sábado, 13 de junio de 2015

Controversia



Dios le mostró a su siervo en una visión el grupo de oración en que estamos y Dios empezó a profetizar y mientras profetizaba los del grupo entraban y salían en una irreverencia con Dios. Dios luego le muestra una cantidad de denominaciones más grandes y también hacían lo mismo. 

Dios dice: “Mi pueblo no ha podido ser bendecido porque entran y salen”. Dios por la actitud de su pueblo no está agradado y por eso esta palabra se titula Controversia.

Estamos esperando cosas grandes, pero no hemos dispuesto nuestros corazones totalmente para Dios.

En Santiago 1 versículo 2 dice que tened por sumo gozo y eso no es fácil, pero los apóstoles lo lograban, en la cárcel y azotados, pero en la noche glorificaban a Dios con zumo gozo y lo hacían porque entregaban sus cargas al Señor, pues la escritura dice “venid a mí los que estáis trabajados y cargados que yo os haré descansar”. Pongamos pues nuestras cargas en el Señor para poder estar siempre en Zumo gozo.

Dios está controvirtiendo con nosotros en el sentido que estamos entrando y saliendo: un tiempo le creemos y otro tiempo no le creemos. Es tiempo de afirmarnos porque tenemos irreverencia con las  cosas de Dios y se refleja en muchas cosas: en la llegada tarde, en que deja ir su pensamiento para otra parte, en el deseo de irse rápido.

Mateo 44: 16 – 19

Mas ¿a qué compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y dan voces a sus compañeros, diciendo: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no lamentasteis. Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: Demonio tiene. Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus hijos”.

Ni por este ministerio, ni por este otro; ni por este vaso, ni por este otro. No nos sirve ya ningún vaso. De pronto te emocionas con un vaso que te gusta, pero con el vaso que no te gusta cierras tu corazón. Lo más tremendo es que por el vaso que a usted más le choca, por ese vaso es que Dios le está hablando. 

Dios viene aquí con palabras de avivamiento, de edificación, de consolación: arriba pueblo y nos sentimos gozosos, lloramos, y lo hacemos de corazón: pero luego nos vamos y perdemos la palabra, se nos olvida. Viene la situación y digo: “lo que allá dijeron fue que mi pintaron pajaritos, pero y aquí veo la misma cosa”.  No haga eso sino que permanezca creyéndole a Dios. 

Viene un ministerio fuerte, de pura profecía, de confrontación y tampoco andan. Ni por lo uno ni por lo otro, Como el muchacho rebelde. Le dan una pela y no le sirve, le dan incentivos para ver si sigue adelante y tampoco. 

Es una lucha venir a alabar a Dios a este grupo de oración, porque en verdad la carne no quiere, pero la carne se tiene que someter por el poder del Espíritu Santo, pero ante un pueblo que está entrando y saliendo a qué horas va a someter la carne. 

Dios dice: si tienen la salvación, si tienen mi bendición, si tiene el aval del cielo, ¿por qué están entrando y saliendo?

En este grupo de oración la palabra es muy pura para que usted esté entre y salga. No,  de una vez afínese con Dios. 

Vino un profeta austero y no le creyeron y vino Cristo que se identificó con el pueblo y lo acompañaba y tampoco le creyeron. 

Fueron dos ministerios el de profeta en Juan el Bautista y el de Jesucristo que aunque tenía los cinco ministerios, se presentaba como un evangelista. 

Todos los ministerios son muy importantes, pero ojo con los profetas, pero ojo también con los que están profetizando a toda hora en sus fuerzas y no por el Espíritu Santo.

Jesucristo es la roca y apóstoles y profetas sostiene la iglesia.

Dios trae palabras muy duras a través de los profetas, a los otros ministerios pastores, maestros, evangelistas Dios los utiliza en aspectos muy hermosos, pero en palabras más suaves. 

Dios está en controversia hoy, está polemizando con nosotros, está diciendo: “eso no me gusta, que un pueblo esté entrando y saliendo”. Debíamos estar todos unidos, todos en la estatura de Jesucristo y solo hay un remanente, unos pocos. No digo que todos perfectos, pero si todos en una disposición bien linda con Dios. Si tan solo se quedaran quietos Dios nos puede bendecir más fácilmente. Dios nos quiere quietos en su palabra, en la sana doctrina, firmes con él. 

