Dios le mostró a su siervo en una
visión el grupo de oración en que estamos y Dios empezó a profetizar y mientras
profetizaba los del grupo entraban y salían en una irreverencia con Dios. Dios
luego le muestra una cantidad de denominaciones más grandes y también hacían lo
mismo.
Dios dice: “Mi pueblo no ha
podido ser bendecido porque entran y salen”. Dios por la actitud de su pueblo
no está agradado y por eso esta palabra se titula Controversia.
Estamos esperando cosas grandes,
pero no hemos dispuesto nuestros corazones totalmente para Dios.
En Santiago 1 versículo 2 dice
que tened por sumo gozo y eso no es fácil, pero los apóstoles lo lograban, en
la cárcel y azotados, pero en la noche glorificaban a Dios con zumo gozo y lo
hacían porque entregaban sus cargas al Señor, pues la escritura dice “venid a
mí los que estáis trabajados y cargados que yo os haré descansar”. Pongamos
pues nuestras cargas en el Señor para poder estar siempre en Zumo gozo.
Dios está controvirtiendo con
nosotros en el sentido que estamos entrando y saliendo: un tiempo le creemos y
otro tiempo no le creemos. Es tiempo de afirmarnos porque tenemos irreverencia
con las cosas de Dios y se refleja en
muchas cosas: en la llegada tarde, en que deja ir su pensamiento para otra
parte, en el deseo de irse rápido.
Mateo 44: 16 – 19
“Mas ¿a qué compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que
se sientan en las plazas, y dan voces a sus compañeros, diciendo: Os tocamos
flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no lamentasteis. Porque vino Juan,
que ni comía ni bebía, y dicen: Demonio tiene. Vino el Hijo del Hombre, que
come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de
publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus hijos”.
Ni por este ministerio, ni por
este otro; ni por este vaso, ni por este otro. No nos sirve ya ningún vaso. De
pronto te emocionas con un vaso que te gusta, pero con el vaso que no te gusta
cierras tu corazón. Lo más tremendo es que por el vaso que a usted más le
choca, por ese vaso es que Dios le está hablando.
Dios viene aquí con palabras de
avivamiento, de edificación, de consolación: arriba pueblo y nos sentimos
gozosos, lloramos, y lo hacemos de corazón: pero luego nos vamos y perdemos la
palabra, se nos olvida. Viene la situación y digo: “lo que allá dijeron fue que
mi pintaron pajaritos, pero y aquí veo la misma cosa”. No haga eso sino que permanezca creyéndole a
Dios.
Viene un ministerio fuerte, de
pura profecía, de confrontación y tampoco andan. Ni por lo uno ni por lo otro,
Como el muchacho rebelde. Le dan una pela y no le sirve, le dan incentivos para
ver si sigue adelante y tampoco.
Es una lucha venir a alabar a
Dios a este grupo de oración, porque en verdad la carne no quiere, pero la
carne se tiene que someter por el poder del Espíritu Santo, pero ante un pueblo
que está entrando y saliendo a qué horas va a someter la carne.
Dios dice: si tienen la
salvación, si tienen mi bendición, si tiene el aval del cielo, ¿por qué están
entrando y saliendo?
En este grupo de oración la
palabra es muy pura para que usted esté entre y salga. No, de una vez afínese con Dios.
Vino un profeta austero y no le
creyeron y vino Cristo que se identificó con el pueblo y lo acompañaba y
tampoco le creyeron.
Fueron dos ministerios el de
profeta en Juan el Bautista y el de Jesucristo que aunque tenía los cinco
ministerios, se presentaba como un evangelista.
Todos los ministerios son muy
importantes, pero ojo con los profetas, pero ojo también con los que están
profetizando a toda hora en sus fuerzas y no por el Espíritu Santo.
Jesucristo es la roca y apóstoles
y profetas sostiene la iglesia.
Dios trae palabras muy duras a
través de los profetas, a los otros ministerios pastores, maestros,
evangelistas Dios los utiliza en aspectos muy hermosos, pero en palabras más
suaves.
Dios está en controversia hoy,
está polemizando con nosotros, está diciendo: “eso no me gusta, que un pueblo
esté entrando y saliendo”. Debíamos estar todos unidos, todos en la estatura de
Jesucristo y solo hay un remanente, unos pocos. No digo que todos perfectos,
pero si todos en una disposición bien linda con Dios. Si tan solo se quedaran
quietos Dios nos puede bendecir más fácilmente. Dios nos quiere quietos en su
palabra, en la sana doctrina, firmes con él.
