Dios nos está llamando hace rato
a despertar, recuerde que Jesucristo viene como ladrón en la noche.
San Juan 2: 1-11
“Al tercer día se hicieron unas
bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. Y fueron también
invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. Y faltando el vino, la madre
de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo,
mujer? Aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo
que os dijere.
Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él”.
Apenas apareció creyeron en él.
Los milagros son para los incrédulos, los hijos de Dios, los que hemos nacido
de nuevo nos mantenemos de milagro en milagro.
Cuando no nos hacemos como niños
no vemos ni entramos en el reino de Dios. Algunos están llenos de conocimiento,
pero sin entendimiento. La palabra que Dios da es el pan de vida.
Sólo dos requisitos.
El milagro vino cuando había un
faltante. Nosotros pedimos a Dios cuando falta algo, faltando el vino, pero
todavía no son los requisitos.
María creyó, hagan todo lo que él
les dijere. Tenemos la seguridad de que él lo va a hacer conforme a su
voluntad.
María señaló a Jesucristo como el
único camino.
El mensaje no es solo que Cristo
lo ama sino que si se quiere salvar se arrepienta. El mensaje de hoy es
arrepentíos porque el reino de Dios se
ha acercado. Para los de afuera arrepiéntase y para la iglesia santifíquese.
Había 6 tinajas y el 6 es número hombre,
en el 6º día fue creado el hombre, de los 10 mandamiento 6 son enfocados al
hombre.
Las tinajas son recipientes,
nosotros somos templo del Espíritu Santo en el cual reside el Espíritu Santo.
Jesús dio una orden lene las tinajas y ese es el primer requisito.
En Juan 15:
“Ya vosotros estáis limpios por
la palabra que os he hablado”.
Qué hace el agua: limpiar, qué
hace la palabra en nosotros: nos limpia de toda malda.
Vamos a I Pedro 1: 23 – 25
“Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible,
por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. Porque: Toda
carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y
la flor se cae; Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es
la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada”.
Llenada esas tinajas de agua.
No nos podemos quedar en que la
palabra nos limpie sino que Dios nos ordena que estemos llenos. Si leemos frecuentemente
la palabra no seremos tan fácilmente engañados. Se ven sectas apareciendo y
yesos haciendo milagros.
El que no se llena de la palabra
de Dios sucumbe ante el error, sus sentidos son desviados.
Lo que más discernimiento da, es
cuando yo estoy lleno de la palabra de Dios.
Para que se hiciera el milagro de
la conversión del agua en vino tuvo primero, que faltar el vino había una
necesidad y segundo: tenían que llenarse las tinajas de agua y si no, no había
milagro. Primero el faltante: sentir la necesidad de llenarse de la palabra de
Dios, llenándose de la palabra de Dios hay una conversión y con esa palabra
empieza a fluir la unción.
Una cosa es conocer la palabra y
otra cosa es estar experimentándola, viviéndola, proclamándola, cuando esto
está sucediendo la unción se aumenta de una manera exponencial.
Para poder convertir el agua en
vino debe existir dos cosas antes de, que haya una profunda necesidad y luego
llenarse.
Si nos llenamos de la palabra de
Dios cosas maravillosas pueden pasar, recuerde que la fe viene por el oír y el
oír por la palabra de Dios, si yo me lleno de la palabra de Dios puedo ver
cosas sobrenaturales de lo que no estoy
viendo, puedo llamara las cosas que no son como si fueran, puedo estar
profetizando la palabra a toda hora, de la abundancia del corazón habla la
boca.
Entonces:
Primer requisito Llenar las
tinajas de agua.
Dios está ordenando hoy que sus niveles de lectura y comprensión de
la palabra tienen que subir.
Pida al Padre en el nombre del
Jesucristo que el Espíritu Santo lo ilumine para que se llene cada vez más y
más.
Así usted va a poder diferenciar
quién está en el Espíritu y quien está en la carne. Quién viene con buenas
intenciones y quién viene con malas intenciones- Recuerda que unos de los nueve
dones del Espíritu Santo es el discernimiento de espíritu y para tenerlo hay
que estar llenos de la palabra de Dios.
El nivel de la Iglesia de los
últimos tiempos debe ser my alto, en el
primer siglo la sombra de Pedro sanaba. Qué está pasando hoy.
Recordemos Juan 17:17 que dice:
“Santifícalos en tu verdad, tu palabra es verdad!”
Él nos santifica, nos llena de fe,
nos limpia, por eso Dios dice: “llénense de mi palabra!”, nacemos de nuevo por
la palabra de Dios.
No nos podemos quedar en el nivel
de párvulos, es un nivel exiguo. Es hora de despertar, Dios nos está llamando a
redimir el tiempo, a llenarse de la palabra de Dios. En vez de estar viendo un
montón de cosas que no edifican, leer la palabra de Dios.
Salmos 24 3 y 4 lo dice:
“¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El
limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas,
ni jurado con engaño”.
¿Quiénes hicieron eso de llenar
las tinajas? Vamos a mirar como Jeremías llenó las tinajas:
Jeremía 15: 16
“Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por
gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh
Jehová Dios de los ejércitos”.
Yo no sigo perdiendo tiempo en
tanta vanidad. Ahí está la conversión de Jeremías porque se tragó las palabras
de Dios. Se llenó la tinaja y la convirtió en vino: “gozo y alegría”.
