y
mientras ellos salían, Josafat estando en pie, dijo: Oidme, Judá y moradores de
Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus
profetas, y seréis prosperados. Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos
que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras
salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su
misericordia es para siempre. Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza,
Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab, y del monte de Seir, las
emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los
otros”:
La alabanza es tan importante que
es un arma de guerra, con ella caen fortalezas y son rotas cadenas de opresión.
Con ella hay avivamiento en
nuestras vidas.
El versículo 15 nos dice que cuando tenemos
tantos problemas debemos pegarnos de Dios.
En el versículo 17 nos dice que
nos paremos en sus promesas. No tengamos miedo a lo que se nos está
presentando.
En el 18 nos dice que nos
postremos ante él y lo adoremos. A veces no lo hacemos porque nos da pena y eso
no debe ser así.
En el versículo 22 nos muestra
como el enemigo se confunde cuando alabamos a Dios.
Hechos 16: 22 – 26
“Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles las
ropas, ordenaron azotarles con varas. Después de haberles azotado mucho, los
echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. El
cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les
aseguró los pies en el cepo. Pero a
medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los
oían. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los
cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las
puertas, y las cadenas de todos se soltaron”.
Cuando más mal estaban alabaron a
Dios y Dios respondió. Todo se estremece con la alabanza. Todas las puertas se
abren cuando se alaba a Dios. Todo tiene que caer cuando se alaba.
Creo que es la alabanza y adoración, son la máxima expresión de reconocimiento de la criatura, en contemplación de Dios.
ResponderEliminarCreo que es la alabanza y adoración, son la máxima expresión de reconocimiento de la criatura, en contemplación de Dios.
ResponderEliminarAmen
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