En este tiempo todo el planeta
está bajo juicio, solamente los redimidos, los benditos de Yahvé Dios tenemos
una cobertura especial. Recuerde Apocalipsis
3: 10: “yo te guardaré del día de la prueba”, pero no podemos seguir
entrando y saliendo. Por favor pueblo afírmense con Dios para que tengan la
bendición. Porque no está disfrutando siquiera el olor de la envoltura de la
bendición de Dios. ¿Cómo será usted disfrutando de todo lo que Dios tiene
envuelto para usted? Esa envoltura la ha hecho usted mismo por entra y salir.
Se podría pensar que Dios está en
controversia por pecados que a nuestro parecer son graves como el adulterio, o
consultar agoreros o algunos otros de este calibre, pero no, Dios está en
controversia con nosotros por la maldita incredulidad. Por eso usted está
entrando y saliendo, no le está creyendo a Dios.
Cuando sale de este lugar sale
con una palabra, pero llega la situación y la deja encaramar y lo aplasta.
Es tiempo de creerle a Dios. El
que sabe hacer lo bueno y no lo hace le es contado por pecado y el que muere en
pecado a los infiernos se va; la paga del pecado es la muerte. Por eso no podemos ver las bendiciones de la
vida que está en Jesucristo, sus buenas promesas porque no estamos parados en
su demanda que es creerle.
Esa última parte: “pero la
sabiduría es justificada por sus hijos”. Ese remanente son sus hijos y Dios
está justificando su palabra por ese remanente. Ese remanente avergüenza
multitudes porque a pesar de todo permanecen ahí.
Dios habla a través de profetas,
apóstoles, evangelistas, maestros, pastores e inclusive a través de los que aún
no tienen ministerio y siguen en esa inestabilidad, eso es pecado y hoy nos
tenemos que arrepentir de todo corazón. O estamos o no estamos.
Estamos en vísperas del
arrebatamiento, que no sean tres o cuatro personas no más que se van.
Es muy humano dudar, pero la
dudad debe ser disipada por la palabra de Dios que genera fe. Entonces dónde ha
estado nuestro corazón con tanta bendita palabra de Dios. Dónde ha estado tu
corazón, iglesia, cuando Dios nos ha traído tanta palabra.
Nos estamos perdiendo muchas
cosas, sobre todo la llenura del Espíritu Santo.
Dios está en controversia con su
iglesia hoy y es con todos.
¿Por qué no nos quedamos quietos?
Parados en la roca en su palabra, es que Papá dijo esto y si Papá dijo esto no
le creo a las circunstancias, porque mi papito Dios, Yahvé de los ejércitos lo
dijo.
Esa expresión tan linda de los
profetas Eliseo y Elías: “vive Yahvé mi Dios en cuya presencia estoy”.
Y lo que menos tenemos nosotros
durante la semana es la presencia de Dios, nos embarcamos en unos problemas y
les damos una dimensión que Dios no les da. Los vemos grandes y Dios los ve
pequeñitos, pero como no estamos en la presencia de Dios.
Dios demanda de su pueblo es que
le crea.
Dios me ha dicho esto en lo
económico, me ha dicho esto en lo emocional, me ha dicho esto en lo espiritual,
y yo me paro en esa palabra, mejor dicho
saco la conclusión: yo soy un bendecido para siempre en Cristo Jesús.
Apocalipsis 3: 14 – 16
“escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo
fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: Yo conozco
tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni
caliente, te vomitaré de mi boca”.
El contexto de esta iglesia era
que tenían todo y eran muchos, pero esto no es por número es por hombres y
mujeres que se han dejado transformar por el poder del Espíritu Santo.
El remanente no está vomitado,
los demás sí. Por nuestra incredulidad producimos náuseas y somos vomitados.
Mientras alabábamos pensaba que
esta palabra que traía hoy era muy fuerte y quería que fuera otra más suave.
Pero esto es lo que Dios quiero y espero que ustedes no rechacen lo que Dios
trae hoy.
Dios está en controversia con
nosotros, así no podemos seguir.
Apocalipsis 3: 19 – 22
“Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Al que venciere, le daré que se
siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi
Padre en su trono. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las
iglesias”.
El Espíritu Santo nos insta a
arrepentirnos. Le está hablando a Laodicea, una iglesia conocedora de Dios y
nosotros también conocemos y sí que conocemos, hemos visto sus milagros, no
hemos visto más porque a nosotros no se nos ha dado la gana. Dios ha esperado
paciente y nosotros todos parcos.
Dios al que ama disciplina. El
que no haga caso a esta palabra va a sentir el castigo de Dios.
Si usted dice: “yo con esta
situación, más castigo entonces va a acabar conmigo”. Si usted así piensa,
usted es un soberbio. En lugar de responder de esta manera que es soberbia y
poco elegante delante de Dios, la respuesta debe ser: “Dios mí si perdóname en
el nombre de Jesucristo, perdona mi salir y mi entrar, con esta palabra estas
llamando a tu pueblo”.