Si usted se llena de palabra de
Dios como ésta fue inspirada por Espíritu Santo entonces se está llenando del
Espíritu Santo.
Si jeremías, que estaba en la
ley, en el antiguo pacto, vemos lo que le pasó como será a nosotros que estamos
en un nuevo y mejor pacto.
Romanos 8 dice que el que vive en
el espíritu no repara en nada ni se
ofusca por nada.
Corintios 5: 17 dice: “el que
está en Cristo una nueva criatura es, las cosas viejas pasaron”, que hace
todavía pegado de pequeñeces, que no se le puede hablar porque contesta con
cuatro piedras (malhumorado)
Ezequiel 3: 1-3
“Me dijo: Hijo de hombre, come lo que hallas; come este rollo, y ve y
habla a la casa de Israel. Y abrí mi boca, y me hizo comer aquel
rollo. Y me dijo: Hijo de hombre, alimenta tu vientre, y llena tus
entrañas de este rollo que yo te doy. Y lo comí, y fue en mi boca dulce como
miel”.
Solamente usted puede dar cuando
está lleno: mucha gente se va a acercar a usted pidiendo un consejo, ellos
llenos de basura y usted lleno del Espíritu Santo, estamos puesto para gloria y
honra de nuestro Señor Jesucristo.
Conversión: comió la palabra y le
fue dulce, para la carne no es dulce pero para nuestro espíritu esto es una
miel.
Se ve la conversión En Jeremías
gozo y alegría y a Ezequiel miel, pero
hay que llenar la tinaja de aguan hay que hacerle caso a nuestro Señor
Jesucristo.
El Espíritu Santo antes estaba
haciendo énfasis en la oración y ahora en la palabra. Primero que teníamos que
aumentar los niveles de oración, ahora que hay que llenar las tinajas de agua,
de la palara de Dios. Si en el momento del rapto no se está en obediencia se
queda.
Los mensajes de ahora son
mensajes de últimos tiempos, son mensajes de SOS para su alma.
Volvamos a san Juan Capítulo 2
El segundo Requisito: “. Y les
dijo sacad ahora” ese es el otro requisito. Hay que sacar la palabra.
Muchos se llenan de palabra pero
no la sacan, no la están viviendo. Cuando dijo sacad y repartid es:
Isaías 12:3
“Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación”.
Hay que llamarlas cosas que son
como si fueran.
En el momento que viene la
situación difícil hay que sacar agua de la tinaja, sacar la palabra y
profetizar, tener fe. Señor me prometiste tal cosa y eso es mío. Iniste y hay
que sacar con gozo aguas de la fuente de la salvación.
Hay que vivir esa palabra y todo
lo atado, atado quedó y lo desatado, desatado quedó.
Empiece a interceder por
situaciones y la gente se convierte, claro que bajo la guía del Espíritu Santo.
Como fue David contra Goliat, no
fue de cualquier manera: “tu vienes a mí con espada y jabalina, pero yo vengo a
ti en e el nombre de Yahvé el jefe de los ejércitos el cual tú has ofendido”.
Sacó con gozo agua de la fuente de la salvación.
Dos requisitos para que podamos
vivir de una manera sobrenatural. Llenémonos de la palabra de Dios y en el momento
que viene la situación profetícele lo que Dios le ha prometido en su santa y
bendita palabra y fuera de eso en las palabras proféticas que hemos escuchado
de profetas de Dios y si no ha pasado es porque no ha hecho caso a la palabra
de Dios.
Dos requisitos que se convierten
en dos órdenes: llene su vida de la palabra de Dios y saque con gozo, con fe,
con alegría, ante las situaciones adversas, la espada del espíritu que es la
palabra de Dios.
Dios nos necesita pues nosotros
somos su cuerpo. La iglesia es el cuerpo de nuestro Señor Jesucristo, no dijo
él que las zorras tienen su guarida pero el Hijo del Hombre no tiene donde
recostar su cabeza; él es la cabeza. La cabeza que es Jesucristo es visible por
un cuerpo consagrado, un cuerpo lleno de la palabra de Dios. Un cuerpo que ante
cualquier situación saca la palabra de Dios, ante cualquier enfermedad Yahvé
Rafá y desaparece la enfermedad, empieza a desaparecer pobreza ruina. Yahvé es
mi pastor nada nos faltara y esa ruina tiene que salir. Hay momento de prueba,
sí, pero que nos quedemos en la prueba, patinando en la prueba.
Dos requisitos que se convierten
en este momento en dos órdenes hay que llenarnos de la palabra y en el momento
que venga la situación profetizarla. El agua más pura es la que corre no la que
se queda estancada. Vámonos para Mateo 10: 8 y veamos por qué tiene que
circular el agua: “Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad
fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”. Usted recibió hay que
dar.
Hay gente que está esperando que
usted saque la palabra con gozo.
Si hace caso de esto ve lo que va
a pasa.
Josué 21: 43 45
“De esta manera dio Jehová a Israel toda la tierra que había jurado dar
a sus padres, y la poseyeron y habitaron en ella. Y Jehová les dio reposo
alrededor, conforme a todo lo que había jurado a sus padres; y ninguno de todos
sus enemigos pudo hacerles frente, porque Jehová entregó en sus manos a todos
sus enemigos. No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová
había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió”.
Si hacemos todo lo que Dios nos
está diciendo.