En este tiempo todo el planeta está bajo juicio, solamente los redimidos, los benditos de Yahvé Dios tenemos una cobertura especial. Recuerde Apocalipsis  3: 10: “yo te guardaré del día de la prueba”, pero no podemos seguir entrando y saliendo. Por favor pueblo afírmense con Dios para que tengan la bendición. Porque no está disfrutando siquiera el olor de la envoltura de la bendición de Dios. ¿Cómo será usted disfrutando de todo lo que Dios tiene envuelto para usted? Esa envoltura la ha hecho usted mismo por entra y salir.

Se podría pensar que Dios está en controversia por pecados que a nuestro parecer son graves como el adulterio, o consultar agoreros o algunos otros de este calibre, pero no, Dios está en controversia con nosotros por la maldita incredulidad. Por eso usted está entrando y saliendo, no le está creyendo a Dios. 

Cuando sale de este lugar sale con una palabra, pero llega la situación y la deja encaramar y lo aplasta.

Es tiempo de creerle a Dios. El que sabe hacer lo bueno y no lo hace le es contado por pecado y el que muere en pecado a los infiernos se va; la paga del pecado es la muerte.  Por eso no podemos ver las bendiciones de la vida que está en Jesucristo, sus buenas promesas porque no estamos parados en su demanda que es creerle. 

Esa última parte: “pero la sabiduría es justificada por sus hijos”. Ese remanente son sus hijos y Dios está justificando su palabra por ese remanente. Ese remanente avergüenza multitudes porque a pesar de todo permanecen ahí. 

Dios habla a través de profetas, apóstoles, evangelistas, maestros, pastores e inclusive a través de los que aún no tienen ministerio y siguen en esa inestabilidad, eso es pecado y hoy nos tenemos que arrepentir de todo corazón. O estamos o no estamos. 

Estamos en vísperas del arrebatamiento, que no sean tres o cuatro personas no más que se van. 

Es muy humano dudar, pero la dudad debe ser disipada por la palabra de Dios que genera fe. Entonces dónde ha estado nuestro corazón con tanta bendita palabra de Dios. Dónde ha estado tu corazón, iglesia, cuando Dios nos ha traído tanta palabra.

Nos estamos perdiendo muchas cosas, sobre todo la llenura del Espíritu Santo.

Dios está en controversia con su iglesia hoy y es con todos. 

¿Por qué no nos quedamos quietos? Parados en la roca en su palabra, es que Papá dijo esto y si Papá dijo esto no le creo a las circunstancias, porque mi papito Dios, Yahvé de los ejércitos lo dijo. 

Esa expresión tan linda de los profetas Eliseo y Elías: “vive Yahvé mi Dios en cuya presencia estoy”.

Y lo que menos tenemos nosotros durante la semana es la presencia de Dios, nos embarcamos en unos problemas y les damos una dimensión que Dios no les da. Los vemos grandes y Dios los ve pequeñitos, pero como no estamos en la presencia de Dios. 

Dios demanda de su pueblo es que le crea.

Dios me ha dicho esto en lo económico, me ha dicho esto en lo emocional, me ha dicho esto en lo espiritual,  y yo me paro en esa palabra, mejor dicho saco la conclusión: yo soy un bendecido para siempre en Cristo Jesús. 

Apocalipsis 3: 14 – 16

escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!  Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”.

El contexto de esta iglesia era que tenían todo y eran muchos, pero esto no es por número es por hombres y mujeres que se han dejado transformar por el poder del Espíritu Santo.

El remanente no está vomitado, los demás sí. Por nuestra incredulidad producimos náuseas y somos vomitados.

Mientras alabábamos pensaba que esta palabra que traía hoy era muy fuerte y quería que fuera otra más suave. Pero esto es lo que Dios quiero y espero que ustedes no rechacen lo que Dios trae hoy.

Dios está en controversia con nosotros, así no podemos seguir.

Apocalipsis 3: 19 – 22

Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”.

El Espíritu Santo nos insta a arrepentirnos. Le está hablando a Laodicea, una iglesia conocedora de Dios y nosotros también conocemos y sí que conocemos, hemos visto sus milagros, no hemos visto más porque a nosotros no se nos ha dado la gana. Dios ha esperado paciente y nosotros todos parcos. 

Dios al que ama disciplina. El que no haga caso a esta palabra va a sentir el castigo de Dios.

Si usted dice: “yo con esta situación, más castigo entonces va a acabar conmigo”. Si usted así piensa, usted es un soberbio. En lugar de responder de esta manera que es soberbia y poco elegante delante de Dios, la respuesta debe ser: “Dios mí si perdóname en el nombre de Jesucristo, perdona mi salir y mi entrar, con esta palabra estas llamando a tu pueblo”. 

El libro de Job tiene 42 capítulos, en los primeros 37 capítulos Job y sus amigos son haciéndo reclamos y la gran mayoría son reclamos a Dios. En dos capítulos Dios hace preguntas a Job y lo baja de la nube y ya el 40 al 42 es la conclusión. Con solo dos capítulos tuvo Dios para desbaratar 37 de argumentos humanos.

Usted puede decir: “Dios mío, pero cómo así que controversia conmigo si yo de todas maneras te  sigo”. Sus oraciones no han sido eficaces porque han sido sin fe, entrando y saliendo. ¿Cree que es venir hasta acá solamente?, es venir hasta acá a arrebatar y después de que arrebate es permanecer en la palabra y cuando lleguen las circunstancias adversas reprender al diablo en el nombre de Jesucristo. Recordar que Dios me ha dicho que soy un bendito para siempre y empezar a declarar la palabra y las circunstancias adversas tienen que desaparecer. 

Yo sé que mi redentor vive. 

Hasta cuándo, dice el Espíritu Santo, les tengo que rogar que citen la palabra, que se paren en ella. Son mis benditos, mis redimidos. Por eso el Espíritu Santo puede hablarnos así. 

Bendito sea el Dios de Israel. 

En el 20 dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”.

Lamentable que Dios en su controversia con nosotros hoy traiga esta palabra, porque Dios está diciéndonos que le abramos nuestro corazón hoy, eso significa que hay algunos aquí que parece que no los hubieran elegido, están en plena mañana y están durmiendo. Nos vamos acercando al medio día de Dios, las bendiciones de Dios, el rapto de Dios, nuestro Señor Jesucristo que viene en las nubes y el pueblo durmiendo. Lo que Dios quiere es que despertemos. 

Nos está preguntando: ¿qué pasó con la intimidad? Este versículo habla de la intimidad con Dios. Aquí por un momento la sentimos, pero Dios quiere que sea siempre, día  y noche.

Sigue diciendo: “al que venciere…” a partir de hoy hay que vencer la incredulidad.

Estar sentado en el trono de Dios es estar en la bendición integral de Dios y para eso hay una demanda, hay que vencer esa maldita incredulidad, hay que vencerla hoy. 

A Josué le do que nunca se apartará de tu boca este libro de la ley y “lo meditarás de día y de noche y en todo te irá muy bien”.

Agarre esto definitivamente, Dios está en controversia con nosotros, agarre esta palabra porque es definitivo hacerlo. 

O creemos o no nos va bien. 

Separados de Jesucristo, separados de su palabra, del Verbo de Dios nada podemos hacer. 

Saquen toda zorrilla, todo pecado, pequeño, mediano, grande. 

Para oir las cosas de Dios los que tienen los oídos somos sus redimidos.

I Corintios 16: 9

porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios”.

La puerta es Jesucristo y se abrió porque le creímos a Dios, grande para la salvación y eficaz para que todas las cosas en la tierra me vaya bien.

Dios es un Dios de amplitud y abundancia.

Pero hay muchos adversarios que son Satanás y sus demonios.

Se está predicando está palabra y la mayoría tienen el corazón abierto como Dios me lo está mostrando. La controversia está llegando a lo más profundo de sus corazones, entonces, el adversario no se va a quedar quieto. 

No pongas la mirada en la adversidad, pon la mirada en el que abrió la puerta que es Jesucristo para siempre. Pon la mirada en esa puerta que es amplia y es eficaz. Ese es nuestro Señor y salvador Jesucristo. Bendito sea el Dios de Israel. Gloria a Jesucristo.

No importan las adversidades y le vamos a decir el Verbo de Dios, la Palabra de Dios dice esto y esto.

Saltemos a los versículos 13 y 14

Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. Todas vuestras cosas sean hechas con amor”.

Esforzaos porque yo haré todo. De ustedes la disposición mía la victoria dice el Señor. 

Aquí estamos por el amor ágape, el amor incondicional. Usted y yo seguimos a Dios por lo que es no por lo que nos pueda dar. Si cantamos una alabanza lo hacemos con amor, yo para traer esta predicación tan hermosa donde el Espíritu Santo me está utilizando, lo estoy haciendo con amor. El espíritu Santo nos está hablando. 

Dile a Dios: “Señor yo lo hago para ti porque tú me has dado la vida, la inteligencia, los talentos, todo me lo has dado y te doy gracias. Ya no quiero controvertir más contigo, ya no quiero entrar más en polémica, en litigio contigo, a partir de hoy te voy a creer definitivamente”. Dígaselo ahí en su corazón. 

Dios actúa por fe y nos movemos en esa fe en el unigénito hijo de Dios.

Josué 3: 1 – 7

Josué se levantó de mañana, y él y todos los hijos de Israel partieron de Sitim y vinieron hasta el Jordán, y reposaron allí antes de pasarlo. Y después de tres días, los oficiales recorrieron el campamento, y mandaron al pueblo, diciendo: Cuando veáis el arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y los levitas sacerdotes que la llevan, vosotros saldréis de vuestro lugar y marcharéis en pos de ella, a fin de que sepáis el camino por donde habéis de ir; por cuanto vosotros no habéis pasado antes de ahora por este camino. Pero entre vosotros y ella haya distancia como de dos mil codos; no os acercaréis a ella. Y Josué dijo al pueblo: Santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros. Y habló Josué a los sacerdotes, diciendo: Tomad el arca del pacto, y pasad delante del pueblo. Y ellos tomaron el arca del pacto y fueron delante del pueblo. Entonces Jehová dijo a Josué: Desde este día comenzaré a engrandecerte delante de los ojos de todo Israel, para que entiendan que como estuve con Moisés, así estaré contigo”.

Se levantó en la mañana las primicias para Dios. En la mañana preséntele todo a Dios.

Josué no pecó por incredulidad y no estuvo en controversia con Dios por incredulidad. Josué estaba en un menor pacto que nosotros que estamos en un pacto perfecto, que es en la sangre de Nuestro Señor Jesucristo. Por lo que Josué nos lleva mucha distancia. Obramos muy mal al no creerle a Dios. 

Esta palabra no es para condenación sino para salvación, para levantar lo que está caído y eso, yo el primero, porque aquí nadie es más que nadie, aquí el Espíritu Santo por medio de cualquier vaso nos enseña a todos.

Jesucristo se levantó por nosotros y él levantado en gloria, sus hijos, su estirpe es levantada en gloria hoy. El día es hoy para ser levantados en gloria.

El Jordán allí era una dificultad.

Nosotros hoy tenemos que partir de esta maldita incredulidad y salir de ahí e ir a las promesas de Dios.
Los hijos de Dios tenemos que sacar de nuestro diccionario la palabra derrota, para nosotros lo único que existe es la victoria en Cristo Jesús, Señor Nuestro.

Dios nos está mandando hoy que salgamos de la maldita incredulidad. 

Ahora el arca del pacto es el Verbo de Dios, Jesucristo.

Nosotros hoy, en el nombre de Jesucristo, vamos a salir en pos de las promesas que están represadas por nosotros, a partir de hoy vamos a estar conquistándolas, eso es lo que ordena el Espíritu Santo.
Hicimos un pacto con nuestro Señor Jesucristo, él es nuestro Señor. Estamos en la justicia de Dios, en el gozo en la provisión, en la alegría, en lo sobrenatural de Dios.

Solamente siguiendo la palabra de Dios y creyendo en sus promesas podemos tener vida y vida en abundancia.

Se acabó la derrota.

Los sacerdotes podían tocar el arca, el pueblo no. era un pacto imperfecto y ellos la seguían a distancia y conquistaron. Nosotros en un mejor pacto, cómo no seguir la palabra de Dios. 

Cómo que nosotros, sacerdotes en un mejor pacto y no estamos en el lugar santísimo,

Nosotros no lo seguimos a distancia lo tenemos en nuestro corazón.

Hoy le hemos dicho no a la maldita incredulidad y sí a la fe, a la esperanza y  a las grandes promesas de Dios.

Saquemos la maldita incredulidad para que veamos las maravillas de Dios, no hemos visto nada. Dios está en polémica con nosotros, ¿por qué sigues en esa mediocridad, en esa negligencia?, si somos tan bendecidos. Dios nos ha dado el aliento de vida. Veremos maravillas si le creemos a Dios. Pero hay que santificarnos, sin santidad nadie verá a Dios.

Le habló a los sacerdotes y hoy eso somos nosotros, sacerdotes.

Hoy Dios por su Espíritu Santo está pasando su palabra delante de nosotros agárrela que para mañana puede ser tarde. Usted tiene la potestad para coger esta palabra porque tiene al Verbo de Dios en su corazón., tiene el Espíritu de Dios, somos templo del Dios viviente. 

Conclusión.

Entonces Jehová dijo a Josué (ponga su nombre): Desde este día comenzaré a engrandecerte delante de los ojos de todo Israel, para que entiendan que como estuve con Moisés (Ponga Jesucristo), así estaré contigo”.

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