El libro de Job tiene 42 capítulos,
en los primeros 37 capítulos Job y sus amigos son haciéndo reclamos y la gran
mayoría son reclamos a Dios. En dos capítulos Dios hace preguntas a Job y lo
baja de la nube y ya el 40 al 42 es la conclusión. Con solo dos capítulos tuvo
Dios para desbaratar 37 de argumentos humanos.
Usted puede decir: “Dios mío,
pero cómo así que controversia conmigo si yo de todas maneras te sigo”. Sus oraciones no han sido eficaces
porque han sido sin fe, entrando y saliendo. ¿Cree que es venir hasta acá
solamente?, es venir hasta acá a arrebatar y después de que arrebate es
permanecer en la palabra y cuando lleguen las circunstancias adversas reprender
al diablo en el nombre de Jesucristo. Recordar que Dios me ha dicho que soy un
bendito para siempre y empezar a declarar la palabra y las circunstancias
adversas tienen que desaparecer.
Yo sé que mi redentor vive.
Hasta cuándo, dice el Espíritu
Santo, les tengo que rogar que citen la palabra, que se paren en ella. Son mis
benditos, mis redimidos. Por eso el Espíritu Santo puede hablarnos así.
Bendito sea el Dios de Israel.
En el 20 dice: “He aquí, yo estoy
a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y
cenaré con él, y él conmigo”.
Lamentable que Dios en su
controversia con nosotros hoy traiga esta palabra, porque Dios está diciéndonos
que le abramos nuestro corazón hoy, eso significa que hay algunos aquí que
parece que no los hubieran elegido, están en plena mañana y están durmiendo.
Nos vamos acercando al medio día de Dios, las bendiciones de Dios, el rapto de
Dios, nuestro Señor Jesucristo que viene en las nubes y el pueblo durmiendo. Lo
que Dios quiere es que despertemos.
Nos está preguntando: ¿qué pasó
con la intimidad? Este versículo habla de la intimidad con Dios. Aquí por un momento
la sentimos, pero Dios quiere que sea siempre, día y noche.
Sigue diciendo: “al que venciere…”
a partir de hoy hay que vencer la incredulidad.
Estar sentado en el trono de Dios
es estar en la bendición integral de Dios y para eso hay una demanda, hay que
vencer esa maldita incredulidad, hay que vencerla hoy.
A Josué le do que nunca se
apartará de tu boca este libro de la ley y “lo meditarás de día y de noche y en
todo te irá muy bien”.
Agarre esto definitivamente, Dios
está en controversia con nosotros, agarre esta palabra porque es definitivo
hacerlo.
O creemos o no nos va bien.
Separados de Jesucristo,
separados de su palabra, del Verbo de Dios nada podemos hacer.
Saquen toda zorrilla, todo
pecado, pequeño, mediano, grande.
Para oir las cosas de Dios los
que tienen los oídos somos sus redimidos.
I Corintios 16: 9
“porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los
adversarios”.
La puerta es Jesucristo y se
abrió porque le creímos a Dios, grande para la salvación y eficaz para que
todas las cosas en la tierra me vaya bien.
Dios es un Dios de amplitud y
abundancia.
Pero hay muchos adversarios que
son Satanás y sus demonios.
Se está predicando está palabra y
la mayoría tienen el corazón abierto como Dios me lo está mostrando. La
controversia está llegando a lo más profundo de sus corazones, entonces, el
adversario no se va a quedar quieto.
No pongas la mirada en la
adversidad, pon la mirada en el que abrió la puerta que es Jesucristo para
siempre. Pon la mirada en esa puerta que es amplia y es eficaz. Ese es nuestro
Señor y salvador Jesucristo. Bendito sea el Dios de Israel. Gloria a
Jesucristo.
No importan las adversidades y le
vamos a decir el Verbo de Dios, la Palabra de Dios dice esto y esto.
Saltemos a los versículos 13 y 14
“Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. Todas
vuestras cosas sean hechas con amor”.
Esforzaos porque yo haré todo. De
ustedes la disposición mía la victoria dice el Señor.
Aquí estamos por el amor ágape,
el amor incondicional. Usted y yo seguimos a Dios por lo que es no por lo que
nos pueda dar. Si cantamos una alabanza lo hacemos con amor, yo para traer esta
predicación tan hermosa donde el Espíritu Santo me está utilizando, lo estoy
haciendo con amor. El espíritu Santo nos está hablando.
Dile a Dios: “Señor yo lo hago
para ti porque tú me has dado la vida, la inteligencia, los talentos, todo me
lo has dado y te doy gracias. Ya no quiero controvertir más contigo, ya no
quiero entrar más en polémica, en litigio contigo, a partir de hoy te voy a
creer definitivamente”. Dígaselo ahí en su corazón.
Dios actúa por fe y nos movemos
en esa fe en el unigénito hijo de Dios.
Josué 3: 1 – 7
“Josué se levantó de mañana, y él y todos los hijos de Israel partieron
de Sitim y vinieron hasta el Jordán, y reposaron allí antes de pasarlo. Y
después de tres días, los oficiales recorrieron el campamento, y mandaron al
pueblo, diciendo: Cuando veáis el arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y los
levitas sacerdotes que la llevan, vosotros saldréis de vuestro lugar y
marcharéis en pos de ella, a fin de que sepáis el camino por donde habéis de
ir; por cuanto vosotros no habéis pasado antes de ahora por este camino. Pero
entre vosotros y ella haya distancia como de dos mil codos; no os acercaréis a
ella. Y Josué dijo al pueblo: Santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas
entre vosotros. Y habló Josué a los sacerdotes, diciendo: Tomad el arca del
pacto, y pasad delante del pueblo. Y ellos tomaron el arca del pacto y fueron
delante del pueblo. Entonces Jehová dijo a Josué: Desde este día comenzaré a
engrandecerte delante de los ojos de todo Israel, para que entiendan que como
estuve con Moisés, así estaré contigo”.
Se levantó en la mañana las
primicias para Dios. En la mañana preséntele todo a Dios.
Josué no pecó por incredulidad y
no estuvo en controversia con Dios por incredulidad. Josué estaba en un menor
pacto que nosotros que estamos en un pacto perfecto, que es en la sangre de
Nuestro Señor Jesucristo. Por lo que Josué nos lleva mucha distancia. Obramos
muy mal al no creerle a Dios.
Esta palabra no es para
condenación sino para salvación, para levantar lo que está caído y eso, yo el
primero, porque aquí nadie es más que nadie, aquí el Espíritu Santo por medio
de cualquier vaso nos enseña a todos.
Jesucristo se levantó por nosotros
y él levantado en gloria, sus hijos, su estirpe es levantada en gloria hoy. El
día es hoy para ser levantados en gloria.
El Jordán allí era una
dificultad.
Nosotros hoy tenemos que partir
de esta maldita incredulidad y salir de ahí e ir a las promesas de Dios.
Los hijos de Dios tenemos que
sacar de nuestro diccionario la palabra derrota, para nosotros lo único que
existe es la victoria en Cristo Jesús, Señor Nuestro.
Dios nos está mandando hoy que
salgamos de la maldita incredulidad.
Ahora el arca del pacto es el
Verbo de Dios, Jesucristo.
Nosotros hoy, en el nombre de
Jesucristo, vamos a salir en pos de las promesas que están represadas por
nosotros, a partir de hoy vamos a estar conquistándolas, eso es lo que ordena
el Espíritu Santo.
Hicimos un pacto con nuestro
Señor Jesucristo, él es nuestro Señor. Estamos en la justicia de Dios, en el
gozo en la provisión, en la alegría, en lo sobrenatural de Dios.
Solamente siguiendo la palabra de
Dios y creyendo en sus promesas podemos tener vida y vida en abundancia.
Se acabó la derrota.
Los sacerdotes podían tocar el
arca, el pueblo no. era un pacto imperfecto y ellos la seguían a distancia y
conquistaron. Nosotros en un mejor pacto, cómo no seguir la palabra de Dios.
Cómo que nosotros, sacerdotes en
un mejor pacto y no estamos en el lugar santísimo,
Nosotros no lo seguimos a
distancia lo tenemos en nuestro corazón.
Hoy le hemos dicho no a la
maldita incredulidad y sí a la fe, a la esperanza y a las grandes promesas de Dios.
Saquemos la maldita incredulidad
para que veamos las maravillas de Dios, no hemos visto nada. Dios está en polémica
con nosotros, ¿por qué sigues en esa mediocridad, en esa negligencia?, si somos
tan bendecidos. Dios nos ha dado el aliento de vida. Veremos maravillas si le
creemos a Dios. Pero hay que santificarnos, sin santidad nadie verá a Dios.
Le habló a los sacerdotes y hoy eso
somos nosotros, sacerdotes.
Hoy Dios por su Espíritu Santo
está pasando su palabra delante de nosotros agárrela que para mañana puede ser
tarde. Usted tiene la potestad para coger esta palabra porque tiene al Verbo de
Dios en su corazón., tiene el Espíritu de Dios, somos templo del Dios viviente.
Conclusión.
“Entonces Jehová dijo a Josué (ponga su nombre): Desde este día
comenzaré a engrandecerte delante de los ojos de todo Israel, para que entiendan
que como estuve con Moisés (Ponga Jesucristo), así estaré contigo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario